Nació en Palermo (Sicilia), el 3 de noviembre de 1786. Se hallaba en Buenos Aires en los primeros años de la guerra de la Independencia: ingresó en la carrera de las armas en calidad de soldado voluntario distinguido en el batallón de “Patricios” el 3 de febrero de 1812 y, en marzo del año siguiente, marchó a incorporarse al Ejército Auxiliar del Alto Perú, hallándose en las desgraciadas acciones de Vilcapugio y Ayohuma.
Destinado al ejército que el general San Martín organizaba en Mendoza en el mes de junio de 1816, se incorporó al Batallón de Artillería, con el cual se halló en la campaña restauradora de Chile, asistiendo a la batalla de Chacabuco. Ascendió a cabo 2º el 15 de julio, y a cabo 1º el 20 de diciembre de 1817, jerarquía con la cual se batió en Cancha Rayada y en Maipú. Por la acción de Chacabuco recibió el escudo de paño en forma oval, fondo blanco, con la inscripción en letras encarnadas: “A los vencedores de Chacabuco”, y por la última de las batallas citadas, mereció el cordón de honor amarillo y el título de “Heroico Defensor de la Nación”, concedido por el Gobierno de las Provincias Unidas; así como también la condecoración chilena consistente en un escudo circular con fondo blanco con el lema: “A los vencedores de Maipú”.
El 20 de agosto de 1820 se embarcó en Valparaíso con rumbo al Perú, en la magnífica empresa emancipadora emprendida por el general San Martín. Abramo había ascendido a sargento 2º el 1 de mayo de 1818, y a sargento 1º el 1 de junio de 1819; habiendo prestado el día 8 de ese mismo mes y año, el juramento de obediencia y de fidelidad a la Constitución sancionada por el Congreso General de las Provincias Unidas.
En clase de “aventurero” (según reza una foja de servicios de Abramo de fin de marzo de 1830), salió de Pisco en la División que mandaba el general Juan Antonio Alvarez de Arenales el 5 de octubre de 1820, yendo agregado al piquete de artillería que mandaba el teniente don Hilario Cabrera, asistiendo a la acción de la Cuesta de Jauja el 20 de noviembre de aquel año y en la cual fue herido de bala en la mano izquierda y en la pantorrilla derecha. Se halló en la batalla del Cerro de Pasco el 6 de diciembre, en la cual recibió una nueva herida de bala debajo de la barba, mereciendo por su comportamiento ser ascendido en el lugar de la acción a subteniente, llevando sus despachos, fecha 30 de diciembre de 1820, en el tercer Batallón de Artillería de la Patria. Recibió, además, la medalla de plata acordada por San Martín a los vencedores.
En el asalto del pueblo de la Concepción de Apata, la noche del 14 de febrero de 1821, que dio el general realista Ricafort, recibió el subteniente Abramo una herida de bala en la mano izquierda.
Se halló en la entrada a la ciudad de Lima el 9 de julio del mismo año, por lo que recibió una medalla de oro. Asistió al sitio y capitulación de los castillejos del Callao, defendidos briosamente por el general La Mar, desde el día siguiente a la toma de Lima hasta el 21 de setiembre de igual año. A la aproximación del ejército enemigo a la capital del Perú, el 3 de setiembre, Abramo salió de esa ciudad, conduciendo el parque e interviniendo en las operaciones; así como también en la persecución de Canterac, en su retirada, hasta el día 25 de aquel mismo mes y año. Se encontró en el asalto a las fortalezas del Callao a las 11 de la mañana del 14 de agosto de 1821. Recibió una medalla de oro el 27 de agosto de ese mismo año.
