miércoles, 31 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE JOAQUIN RIVADAVIA



El día 31 de agosto de 1810 nace en Buenos Aires Joaquín Rivadavia. Hijo de Bernardino Rivadavia, tuvo una educación esmerada y acompañó a su padre a Europa mientras se desempeñó como representante argentino allí. En 1829, se incorporó como voluntario a una de las unidades del General Juan Galo de Lavalle. Asistió a los combates de Yeruá del 22 de septiembre de 1839 y Don Cristóbal del 10 de abril de 1840. Por su comportamiento obtuvo el grado de Sargento Mayor. En Septiembre de 1841, luchó en Famaillá ó Monte Grande.
Destruido el ejército que integraba, acompañó a sus restos en su marcha hacia Jujuy, escoltando después los despojos del General Lavalle hasta que fueron depositados en la Catedral de Potosí. Después de la Batalla de Caseros regresó a la Argentina y actuó en la Batalla de Cepeda y en la Guerra del Paraguay.
En la Imagen: "Batalla de Famaillá" en la cual participara como Sargento Mayor. Oleo.







martes, 30 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL ROMÁN ANTONIO DEHEZA



El día 30 de agosto de 1872 fallece en Valparaíso, Chile, el General Román Antonio Deheza. Se lo denominó general de tres repúblicas. En todas las acciones de guerra en que le tocó actuar, asombró por su valor y temeridad. Inició su carrera militar en 1810, conduciendo comunicaciones de la Junta de Buenos Aires al General Antonio González Balcarce, y combatió en las batallas de Cotagaita, Suipacha y Huaqui. Actuó a las órdenes del General Juan Gregorio de Las Heras destinado a reforzar el ejército chileno, que se defendía de los contingentes realistas enviados por el virrey del Abascal. Combatió en las batallas de Cucha Cucha y Membrillar.
Pasó a las fuerzas del general O'Higgins, a cuyas órdenes luchó en la derrota de Rancagua con el grado de capitán. Combatió en las batallas de Chacabuco, Curapaligüe, Gavilán, en el asalto a Talcahuano y en la gran victoria de Maipú.
Estuvo en el sitio de la Fortaleza del Callao y participó en la defensa de la ciudad de Lima. De vuelta en el Plata, sirvió a las órdenes del General José M. Paz, quién le otorgó los despachos de Coronel Mayor. Emigró a Bolivia durante la dictadura de Rosas, regresando para incorporarse nuevamente a las órdenes de Paz en el ejército que este organizó contra Rosas en la Provincia de Corrientes.
http://www.fotolog.com/ejercitonacional




lunes, 29 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE CANDIDO LÓPEZ.



Cándido López nació en Buenos Aires el 29 de Agosto de 1840. Desarrolló una temprana carrera como pintor y fotógrafo retratista Estudió pintura con Cayetano Descalzi y Baltasar Verazzi.. Hacia 1860, en sociedad con Juan Soulá, recorrió la provincia de Buenos Aires realizando daguerrotipos.
En 1865, al estallar la guerra con el Paraguay, se incorpora como voluntario en el Batallón de Guardias Nacionales “San Nicolás”, recibiendo el grado de teniente 2º.
El 22 de Setiembre de 1866 forma parte de la 3º Columna de Asalto a Curupaytí; en el avance un casco de granada le despedaza la muñeca derecha. La convalecencia fue larga, pero educa su mano izquierda para seguir pintando. Durante la guerra había realizado numerosos croquis de batallas y campamentos.
Tiempo después utilizó este material para desarrollar su serie sobre la Guerra del Paraguay y pintados con la mano izquierda. Falleció en Buenos Aires el 31 de Diciembre de 1902.
"Regresé, y cuando estaba próximo a la zanja vi las cabezas de las columnas de la División Arredondo que ya iban a trasponer la zanja en cuestión. Me senté al pie de un tronco que había inmediato a ella y con un pañuelo empecé a vendarme la herida. Cuando las tropas de la 2da. División habían terminado su pasaje, vino hasta mí mi asistente, que se había enterado de mi herida. En ese momento yo siempre sentado, estaba mirando en dirección a la trinchera. El sacó un gran pañuelo a cuadros blancos y colorados y con él hacía sombra a mi herida. De pronto una granada estalló a nuestro lado y uno de sus cascos hirió mortalmente a mi estimado González, cuyo pañuelo cayó sobre mi herida. Este doloroso suceso me hizo pensar que debía buscar una posición menos expuesta a las balas del enemigo, y me introduje en la zanja, habiéndome en esta situación puesto el brazo en cabestrillo, sirviéndome para ello del pañuelo que me dejó mi asistente. Desde allí estuve observando largo rato la batalla, esto me sirvió para recuperar las fuerzas, pero mi herida era sumamente dolorosa. No sé qué tiempo estuve en esta posición, cuando de repente oí el toque de atención y retirada. Volví la vista de donde partía, y vi al general Mitre, siempre con su viejo trompa de órdenes en una actitud tal que me infundió las fuerzas que necesitaba así, por mis propios medios, poder trasladarme a mi campamento en Curuzú, a donde llegué ya tarde, encontrándome con el Dr. Lucilo del Castillo, quien con toda solicitud puso hilas y vendas."
(El Tribuno, San Nicolás, 29.Vlll.1940.)
Fuente: Julio Argentino Roca – Iconografía Militar, Museo Roca, Instituto de Investigaciones Históricas, Buenos Aires (2006).

http://www.fotolog.com/ejercitonacional




viernes, 26 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL LICEO MILITAR GENERAL PAZ



El Liceo Militar “GENERAL PAZ”, Instituto de formación de los oficiales de reserva del arma de artillería, fue creado el 25 de Agosto de 1944 por iniciativa del Diputado Nacional de la provincia de Córdoba Doctor Raúl Víctor Martínez. La Ley de su creación perseguía el propósito de educar y formar eficazmente a los oficiales de reserva que integrarían el ejército del futuro.
El 2 de Abril de 1945 en el campo de la nueva Guarnición de Córdoba, camino a La Calera, donde actualmente se encuentra el Batallón de Comunicaciones 141, se inaugura el Liceo Militar “GENERAL PAZ” el cual es trasladado a su asiento definitivo el 28 de Febrero de 1949, en el Km 711 de la ruta nacional Nº 9, únicas instalaciones construidas para tal fin.El Liceo Militar “GENERAL PAZ”, que no es ajeno a los cambios que requiere la sociedad actual, en el año 1995 incorpora la mujer a sus filas, y paralelamente adapta a su esquema la ley federal de educación ofreciendo a la comunidad una nueva propuesta educativa.Los jóvenes egresados de esta Institución se van incorporando a la sociedad con una formación sólida e integral con principios sustentados en el amor a Dios, la Patria y a la Familia.Como hechos destacados de esta Institución podemos mencionar:
* 30 de Abril de 1946: El Liceo recibe su primera Bandera Nacional de Guerra.
* 9 de Julio de 1947: El Liceo desfila por primera vez en las calles de Nuestra ciudad.
* 22 de Abril de 1958: Son trasladados los restos del General José María Paz desde el cementerio de la Recoleta de Buenos Aires a la Catedral de nuestra ciudad.
*1982: Parte de nuestro personal es movilizado hacia nuestras Islas Malvinas.
Varios de nuestros Ex Cadetes, que siguieron la Carrera de las Armas, participaron en el Conflicto Armado del Atlántico Sur.
Algunos de ellos dieron su vida en Malvinas por defender la Soberanía Nacional como el Capitán (FAA) Jesús Omar Castillo de la Promoción XXIII, Primer Teniente (FAA) Jorge Eduardo Casco de la Promoción XXIV, Teniente de Corbeta (ARA) Juan José Aguirre de la Promoción XXIX, Teniente Primero (EA) Luis Carlos Martella de la Promoción XXVII, y el Subalferez (GN) Guillermo Nasif de la Promoción XXVII.
Con más de seis décadas de trayectoria de nuestro Instituto, han egresado más de 5500 jóvenes estudiantes, muchos de los cuales ocuparon y ocupan puestos importantes en el quehacer nacional.-
Fuente e inscripciones: http://www.liceopaz.ejercito.mil.ar/