Fue destinado a la dotación de 4 piezas de artillería que condujo la División del general Domingo Tristán que operó en el sur del Perú, la que se embarcó en el Callao el 19 de enero de 1822. Se halló en la sorpresa que hizo a dicha División el general Canterac en la “Hacienda de Macacona” el 7 de abril, y donde cayó prisionero Abramo. Al saber el general enemigo que este último era extranjero, lo mandó poner en capilla para fusilarlo, en virtud de un edicto de Fernando VII que ponía fuera de la ley a todo extranjero que servía en las tropas de la Patria. Abramo salvó la vida a la casualidad de que ese día llegó un parlamentario del general San Martín, amenazando hacer fusilar en Lima a 10 españoles de los que tenía en Casas Matas por cada oficial o individuo del Ejército Libertador que se ejecutase por esta bárbara disposición. Por esta singular ocurrencia fue conducido a la Isla de Esteves, en la laguna Chucuito, donde permaneció hasta el 19 de febrero de 1824, “y a consecuencia –dice una foja de servicios del 31 de agosto de 1864- de una connivencia descubierta por el Ejército Grande Español, entre la reina de Portugal, señora doña Carlota de Borbón, residente en el Brasil, y el comandante en jefe, general Olañeta, de la División Nor-Peruana, y conociendo dicho General no poder sostener la custodia de los prisioneros que estaban a su cargo, tanto por los gastos como por la fuerza que necesitaba, formó un Acta en Potosí, bajo la condición y firma de todos los prisioneros de no tomar las armas en todos aquellos distritos, dándoles libertad. A poco más de un mes se encontraron las fuerzas del otro lado del puente Fummbá (palabra ilegible), en que concluyó la División y persona del General, a favor de cuyo suceso pudo volver al suelo de la amada Patria adoptiva”.
El 22 de mayo de 1824, se presentó en Buenos Aires donde fue incorporado al Regimiento de Artillería, en el cual fue ascendido a teniente 2º de la 3ª compañía el 11 de abril de 1826, marchando de guarnición al Fuerte “Independencia”, a las órdenes del comandante don Bruno Vázquez, donde permaneció por espacio de un año largo. Promovido a teniente 1º de la 4ª compañía el 10 de julio de 1826, lo fue a ayudante mayor 2º el 21 de junio de 1828, y a ayudante mayor 1º el 22 de octubre de 1829. Ya como capitán graduado desde el 27 de febrero de 1830, Abramo fue destinado a la guarnición del Salto, habiendo servido en el Fuerte “Independencia” desde abril de 1827 hasta junio de 1828, fecha en que regresó a Buenos Aires.
Recibió la efectividad de capitán y el mando de la 1ª compañía del Batallón de Artillería el 6 de mayo de 1830, y en marzo del año siguiente hizo la campaña de Córdoba contra el general Paz. El 17 de octubre de 1833 fue ascendido a sargento mayor graduado, recibiendo la efectividad de este empleo el 5 de diciembre de 1838.
Continuó sirviendo con esta jerarquía en el Regimiento de Artillería, en Buenos Aires hasta el 15 de enero de 1857, fecha en que fue enviado al Fuerte “3 de Febrero”, en la frontera de la Circunscripción Militar del Sur, donde mandó la compañía Nº 3 de Línea hasta el 30 de abril de 1860, en que fue agregado al E. M. de plaza, sección Santa Fe, con sueldo de “Inactividad”. (Desde el 27 de diciembre de 1856 hasta el 1 de junio de 1857 revistó en el Regimiento “Dragones Nº 7”, volviendo en esta última fecha a su compañía). Habiendo reclamado Abramo por esta disposición, el Gobierno de la Confederación dictó un decreto el 13 de setiembre del mismo año, dándole de alta con el sueldo íntegro en el E. M. de plaza, sección Paraná, a contar desde el 1º de aquel mes y año.
El 1 de enero de 1863 fue destinado a la P. M. I. y el 1 de noviembre del año siguiente, al Cuerpo de Inválidos. Finalmente, en cumplimiento a lo dispuesto por la Ley del 24 de setiembre de 1868, con fecha 7 de diciembre de ese mismo año, el sargento mayor Abramo pasó a la “Lista de Guerreros de la Independencia”.
Falleció en Buenos Aires el 5 de diciembre de 1872.
Fuentes: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado / www .revisionistas.com.ar / Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
http://www.fotolog.com/ejercitonacional
Destinado al ejército que el general San Martín organizaba en Mendoza en el mes de junio de 1816, se incorporó al Batallón de Artillería, con el cual se halló en la campaña restauradora de Chile, asistiendo a la batalla de Chacabuco. Ascendió a cabo 2º el 15 de julio, y a cabo 1º el 20 de diciembre de 1817, jerarquía con la cual se batió en Cancha Rayada y en Maipú. Por la acción de Chacabuco recibió el escudo de paño en forma oval, fondo blanco, con la inscripción en letras encarnadas: “A los vencedores de Chacabuco”, y por la última de las batallas citadas, mereció el cordón de honor amarillo y el título de “Heroico Defensor de la Nación”, concedido por el Gobierno de las Provincias Unidas; así como también la condecoración chilena consistente en un escudo circular con fondo blanco con el lema: “A los vencedores de Maipú”.
El 20 de agosto de 1820 se embarcó en Valparaíso con rumbo al Perú, en la magnífica empresa emancipadora emprendida por el general San Martín. Abramo había ascendido a sargento 2º el 1 de mayo de 1818, y a sargento 1º el 1 de junio de 1819; habiendo prestado el día 8 de ese mismo mes y año, el juramento de obediencia y de fidelidad a la Constitución sancionada por el Congreso General de las Provincias Unidas.
En clase de “aventurero” (según reza una foja de servicios de Abramo de fin de marzo de 1830), salió de Pisco en la División que mandaba el general Juan Antonio Alvarez de Arenales el 5 de octubre de 1820, yendo agregado al piquete de artillería que mandaba el teniente don Hilario Cabrera, asistiendo a la acción de la Cuesta de Jauja el 20 de noviembre de aquel año y en la cual fue herido de bala en la mano izquierda y en la pantorrilla derecha. Se halló en la batalla del Cerro de Pasco el 6 de diciembre, en la cual recibió una nueva herida de bala debajo de la barba, mereciendo por su comportamiento ser ascendido en el lugar de la acción a subteniente, llevando sus despachos, fecha 30 de diciembre de 1820, en el tercer Batallón de Artillería de la Patria. Recibió, además, la medalla de plata acordada por San Martín a los vencedores.
En el asalto del pueblo de la Concepción de Apata, la noche del 14 de febrero de 1821, que dio el general realista Ricafort, recibió el subteniente Abramo una herida de bala en la mano izquierda.
Se halló en la entrada a la ciudad de Lima el 9 de julio del mismo año, por lo que recibió una medalla de oro. Asistió al sitio y capitulación de los castillejos del Callao, defendidos briosamente por el general La Mar, desde el día siguiente a la toma de Lima hasta el 21 de setiembre de igual año. A la aproximación del ejército enemigo a la capital del Perú, el 3 de setiembre, Abramo salió de esa ciudad, conduciendo el parque e interviniendo en las operaciones; así como también en la persecución de Canterac, en su retirada, hasta el día 25 de aquel mismo mes y año. Se encontró en el asalto a las fortalezas del Callao a las 11 de la mañana del 14 de agosto de 1821. Recibió una medalla de oro el 27 de agosto de ese mismo año.