jueves, 25 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DEL EXODO JUJEÑO



La derrota de Huaqui echó por tierra las esperanzas norteñas de un fácil triunfo por el norte.
Los hombres salvados del desastre son recibidos por Pueyrredón en Jujuy y bajan lentamente hasta Salta. En Yatasto los encuentra Belgrano, el nuevo jefe, quien recibe los 800 hombres, reliquia del Ejército del Norte, sin armas, desmoralizados, incapaces al parecer de luchar, otra vez, contra los hombres de Goyeneche.
“La deserción es escandalosa –escribe al gobierno- y lo peor es que no bastan los remedios para convencerla, pues ni la muerte misma la evita: esto me hace afirmar más y más en mi concepto de que no se conoce en parte alguna el interés de la patria, y que sólo se ha de sostener por fuerza interior y exteriormente”.
La tarea que debe realizar es agotadora: reorganizar los cuadros, disciplinar los soldados, abastecer el ejército, dar ánimos a la población, crear, solo, en un puesto donde la improvisación puede ser fatal para todos, un ejército armónico, disciplinado, apto para luchar contra los aguerridos regimientos que comandan los españoles. Se vuelve, entonces, ordenancista al extremo. Su rigor, su inflexibilidad, su intolerancia para cualquier falta del servicio, le enajenan la popularidad entre la mayoría, pero salvan a todos y con ello a la Patria.El general convoca a todos los ciudadanos entre 16 y 35 años y forma un cuerpo de caballería -los “Patriotas Decididos”-, que pone a las órdenes de Díaz Vélez. Dentro de las rígidas normas que establece en su ejército, se forman hombres que ilustrarán las armas argentinas: Manuel Dorrego, José María Paz, Gregorio Aráoz de Lamadrid, Cornelio Zelaya, Lorenzo Lugones.
on jóvenes entusiastas en cuyas almas arde la llama inextinguible de un patriotismo exaltado.
Goyeneche permanece, mientras tanto, detenido en el Norte por la insurrección cochabambina. Hasta Jujuy se dirige, entonces, Belgrano y en la vieja ciudad celebra, en 1812, el 25 de mayo. Por segunda vez presenta al pueblo y a los soldados la bandera de su creación, que es bendecida al término del tedéum por el deán de la Iglesia Matriz don Juan Ignacio de Gorriti.
Nuevamente el gobierno lo reprende por su actitud; Belgrano dolorido, responde en una nota: “La bandera la he recogido y la desharé…”. Otras preocupaciones se suman: el estado sanitario de las tropas es deficiente, el paludismo hace estragos, los efectivos del ejército no aumentan en la cantidad que las circunstancias requieren, y Goyeneche, libre ya su retaguardia, se dispone a entrar en territorio argentino por la puerta grande de Humahuaca.
En agosto de 1812 se produce la invasión del ejército español, compuesto de 3.000 hombres, a las órdenes del general Pío Tristán, primo de Goyeneche y como él, natural de Arequipa. El 23 de agosto de 1812, dispuesta ya la retirada, lanza Belgrano su famosa proclama a los pueblos del norte: “Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, os he hablado con verdad… Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres . . . “.Quienes no cumplan la orden serán fusilados, y sus haciendas y muebles quemados. Las clases populares se pliegan al éxodo sin necesidad de compulsión. No ocurre lo mismo con la clase principal. Algunos consiguen esconderse en espera de Tristán; otros deciden obedecer a Belgrano e irse con los bienes que pueden salvar, para lo cual Belgrano les facilita carretas.
Finalmente todo Jujuy responde heroicamente al llamado patriótico. Y como en los viejos éxodos de la historia, todo un pueblo marcha con sus soldados – hijos de su seno – guiados por quien, sabedor de que esa es su hora de gloria, va sereno, hacia el campo de las Carreras, donde el drama ha de resolverse luego de treinta días de incertidumbre y duelo. La gente debía llevarse todo lo que podía ser transportado en carretas, mulas y en caballos. Y así lo hizo. Los pobladores siguieron a Belgrano cargando muebles, enseres y arreando el ganado en tropel.Los voluntarios de Díaz Vélez, que habían ido a Humahuaca a vigilar la entrada de Tristán y volvieron con la noticia de la inminente invasión, ellos serán los encargados de cuidar la retaguardia.
El repliegue debe hacerse precipitadamente por la proximidad del enemigo. En cinco jornadas se cubren 250 kilómetros (Recuérdese que para la misma época Napoleón aconsejaba que sus ejércitos no marchen más de diez kilómetros por día). Suponiendo que, al encontrar Jujuy abandonado, Tristán se dirigirá a Salta, Belgrano ordena hacer alto recién en las márgenes del río Pasaje, adonde llega en la madrugada del 29 de agosto.
Cuando el ejército español llegó a las inmediaciones, encontró campo raso. Las llamas habían devorado las cosechas y en las calles de la ciudad ardían aquellos objetos que no pudieron ser transportados. Todo era desolación y desierto. El éxodo llegó hasta Tucumán, donde Belgrano decidió hacer pie firme.
El 3 de septiembre el ejército patriota se halla sobre el río de Las Piedras, cuando los Decididos son atacados por la vanguardia realista, produciéndose una escaramuza. El cuerpo patriota se reúne con el grueso y Belgrano, que espera una oportunidad favorable, despliega al ejército en la margen del río haciendo abrir el fuego de la artillería para despejar el frente. Los patriotas persiguen a los españoles, tomando quince o veinte prisioneros y matando otros tantos. Una partida de paisanos al mando del capitán Esteban Figueroa logra apresar al jefe enemigo, coronel Huici, al portaestandarte Negreiros y a un capellán. Son las cuatro de la tarde y la victoriosa partida inicia una marcha forzada con sus prisioneros, huyendo del resto de los adversarios. A las doce de la noche están ya en Tucumán, donde se encuentra el grueso del ejército.

Fuentes: Asociación Gaucha Jujeña – San Salvador de Jujuy / www. revisionistas.com.ar / Pandra, Alejandro – Agenda de Reflexión / Salta – Portal informativo / Turone, Gabriel O. – El Exodo Jujeño – Buenos Aires (2007).

http://www.fotolog.com/ejercitonacional

miércoles, 24 de agosto de 2011

OFRENDA DE DON SANTIAGO DE LINIERS A LA VIRGEN DEL ROSARIO



El día 24 de agosto de 1806, en el templo de Santo Domingo, ante la Virgen del Rosario, el gobernador militar y político de Buenos Aires, don Santiago de Liniers, procedió “con toda hidalguía” a cumplir con la solemne promesa que había hecho anteriormente, depositando las 4 banderas quitadas al Regimiento de Infantería 71 “Highlanders”, “las que quedaron por trofeo en su santo templo” con todos los honores y dentro del marco de mayor solemnidad, “a la cual fiesta asistieron todas las tropas, quienes hicieron tres descargas de fusilería y otras tres de artillería de a 20 cañonazos, los que se pusieron en la plazoleta, que forma el atrio de nuestro templo”, con la concurrencia de la Real Audiencia, Cabildo Secular, el ilustre obispo y todo el pueblo.
Fuente: Ejercito.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional




martes, 23 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL TENIENTE CORONEL ARGENTINO DEL VALLE LARRABURE



El 23 de agosto de 1975, el grupo autodenominado ERP (Ejercito Revolucionario del Pueblo), abandono del cadáver del Teniente Coronel Larrabure, en un baldío, fue asesinado cobardemente luego de un año secuestrado en una "cárcel del pueblo" cavada debajo de una casa de la organización, un verdadero agujero. Había sido ahorcado con un cable, luego de ser torturado con golpes y corriente eléctrica, perdiendo cuarenta kilos de peso en ese año. Nuestro Homenaje a este Soldado de la Patria.
El Hecho.
En una misma noche, la del 11 de agosto de 1974, el Ejército Revolucionario del Pueblo asaltaba dos organismos militares. Uno de ellos era el Regimiento de Infantería Aerotransportado nº 17, de Catamarca, donde la actuación de la guardia y de la policía provincial impidieron el copamiento, con el resultado de dos terroristas muertos y uno herido.
A su vez, dos policías también quedaron con impacto de bala.
En el otro hecho, perpetrado contra la Fábrica Militar de Villa María, el resultado fue muy distinto. Allí, cinco kilómetros afuera del radio urbano, la acción de setenta guerrilleros fuertemente armados logró vulnerar las defensas del perímetro castrense, gracias a la complicidad de un soldado conscripto, apellidado Pettigiani.
El ataque se inició aproximadamente a las 10 de la noche del sábado, cuando por el tiempo invernal la mayoría de la población vecina ya estaba recluída en sus hogares. A esa hora, quince subversivos coparon el motel “Pasatiempo”, ubicado a unas nueve cuadras de la planta militar. Varias parejas guerrilleras, llegadas con anterioridad, ya habían ocupado habitaciones del establecimiento, que en pocos minutos se convirtieron en cuartel general del operativo. Entre los treinta ocupantes armados, una decena vistió con prontitud uniformes militares, mientras que con otro grupo, alejado del lugar, se mantenían conversaciones radiales.
La llegada casual del automóvil de una pareja, que al ver la oscuridad del edificio supuso que estaba cerrado y optó por regresar hacia Villa María, desbarató en parte los preparativos. Asustados, algunos de los guerrilleros que actuaban en el exterior como “campanas” comenzaron a disparar sin resultado contra el automóvil, gracias a lo cual se puso en movimiento un operativo policial en la zona.
Varios grupos de guerrilleros se lanzaron en consecuencia al ataque contra la Fábrica Militar, mientras frente al motel era muerto por los terroristas el cabo Marcelino Cuello. La policía provincial tuvo, igualmente, cuatro heridos.
La acción del soldado Pettigiani, que junto con otros dos había formado una célula en la Fábrica, permitió que la guardia de los portones de entrada fuera reducida por la acción traicionera desde el recinto. A la vez, en el perímetro castrense, donde se alojaban los oficiales superiores con sus familias –entre ellos Argentino del Valle Larrabure, su esposa, los dos hijos del matrimonio y el pequeño incorporado meses atrás al grupo-, se estaba desarrollando una reunión de amigos.
En el instante de abrirse el portón de acceso, y pese a que continuaba el enfrentamiento en el motel, los guerrilleros que penetraron sumaban más de sesenta.
Divididos en grupos que conocían perfectamente la distribución de los hombres a esa hora, así como la ubicación de los materiales, los guerrilleros intentaron secuestrar al Teniente Coronel Osvaldo Jorge Guardone, que se hallaba en su casa. El militar, que segundos antes había percibido movimientos extraños, organizó rápidamente su defensa, entregándole un arma a cada integrante de su familia que sabía manejarla, así cayó muerto uno de los asaltantes que había irrumpido en su vivienda; los restantes componentes del grupo se dieron a la fuga.
A todo el personal que estaba en la reunión, entre los que se contaban el Mayor Argentino del Valle Larrabure y el Capitán Roberto A. García, se le ordenó que se tiraran al piso, el Mayor Larrabure rápidamente se identificó como la persona de más alta jerarquía militar de la fiesta y pidió tranquilidad y que no se les hiciera daño a ninguna de las personas allí congregadas. Los dos militares fueron tomados de rehenes. Cuando fueron llevados hacia un automóvil, el Capitán García intentó fugarse; fue acribillado por la espalda y mal herido, junto al Mayor Larrabure, fueron subidos al vehículo con el que se dieron a la fuga. A la mañana siguiente el Capitán García, gravemente herido, dándolo por muerto, fue abandonado. Larrabure, en cambio, golpeado brutalmente, comenzaba su largo peregrinar hacia su calvario.







domingo, 21 de agosto de 2011

DÍA DEL SERVICIO HISTÓRICO DEL EJÉRCITO


Fue creado el 20 de agosto de 1813 con el nombre de Registro Marcial, pero su desarrollo se concretó efectivamente a partir de la creación de la Dirección de Estudios Históricos del Ejército de la Secretaría de Guerra, en 1961.
En 1982, se le dio el nombre de Servicio Histórico del Ejército y, en el año 2000, recibió el nombre de Dirección de Asuntos Históricos del Ejército.

Misión:
Asesorar en todos los aspectos relacionados con el estudio y difusión de la Cultura Histórica Militar del Ejército.

Funciones:
La investigación, en forma amplia, integral y metodológica de los hechos históricos relacionados con el Ejército, que le sean requeridos y/o que surjan como de interés de la Fuerza.
El ordenamiento, clasificación y conservación de los documentos considerados históricos.
La racionalización y codificación de la documentación existente.
La redacción y actualización de la Historia del Ejército, a orden.
El relevamiento de objetos de carácter histórico, artístico y cultural con que cuenta la Fuerza.
Informes del Servicio Histórico: serviciohistoricoejercito@hotmail.com

http://www.fotolog.com/ejercitonacional

viernes, 19 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL REGIMIENTO DE CABALLERÍA DE MONTAÑA 4 "CORACEROS GENERAL LAVALLE"



Según los documentos que se encuentran en el Servicio Histórico del Ejército, el Regimiento 4 de Caballería de Línea fue creado el 27 de abril de 1826 con el nombramiento del entonces Coronel Lavalle como Jefe del mismo. Tiene como antecedentes mediatos la circunstancia que el 18 agosto 1824, la legislatura de la Provincia de Buenos Aires autorizó por ley a formar "un cuarto Regimiento de Caballería", resolución que recién se hizo efectiva más tarde.
Lavalle fue nombrado primeramente por el Gobernador Las Heras, Jefe del Regimiento 3 de Caballería "Coraceros Defensores de Buenos Aires".
De ese Regimiento llamado frecuentemente "de Coraceros", partió Lavalle con el primer escuadrón a órdenes del Capitán Danel, para la Guerra con el Brasil, siendo dado de baja de los Coraceros el 1 de abril de 1826. Días más tarde organizó el C4, que se fue completando gradualmente con entrerrianos según documentos del Archivo General de la Nación. El Regimiento, siempre a órdenes del Coronel Lavalle, participó en casi todos los episodios de la Guerra con el Brasil, particularmente en la Batalla de Ituzaingó el 20 de febrero de 1827, donde tuvo relevante actuación.
Al Regresar a Buenos Aires en diciembre de 1828, Lavalle y el C4 se enrolaron en el Bando Unitario, disminuyendo sus efectivos como consecuencia de las acciones militares.El 4 de marzo de 1829 el Gobernador Brown dispuso que el C4 y el C17 se fusionaran a órdenes del Coronel Isidoro Suárez, manteniendo la numeración del primero. Pero poco después, probablemente en septiembre u octubre, el Regimiento 4 de Caballería fue disuelto y no volvió a ser recreado hasta 1854.
Algunos historiadores, que no han tenido en cuenta ciertos documentos, mencionan la participación de un Regimiento 4 de Caballería entre 1830 y 1852 en episodios tales como la expedición de Rosas al desierto de 1833; la intervención de Gran Bretaña y Francia; en las Batallas de Arroyo Grande e India Muerta, entre otros. Tales historiadores han omitido que esa unidad era el Regimiento 4 de Caballería de Campaña de la Provincia de Buenos Aires, en su masa un regimiento miliciano con uno de los escuadrones permanentes, cuyos antecedentes fueron conocidos desde 1816 y no tuvo continuidad histórica con el C4 nacional. El 22 de agosto de 1854, el Presidente Urquiza recreó el Regimiento 4 de Dragones en la frontera interior de San Luis. En 1860 tenía por guarnición al Fuerte Constitucional (hoy Ciudad de Mercedes, San Luis). Por su parte, el "Estado de Buenos Aires" creó otro Regimiento 4 de Caballería en 1855, en la frontera norte del mismo. Ambas unidades participaron en los sucesos más trascendentes de la guerra por la organización nacional, entre 1859 y 1861.El 01 Mar 1867 el C4 estuvo en el Combate de San Ignacio y después permaneció en Villa Mercedes y también en Mendoza y Río Cuarto. En 1879 integró la 3ra División, que a órdenes del Coronel Eduardo Racedo, penetró en la zona de influencia de los ranqueles siguiendo los movimientos ordenados por el Ministro de Guerra General Roca. En 1880 se encontró en Reconquista y luego en la provincia de Corrientes. Entre 1881 y 1895 fue disuelto.Recreado nuevamente en 1896 participó en Curumalal de la campaña conducida por el Teniente General Luis María Campos.
Fue destinado luego a Mendoza. En 1904 estuvo en Campo de Mayo y en 1906 en Rosario, siendo denominado el 22 de mayo por el Presidente Figueroa Alcorta como Regimiento 4 de Caballería de Línea "Coraceros General Lavalle".
En 1907 guarneció en Córdoba, dependiendo de la 4ta Región Militar, volvió a Villa Mercedes y hacia 1937 ocupó los cuarteles de Junín de los Andes. Poco tiempo después ocupó San Martín de los Andes, donde se encuentra actualmente.







jueves, 18 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE YATAY



El día 17 de agosto de 1865 tiene lugar la Batalla de Yatay, Guerra del Paraguay, 1865. El ejército aliado, formado por fuerzas argentinas, uruguayas y brasileñas al mando del General Venancio Flores, derrota a fuerzas paraguayas en los campos de Yatay, Provincia de Corrientes. La batalla fue sangrienta y reñida, terminando con graves pérdidas para los paraguayos.
La Guerra del Paraguay puede dividirse en cinco campañas: la de Matto Grosso, la del Uruguay, la de Humaitá, la de Pikysyry y la de las Cordilleras. En la campaña de Matto Grosso los paraguayos se apoderaron de la fortaleza de Coimbra, Alburquerque, Corumbá, Miranda y Dorados. La segunda tuvo por objetivo el Uruguay, hacia donde se dirigieron dos columnas del ejército paraguayo, por Corrientes y Río Grande, para expulsar a los brasileños y sostener la soberanía de ese país. El objetivo de la tercera -para los aliados- era la toma de la plaza fuerte que fue el centro de la resistencia paraguaya. La cuarta se llama así porque se desarrolló sobre la línea fortificada del arroyo Pikysyry, segundo centro de la resistencia del Paraguay. La quinta fue la que se llevó a cabo después de la batalla de las Lomas Valentinas, al otro lado de las Cordilleras, hasta Cerro Corá.
Al iniciarse la segunda campaña, abandonó Francisco Solano López la capital, para ir a ponerse al frente de sus ejércitos. Dejaba así la Asunción para siempre. Nunca más entraría en ella, no permitiéndole los azares de una guerra a muerte ni siquiera volver a contemplarla a la distancia.
En realidad, en aquel momento -8 de junio de 1865- empezaba su agonía, que era la de su patria, como él condenada a una muerte cruel e irremediable. Antes de partir dirigió al pueblo una proclama, en el que daba a entender que iba resuelto a abandonar “el seno de la Patria”, para incorporarse “a sus compañeros de armas en campaña”.
Cuartel general en Humaitá
Pero llegó a Humaitá y cambió de opinión, bajo la influencia de insinuantes cortesanos, como el obispo Palacios, que acabaron por convencerle de que no debía imponerse ese inútil sacrificio, teniendo a su lado tantos hombres capaces que podían muy bien reemplazarle… Instaló, pues, allí su cuartel general, estableciendo una activa comunicación telegráfica con la ciudad de Corrientes, donde José Berges ejercía su representación.
El general Wenceslao Robles había reunido, entretanto, 30.000 hombres de las tres armas y estaba en condiciones de marchar, sin dificultad alguna, arrollando los pequeños obstáculos que encontrase en su camino. En aquellos momentos aún no se había establecido el campamento general de los aliados en Concordia, ni éstos disponían de tropas capaces de contrarrestar la acción del Paraguay. Ningún paraguayo dudaba del éxito de la empresa confiada a Robles, experimentado militar, que había dado tantas pruebas de sus aptitudes de brillante organizador. Pero los hechos desvanecieron bien pronto tan optimistas esperanzas.
Al frente de aquella poderosa columna, Robles se sintió inferior a su cometido, no atinando a obrar con la resolución y la pericia que le imponían las circunstancias. Perdió su tiempo con fútiles pretextos, avanzando con lentitud extrema, distraído por pequeñas guerrillas sin importancia. Así perdió la oportunidad única que se le brindaba, dando todas las ventajas a los oponentes. Finalmente, entró en tratos con los aliados, pagando con su vida los graves errores cometidos. Lo reemplazó el general Francisco Isidoro Resquín, quien hizo contramarchar a su ejército, regresando con él a territorio paraguayo. El fracaso de la expedición de Robles determinó el fracaso de la expedición de Estigarribia. Este, al frente de 12.000 hombres, invadió el Estado de Río Grande del Sud, siguiendo la línea del Uruguay, para ir a encontrarse con la otra columna expedicionaria en la frontera de la República Oriental.
La llegada oportuna de Robles debió impedir la formación del ejército aliado que salió a batirle permitiéndole someter holgadamente a los brasileños. Pero no sucedió así. Robles no llegó nunca a la frontera oriental, no pasando más allá de los límites de Corrientes. Gracias a esto, Mitre pudo organizar el ejército hasta encontrarse en situación de batir a los paraguayos.
Realmente Estigarribia debió retroceder al ver que había fracasado el plan convenido. Pero lo empujaron adelante, los numerosos jefes orientales que lo acompañaban, los cuales le aseguraban que, al llegar a la frontera de su país, contaría con el franco apoyo de todos los compatriotas uruguayos.

Las acciones
Entrar en Uruguayana fue para él entrar en una ratonera. Pronto fue allí rodeado por el ya poderoso ejército aliado, teniendo que sucumbir, vencido por el hambre y por la muerte. Una parte de su ejército, que marchaba por la orilla derecha del río Uruguay, a las órdenes del mayor Pedro Duarte, sucumbió también, aplastado por fuerzas muy superiores.
En efecto, el 17 de agosto de 1865 libraron batalla 3.500 paraguayos, de caballería e infantería, con 11.000 aliados de las tres armas, a las órdenes del general Venancio Flores.
Pese a la abrumadora superioridad enemiga, Estigarribia rechazaba con ironía la propuesta de rendirse a los “libertadores de su patria”. “Si VV.EE. (decía a los jefes aliados) se muestran tan celosos por dar libertad al pueblo paraguayo, ¿por qué no empiezan por dar libertad a los infelices negros del Brasil, que componen la mayor parte de la población, y gimen en el más duro y espantoso cautiverio para enriquecer y estar en la ociosidad a algunos de cientos de grandes del Imperio?”.