Fue destinado a la dotación de 4 piezas de artillería que condujo la División del general Domingo Tristán que operó en el sur del Perú, la que se embarcó en el Callao el 19 de enero de 1822. Se halló en la sorpresa que hizo a dicha División el general Canterac en la “Hacienda de Macacona” el 7 de abril, y donde cayó prisionero Abramo. Al saber el general enemigo que este último era extranjero, lo mandó poner en capilla para fusilarlo, en virtud de un edicto de Fernando VII que ponía fuera de la ley a todo extranjero que servía en las tropas de la Patria. Abramo salvó la vida a la casualidad de que ese día llegó un parlamentario del general San Martín, amenazando hacer fusilar en Lima a 10 españoles de los que tenía en Casas Matas por cada oficial o individuo del Ejército Libertador que se ejecutase por esta bárbara disposición. Por esta singular ocurrencia fue conducido a la Isla de Esteves, en la laguna Chucuito, donde permaneció hasta el 19 de febrero de 1824, “y a consecuencia –dice una foja de servicios del 31 de agosto de 1864- de una connivencia descubierta por el Ejército Grande Español, entre la reina de Portugal, señora doña Carlota de Borbón, residente en el Brasil, y el comandante en jefe, general Olañeta, de la División Nor-Peruana, y conociendo dicho General no poder sostener la custodia de los prisioneros que estaban a su cargo, tanto por los gastos como por la fuerza que necesitaba, formó un Acta en Potosí, bajo la condición y firma de todos los prisioneros de no tomar las armas en todos aquellos distritos, dándoles libertad. A poco más de un mes se encontraron las fuerzas del otro lado del puente Fummbá (palabra ilegible), en que concluyó la División y persona del General, a favor de cuyo suceso pudo volver al suelo de la amada Patria adoptiva”.
El 22 de mayo de 1824, se presentó en Buenos Aires donde fue incorporado al Regimiento de Artillería, en el cual fue ascendido a teniente 2º de la 3ª compañía el 11 de abril de 1826, marchando de guarnición al Fuerte “Independencia”, a las órdenes del comandante don Bruno Vázquez, donde permaneció por espacio de un año largo. Promovido a teniente 1º de la 4ª compañía el 10 de julio de 1826, lo fue a ayudante mayor 2º el 21 de junio de 1828, y a ayudante mayor 1º el 22 de octubre de 1829. Ya como capitán graduado desde el 27 de febrero de 1830, Abramo fue destinado a la guarnición del Salto, habiendo servido en el Fuerte “Independencia” desde abril de 1827 hasta junio de 1828, fecha en que regresó a Buenos Aires.
Recibió la efectividad de capitán y el mando de la 1ª compañía del Batallón de Artillería el 6 de mayo de 1830, y en marzo del año siguiente hizo la campaña de Córdoba contra el general Paz. El 17 de octubre de 1833 fue ascendido a sargento mayor graduado, recibiendo la efectividad de este empleo el 5 de diciembre de 1838.
Continuó sirviendo con esta jerarquía en el Regimiento de Artillería, en Buenos Aires hasta el 15 de enero de 1857, fecha en que fue enviado al Fuerte “3 de Febrero”, en la frontera de la Circunscripción Militar del Sur, donde mandó la compañía Nº 3 de Línea hasta el 30 de abril de 1860, en que fue agregado al E. M. de plaza, sección Santa Fe, con sueldo de “Inactividad”. (Desde el 27 de diciembre de 1856 hasta el 1 de junio de 1857 revistó en el Regimiento “Dragones Nº 7”, volviendo en esta última fecha a su compañía). Habiendo reclamado Abramo por esta disposición, el Gobierno de la Confederación dictó un decreto el 13 de setiembre del mismo año, dándole de alta con el sueldo íntegro en el E. M. de plaza, sección Paraná, a contar desde el 1º de aquel mes y año.
El 1 de enero de 1863 fue destinado a la P. M. I. y el 1 de noviembre del año siguiente, al Cuerpo de Inválidos. Finalmente, en cumplimiento a lo dispuesto por la Ley del 24 de setiembre de 1868, con fecha 7 de diciembre de ese mismo año, el sargento mayor Abramo pasó a la “Lista de Guerreros de la Independencia”.
Falleció en Buenos Aires el 5 de diciembre de 1872.
Fuentes: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado / www .revisionistas.com.ar / Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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