Derrota paraguaya
Luego de la derrota de los paraguayos, Flores declaró: “Los paraguayos son peores que salvajes para la pelea, prefieren morir antes que rendirse…”.
La mayor parte de los prisioneros fueron pasados a cuchillo (se calcula que eran alrededor de 1.400) y los soldados sobrevivientes fueron alistados en los batallones del ejército aliado, obligándoseles así a ir contra su patria. Decía Flores: "Los batallones orientales han sufrido en Yatay una gran baja, y estoy resuelto a reemplazarla con los prisioneros paraguayos, dándole una parte al general Paunero para aumentar sus batallones, que están pequeños algunos". Mientras tanto el vicepresidente argentino Dr. Marcos Paz agrega: “El general Flores ha adoptado por sistema incorporar a sus filas a todos los prisioneros, y después de recargar sus batallones con ellos ha organizado uno nuevo de 500 plazas con puros paraguayos”.
El gran publicista oriental, Carlos María Ramírez protestó en 1868, contra la repetición sistemática del mismo hecho: “Los prisioneros de guerra –decía- han sido repartidos entre los cuerpos de línea y, bajo la bandera y con el uniforme de los aliados, compelidos a volver sus armas contra los defensores de su patria". ¡Jamás el siglo XIX ha presenciado un ultraje mayor al derecho de gentes, a la humanidad, a la civilización!.
En la Quinta Sección, chacra el Ombucito, existe un monolito que evoca la Batalla de Yatay. Este sitio fue declarado Lugar Histórico el 4 de febrero de 1942, por la Ley 12665, según consta en "Monumentos y Lugares Históricos" de Hernán Gómez. Allí serpentea un arroyo, entre arbustos y pajonales, que se vuelca en el río Uruguay. Este paisaje está adornado con elegantes palmeras Yatay (Yatay significa Palmera en guaraní). Ellas dieron su nombre al arroyo y al lugar. El topónimo dio el nombre a la batalla.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional




miércoles, 17 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DEL PASO A LA INMORTALIDAD DEL LIBERTADOR JOSE DE SAN MARTIN



El Ejército rinde homenaje al Padre de la Patria en un nuevo aniversario de su paso a la inmortalidad.



Nació el 25 de febrero de 1778 en el pueblo de Yapeyú, situado a orillas del río Uruguay. Su padre, don Juan de San Martín, había nacido en España y se desempeñaba como teniente gobernador del departamento. Su madre, doña Gregoria Matorras. Se trasladó a España junto con sus padres en el año 1786 donde ingresó al Seminario de Nobles de Madrid. En 1789 comienza su carrera militar en el regimiento de Murcia.
En 1785, regresó a España con su familia y en el año 1789, ingresó como cadete en el Regimiento de Murcia. Su bautismo de fuego fue en el sitio de Orán, en el año 1791, y en 1793 ascendió a subteniente. Finalizada la guerra con Francia en 1795, y siendo esta aliada de España, tomó parte en la batalla que se libró en el cabo de San Vicente contra los ingleses.
Entre 1808 y 1812, ingresó en una sociedad masónica que existía en Cádiz y que defendía ideas de carácter constitucional y liberal. Por tomar parte, el 16 de mayo de 1811, en la batalla de Albuera, fue ascendido a comandante agregado, culminando así su carrera militar en España.
Pasó a América, en enero de 1812, en la fragata «George Canning», que partió desde Londres, llegando a Buenos Aires el 9 de marzo para luchar por la independencia de Sudamérica. A los pocos días de su arribo, le fue reconocido el grado de teniente coronel y el Triunvirato le encomendó la creación de un escuadrón, que luego fue el célebre regimiento de Granaderos a Caballo. Durante el año 1812 se ocupó de instruir a la tropa en las modernas técnicas de combate que conocía por su extensa actuación europea contra los ejércitos de Napoleón.
Además, se ocupó de organizar una sociedad secreta que se denominó la Logia de Lautaro —este era el nombre de un caudillo araucano que defendió la libertad de su pueblo a los comienzos de la conquista española—. La sociedad estaba formada como las logias masónicas de Cádiz y de Londres, similar a la que en Venezuela tenía como miembros a Miranda, Bolívar y Andrés Bello. Su objetivo era: "trabajar con sistema y plan en la independencia de la América y su felicidad"El 8 de octubre de 1812 estalló la revolución capitaneada por San Martín, Alvear, Monteagudo y otros conspiradores en contra del Gobierno; esta revolución hizo posible la asamblea de 1813, repetición en muchas conclusiones de las Cortes de Cádiz, aunque aún no se declaró la independencia, ya que no era deseada por muchos ciudadanos.
El Triunvirato ordena al coronel San Martín que protegiese las costas del Paraná del desembarco realista. Los granaderos siguieron el avance de la flota enemiga que constaba de 11 naves y unos trescientos soldados. Las naves pasaron el pueblo de Rosario y fondearon frente al Monasterio de San Carlos, en San Lorenzo, aguas arriba. Los españoles bajaron a tierra, subieron las altas barrancas y se encontraron con los pacíficos frailes. Cuando despuntaba el sol del día 3 de febrero, las lanchas de la expedición realista tocaban tierra y subían el barranco en dos columnas dispuestos al combate. San Martín dividió a los granaderos también en dos columnas que, cuando sonó el clarín, cargaron desde cada lado del convento. En la primera carga, el caballo de San Martín fue derribado trabando una pierna del Coronel. El granadero Baigorria traspasa con una lanza a un soldado español que intentaba herir a San Martín. El soldado Juan Bautista Cabral echó pie a tierra y levantó el caballo permitiendo a su jefe incorporarse, entonces fue herido de muerte. San Martín, a fines de 1813, ya con el grado de coronel de Caballería, sustituyó al general Belgrano en el mando del Ejército auxiliar, nombrándole, el director del Estado, gobernador intendente de la provincia argentina de Cuyo.
San Martín influyó para que los diputados del Congreso de Tucumán declararan la independencia de las provincias unidas de América del Sur -aún no la actual Argentina- , pues su idea era formar unos Estados unidos de toda América Latina.
El 1 de agosto de 1816 fue nombrado general en jefe del Ejército, y el 11 de febrero de 1817 se realizó una de las batallas más extraordinarias de la Historia, entre los independentistas y el Ejército español, siendo derrotado este en la cuesta de Chacabuco y entrando San Martín en Santiago (Chile). De aquí se partió para la conquista del Perú donde el 5 de abril de 1818 obtuvo la victoria de la batalla de Maipú, pasó decisivo para la independencia. San Martín comprendió que, para llegar a la liberación total, debía entablar contactos con Simón Bolívar, realizándose una entrevista en Guayaquil el 26 de julio de 1822. Se intentó el acuerdo de unir los dos Ejércitos para terminar cuanto antes con los españoles, pero Bolívar dijo que nada podía hacer sin la aprobación del Congreso del cual dependía.
San Martín se retiró de este tipo de vida en agosto de ese mismo año, debido a una promesa hecha un año antes. Regresó a Chile, más tarde a Mendoza, luego vino a España, para instalarse en Bruselas finalmente.
Pasó estrecheces económicas, ya que la pensión que le habían asignado en Perú no le llegaba con regularidad. San Martín tenía ideas monárquicas constitucionales que se volvieron republicanas al final de su vida. Fue contrario a la concepción estatal del dictador Rosas, que predicaba el caudillismo y la federación. Por hallarse este en la presidencia, siempre rehusó un nombramiento político y regresar a su tierra; sin embargo, mantenía correspondencia cordial con él. El 3 de agosto de 1823 muere su esposa, Remedios de Escalada. Parte entonces para Buenos Aires donde se encarga de su hijita Mercedes. El 4 de diciembre llega a la ciudad y permanece hasta el 10 de febrero de 1824 cuando se embarca hacia Francia. Allí se ocupa de la educación de Mercedes donde escribe para ella las Máximas para su hija que son un resumen de su filosofía de vida. En 1829 regresa a Buenos Aires pero encuentra un clima hostil y permanece en Montevideo. En el año 1848 se trasladó a vivir a Boulogne-sur-Mer, hoy consulado de la Argentina; allí murió repentinamente, falleció el 17 de agosto de 1850 en la localidad de Boulogne-sur-Mer a la edad de 72 años siendo trasladado su cadáver a Buenos Aires, donde reposa en un mausoleo en la catedral.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional




martes, 16 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL RUFINO GUIDO



El día 16 de agosto de 1880 fallece el General Rufino Guido. Perteneció a la generación de los libertadores y fue uno de los que colaboraron para cimentar la nacionalidad argentina. Nació en Buenos Aires el 9 de julio de 1796. En 1813, ingresó como cadete al Regimiento de Granaderos a Caballo. Estuvo en las batallas de Sipe-Sipe, Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú, correspondiéndole el honor de traer a Buenos Aires el parte de esa batalla en diez días y medio. Formó parte del Ejército Libertador del Perú. El 29 de agosto de 1822 el General José de San Martín le firmó sus despachos de Coronel. Fue uno de los fundadores de la Orden del Sol, del Perú. Regresó a Buenos Aires en 1855.
Era hermano menor del después General Tomás Guido. En 1813 ingresó en el Regimiento de Granaderos a Caballo creado por José de San Martín, y participó en el sitio de Montevideo. Al año siguiente estuvo destacado con un batallón de su regimiento que luchó en el Alto Perú, y peleó en el Combate del Tejar, ahí fue tomado prisionero, pero pocos días más tarde se libró y capturó a sus propios carceleros. Luchó en la batalla de Sipe Sipe.
En el año 1816 pasó al Ejército de los Andes e hizo la campaña de Chile, participando en las batallas de Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú.
Llegó al Perú con el grado de Teniente Coronel, y fue el jefe en la primera victoria sobre los realistas en Perú, en el Combate de Palpa, cerca de Ica. Fue el segundo jefe de las fuerzas patriotas en la Batalla de Cerro de Pasco. Tuvo un papel importante en la toma de Lima y en la defensa de la misma en 1822. Fue ascendido al grado de coronel y ocupó cargos militares y civiles en la capital; más tarde fue nombrado ayudante personal del General Jose de San Martín. Lo acompañó en el viaje a Guayaquil, pero no presenció la parte decisiva de la entrevista con Bolivar.
Cuando los realistas recuperaron Lima, fue el más destacado en el sitio de esa ciudad, aunque su sitio se limitó a evitar que los españoles pudieran aprovisionarse de alimentos, ya que los atacó en cada salida.
Permaneció por muchos años en Perú, donde continuó su carrera militar y ascendió hasta el grado de General.
Regresando en 1855 a Buenos Aires; por su hermano Tomás se unió al partido Federal, abandonando toda actividad pública después de la batalla de Pavón. Fue ascendido al grado de General por el presidente Domingo Faustino Sarmiento, pero no volvió a tener mando de tropas.
Falleció en Buenos Aires en 1880.
Fuente: Cutolo, Vicente, Nuevo diccionario biográfico argentino, 7 volúmenes, Ed. Elche, Bs. As., 1968-1985.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional


lunes, 15 de agosto de 2011

COMBATES EN EL DESIERTO



El día 15 de agosto de 1876 se producen unos enfrentamientos contra indios salvajes. Sesenta soldados del 2° de Caballería y del Batallón 7°, al mando del Capitán Exequiel Delmozo y el Subteniente Manuel Palacio, combaten por dos horas contra una columna de 360 indios, matando e hiriendo a una gran parte de ellos. Además de quitarles lanzas y armas de fuego, capturaron 400 caballos y yeguarizos. El mismo día otros 60 soldados del 2° de Caballería al mando del Mayor Roque Peyteado derrotaron otra partida de salvajes, mientras que el Mayor Barrionuevo, del mismo Regimiento, con cuatro hombres se batió contra quince indígenas, matando a varios y capturando 9 caballos ensillados que habían robado.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional




domingo, 14 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE PERIBEBUY


El 12 de agosto de 1869 se produce la Batalla para la conquista de la fortaleza de Peribebuy en la Guerra del Paraguay, 1869. Fuerzas argentinas al mando del General Luis M. Campos iniciaron el asalto, conquistando la plaza junto con tropas brasileñas. Esta acción se rememora en la marcha Capibary.

Guerra de la Triple Alianza. Llegado a Pirayú el 25 de Mayo, recién a fines de Julio, luego de dos meses de meditación, el Conde D’Eu, Príncipe Gastón María de Orleans, yerno del Emperador Pedro II, a cargo de las tropas aliadas, tomó la determinación de ir contra el Mariscal Francisco Solano López. Parecía dispuesto a realizar un avance frontal, tan difícil como audaz.

La presencia próxima del caudillo paraguayo, gravitando sobre su ánimo, le indujo después a pensar en operaciones menos arriesgadas. Y quedó convenido un movimiento envolvente, que amenazara la retaguardia de los paraguayos.

Por eso, el Conde D’Eu operaría sobre la izquierda de su oponente, a la cabeza de una poderosa columna que, haciendo un gran rodeo, iría por Paraguarí, Sapucay, Valenzuela e Itacurubí sobre Piribebuy y Ascurra. Los generales Emilio Mitre y José Antonio da Silva Guimaraes operarían al mismo tiempo sobre la derecha de los paraguayos, por los pasos de Altos y Atyrá, para salir en Tobatí y cortarles la retirada.

En Pirayú quedarían las fuerzas necesarias para amenazar el frente paraguayo y disimular el vasto movimiento proyectado.

El 28 de Julio se dio comienzo a la ejecución de este plan. Ese día partió por delante la vanguardia comandada por el general Juan Manuel Mena Barreto. En pos de ella avanzaron el mariscal Osorio,al frente del primer cuerpo del ejército imperial, el mariscal Plydoro da Fonseca Quintanilla Jordao, con el segundo cuerpo, y el Conde D’Eu con el resto de las tropas.

Eran más de 20.000 hombres de las tres armas, con poderosa artillería.

La plaza de Piribebuy estaba defendida por 1.600 hombres y doce cañones, a las órdenes del comandante Pedro Pablo Caballero.

El 10 de Agosto tomaron posición los aliados en torno del baluarte paraguayo, emplazando cincuenta y tres cañones en las alturas que lo dominaban. En todo el día siguiente continuó la reconcentración de las fuerzas aliadas y los preparativos del asalto.

La resistencia de los paraguayos fue tan tenaz como heroica. Los aliados varias veces rechazados, volvieron a la carga, hasta conseguir abrir una brecha en las trincheras, cuando las mujeres habían sustituido a los soldados paraguayos muertos y cargaban sus cañones, ya sin proyectiles, con frutas de coco, piedras, vidrios y arena.

La matanza fue espantosa. El cauce del arroyo Piribebuy quedó colmado de cadáveres.

El sangriento Conde de D’Eu vengó las pérdidas sufridas mandando degollar al comandante Caballero, al mayor Mariano López y a numerosos prisioneros y heridos. Y para completar su horrenda barbarie, mandó incendiar el Hospital de Sangre “manteniendo en su interior los enfermos – en su mayoría jóvenes y niños. El hospital en llamas quedó cercado por las tropas brasilera que, cumpliendo las órdenes de ese loco príncipe, empujaban a punta de bayoneta adentro de las llamas los enfermos que milagrosamente intentaban salir del la fogata. No se conoce en la historia de América del Sur por lo menos, ningún crimen de guerra más hediondo que ese” (Juan José Chiavenato. Genocidio Americano. La guerra del Paraguay. Carlos Schauman Editor, Asunción, 1984).

Así se inició la última campaña de la guerra, la llamada “Campaña de las Cordilleras”, fecunda en notas pavorosas, en la que el Conde D’Eu no se cansó de llenar de oprobio la bandera confiada a sus manos mercenarias.

Ese mismo día pudieron caer los aliados sobre Escurra o pudieron ocupar Caacupé. Para esto solo necesitaban recorrer un camino de cuatro leguas. Pero el vencedor se contentó con su precario triunfo y no supo sacar partido del éxito alcanzado. Y aquella inexplicable indecisión determinó el fracaso de todo el plan de operaciones

Fuentes
Chiavenato, Juan José - Genocidio Americano - La guerra del Paraguay - Carlos Schauman Editor, Asunción, 1984
O’Leary, Juan E. - El Centauro de Ybycui - Editorial Le Levre Libre, París (1929).

http://www.fotolog.com/ejercitonacional


viernes, 12 de agosto de 2011

DIA DE LA RECONQUISTA DE BUENOS AIRES



En el marco histórico de la primera invasión inglesa, se conmemora aquel día de 1806 en que Liniers, al mando de un grupo de criollos y españoles, atacó con éxito al ejército inglés invasor y reconquistó la ciudad de Buenos Aires.
"Por las calles que conducen a la plaza Mayor, avanzan en tropel las fuerzas de la reconquista, envueltas en el humo de las explosiones y el retumbar de los disparos. Liniers, instalado con sus lugartenientes en el atrio de la iglesia de la Merced, ha perdido el control de las operaciones: sus soldados, mezclados con el pueblo que pelea a mano desnuda, no escuchan ya las voces de los oficiales, y se lanzan en un solo impulso a aniquilar al enemigo. Un diluvio de fuego se desata sobre las posiciones británicas en la plaza. Allí, al pie del arco central de la Recova, está Beresford, con su espada desenvainada, rodeado de los infantes escoceses del regimiento 71. Esta es la última resistencia.
Las descargas incesantes abren sangrientos claros en las filas británicas. El jefe inglés comprende que ya no es posible continuar la lucha, pues sus tropas serán aniquiladas hasta el último hombre. Ordena entonces la retirada hacia el fuerte. Allí, momentos más tarde, iza la bandera de parlamento.
Volcándose como un torrente en la plaza, las tropas y el pueblo llegan hasta los fosos de la fortaleza, dispuestos a continuar la lucha y exterminar a cuchillo a los británicos. En esas circunstancias, una vez más Hilarión de la Quintana es enviado por Liniers a negociar la rendición. Esta deberá ser sin condiciones. La muchedumbre, terriblemente enardecida, es a duras penas contenida. Se exige a gritos que Beresford arroje la espada. Un capitán británico lanza entonces la suya, en un intento por calmar a la multitud. Pero eso no conforma a la gente y Beresford debe aceptar, aun antes de que sus soldados hayan depuesto las armas, que una bandera española sea enarbolada sobre la cima del baluarte.
Liniers está ahora a pocos metros de la entrada de la fortaleza, aguardando la salida de su rival vencido. Beresford, acompañado por Quintana y otros oficiales, marcha hacia Liniers a través de la multitud que le abre paso. El encuentro es breve. Los dos jefes se abrazan y cambian muy pocas palabras. Liniers, después de felicitar a Beresford por su valiente resistencia, le comunica que sus tropas deberán abandonar el fuerte y depositar sus armas al pie de la galería del Cabildo. Las fuerzas españolas rendirán, como corresponde, los honores de la guerra.
A las 3 de la tarde del 12 de agosto de 1806, el famoso regimiento 71 desfila por última vez en la plaza Mayor de Buenos Aires. Con sus banderas desplegadas los británicos marchan entre dos filas de soldados españoles que presentan armas, hasta el Cabildo, y allí arrojan sus fusiles al pie del jefe vencedor."







jueves, 11 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DEL BAUTISMO DE FUEGO DEL REGIMIENTO DE INFANTERIA 17



El Regimiento recibe su bautismo de fuego el día 12 de agosto de 1974, cuando debió rechazar un intento de copamiento por parte de 70 delincuentes terroristas Lo hizo con la valentía propia de la Infantería y con la eficacia y contundencia de una tropa caracterizada por su instruccion y valor.
Por la actuación que le cupo a la Unidad que tuvo su cuota de sangre al perder la vida del Cabo Eduardo Barrionuevo, el Comandante en Jefe del Ejército condecoró la Bandera de Guerra de la Unidad con medalla de oro, la que testimonia el triunfo en su prueba de fuego, y el comienzo de su historia de guerra.
En 1982, la Unidad estuvo representada en Malvinas por el Sargento Primero Carlos Villegas, el Sargento Francisco Cardozo y diez Soldados.
Fotografía tomada a soldados argentinos combatiendo en el monte Tucumano.
http://www.fotolog.com/ejercitonacional




miércoles, 10 de agosto de 2011

DIA DE LA FUERZA AEREA ARGENTINA



El 10 de agosto de 1912 es creada la Escuela de Aviación Militar por la acción entusiasta de Jorge Newbery, oficial naval y pionero de la aviación argentina. La Escuela funcionó en sus primeros tiempos en el campo de aviación de El Palomar, cercano al Colegio Militar de la Nación. Sus primeros aviones fueron Bleriot, Farman, Caudron y Bristol. En 1937, la Escuela fue trasladada a Córdoba. En 1944, con la autonomía orgánica de la Fuerza Aérea, se inició el desarrollo de la aviación como fuerza autónoma.Saludamos a los camaradas de esta fuerza hermana y les deseamos que Dios los acompañe y bendiga en su día.Reseña Histórica de la Aeronáutica Argentina.

La actividad aeronáutica registra en nuestro país una trayectoria que supera en mucho el siglo pasado. Ya en los años de nuestra independencia, más concretamente en el pronunciamiento de mayo, 1810, Miguel de Colombisse, relojero de origen holandés, se dirigió a la Junta Provisional Gubernativa, desde su residencia en Mendoza, solicitándole la suma de cuatro mil pesos para la construcción de un aeróstato, rígido, impulsado por remos y dirigido por un timón. La solicitud recibida por la Junta fue rechazada ya que en virtud de las urgencias militares del momento, no era posible acceder a ella.

Durante el pasado siglo los cielos de las ciudades del país se vieron reiteradas veces invadidos por arriesgados aeronautas a bordo de globos de aire caliente, tales como el francés Lartet o el norteamericano Wells y así lo registran cuadros y litografías de la época, como las de Enrique Pellegrini y otros.

Pero la Guerra de la Triple Alianza, inició entre nosotros la Aerostación Militar, así fue como en el año 1866, el 6 de julio, un aeróstato cautivo del Ejército Brasileño, se elevó sobre las líneas aliadas para observar las posiciones de la artillería paraguaya, llevando a bordo al Ingeniero polaco Roberto A. Chodasiewiecz (incorporado al Ejército argentino con el grado de Capitán) que se constituyó así en el primer militar argentino y latinoamericano en elevarse en globo.

A fines de 1907 regresó al país el joven diplomático y deportista Aarón de Anchorena, trae consigo un globo esférico de 1.200 metros cúbicos, adquirido en Francia y al que bautizó con el más criollo de nuestros vientos “Pampero”. Una vez instalado y armado, invitó a su amigo el Ingeniero Jorge A. Newbery, joven deportista, ex alumno de Thomas Alva Edison, pionero en el terreno de la energía eléctrica y ganador de varios premios deportivos; a participar de la primera ascensión del esférico en la Navidad de ese año, es así como el 25 de diciembre de 1907, el Pampero salió desde la Sociedad Sportiva Argentina, hoy Campo de Polo y cruzó los cielos descendiendo en la vecina orilla del Río de la Plata, en Conchillas, República Oriental del Uruguay.

El hecho produjo gran entusiasmo y el 13 de enero de 1908 se creaba el Aero Club Argentino, primera entidad aérea del país. Sus autoridades Aarón de Anchorena (Presidente), Arturo Luisoni (vicepresidente) y Jorge Newbery (vicepresidente segundo) unieron a todos los entusiastas del “más liviano que el aire”, entre otros Eduardo Newbery, Horacio Anasagasti, Alberto Mascias, Antonio de Marchi y Carlos Hirmscher.

La actividad aérea continuó febrilmente durante 1908, hasta que en la tarde del 17 de octubre se elevó el Pampero, llevando a bordo al Dr. Eduardo Newbery y al Sargento Eduardo Romero, el vuelo se inició normalmente pero en horas de la noche el viento lo arrastró probablemente hacia el Río, nunca más volvería el Pampero ni sus intrépidos tripulantes quienes se convertirían en los primeros mártires de la naciente aeronáutica.

Pese a la tragedia, la actividad no cejó. Pasado un tiempo el Aero Club retomó el camino iniciado y el 24 de enero de 1909 se elevó el globo de seda “Patriota” adquirido en Francia por el Ingeniero Horacio Anasagasti.

El final de ese año encontró al país en pleno dedicado a los preparativos del festejo del centenario de Mayo, entre los comités de celebraciones, se destacó el barón Antonio de Marchi, quien como presidente de la Sportiva, se comprometió a traer para las festividades el vuelo de “los más pesados que el aire”. Es así que logra el concurso de destacados aviadores europeos que llegan al país en los primeros días de enero de 1910. El aviador francés Henri Brégi, con dos biplanos Voisin de 50 caballos de fuerza y una semana más tarde Ricardo Ponzelli se trasladó a Campo de Mayo y realizó su vuelo inicial, pero al llegar a 200 metros del recorrido el viento le hizo perder estabilidad y el avión cayó rompiendo un ala. De esta forma, se malogró el primer vuelo mecánico en el país. Brégi tuvo mejor suerte y el 6 de febrero pudo realizar en Longchamps dos vuelos completos sobre el hipódromo, aterrizando sin novedades.

Llegados los aviones era imprescindible contar con un aeródromo y es así como el 23 de marzo de 1910, nació el aeródromo de Villa Lugano con dos kilómetros de pista de tierra, ocho hangares y doscientos metros de tribuna, fue allí donde le nacieron alas a la Patria. Desde allí, el 30 de marzo de ese año el aviador Emile Aubrun realizó el primer vuelo nocturno en el mundo.

El aero Club Argentino volcó todas sus fuerzas en pos del vuelo con motor, trajo máquinas e instructores que impartieron sus conocimientos a Newbery, Carlos Goffre, Florencio Parravicini, Hermán Hentsch y Carlos Roth, quienes recibieron sus brevets de aviador en junio del año del Centenario.

Paralelamente con sus actividades aeronáuticas civiles, el Aero Club Argentino, fue despertando la conciencia de la sociedad en la utilidad del avión para las actividades militares, como ya habían hecho Italia, Francia, Alemania y las demás potencias europeas. La idea fue prendiendo en Argentina y por ello se formó una Comisión Pro Flotilla Aero Militar Argentina (creada por iniciativa del My. (R) Arturo P. Luisoni y presidida por el barón Antonio de Marchi) encargada de recaudar fondos para la compra de aparatos.

La labor de esta Comisión rindió frutos en tiempo record y puso de manifiesto la generosa disposición de nuestros connacionales. Así el 10 de agosto de 1912, el Presidente de la Nación Doctor Roque Saénz Peña firmó el decreto por el que se creaba la Escuela de Aviación Militar, gracias al extraordinario aporte del Aero Club Argentino que brindaba gratuitamente su parque aerostático, asesoramiento y profesores. El lugar donde habría de instalarse el nuevo instituto era un terreno que había pertenecido al Segundo Grupo de Artillería a Caballo y que el Aero Club Argentino cedió a la Escuela de Aviación Militar con sus instalaciones y que llevaba el nombre de El Palomar.

Creada la Escuela y la Dirección Técnica a cargo del Aero Club Argentino, se procedió a llamar a oficiales para integrar el primer curso de Aviadores Militares, que después de una estricta selección quedó integrada por: Teniente de Fragata Melchor Z. Escola, Tenientes primeros Raúl E. Goubat y Aníbal Brihuega, Tenientes Alfredo S. Agneta, Saturnino Pérez Ferreyra, Carlos F. Giménez Kramer, Baldomero de Biedma, Pedro Zanni, Juan Carlos Ferreyra y Leopoldo Casavega y Subteniente Manuel Félix Origone, quien sería el primer mártir entre los oficiales de la Escuela de Aviación Militar al perecer en un accidente aéreo pocos meses después.

La primera meta fue el Río de la Plata. Cattaneo ya lo había cruzado en 1910, pero solo de ida ya que regresó en barco. Fue Jorge Newbery quien el 24 de noviembre de 1912, con intención de ir a la estancia de su amigo Aarón de Anchorena, en la Barra de San Juan, Colonia; lo cruzó en un Bleriot XI de su propiedad, de ida y vuelta a El Palomar en el mismo día. Pero su hazaña fue superada unos pocos días después por el conscripto Pablo Teodoro Fels, quien a bordo de su Bleriot, idéntico al de Newbery lo cruzó en la madrugada del 1º de diciembre de 1912 con rumbo a Montevideo, donde llegó dos horas después, batiendo el record mundial en el vuelo sobre agua. Por esta hazaña, Fels fue felicitado, homenajeado y ¡sancionado! por el ejército por haber contravenido las reglamentaciones militares. Tras cumplir su arresto, fue ascendido a Cabo.

Jorge Newbery, entre tanto, seguía su intensa labor batiendo records y sumando experiencia con intenciones de realizar su gran sueño, el cruce aéreo de la Cordillera de los Andes. En estos preparativos, batió el record mundial de altura, al elevarse 6.225 metros sobre El Palomar. Luego de ello partió hacia Mendoza a fines de febrero de 1914, a fin de recorrer la cordillera en tren y tomar notas meteorológicas, de alturas y pasos, pero el día 1º de marzo, el mismo en que debía regresar a Buenos Aires, no pudo rechazar una amable invitación para realizar una exhibición de vuelo, utilizando el aparato de Fels, que se hallaba en Mendoza. Se elevó sin sobresaltos, pero tras realizar unas maniobras arriesgadas el avión no respondió a sus mandos y se precipitó a tierra. Newbery moría instantes después, en la plenitud de su vida plegaba sus alas, luego de ofrendárselas a la Patria. En Buenos Aires su sepelio fue multitudinario. Años después sus restos serían trasladados a un Mausoleo en la Chacarita, erigido como perpetuo recuerdo de quien fue el artífice y Fundador de la Aeronáutica Militar Argentina.

En 1919 el gobierno francés donó a nuestro país tres aviones, un Spad XII y dos Nieport de 165 HP y se designó a los pilotos Zanni, Parodi y Matienzo para que intentaran el cruce de la cordillera en escuadrilla. El 28 de mayo realizaron el intento, pero una falla al despegar obligó a Parodi a desistir, más adelante lo hizo Zanni, enfrentando a un fuerte viento. Matienzo no advirtió el regreso de su compañero y siguió solo. No se supo de él hasta el 19 de noviembre de ese año, en que sus restos fueron encontrados en las cercanías de las Cuevas. Se había visto obligado a aterrizar e intentó regresar hasta la población, pero el frío y el sueño lo vencieron, se durmió para siempre sentado en una roca, a sólo unos kilómetros del refugio.

La década del veinte estuvo jalonada de grandes raids y records, en los que la aviación argentina se destacó entre las primeras del mundo. Es así que en el año 1924 el Mayor Pedro Zanni inició su famoso raid alrededor del mundo, cubriendo en diversas etapas el cruce sobre Europa y Asia hasta Japón. Acompañado del mecánico Felipe Beltrame y en dos máquinas Fokker denominadas Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires recorrió 17.000 Kms.En el año 1926 otro raid dio al país renombre internacional, el aviador Eduardo Olivero, as de la aviación italiana de la primera guerra y experimentado piloto, acompañado del joven Bernardo Duggan y del mecánico italiano Ernesto Campanelli, logró cubrir el trayecto Nueva York - Buenos Aires en un hidroavión Savoia S 59. Luego de varios inconvenientes que llegaron a poner en peligro sus vidas llegaron a Buenos Aires el 13 de agosto cubriendo una ruta de 14.856 Kms.

Al 1927 ante la importancia adquirida por la Aviación Militar, un decreto del Poder Ejecutivo creaba la Dirección General de Aeronáutica con la categoría de Gran Repartición. Ese mismo año se crea en Córdoba la Fábrica militar de Aviones, ya que si bien se fabricaban aviones desde los inicios de la aviación en nuestro país, tales como los Castaibert o los Mira y desde 1916 existía un taller en la escuela que no sólo reparaba sino que llegó a construir máquinas, la fabricación no estaba racionalizada ni regulada. Es por ello que un Decreto del Poder ejecutivo da forma a una sentida necesidad al crear la Fábrica y encargar la Dirección de la misma a los Ingenieros Domingo Salvá y Francisco de Arteaga el 10 de octubre de 1927. Al año siguiente produjo sus primeros aviones, los Avro K-504, cuyo primer prototipo fue probado por el Suboficial Segundo A. Yubel. Las máquinas se fueron sucediendo, los Ae M.E.1, primeros en ser íntegramente fabricados en el país, realizarían en 1932 el raid Buenos Aires Río de Janeiro y al año siguiente conformarían la escuadrilla “Sol de Mayo” que lograría cubrir El Palomar - Río – Montevideo – El Palomar en vuelo de confraternidad. Los éxitos se sucedieron a lo largo de los años con el Pulqui I, Pulqui II, Pucará y Pampa.

El 11 de febrero de 1944 se da el primer paso para el nacimiento de la más moderna de las Fuerzas Armadas, se crea el Comando en Jefe de Aeronáutica, en uno de los considerandos del decreto se hacía mención a la creación de la Secretaría de Aeronáutica en un futuro cercano.

Es así que el 4 de enero de 1945 la Fuerza Aérea Argentina nace como fuerza armada independiente, al crearse la citada Secretaría. A partir de esta fecha la nueva Fuerza asume en pié de igualdad con el Ejército y la Marina de Guerra, la alta misión que significa la custodia y defensa de la Soberanía Nacional.

La nueva Fuerza se moderniza, en especial al recibir la Argentina, como pago por la deuda que Gran Bretaña tenía con nuestro país luego de la Segunda guerra, modernos aviones a reacción, los famosos Gloster Meteor y los grandes bombarderos Avro Lincoln y Lancaster, con lo que la Fuerza Aérea Argentina se convierte en la primera de América Latina en poseer aparatos a reacción.

La Fábrica Militar de Aviones recibe también gran impulso, de esos años datan los proyectos de aviones a reacción, que cristalizarán años después en los Pulqui I y Pulqui II, máquinas íntegramente fabricadas por personal argentino dirigidos por los ingenieros Emile Dewoitine (francés) y Kurt Tank (alemán) el famoso constructor de los cazas a reacción de la Segunda Guerra Mundial.

En el año 1947 nuestro país realiza sus primeras actividades en la investigación espacial y es la Fuerza Aérea quien a través de la Comisión Nacional de investigaciones Espaciales (CNIE), lleva a cabo lanzamientos de toda una familia de cohetes los GAMMA CENTAURO, BETA CENTAURO, ORION y otros.
En 1952 la Fuerza Aérea da comienzo a su presencia en la Antártida cuando un avión Avro Lincoln, al mando del Vicecomodoro Gustavo A. Marambio, realiza un lanzamiento de elementos de supervivencia sobre la base General San Martín del Ejército Argentino. En ese mismo año, integrando la primera Fuerza Aérea de Tareas Antárticas (FATA), los Avro Lincoln enlazan la Argentina continental con la Argentina Antártica y en el año 1961 la experiencia se concreta de forma permanente con la creación de la “Base Aérea Teniente Benjamín Matienzo” y el Grupo Aéreo I que con sede en dicha base y contando con dos aviones Beaver, operaba en el desierto blanco.
En el año 1962 el Douglas Dc-3 (TA-33), al mando del Capitán Mario Luis Olezza, une Río Gallegos con la Base Matienzo estableciendo el 2 de noviembre el primer servicio de transporte aéreo militar a la Antártida. El 1º de diciembre realiza la ruta Matienzo-Ellsworth y cuando intentaba despegar con rumbo al Polo Sur, la máquina sufre un accidente frustrando la operación.

En 1965, el TA –05, trasladó personal y material a la Base Aérea Matienzo para el lanzamiento de cohetes de la CNIE en la Antártida. A partir de septiembre de ese año acompañado de los Beaver P-05 y P-06, llevaron a cabo el apoyo aéreo a la expedición del Coronel Leal. Hasta fines de 1965 realiza múltiples tareas en la zona, entre ellas el traslado de correspondencia interbases, el salvamento de una patrulla perdida en los 80º S, el reconocimiento de zonas y rutas inexploradas y los vuelos al Polo Sur y transpolar a la base USA Mc Murdo el 3 de noviembre de 1965.
Durante los años siguientes la labor continuó intensamente, se evaluó que para terminar con el aislamiento antártico, se necesitaba una base aérea permanente, que posibilitara el aterrizaje de aeronaves con tren convencional la mayor parte del año. La tarea se inicio el 30 de agosto de 1969 en la Isla Marambio, se despejó el terreno y se alisó una pista, que es inaugurada el 25 de septiembre en que aterriza el Beaver P-03 y dos días después lo hace el célebre TA-05.

La inauguración de la base se efectuó el 29 de octubre recibiendo el nombre del primer comandante de la FATA, Vicecomodoro Gustavo A. Marambio.

Al año siguiente se realizó la primer operación de rescate, cuando dos helicópteros Hughes 500 OH-6A, evacuaron al jefe de la Estación Científica Almirante Brown y lo trasladaron a Marambio, para su posterior atención médica en la Capital Federal.

En el terreno de la investigación espacial, en esos días se realizan distintas experiencias, se lleva a cabo la operación BIO I que consistió en el envío a las altas capas de la atmósfera de una rata blanca en la carga útil de un Orión II y su posterior recuperación para el estudio de las reacciones de su organismo al vuelo espacial. En ese mismo año se lanzan simultáneamente desde la Base de CELPA en Chamical y desde la Base Matienzo, cohetes ALFA CENTAURO. A estos experimentos se suceden los realizados con los cohetes CANOPUS, RIGEL y CASTOR.

Durante los setenta la Fuerza Aérea Argentina continuó intensamente con su labor. En este sentido, los aviones Hércules C-130 llenaron de orgullo a nuestra institución ya que en 1971 se realiza el primer vuelo directo desde Buenos Aires hacia la Base Aérea Vicecomodoro Marambio y el 4 de diciembre de 1973 se realiza el primer vuelo transpolar bicontinental, uniendo el continente americano con Oceanía. El 27 de octubre de 1977, un helicóptero Lama Sa-315, al mando del Teniente Héctor Pereyra aterriza en tres oportunidades en la cumbre del cerro Aconcagua, este vuelo, realizado por primera vez, le valió al piloto la felicitación de la empresa Aeroespatiale, fabricante de la máquina. Asimismo, durante esta década se crean la Dirección Nacional de la Policía Aeronáutica, la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad y el Liceo Aeronáutico Militar. La década siguiente estuvo signada por un acontecimiento bélico sin precedentes en la historia del país. El 2 de abril la Argentina inicia la operación tendiente a la recuperación de las Islas Malvinas. La Fuerza Aérea participa en ella y en el posterior conflicto con Gran Bretaña, que se prolonga hasta el 14 de junio. Durante la contienda la Fuerza Aérea recibe el Bautismo de Fuego el día 1º de mayo y desde entonces hasta el fin de las hostilidades, realiza operaciones que causaron la admiración del mundo por su audacia y las condiciones adversas a las que debieron sobreponerse.

Cincuenta y cinco hombres de la Fuerza Aérea son los héroes que ofrendaron sus vidas y marcaron indeleblemente el camino de la Soberanía Nacional en los cielos de la Patria.

Con el advenimiento del nuevo milenio, la Fuerza Aérea se encuentra abocada no solo a sus actividades estrictamente militares, sino que también responde a exigencias y necesidades de la comunidad. Ejerce el control del tránsito aéreo; es responsable de los servicios de búsqueda y salvamento; efectúa investigaciones científicas. Participa en el combate contra incendios; enlaza el continente antártico en vuelos que permiten abastecer y comunicar las bases transpolares. A través de su línea de fomento - LADE - mantiene comunicadas a las poblaciones más aisladas de nuestro territorio. Ante catástrofes naturales realiza el traslado de ayuda humanitaria, facilitando medios aéreos y terrestres que permiten responder con celeridad y eficacia ante las situaciones de emergencia. Siendo líder en la convocatoria de las misiones de paz, en organismos transnacionales, la Fuerza Aérea Argentina participa activamente ante los requerimientos de “cascos azules” o “cascos blancos” en varios puntos del globo.La institución desde sus orígenes fue considerada como un símbolo del progreso del país, al tiempo que abría nuevos rumbos a la labor de las instituciones armadas, posibilitando extender sus horizontes de acción.

La Fuerza Aérea consciente del vertiginoso avance de la ciencia, la técnica y la complejidad del mundo moderno, trabaja en su más ambicioso proyecto de cara al futuro.

Nuevos destinos de sus bases para optimizar los recursos operativos al servicio de la defensa del espacio aéreo, reorganización del tránsito aéreo en todo el país, mayor infraestructura tecnológica, en suma, mayor capacidad operativa y mayor seguridad de los vuelos, es decir mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, en reconocimiento hacia todos aquellos que hicieron grande esta institución en sus primeros años de vida. Por todo esto, la Fuerza Aérea Argentina se proyecta hacia el futuro con la fuerza de quienes se sienten seguros de su destino y misión.Fuente: http//www.fuerzaaerea.mil.ar


http://www.fotolog.com/ejercitonacional

martes, 9 de agosto de 2011

REGIMIENTO DE INFANTERIA DE MONTAÑA 10 "Tte Grl EDUARDO RACEDO"



A iniciativa del General José Rondeau, el día 9 de Agosto de 1814 se creó esta Unidad., por el decreto del Director Gervasio A. Posadas, con la denominación de Batallón de Infantería Nro 10 y a cargo del Coronel Eduardo Holmberg.
Pocos días después, el 17 de agosto, se le ordenó pasar a Montevideo, pero hallándose aún en una total desnudez por falta de vestuario, se diferió la partida hasta concluirse los uniformes, pero dada la urgencia de la situación exigió prontamente la partida a su destino. A propuesta del mismo Coronel Holmberg, se aceptó que el personal del batallón vistiera: "Morrión o gorra de suela con chapa blanca y el número del cuerpo. Corbatín de suela; casaquilla azul con vueltas y cuello verde, vivo colorado, cabo blanco. Pantalón azul de paño y blanco de brin, botines negros y blancos".
Su primera actuación fue en la Banda Oriental, formando parte del ejército que comandaba el Coronel Soler. En marzo de 1815 regresó a guarnecer Buenos Aires, haciéndose cargo el Coronel Díaz Vélez y el Teniente Coronel Silvestre Alvarez, sucesivamente. En febrero de 1816 marchó a incorporarse al ejército del Alto Perú, guarneciéndose en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Se vio envuelto en las convulsiones del año 1820 y, como consecuencia de la sublevación de Arequito, fue disuelto por estar comprometido en dicha acción.
Al comenzar el año 1862, el gobierno de Buenos Aires lo reorganizó, siendo su jefe el Coronel Abella, ocupando sucesivamente las guarniciones de Rosario, Rojas y Fuerte Junín. Iniciada la guerra contra el Paraguay, el número 10 fue refundido en el 4 de Infantería, de brillante actuación en esta campaña. En 1873, el Regimiento 12 de Infantería pasó a denominarse: "Regimiento 10 de Infantería de Línea", siendo nombrado titular de la Unidad al que fuera después Teniente General Racedo, y como segundo jefe el después General Fotheringam. Guarneció la frontera en Río Cuarto, Santa Catalina y Rosario. Formó parte del ejercito de operaciones al mando del General Conesa, que combatió las tropas de López Jordán en la batalla de Don Gonzalo. En Febrero de 1874 regresó a Río Cuarto y se incorporó a las tropas que constituyeron el ejército del norte, al mando del Coronel ROCA, sofocando la revolución de Arredondo, e intervino en la batalla de Santa Rosa el 7 de diciembre de 1874.En mayo de 1879, bajo las órdenes del Teniente Coronel Sócrates Anaya, pasó a engrosar la tercera división de las fuerzas expedicionarias al Río Negro, al mando del General Roca.En 1879 regresó a Río Cuarto y al año siguiente se organizó como Regimiento 10 de Infantería de Línea, integrando las fuerzas sitiadoras de Buenos Aires. En julio de 1882 guarneció la población de Victoria(La Pampa) y en 1883, como fuerza de la 3ª División, combatió contra los indios entre los ríos Salado y Colorado, pero constituyendo el II Batallón del Regimiento 3 de Infantería.
En 1887 se restituyó al cuerpo su antiguo número, asumiendo la jefatura de la unidad el Teniente Coronel Bernal. En 1890, encontrándose con asiento en Buenos Aires, fue disuelto por estar envuelto en los sucesos del parque de artillería durante los días 26, 27 y 28 de julio. Bajo la presidencia de Pellegrini, se constituyó nuevamente por decreto del 2 de junio de 1891, asumiendo el mando el Teniente Coronel Toscano. En 1896 se concentró en Curú Malot y son formados sus Batallones por conscriptos de al primera clase que se incorpora para realizar el servicio militar obligatorio.
Durante sus 153 años de vida, a tenido las siguientes denominaciones:
Batallón de Infantería 10
Batallón de Infantería de Línea 10
Regimiento de Infantería de Línea 10
Regimiento de Infantería Montada 10
Regimiento 10 de Infantería Motorizada
Regimiento 10 de Infantería de Montaña
Ier Batallón del Regimiento 10 de infantería de Montaña.
Regimiento de Infantería de Montaña 10 (actual denominación), con asiento en los cuarteles de Covunco Centro (Neuquén), que ocupa desde su construcción en el año 1937.
Desde su usina hidroeléctrica de Hidrocovunco, proveyó durante mucho tiempo la energía necesaria para que floreciera la ciudad de Zapala y abasteció a las localidades de Mariano Moreno y Covunco Centro.
Como custodio del orden constitucional, en julio de 1972 la unidad fue movilizada a Grl Roca para reprimir los disturbios producidos en la misma.
Ese mismo año el Regimiento recibió la visita del Sr Presidente de la Nación, Tte Grl D Alejandro Agustín Lanusse, en coincidencia con el 35ª aniversario de su asentamiento en la Patagonia.
Durante los enfrentamientos internos, al RIM 10 le cupó la responsabilidad de participar enviando elementos de combate a la provincia de Buenos Aires, logrando una destacada actuación.
Por resolución inserta en Boletín Público de Ejercito Nro 4092, de fecha 4 de agosto de 1976, designan al RIM 10 con el nombre de uno de sus más insignes jefes: el "Teniente General D Eduardo Racedo".
En 1978 con motivo del conflicto limítrofe con la República de Chile, la Unidad fue movilizada a la zona de Paso Icalma donde permaneció durante más de un mes.En 1980, el Comandante en Jefe del Ejército ordena otorgar al Regimiento, el diploma de honor y la bandera histórica, al mismo tiempo que autoriza a su personal a usar el escudo de honor "Por su participación en las divisiones expedicionarias contra los indios de los territorios del sur de la República en la campaña de octubre de 1878 a mayo de 1881".Cuando se produce la guerra contra el Reino de Gran Bretaña, el Regimiento recibe la orden de permanecer alistado con sus medios y personal para su futuro empleo.Algunos de sus integrantes fueron convocados para formar parte de otras Unidades que participaron en combate, como el Tte Ernesto Emilio Espinoza, quien lo hizo como integrante de la Ca Cdo(s) 602.
Su heroica muerte, que le valió la condecoración "La Nación Argentina al Heróico Valor en Combate", se produjo durante el combate de Top Malo House.
En 1988 cuando se produjeron los problemas institucionales que derivaron en el levantamiento de la Escuela de Infantería y Villa Martelli, al RIM 10 le tocó participar en la recuperación del RIM 21 de Las Lajas. Tras una acción disuasiva por parte del RIM 10, se obtuvo la rendición de los cuadros amotinados, sin entrar en combate.

Fuente: Ejercito Argentino

http://www.fotolog.com/ejercitonacional




lunes, 8 de agosto de 2011

JURA DE LA INDEPENDENCIA POR EL EJERCITO DE LOS ANDES



El 8 de agosto de 1816, en la ciudad de Mendoza, el General don José de San Martín juró defender la “…emancipación absoluta de las Provincias Unidas del Sud en esta parte de América, de la dominación del Rey de España Fernando VII, sus sucesores y Metrópoli, y de todo otro poder extranjero”, proclamada por el Soberano Congreso reunido en Tucumán, y tomó luego el mismo juramento a todos los jefes, oficiales y tropa que formaban el Ejército de los Andes.

Fuente: Ejercito.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional




sábado, 6 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE JUNIN


El día 6 de agosto de 1824 tiene lugar la Batalla de Junín. Los ejércitos independentistas aliados mandados por el General Simón Bolívar derrotan a las fuerzas realistas del General Canterac. La acción se desarrolló a sable y lanza, mayormente sin disparos de armas de fuego. Al principio la caballería española logró arrollar a la patriota. Varios jefes argentinos con sus hombres tuvieron una actuación decisiva. Entre ellos el General Mariano Necochea a cargo del ala derecha y el Teniente Coronel Manuel I. Suárez al mando de un regimiento de húsares peruanos. Ambos ejércitos ganaban y perdían terreno consecutivamente, hasta que los escuadrones se entreveraron combatiendo cada hombre por su cuenta. El General Bolívar creyendo todo perdido, se retiró del campo de batalla con su estado mayor. Sin embargo, los españoles cedieron ante el empuje increíble del Teniente Coronel Suárez, quién ordenó a su trompa de órdenes tocar “a degüello”, atacando con vehemencia a la caballería realista. Entonces comenzó una nueva lucha, la más sangrienta que pueda imaginarse: esta sola formación atacó con tal furia que permitió a los cuerpos de Colombia volver a reunirse para decidir la batalla a favor del ejército independentista. Si bien el jefe del ejército era Bolívar, fueron los jefes, oficiales y soldados del ejército argentino, que recientemente habían sido puestos a su mando, los decidieron el éxito. Como consecuencia inmediata de esta batalla, las provincias que formaban el Alto Perú dentro del Virreinato de las Provincias del Río de la Plata y del Perú, se declararon independientes, dando origen a la formación de la República de Bolivia, la que proclamó solemnemente su independencia el 10 de julio de 1825.
http://www.fotolog.com/ejercitonacional


viernes, 5 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL ANTONIO GONZÁLEZ BALCARCE



El día 5 de agosto de 1819 fallece en Buenos Aires en la mayor miseria económica el General Antonio González Balcarce.
Nació en Buenos Aires, el 13 de junio de 1777, del matrimonio formado por el Teniente Coronel don Francisco Balcarce y doña María Victoria Martínez Fontes. Cuando era muy niño sirvió con su padre en la frontera, más tarde, a los 13 años, ingresó como cadete al Cuerpo de Blandengues y en 1801 fue nombrado capitán. En 1807, asistió a la defensa de Montevideo, atacada por los ingleses, y prisionero de éstos, fue conducido a Inglaterra, de donde se trasladó a España. Combatió contra la invasión napoleónica, y adquirió por su méritos, el grado de Teniente Coronel de caballería.
Fue el jefe de la primera expedición al Alto Perú en 1810, asistiendo a la Batalla de Suipacha, primer triunfo de las armas argentinas. En 1814 fue también gobernador intendente de Buenos Aires. Después de la Batalla de Maipú, que rubricó la libertad de Chile, el gobierno chileno celebró el triunfo con un solemne Te Deum en la Catedral de Santiago al que fue invitado como uno de los más altos jefes del ejército, excusándose de concurrir porque “... crea vuestra excelencia que la camisa que visto es de un patriota que ha hecho el favor de prestármela”.
Fue el primer Jefe del Regimiento 2 de Infantería, que hoy lleva su nombre.
http://www.fotolog.com/ejercitonacional



jueves, 4 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DEL DESEMBARCO EN EL PUERTO DE LAS CONCHAS



El 4 de agosto de 1806, desembarcaron en Las Conchas (actual Tigre), las fuerzas provenientes de la Banda Oriental, que al mando del capitán de navío don Santiago de Liniers, se proponían reconquistar la ciudad de Buenos Aires en manos inglesas. Se les reunieron allí y durante su marcha a San Isidro personal del Cuerpo Veterano de Blandengues de la Frontera, al mando del teniente coronel don Antonio de Olavarría y numerosos voluntarios montados que ya se habían enfrentado, el 1 de agosto, con las fuerzas invasoras en Perdriel. Con estos últimos, Liniers organizó ese mismo día el Cuerpo de Voluntarios Patriotas de Caballería (luego Húsares) los que puso a órdenes de don Juan Martín de Pueyrredón, a quien confirió el cargo de “comandante general de todos los voluntarios de Caballería Ligera”.
Fuente: Ejercito.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional



miércoles, 3 de agosto de 2011

ANIVERSARIO DE LAS INVASIONES INGLESAS Y LA RECONQUISTA DE BUENOS AIRES



El día 3 de agosto de 1806, a las 16.00hs de una neblinosa tarde, partió desde Colonia del Sacramento, Uruguay, hacia Buenos Aires la fuerza expedicionaria, que al mando del capitán de navío don Santiago de Liniers, se había organizado en la Banda Oriental con el objeto de reconquistar Buenos Aires, en poder de los ingleses. Ocultos en la niebla y favorecidos por el río en creciente, la navegación se realizó sin dificultades hacia la Punta de Los Olivos, pero el fuerte oleaje en el lugar hizo que Liniers, aprovechando los vientos reinantes, siguiera hacia el abrigado puerto de Las Conchas, donde la expedición desembarcó sin inconvenientes ayudados por Pueyrredón y sus paisanos.
Fuente: Ejercito.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional