jueves, 31 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DEL COMBATE DEL CERRITO


El 31 de diciembre de 1812 se produce la victoria Patriota en el combate del Cerrito, Montevideo. Tropas realistas de la guarnición de la sitiada ciudad de Montevideo, hacen una sorpresiva salida para intentar romper el sitio. Fuerzas de la infantería argentina, al mando del Coronel José Rondeau, se traban en una furiosa lucha cuerpo a cuerpo venciendo a los españoles.
Durante el año 1811, las fuerzas organizadas por la Junta Grande de Buenos Aires y las fuerzas gauchas organizadas por Jose Artigas habían puesto sitio a la ciudad de Montevideo, que se había negado a obedecer a las autoridades surgidas de la Revolución de Mayo. Este sitio había sido levantado a fines de ese año, cuando la situación militar quedó en condiciones desfavorables en el frente del Alto Perú.
La llegada al poder del Segundo Triunvirato, impulsada por el cambio de la situación en el frente norte permitió reiniciar el sitio hacia octubre de 1812. Las fuerzas patriotas, al mando de José Rondeau, pusieron sitio a la ciudad. Sobre el Río Uruguay había una segunda fuerza, al mando de Domingo French, además de las milicias de Artigas, que no se habían sumado aún al sitio por desavenencias con el jefe político del mismo, Manuel de Sarratea. De todas formas, el ejército sitiador logró expulsar a los realistas de Colonia del Sacramento y sitiar por completo Montevideo.
Las fuerzas realistas eran numéricamente superiores a las sitiadoras, pero su fidelidad a la causa de que defendían era algo dudosa. En su favor jugaba la falta de refuerzos, municiones y armamento de los sitiadores. Enterado de ello, el General Gaspar de Vigodet decidió intentar una salida masiva a enfrentar a sus enemigos. Tuvo mala suerte, porque justo la noche antes de iniciarlo, Rondeau recibió un importante refuerzo y avituallamiento.
La mañana del 31 de diciembre, Vigodet y el Brigadier Vicente Muesas atacaron con unos 2.300 hombres y 8 cañones las posiciones de Rondeau, que sólo contaba con 1.000 soldados y 2 cañones. Éste atrincheró rápidamente a su infantería en una loma alta (que por su cercanía al famoso Cerro de Montevideo era llamada el Cerrito). Allí lo atacó Muesas, desplazando al Regimiento Nro. 6, al mando del Teniente Coronel Miguel Estanislao Soler, expulsándolos barranca abajo. Luego atacó al otro cuerpo de infantería, el Regimiento Nro. 4, al mando de Ventura Vázquez, que logró sostener precariamente su posición por unos minutos.
En este momento, Soler reunió a sus soldados (casi exclusivamente negros libertos), y contraatacó cuesta arriba. La sorpresa de ese ataque paralizó a los españoles, y en ese momento fue muerto de un tiro el Brigadier Muesas, causando una gran confusión entre sus hombres. Por otro lado, al atacar el Cerrito, los realistas habían dejado abajo los cañones, que casi no participaron en la lucha. Los realistas fueron expulsados del Cerrito, y al llegar al pie de la cuesta fueron atacados por la Caballería Patriota, al mando de Rafael Hortiguera, lo que completó la victoria Patriota y la dispersión del enemigo.
Los patriotas tuvieron 90 muertos y 40 prisioneros, además de un cañón.
Los realistas tuvieron 100 muertos, 146 heridos y 30 prisioneros. Pero, sobre todo, quedaron muy acobardados con esa derrota, al punto que ya no intentaron ninguna otra salida de sus murallas. Ni siquiera cuando, un año más tarde, Artigas abandonara el sitio por un serio desacuerdo con la política de Buenos Aires, dejando buena parte del sitio indefenso, se atrevieron a atacar a Rondeau.
La victoria del Cerrito fue definitoria sobre el desarrollo futuro de las operaciones en tierra. Sin embargo, la ciudad se mantenía firme en la defensa, abastecida por el Río de la Plata con alimentos y refuerzos. La solución a este sitio sólo se logró durante el año 1814, con las victorias navales de Guillermo Brown, que obligó a Vigodet a rendirse ante un ejército apenas algo más grande que el que había tenido Rondeau.
Rondeau fue ascendido al grado de General, y ejercería el comando del Ejercito del Norte, y por dos veces el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Soler fue ascendido a Coronel y llegaría más tarde a General. Vázquez fue ascendido a Coronel, y el Comandante Hortiguera a Teniente Coronel, llegando más tarde a Coronel.
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miércoles, 30 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL CORONEL MANUEL DE OLAZÁBAL

A los trece años se enroló en el Regimiento de Granaderos a Caballo. Participó en el sitio y captura de Montevideo a órdenes de Carlos Maria de Alvear y luchó en Guayabos contra Jose de Artigas. Pasó a Mendoza, donde se unió al Ejército de los Andes.
El General Jose de San Martin solicitó personalmente la mano de la patricia Laureana Ferrari en su nombre y fue su padrino de bodas en 1819, así como del primero de sus hijos. Su mujer fue una de las principales responsables de la confección de la bandera del Ejército de los Andes.
Hizo toda la campaña de Chile, luchando en Chacabuco, Gavilán, Talcahuano, Cancha Rayada, Maipú y Bío Bío.
Regresó a Mendoza a órdenes del General Jose Albino Gutiérrez, y a sus órdenes luchó en Punta del Médano contra Jose Miguel Carrera. Participó de la complicada historia política y militar de esa provincia hasta 1823, en que se puso a órdenes del General José de San Martin en el paso de la Cumbre, a su regreso del Perú, y lo acompañó a Mendoza y luego en parte del camino a Buenos Aires. Participó de una campaña militar contra los indios pehuenches del sur de su provincia, pero fue expulsado por el gobernador Gutiérrez, por cómplice en una conspiración.
Se trasladó a Buenos Aires para unirse a la campaña al Brasil. Luchó en la Batalla de Ituzaingó, pero unas semanas más tarde fue tomado prisioneros por los imperiales; fue liberado en un canje de prisioneros. Apoyó la campaña de Fructuoso Rivera, por la que éste logró reconquistar durante algunos meses la provincia de Misiones Orientales.
Acompañó al General Juan Galo de Lavalle en su regreso a Buenos Aires y en la revolución de diciembre de 1828; éste lo ascendió al grado de Coronel por su participación en la Batalla de Navarro. Luchó también en la Batalla de Puente de Marquez, y fue uno de los oficiales que fracasó en su misión de convencer a San Martín que se quedara en la Argentina.
Tras la retirada de Lavalle, permaneció como oficial de la guarnición de Buenos Aires.
En 1833 apoyó una campaña del General Lavalleja contra el presidente uruguayo Rivera, y a su regreso estuvo a punto de enfrentar militarmente la revolución "de los restauradores".
Tras la renuncia del Gobernador Balcarce, se retiró a Corrientes, donde dirigió una academia militar en la época de los Gobernadores Atienza y Berón de Astrada. En 1838 firmó, en nombre de éste, un tratado de alianza con el cónsul francés, el mismo que sostenía la guerra contra Buenos Aires (y contra las provincias que se negaran a aliarse a ellos contra Buenos Aires); y también otro con el dictador uruguayo Rivera, que éste no cumplió. Peleó en el desastre de Pago Largo y se salvó por muy poco de ser capturado y muerto por los entrerrianos, gracias a una veloz huida.
Se incorporó al ejército Uruguayo de Rivera, y peleó a órdenes de éste en Cagancha. Después fue jefe de estado mayor de la campaña al norte del Río Negro, y en 1842 participó en la invasión a Entre Ríos, y en la derrota de Arroyo Grande. Luego formó parte de la defensa de la ciudad durante el sitio que le impuso Manuel Oribe, y entre 1844 y 1846 estuvo a órdenes de Joaquin Madariaga en Corrientes.
Regresó hacia 1850 a Buenos Aires, donde Rosas lo reconoció como coronel de caballería. Después de Caseros, batalla en que no peleó, apoyó la revolución de septiembre y fue comandante de la guarnición de la Isla Martin Garcia. Al poco tiempo se unió a la revolución de Hilario Lagos, al sitio que éste le impuso a la capital entre 1852 y 1853, y al bloqueo impuesto sobre la ciudad por la escuadra federal. Tras el histórico soborno de la misma, se retiró a refugiarse en Paraná, donde fue edecán de los presidentes Urquiza y Derqui.
Después de la Batalla de Pavón se retiró a la actividad privada en Entre Ríos, y publicó sus Apuntes Históricos de la Guerra de Independencia en Gualeguaychú; también escribió algunas otras obras sobre San Martín y los hermanos Carrera.
Regresó a Buenos Aires al ser asesinado Urquiza y estallar la revolución de Ricardo Lopez Jordán.
Murió en Buenos Aires el 19 de julio de 1872.

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martes, 29 de diciembre de 2009

APOYO DEL EJÉRCITO A LA COMUNIDAD DE SAN ANTONIO DE ARECO

Debido al desborde del rio Areco, que produjo el anegamiento de distintos barrios y el casco urbano de la localidad de San Antonio de Areco, el Jefe del Ejército, Teniente General Luis Alberto Pozzi , ordenó el alistamiento de elementos del arma de Ingenieros con capacidad para enfrentar este tipo de contingencias.
Jefe del operativo fue designado el General de Brigada Claudio Montero, quien en el día de hoy se desplazó hacia la zona de desastre con efectivos y medios del Batallón de Ingenieros 601 con sede en Campo de Mayo.
Camiones transportando botes de distintas características para traslado de personas, cocinas de campaña, plantas potabilizadoras de agua y material de puente se dirigieron hacia dicha localidad para colaborar en las tareas de socorro como parte de una de las misiones subsidiarias que desarrolla la Institución.
Este apoyo se suma a las tareas similares que viene cumpliendo el Ejército en toda la zona del litoral por las crecidas de los ríos Paraná y Uruguay.
Asi también, a partir del 27 de diciembre, la Compañía Transporte ha sido empeñada para participar en las acciones de apoyo a la mencionada ciudad.
En el Comando de Operaciones Terrestres, con asiento en Campo de Mayo, hay un camión Mercedes Benz 1634 con acoplado semirremolque de 30 toneladas y cinco camiones Fiat Iveco Cavallino, listos para ser empeñados. Además, doce hombres de la Compañía están participando de las operaciones de apoyo.
Fuente: www.ejercito.mil.ar

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lunes, 28 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE ITÁ-IBATÉ


El 27 de diciembre de 1868 se produce la batalla de Itá-Ibaté. El ejército aliado a las órdenes del General brasileño Duque de Caxias ataca a unos 2.000 paraguayos en Itá-Ibaté. Las fuerzas argentinas estaban comandadas por el General Juan A. Gelly y Obes. Estas fuerzas fueron las primeras en iniciar el asalto y ocupar la plaza, haciendo flamear la bandera celeste y blanca en las defensas. La resistencia paraguaya fue como siempre, dura y sin querer rendirse. El Mariscal López, presidente vitalicio y dictador del Paraguay, se escapó en dirección a Cerro León con unos 100 hombres. Después de esta batalla el poder de López comenzó su desmoronamiento.
En la Imagen: Batalla de Itá-Ibaté. La primera división Buenos Aires toma por la derecha los atrincheramientos de López. Dibujo de A Methfessel.

domingo, 27 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL COMANDO DE LA Vta BRIGADA DE MONTAÑA “Grl MANUEL BELGRANO”


El origen del Comando de la Vta Brigada de Montaña se remonta al año 1897, oportunidad en que el General Nicolás LEVALLE siendo Ministro de Guerra, crea cinco Divisiones de Ejército. Entre las cuales se encontraba la División “CUYO” con asiento en la ciudad de Mendoza. Su primer Comandante fue el General Ignacio FOTHERINGHAM, quien el 27 de septiembre de 1897 asume el comando de la División. Estableciéndose dicha fecha como el aniversario de este Comando.
En 1902, la División “CUYO” cambió su nombre por el de 5ta Región Militar en virtud a una nueva organización militar ordenada por el ministro de Guerra, el General Pablo RICCHIERI.
El 8 de abril de 1905, por disposición del Poder Ejecutivo Nacional, se le asigna bajo su responsabilidad las provincias del noroeste argentino, de este modo se cumplió con la Ley 4.031 del año 1901, la cual ordenaba a la 5ta Región Militar abarcar las provincias de SANTIAGO DEL ESTERO, CATAMARCA, TUCUMÁN, SALTA, JUJUY y el Territorio de LOS ANDES.
El 19 de octubre de 1910 la 5ta División de Ejército se instala en la provincia de TUCUMAN, lugar donde permanece hasta el mes de febrero de 1932, oportunidad en la cual es trasladada a la ciudad de SALTA, luego de una permanencia de treinta años en la tierra del General GUEMES, el 1 de enero de 1961 retorna a la ciudad de TUCUMAN.
El Comando de la Vta División de Ejército cambia de denominación el 19 de noviembre de 1964 por la de Comando de la Vta Brigada de Infantería.
En cumplimiento al Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nro 261, de fecha 5 de febrero de 1975, asume la conducción de la Operación Independencia en la provincia de TUCUMAN.
Con motivo del diferendo limítrofe con la República de CHILE, por el Canal de BEAGLE, en el año 1978 moviliza tropas a la zona de SAN ANTONIO DE LOS COBRES.
En el año 1982, participa de la movilización por el conflicto del Atlántico Sur con el REINO UNIDO de GRAN BRETAÑA.
En el año 1988 el Gobierno de la provincia de JUJUY dona al Comando de la Vta Brigada de Infantería la réplica de la “Bandera Nacional de Nuestra Libertad Civil”. La misma fue entregada el 25 de mayo de 1813 por el General Manuel BELGRANO al pueblo jujeñotras la épica y victoriosa Batalla de SALTA, en reconocimiento al Éxodo de 1812 y a su participación en las guerras por la Independencia Nacional. Por tal motivo, a partir de que se adopta como Bandera Histórica, esta Enseña se hace presente en todas las formaciones en las que participa el Comando de Brigada, acompañando a la Bandera de Guerra y enalteciendo el honor y el orgullo patrio.
El 1 de enero de 1992 cambia nuevamente su denominación por la de Comando de la Vta Brigada Motorizada.
En el marco de una nueva reestructuración del Ejército el 18 de febrero de 1997, cambia su asiento de paz, volviendo a la ciudad de SALTA, ocupando el edificio que fuera la cede del Comando de la 5ta División de Ejército.
En diciembre de 1997, por resolución del JEMGE se le impone el nombre histórico de “Grl Manuel BELGRANO”, debido a que dicho prócer alcanza su mayor gloria como General en Jefe del “Ejército del Norte”.
En enero de 1998 cambia nuevamente de denominación por la de Vta Brigada Mecaniza, nombre que mantiene hasta el 1 de octubre del año 2007, oportunidad que vuelve a cambiar por la de Vta Brigada de Montaña “Grl Manuel BELGRANO”. Este cambio responde a que la montaña constituye el ambiente geográfico donde esta Brigada ejecutará prioritariamente sus operaciones militares.
La jurisdicción de la Vta Brigada de Montaña “Grl Manuel BELGRANO” abarca las provincias de SALTA, JUJUY, TUCUMAN, LA RIOJA y CATAMARCA y cuenta en su organización con tres Regimientos de Infantería, un Regimiento de Caballería, dos Grupos de Artillería, un Batallón y una Compañía de Ingenieros, una Base de Apoyo Logístico y una Compañía de Inteligencia. Todos estos elementos se encuentran organizados, equipados e instruidos para operar en la región de la Puna.
Orgullosa de su pasado, la Vta Brigada de Montaña “Grl MANUEL BELGRANO” continúa siendo la “VANGUARDIA DEL EJÉRCITO DEL NORTE, CUSTODIA Y HEREDERA DE SUS TRADICIONES”.
Fuente: www.cdobrmec5.ejercito.mil.ar

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sábado, 26 de diciembre de 2009

ALGUNAS MANIFESTACIONES DEL ESPÍRITU MILITAR


Hay que tener muy en cuenta que todo aquello que se ama, aunque se lo sienta profundamente, debe ser abonado en forma permanente, tal y como hacemos con los seres que amamos. Allí, en primer lugar está la Patria, nuestra Institución, el elemento del que formamos parte y el grupo humano que nos toca integrar o comandar.
Con ese objeto, en forma institucional se alientan todas las iniciativas que apunten a proporcionar un mayor calor y vida a las diversas organizaciones que integran la Institución.
Entre ellas, podemos mencionar diversas y variadas formas de actividades de mantenimiento de la moral, que aún ejecutadas en los más bajos niveles de la conducción, contribuyen a unir al personal, a levantar los espíritus y a proporcionar la vida que deben irradiar hacia sus hombres y mujeres, para que estos retroalimenten a aquellas organizaciones.
También se encuentran las Comisiones de las Armas, Especialidades, Servicios y Tropas Técnicas que colaboran con la conducción de la Fuerza a través de la realización de diversos eventos, tales como la celebración anual del día del Arma, organización de torneos deportivos y de carácter técnico profesional, etc.
No podemos dejar de mencionar la forma en que el noble Servicio de Banda contribuye, con su música de marciales sones, a levantar la moral y el espíritu del soldado. ¿A quién no se le pone la piel de gallina con un profundo toque de Silencio o con una jubilosa Diana?
Todavía, a casi cuarenta años de haberlo experimentado recuerdo los días en que, siendo cadete, marchábamos al Salón de Actos del Colegio Militar de la Nación a escuchar los conciertos que nos ofrecía nuestra soberbia Banda de Música.
Allí, el Maestro de Banda, vestido de especial y con su batuta en alto, presidía al numeroso conjunto de ejecutantes que dirigía. Al comenzar el concierto, normalmente como una forma de contribuir a aumentar los conocimientos de música clásica y popular del Cuerpo de Cadetes, ejecutaba una larga serie de melodías de uno y otro tipo.
La masa de los cadetes participaba con cierta unción del acto, escuchando atentamente (algunos también aprovechando para recuperar horas de sueño perdidas). Normalmente una suerte de maestro de ceremonias, integrante de la Banda, anunciaba los temas a ejecutar, obteniendo, cuando de aquellos se trataba, una no muy entusiasta respuesta. Casi siempre, el hábil Maestro de Banda, reservaba la marcha del Colegio Militar de la Nación, San Lorenzo y otras de las más vibrantes y alegres del repertorio musical militar para el final. Aquí se generaba un estruendo de contrapuntos: las masculinas voces que, casi aullando, cantaban las canciones o estribillos de cada Arma.
¡Daba gusto entonces, ver y sentir una suerte de corriente que electrizaba a ese público hasta entonces adormilado, haciéndolo poner de pie y cantar a voz en cuello las piezas referidas!
Cabría aquí reseñar, brevemente, la historia de esta marcha y sacar algunas conjeturas en cuanto a lo que determina en el hombre militar el escuchar los sones de una banda ejecutando una marcha como la de San Lorenzo. Veamos un poco:
Corrían los primeros años de este siglo. La localidad de San Lorenzo, Provincia de Santa Fe, escenario del bautismo de fuego del glorioso Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”, se preparaba para homenajear a un ilustre militar argentino, el General D Pablo Riccheri, oriundo del mismo pueblo, y por entonces brillante Ministro de Guerra. Desde varios años antes, Cayetano Silva, un humilde negro uruguayo hijo de esclavos, compositor y veterano de las guerras que ensombrecieron nuestro horizonte nacional de fines del siglo, esperaba con ansiedad un momento especial. Deseaba presentar en forma pública una composición musical militar que lo había mantenido ocupado desde varios años atrás. La ocasión se presentó junto con el evento para el que se preparaba el pueblito santafesino, el 30 de octubre de 1902. Cayetano se había esmerado en pulir especialmente los acordes musicales, tratando de imprimirle una vibrante marcialidad.
El acto se celebró con toda la típica pompa pueblerina. La ejecución de la marcha no solamente entusiasmó y emocionó a los circunstantes, sino que el director tuvo que repetirla varias veces. Tal fue la forma en que llegó a los corazones de la ciudadanía presente y a los de muchos veteranos de rostros curtidos, haciendo resbalarles gruesas lágrimas de emoción.La marcha fue de inmediato incorporada al repertorio de ese nuestro Ejército que estaba, junto con el resto de la Nación toda, levantándose ante los ojos del mundo como una institución modelo al servicio de una joven, pujante y vigorosa República. Sus notas, seis años más tarde, fueron acompañadas de una letra de inspiradas estrofas, compuestas por Carlos Javier Benielli. Así, se convirtió en un clásico de los desfiles militares, las retretas en las plazas públicas y en todos los cuarteles del Ejército y la Armada.
Pero no está sólo en la referencia a su origen lo curioso de esta nota, sino en otros aspectos que tal vez no sean del conocimiento de todos nuestros lectores. Al escucharse casualmente en Alemania, fue tal el entusiasmo que despertó en sus autoridades y pueblo, que nuestro gobierno decidió donarla al Ejército Imperial Alemán. Recordemos que por entonces, el nuestro era objeto de una gran influencia por parte de aquel. Ésta se observaba en las actividades de intercambio, la presencia de instructores alemanes, cursantes argentinos en Alemania, compra de armamentos, etc. El gobierno alemán correspondió al noble gesto argentino obsequiándonos una marcha de gran sentimiento en nuestro repertorio: “Viejos Camaradas”.
Pero lo relatado no es todo. Esta hermosa pieza musical, compuesta por un humilde mulato, fue la que ejecutó la tropa invasora alemana cuando desfiló bajo el Arco del Triunfo, a su entrada en París en plena IIda Guerra Mundial, guiada por el ideal de imponer la “superioridad” de la raza aria. Y no termina allí el anecdotario. También fue ejecutada en la coronación del rey Jorge V, en Inglaterra, siendo desde entonces una marcha oficial británica. Alemanes e ingleses, enemigos irreconciliables durante mucho tiempo la han considerado (y consideran), incomparable. Juzgan, tal como lo hacemos nosotros, que jamás marcha alguna pudo describir tan acertada, y patéticamente, una batalla... Y el resto de la historia ya la conocemos ¿No es una gran paradoja? Pero no son sólo estas las manifestaciones del Espíritu Militar, ni tampoco las más salientes. Cabría agregar también, la forma en que ese espíritu se muestra en toda su magnitud, en actos o ceremonias especiales como la Jura de la Bandera , desfiles para fechas patrias y otros tipos de eventos semejantes.
Quedaría por mencionar también la forma en que fórmulas, lemas, dichos, motes, brindis, rítmicos cantos de combate y otras exteriorizaciones semejantes iluminan transpirados y cansados rostros, aún luego de las más duras faenas de instrucción. Entre las más conocidas, podemos citar:
• La fórmula clásica del Juramento a la Bandera : ...Soldados, ¿Juráis a la Patria seguir constantemente a su Bandera y defenderla hasta perder la vida? Y la respuesta incontenible, estentórea, única del ¡Sí, Juro!
• El reclamo de subordinación: ¡Subordinación y Valor!, contestado igualmente por un explosivo ¡Para defender a la Patria!
• El lema institucional característico: Ejército Argentino. Nació con la Patria en Mayo de 1810 .
• Los lemas tradicionales y característicos, tales como:
• La montaña nos une (Montañeses).• ¡Dios y Patria o Muerte! (Comandos).
• Con el cuerpo confiado en la tela, puesta el alma en las manos de Dios (Paracaidistas).
• ¡Paracaidistas! ¡Siempre!
• Rodillas negras (Tropas de monte, particularmente las integrantes del RI Mte 28 “TENIENTE CORONEL JUANA AZURDUY”
.... y tantos otros, que acompañan brindis, adornan estandartes y escudos, se pronuncian en arengas, se cantan durante las marchas al regreso de instrucción, aparecen en carteles en las entradas de cuarteles y diversas instalaciones, simbolizando el Espíritu Militar que sienten quienes los ostentan o pronuncian. Veamos, por ejemplo, cómo simples gestos o actitudes que se pueden tener durante un brindis, vuelcan una desbordante demostración de espíritu militar. Transcribiré para ello uno que se pronunciara en la Academia de Ingenieros del Ejército de Tierra del Reino de España, durante una visita que hiciera a sus cuarteles en el viaje de egresados en 1974. Para su mejor comprensión, cabe aclarar que el Arma de Ingenieros en España tiene como Santo Patrono a San Fernando. He aquí su inolvidable transcripción:

Brindis en un Banquete de San Fernando
Cuenta un antiguo legajo
que he conseguido encontrar
y que llegué a descifrar
con muchísimo trabajo
(por estar en lengua extraña)
que dios Marte, el camorrista
pasar quiso revista
al Ejército de España
Mas luego que se hizo cargo
de todo nuestro efectivo,
se quedó pensativo
y añadió: “les falta algo”.
y como tiene en muy alta
opinión a nuestra tierra
agregó: “Por si arman guerra
les daré lo que les falta”.
Dicho y hecho aquel día mismo
y en retorta colosal
mezcló en proporción igual
Ciencia, lealtad y heroísmo.
Formó con ellos un ser,
usando un procedimiento
que el cronista no relata
(aunque afirma fue sencillo).
Lo vistió de negro y oro
lo selló con un Castillo
y lo mandó a nuestros pueblos
con letreros que decían:
¡Ahí va lo que no tenían:…
SOLDADOS DE INGENIEROS!
De obra tan sin reproche
tan contento el dios estuvo
que en un banquete que hubo
en el Olimpo una noche
cuando de brindar fue hora,
Marte el dios de los guerreros
brindó por los INGENIEROS
igual que brindo yo ahora...
¡SALUD, CAMARADAS!

El Espíritu militar, a través de muchas exteriorizaciones de las que hemos relatado sólo algunos ejemplos, viene a ser en definitiva, el alma de las tropas. Sin él, un soldado, al decir del pensador militar francés André Gavet, sólo sería un “portagalones”. Sin él, las organizaciones militares se verían resumidas a simples cuerpos dotados de vida pero sin razón de ser, carentes del idealismo que arrastra, que empuja y anima desde ésta y no sólo desde el músculo. Combatientes que en nombre de valores como el profesionalismo, el tecnicismo u otros, se asemejarían más a bandas de mercenarios que a verdaderos centuriones, orgullosos de formar las legiones que defienden un ideal, una causa, un suelo, y el alma de un pueblo. Al respecto, Don José Ortega y Gasset, nos refiere desde su obra “España Invertebrada”:

“Un pueblo debe sentir su honor
vinculado a su ejército no por
ser el instrumento con que
puede castigar las ofensas que
otra nación le infiera; éste es un
honor externo, vano, hacia fuera.
Lo importante es que el pueblo
advierta que el grado de perfección
de su ejército mide con pasmosa
exactitud los quilates de la moralidad
y vitalidad nacionales.”

Fuente: My Sergio O. H. Toyos para el Diario Soldado, diciembre 2009.

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viernes, 25 de diciembre de 2009

NAVIDAD. NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS


Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar, para el despertar espiritual y para la unión entre hermanos.
¡Muy Feliz Navidad Para todos!


Mensaje del Capellán Mayor del Ejército para esta Navidad:
Que no muera el espíritu de la Navidad. 10 Consideraciones para la misión del cristiano.

1. El centro de la fe y la vida cristiana es Dios Encarnado, Emmanuel. El Niño Jesús ha nacido en Belén. “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”.
2. El espíritu de la Navidad es propio de nuestra cultura cristiana-católica y es universal y por tanto nuestro “creer y sentir” de pueblo y familia. Es lo que heredamos de nuestros padres. El espíritu de la Navidad nos dice “¡nos ha nacido un Salvador!”. El espíritu mundanal nos dice: ¡consumamos más!
3. Es misión de todo cristiano propagar por el mundo lo que hay de Verdadero y Bueno y que él ha recibido por la fe: “Cristo es la Verdad y la Vida”. ¿Qué mejor que difundir el Espíritu de la Navidad?
4. Urge que hablemos al mundo de Cristo, Dios hecho hombre para salvarnos. Ante la cultura de muerte; ante la deshumanización creciente; ante la violencia, la discordia, las profundas desigualdades y la falta de esperanza, el cristiano tiene una propuesta: el espíritu de la Navidad.
5. Hay que difundir con más vigor el mensaje de Jesús, el Salvador del hombre: con la palabra, con las obras y los gestos. Con la fe y la coherencia de vida.
6. Debemos rescatar, en nuestros ámbitos, el sentido religioso de la vida. Y también el de la Navidad. El SANTO PESEBRE hace patente y ayuda a vivir el espíritu de la navidad: que ocupe un lugar preferencial en la celebración.
7. Pongamos pesebres en nuestros hogares y promovámoslos en nuestro medio.
8. Elijamos y redactemos tarjetas con mensajes de fe cristiana y no simplemente con buenos deseos, campanitas, varas de muérdago o trineos nevados con Papá Noel. No olvidemos una buena obra de caridad.
9. El día 25 de diciembre, o el 24 por la noche, vayamos a Misa con nuestros seres queridos. (¡Qué bien nos vendría a muchos una buena confesión en los días de adviento, previos a la Navidad!) Que esa sea la celebración central dejando, si es necesario, las otras para el 31 de diciembre que no guarda mayor significación religiosa.
10. Invitemos a la bendición de la mesa familiar navideña a quienes estén. Si nos acompañan “no creyentes” nos lo agradecerán de corazón si les explicamos que le rezamos a Jesús para que les regale el don de la paz. El Padre Nuestro y una invocación a la Santísima Virgen pueden ser la mejor bendición.

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martes, 22 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL GRUPO DE ARTILLERÍA BLINDADO 9


Ante la imperiosa necesidad de contar con un elemento de apoyo de fuego en la región sur del país, el EJERCITO ARGENTINO crea el 15 de Diciembre de 1943 el 9no GRUPO DE ARTILLERIA LIVIANA MOTORIZADA con asiento en la Guarnición Militar de RIO GALLEGOS, siendo su primer Jefe el Mayor D GINES ALBERTO PADIN. De esta manera este Elemento se convierte en la primera Unidad de la Artillería Argentina con asiento en la Patagonia.
Al año siguiente la Unidad recibe y hace bendecir su Bandera de Guerra.
En virtud de los Planes Estratégicos Operacionales que el Ejército fijó para el año 1948, la Unidad debió trasladarse, a la Guarnición Militar SARMIENTO, llegando a su nuevo asiento el día 07 de Enero de 1949.
En el año 1953, regresa a su asiento de paz anterior en la localidad de RIO GALLEGOS, para , por Superior Resolución de fecha 15 de Diciembre de 1960 asentarse definitivamente en SARMIENTO, compartiendo Guarnición con el REGIMIENTO DE INFANTERÍA 25.
A partir de 1970 y ante el traidor ataque de la delincuencia subversiva contra las instituciones de la Nación, la Unidad, contribuyendo con el esfuerzo que realizó el Ejército para salvaguardar con el más alto precio la vida de la República , y por disposición de la superioridad, envía comisiones a la zona de operaciones de TUCUMÁN, realizando también varios operativos en su zona de acción.
En el año 1978 y en vísperas de un posible conflicto con la REPÚBLICA DE CHILE, la Unidad es movilizada a la zona de operaciones de RÍO GALLEGOS Y RÍO MAYO regresando a su asiento de paz en el mes de enero de 1979.
En el año 1982 y con motivo de la gloriosa gesta MALVINENSE, la Unidad destaca en comisión al RI 25, personal de Oficiales, Suboficiales y soldados a la Zona de Operaciones MALVINAS, a fin de participar en el Operativo de “RECUPERACION Y PREAFIRMACIÓN DE LOS DERECHOS ARGENTINOS SOBRE LAS ISLAS MALVINAS, GEORGIAS DEL SUR Y SANDWICH DEL SUR”.
La Unidad contó con diversos materiales, destacándose el Obús SCHNNEIDER Mod 1928 Cal 105 mm, Cañón KRUPP L 30 Cal 75 mm y Cañón CITER Cal 155mm Mod Argentino.
Durante toda su trayectoria recibió diferentes denominaciones tales como: 9no GRUPO MIXTO DE OBUSES DE ARTILLERÍA REMOLCADO y 1er GRUPO DE ARTILLERÍA DE LA 9na DIVISIÓN DE INFANTERÍA MOTORIZADA.
A partir del año 1964 recibe la denominación de GRUPO DE ARTILLERÍA 9 . En el año 1996 es asignado nuevo material , el VCA Cal 155 mm L 41, debiendo cambiar de denominación a partir de la llegada de los mismos con el nombre de “GRUPO DE ARTILLERÍA BLINDADO 9”.
El Grupo de Artillería 9, con mas de medio siglo de historia, se levanta como una atalaya en custodia de la soberanía nacional en nuestra querida PATAGONIA, para gloria de la Patria y del Ejercito.
PARTICIPACIÓN DEL GRUPO DE ARTILLERÍA 9 EN MALVINAS
El GRUPO DE ARTILLERÍA 9 no se trasladó a las ISLAS MALVINAS orgánicamente, sino que destacó personal para cumplimiento de misiones específicas.
El Jefe de la Unidad, Tcnl D JORGE LUIS TOCCALINO, formó parte del Estado Mayor del Comando de la IXna Brigada de Infantería con asiento en la localidad de COMODORO RIVADAVIA, a órdenes del Grl Br D AMÉRICO DAHER, quién
dirigió las operaciones en las Islas hasta que el 15 Abr 82 el Grl JOFRE se hizo cargo del Componente Terrestre.
El J GA 9 cumplió sus funciones como Oficial de Artillería, hasta que el Comando de Brigada delegó sus funciones al Comando de la Xma Brigada.
La Unidad movilizó la Batería Operacional, constituida por la Ba Tir “A”, con orden preparatoria de embarque a MALVINAS. Esta permaneció en la Zona de Reunión para el Embarque (RI 8), pero por razones de planeamiento fue descartada su intervención y recibió (el día del embarque del RI 8) la orden de regresar a su asiento de paz. Durante la espera fueron responsables del traslado de prisioneros que llegaron de las Islas desde el aeropuerto de COMODORO RIVADAVIA hasta el LICEO MILITAR GENERAL ROCA, lugar donde permanecieron los soldados ingleses hasta su traslado a MONTEVIDEO.
Destacó además personal de la Batería Comando por lapso mayor de un mes a las costas patagónicas formando parte de una red de vigilancia con material “RADAR RASIT”.
Personal de cuadros seleccionados, constituyeron una comisión que se agregó al REGIMIENTO DE INFANTERÍA 25. Estos compartieron la totalidad de la campaña con esta Unidad, en las ISLAS MALVINAS, formando parte de la Compañía Comando.
No hubo bajas de personal del GA durante el lapso que duró el conflicto.

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lunes, 21 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL GRUPO DE ARTILLERÍA DE MONTAÑA 6


Fue creado el 15 de diciembre de 1943, como núcleo del 6to Grupo de Artillería de Montaña, con 5 oficiales y 15 suboficiales del cuadro permanente y de la reserva y una batería de cañones calibre 75 mm, Schneider, siendo su primer jefe el Cap D Eduardo Roque Pimentel.
En noviembre de 1882, como antecedente de su actual asiento, por orden del Tcnl D Nicolás Palacios, Comandante de la II Brigada de Caballería, se construye en forma improvisada un pequeño fortín sobre el margen izquierdo del río Chimehuín, con la finalidad de que constituyese un puesto de avanzada. En 1936, los herederos del señor Juan Francisco Mendaña, (español, radicado en la zona desde 1907), donan cuatro hectáreas del terreno de su propiedad, para ser destinado a la construcción de un asentamiento militar.
En 1937 se inicia la construcción del cuartel en los terrenos donados, siendo parcialmente terminados e inaugurados el 20 de diciembre del mismo año, asignándoselo al Regimiento 4 de Caballería de Línea al mando del Tcnl D Mariano Fosbery, contando con núcleos de Infantería, Artillería e Ingenieros.
El 15 de diciembre de 1944, habiéndose incrementado su organización, se lo designó como 6to Grupo de Artillería de Montaña, compuesto por una Plana Mayor, una batería de cañones calibre 75 mm Schneider y una batería de obuses calibre 105 mm.
El 15 de diciembre de 1961 cambia su designación por la de 6to Grupo de Artillería Mixto de Montaña.
El 15 de diciembre de 1964 cambia su denominación por el de Grupo de Artillería de Montaña 6.
En 1968, se reemplazó su material de dotación por el Obús Oto Melara.
En los años 1974 y 1975 la unidad participó en el "Operativo Independencia" que por decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 261/ 75 del 07 de febrero de 1975, el Ejército Argentino desarrolló en los montes tucumanos, para erradicar las organizaciones subversivas que por entonces, pretendían imponer una zona liberada, asignando mensualmente personal para integrar los equipos de combate que se organizaron en la zona.
En cumplimiento de una de las misiones subsidiarias del Ejército, a partir del año 1992, personal de oficiales y suboficiales de la Unidad participaron en operaciones militares de mantenimiento de la paz, bajo el mandato de Naciones Unidas, en Croacia y Chipre, recibiendo elogiosos conceptos por su actuación
Fuente: www.artilleria.ejercito.mil.ar

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domingo, 20 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DE LA ESCUELA DE SUBOFICIALES DE LOS SERVICIOS PARA APOYO DE COMBATE "GRL. LEMOS"


La Escuela de Suboficiales del Ejército fue creada el 13 de diciembre de 2002, como resultado de la reestructuración de la Fuerza en ese año, habiéndose fusionado la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral y la Escuela de Suboficiales para Apoyo de Combate General Lemos, tradicionales Institutos de formación de los Suboficiales del Cuerpo de Comando y Profesionales del Ejército Argentino, en un nuevo Instituto que mantiene el nombre del héroe del Combate de San Lorenzo, el Sargento Juan Bautista CABRAL.La Escuela de Suboficiales "General LEMOS", tuvo sus orígenes en 1939, cuando se creó el 20 de diciembre, "El Centro de Instrucción de los Cuerpos Auxiliares del Ejército".

Cabe destacar que la creación de este Centro de Instrucción es el origen de una Escuela cuyo objetivo era la preparación de oficiales de Administración, Sanidad, Veterinaria y Justicia, y el perfeccionamiento en lo militar y técnico de los oficiales de los Cuerpos Auxiliares para la conducción de sus respectivos Servicios, en los Comandos Superiores y reparticiones, tanto en la paz como en la guerra. En el año 1952 pasa a denominarse Escuela del Cuerpo Profesional "General Lemos", y sus objetivos de formación se ampliaban a oficios como enfermero, preparador de farmacia, enfermero de ganado, herrador y cocinero.

El 21 de diciembre de 1964, basados en un criterio de unificación tanto en lo curricular y académico como en lo militar; una resolución superior, decide fusionar la "Escuela General Lemos" y la "Escuela de Mecánica del Ejército "Tcnl Fray Luis Beltrán", decisión que demandó el traslado de esta última a Campo de Mayo. Dicho Instituto pasó a llamarse "Escuela Logística General Lemos".

En 1991 la Escuela Militar de los Servicios para Apoyo de Combate "General Lemos", pasa a denominarse Escuela de Suboficiales de los Servicios para Apoyo de Combate "General Lemos", egresando de la misma suboficiales del Cuerpo Profesional femenino y masculino.En razón de que en el año 1998 determinados Servicios del Cuerpo Profesional pasaron a considerarse Especialidades de Cuerpo Comando, se modifica nuevamente su denominación pasando a llamarse Escuela de Suboficiales "General Lemos".

La Escuela de Suboficiales "Sargento CABRAL", tuvo sus orígenes en el reclutamiento de suboficiales llamado de Clases hasta 1916. La primera Escuela de Clases llamada de Cabos y Sargentos de Artillería fue fundada en 1881, siendo su creación definitiva el 04 de abril de 1908.El edificio que ocupó fue el Cuartel Nro 9 en Campo de Mayo. La instrucción impartida era de tipo teórico- práctico y tenía una duración de cinco meses.

En 1916 pasa a denominarse Escuela de Suboficiales.En marzo de 1933 pasa a llamarse, Escuela de Suboficiales "Sargento CABRAL", en homenaje a ese arquetipo de soldado que supo ser fiel a su juramento de entregar su vida en el cumplimiento del deber, ejemplo supremo de desprendimiento, coraje y nobleza.

Durante los años 1947 a 1950 dejó de funcionar.

En 1950 se le asigna un nuevo cuartel dentro de Campo de Mayo donde funciona en la actualidad la Escuela de las Armas.

Desde 1908 hasta 2003 la reglamentación sufrió varias modificaciones. El primer reglamento a grandes rasgos establecía que la Escuela tendría tres grados: primer grado, ingresarían todos aquellos que aspirasen al grado de Cabo de las Armas cuya duración era de un año y a segundo y tercer grado concurrían aquellos cabos y sargentos respectivamente con no menos de tres meses de servicio en las filas y propuestos por sus Comandantes de compañía, batería y escuadrón. Posteriormente y después de algunas modificaciones a los cursantes que egresaban no sólo se le otorgaba el grado de Cabo Primero de las armas, sino que también el título de Instructor Auxiliar con orientación docente, y titulo secundario equivalente al Bachillerato Nacional.

En la actualidad se dictan cursos de dos años, y una vez finalizados los mismos, los Aspirantes egresan como Cabos de las Armas con el título de Bachiller Nacional, y Cabos de las Especialidades y Servicios, con capacitación especializada.




sábado, 19 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DEL COMBATE DEL CAMPICHUELO


El 19 de diciembre de 1810 se produce un enfrentamiento durante la Campaña del Paraguay. El General Manuel Belgrano, caído el armisticio con los paraguayos, cruza el Río Paraná por el Paso de la Candelaria. Inmediatamente una pequeña fuerza mandada por el Ayudante Manuel Artigas ataca y derrota a fuerzas paraguayas atrincheradas en el Paso del Campichuelo.


viernes, 18 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL BATALLÓN DE COMUNICACIONES 602


El origen de la Unidad se remonta a la creación de la Red Telegráfica Militar en el año 1874. Ya para 1879 cuando el General Julio Argentino Roca inicia la conquista del desierto, el entonces Ministerio de Guerra se encontraba enlazado con las localidades de Azul, Caruhé, Trenque Lauquen y Fuerte Argentino, próximo a Bahía Blanca.
En 1905 comienzan a funcionar las dos primeras estaciones Radioeléctricas del Ejército creándose en 1911 la Inspección de Radiotelegrafía, imprimiéndole de este modo un carácter orgánico al nuevo medio. Esta situación motivó que al quedar las estaciones portátiles, como se llamaba a las de campaña, bajo la dependencia de los Comandos de Tropa, la Inspección quedó con las instalaciones dentro de los locales de los Comandos y Unidades, dando lugar a la creación de la "Red Radioeléctrica militar Fija".
Al constituirse en el año 1922 la Dirección de Tropas y Servicios de Comunicaciones, la Inspección de Radiotelegrafía y la Red de Estaciones Fijas se fusionan, formando la Sección de Comunicaciones que pasó a depender del nuevo organismo.Entre 1928 y 1942 evoluciona la estructura modificándose la dependencia de acuerdo al surgimiento de nuevos organismos, transformándose esa Red de Estaciones Radiotelegráficas del año 1911 en el Sistema de Comunicaciones Fijo del Ejército, con el nombre de "Red Radioeléctrica".
Es recién el 15 de noviembre de 1955, que por Boletín Confidencial número 199 se crea la "División de Comunicaciones del Comando en Jefe del Ejército".Sobre la base del personal, materiales técnicos y vehículos que contaba la Sección de Comunicaciones de la Subsecretaría del Ejército, la Red Radioeléctrica del Ejército y el Puesto de Comunicaciones del Comando en Jefe del Ejército, se constituyó entonces la primera estructura orgánica de esta Unidad, ubicada en su actual emplazamiento.
Cinco años más tarde, el 12 de diciembre de 1960, por Boletín Confidencial número 280 cambia de organización y denominación y pasa a llamarse "Agrupación de Comunicaciones del Comando en Jefe del Ejército", cuya misión fue la de proporcionar Apoyo de Comunicaciones en Guarnición, mediante la operación del Sistema de Comunicaciones Fijo, quedando bajo su dependencia el Centro de Comunicaciones (Ex puestos de Comunicaciones) instalados en los Comandos Operativos y otros Organismos Militares.
El 10 de noviembre de 1964 vuelve a cambiar de denominación por Agrupación de Comunicaciones 601, sin modificar su misión, guarnición ni dependencia.
Esta Unidad participa en el conflicto armado del Atlántico Sur por la recuperación de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, trasladando personal y medios para la instalación y operación del Centro de Comunicaciones Fijo Malvinas. Cumplió entonces con la tarea de satisfacer los enlaces a nivel estratégico y táctico superior, integrando al Comando Superior en las Islas Malvinas con el Comando en Jefe del Ejército, el Comando del Cuerpo de Ejército V y el Centro de Operaciones Conjunto.
Finalmente el 10 de diciembre de 1985, recibe su actual denominación de Batallón de Comunicaciones 602.

Mision:
Proporcionar:
a) Apoyo de comunicaciones en forma permanente, mediante la instalación, operación, mantenimiento y supervisión del Subsistema de Comunicaciones Fijo del Ejército (SUCOFE) y de la Red de Seguridad del Ejército (RESEGE) a los comandos, organismos y unidades del Ejército a fin de facilitar la conducción de la Fuerza.
b) Apoyo de comunicaciones a las organizaciones militares de paz (OOMMP) destacadas por la Fuerza Ejército en el exterior del país.
c) Apoyo de comunicaciones alámbricas a los Comandos, Organismos y Unidades del Ejército mediante la instalación, operación y mantenimiento del sistema alámbrico particular del mismo, actuando a su vez como nodo principal del SITELPAR.
d) La estructura para el Apoyo de comunicaciones, debido a su despliegue territorial, que permita la integración del SUCOCE y otros elementos del SUCOM, y/u otros sistemas compatibles al SUCOFE
Fuente: www.bcom602.ejercito.mil.ar

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jueves, 17 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL REGIMIENTO DE INFANTERIA MECANIZADO 25


EL REGIMIENTO DE INFANTERÍA MECANIZADO 25 TIENE SU ASIENTO DE PAZ EN LA LOCALIDAD DE SARMIENTO, PROVINCIA DEL CHUBUT, A 150 KILÓMETROS AL OESTE DE LA CIUDAD DE COMODORO RIVADAVIA
Por Superior Resolución Inserta en Boletín Militar Secreto Nro 1, de fecha 28 de septiembre de 1943, el Presidente de la Nación decreta la creación del Regimiento de Infantería 25 Motorizado Reforzado dependiente del Comando de la Agrupación Patagonia, siendo su primer asiento provisorio en la localidad de Las Heras provincia de Santa Cruz.
Con fecha 14 octubre de 1943 y por Superior Resolución Inserta en Boletín Militar Secreto Nro 2, se decreta que a partir del 15 de diciembre de 1943 se fija como asiento del Regimentó 25 la localidad de Puerto Deseado. Posteriormente con fecha 31 de agosto de 1944 se fija como asiento definitivo de la Unidad en la localidad de Colonia Sarmiento provincia del Chubut.
Dando cumplimiento a este decreto el 19 de marzo de 1945 se traslada el primer contingente por tierra, llegando a destino el 22 de marzo, el resto de la Unidad es traslada por mar llegando a Comodoro Rivadavia el 25 del mismo mes, y por tren hasta Sarmiento llegando en horas de la tarde del 26 de marzo 1945, finalizando así el traslado de la Unidad, y siendo su primer Jefe fue el Teniente Coronel DAVID LAVORI.
En el año 1965 pasa a denominarse Regimiento de Infantería 25. Desde entonces, muchos fueron los hechos memorables que jalonaron la historia de este Regimiento.
Participó en el Operativo Independencia en la provincia de Tucumán.
En 1982, año en que quedó grabado en la historia contemporánea nacional. El entonces Regimiento de Infantería 25, tuvo la responsabilidad y el honor de ser la primera Unidad del Ejército Argentino en pisar el añorado suelo malvinense, en el marco de la Operación "Virgen del Rosario".
Muestra de ello son las 5 condecoraciones que orgullosamente luce nuestra Bandera de Guerra.
* El Ejercito Argentino a la Campaña de Malvinas 1982.
* El Gobierno de la Provincia de Santa Fe a la Bandera que combatió en el Atlántico Sur.
* La Ciudad de Sarmiento a la primera Unidad del Ejército Argentino que recuperara las Islas Malvinas.
* Homenaje del Gobierno de la Provincia del Chubut a la primera Unidad que piso las Islas Malvinas.
* La Honorable Cámara de Diputados de la Nación al Regimiento de Infantería Mecanizado 25.

ACCIONES DEL REGIMIENTO DURANTE EL CONFLICTO CON EL REINO UNIDO DE GRAN BRETAÑA:
Los setenta y cuatro días de campaña no transcurrieron en vano, y al final de la misma, las bajas sufridas por la Unidad fueron una clara muestra del esfuerzo de la misma puesto en el cumplimiento de la misión.
Defensa de la altura 234
Esta misión fue encomendada al Subteniente Reyes, jefe de la Sección Apoyo de la Compañía "C", cuyo jefe era el Teniente 1ro Esteban.
Detectada la presencia naval enemiga en el Estrecho de San Carlos y su posterior desembarco, se inicia una tenaz defensa de la posición y posterior repliegue que se prolongaría por 24 días. Simultáneamente , el resto de la Subunidad también cumpliría con su misión de observación y posterior defensa de la posición, la que también, ante la manifiesta superioridad enemiga, realizó un repliegue de similares características al ejecutado por la Sección Apoyo, que finalizaría en Puerto Argentino.
Combate de Darwin
El 28 de mayo a las 06:00 hs inicia su ataque la 1/C/RI 25 "Bote", a cargo del Teniente Estévez, con la misión de aliviar la presión sobre la Compañía "A" del RI 12 y recomponer la primera línea. No solamente cumple la misión sino que pese a estar gravemente herido, regla el fuego de artillería e informa permanentemente de la situación que se vive. En esas circunstancias es herido nuevamente, pero esta vez ofrendando su vida.
El Cabo Mario Castro releva a su jefe haciéndose cargo de la radio hasta que es herido de muerte, siendo el Soldado Clase 62 Fabricio Carrascul, quién asume la responsabilidad, corriendo la misma suerte que sus heroicos jefes. La acción logra desorganizar al enemigo que interrumpe el ataque y comienza a replegarse, y en la que también pierden la vida los Soldados Clase 62 Zabala y Giraudo.
A las 10:30 hs se inicia un contraataque a cargo de la 2/C/RI 25, a cargo del Subteniente Gómez Centurión. Una patrulla adelantada observa a una compañía enemiga avanzando en dirección contraria lo que permite organizar una emboscada. Ante su desfavorable posición, el enemigo pide una capitulación, siendo el Jefe de Batallón, Teniente Coronel Jones, quién se adelanta con el fusil en alto. Ante la negativa del oficial argentino a las condiciones impuestas por aquél, se reinicia el combate siendo muerto en la acción el jefe inglés, perdiendo la vida heroicamente el Encargado de Sección Sargento Ismael García, y los soldados Austin y Allende. Horas después sería recuperado el Cabo Fernández, a través de las líneas enemigas. También pierden la vida en esta acción: Cabo Miguel Ángel Ávila; Cabo Héctor Rubén Oviedo; Soldado Ramón Ángel Cabrera; Soldado José Honorio Ortega.
Las pérdidas sufridas por el enemigo en esta operación fueron las siguientes:
12 Bajas de personal (muertos y heridos)2 Helicópteros Gazelle derribados.1 Helicóptero Sea King destruido en tierra.1Helicóptero Gazelle averiado.
El desigual combate y tres días de penoso repliegue, no serían motivo para doblegar la voluntad de nuestros hombres que horas después estarían dispuestos a cumplir una nueva misión en Goose Green.
Defensa de la posición "Virgen de las Victorias"
Esta misión primaria de la Unidad, se cumplió heroica y eficientemente, a lo largo de un mes y medio de combates, recibiendo fuego terrestre, aéreo y naval del enemigo.
Una patrulla de la Unidad destacada en Monte Low, al norte de la posición del aeropuerto, detecta el 1 de mayo la presencia de tres buques ingleses que se disponían a bombardear la pista. La novedad es transmitida al Comando de Puerto Argentino. A posteriori, las tres naves fueron atacadas por aviones de la Fuerza Aérea Argentina, en la única acción de ataque a buques enemigos visible desde la posición ocupada por la unidad.
La pista del aeropuerto permaneció operable durante los 74 días, no obstante las 130 Tn de explosivos arrojados por el enemigo.
Los héroes de esa desigual contienda fueron posteriormente condecorados por la fuerza y la Nación, según el siguiente detalle:
Personal fallecido
Medalla "La Nación Argentina al heróico valor en combate"
· Teniente Roberto Néstor Estévez
Medalla "La Nación Argentina la valor en combate"
· Sargento Sergio Ismael García
· Cabo Mario Rodolfo Castro
· Soldado Fabricio Edgard Carrascul
Medalla "La Nación Argentina al muerto en combate"
· Cabo Héctor Rubén Oviedo
· Cabo Miguel Angel Avila
· Soldado Horacio Lorenzo Giraudo
· Soldado Ramón Angel Cabrera
· Soldado Ricardo Andrés Austin
· Soldado José Honorio Ortega
· Soldado Arnaldo Enrique Zabala
· Soldado José Luis Allende
Por acciones en combate
Medalla "Cruz la Nación Argentina al heróico valor en combate"
· Subteniente Juan josé Gómez Centurión
Medalla "La Nación Argentina al valor en combate"
· Teniente 1ro Carlos Daniel Esteban
· Subteniente Oscar Roberto Reyes
· Cabo Hugo Omar Godoy
Medalla "Herido en combate"
· Cabo Emilio Gabriel Martín
· Soldado Miguel Angel Canyaso
· Soldado Roberto Blas Arguello
· Soldado Héctor Daniel Cepeda
· Soldado Carlos Alberto Moyano
· Soldado Víctor Hugo Inmenson
· Soldado Daniel Alejandro Ambrogio
· Soldado Santos Arce
· Soldado Eduardo Antonio Avila
· Soldado José Luis Bracamonte
· SoldadoRoger Javier Campagnoli
· Soldado Armando Raúl Orellana
· Soldado Sergio Daniel Rodríguez
· Soldado Orlando Javier Rufino
Medalla "Al mérito militar"
· Soldado Domingo Víctor Alamo
Medalla "Al esfuerzo y la abnegación"
· AOR Diego Leonardo Morano
· AOR Jorge Osvaldo Testoni
· Soldado Jorge Omar Ledesma
· Soldado Norberto René Aime
Otro hecho destacable por la Unidad en Malvinas está referida a que no se entregó la Bandera de Guerra al enemigo. Antes de la rendición, el JR ordenó cortar los soles y la moharra que fueron traídas al Regimiento entre la ropa de los soldados. El resto de la Bandera quedó enterrada cerca de las posiciones que el regimiento ocupara en el aeropuerto.
En un cofre se encuentran los soles y la moharra cortadas por el entonces Cabo Primero PATRICIO ALMIRON y guardadas en el interior de un douvet.
La Unidad cuenta con una Sala Histórica, la cual atesora recuerdos imborrables de aquella Gloriosa Gesta, la misma forma parte del circuito turístico de la Localidad.
Con a llegada de los VC M 113 en el año 1986, cambia a su actual denominación: Regimiento de Infantería Mecanizado 25.
Su permanente capacitación operacional la caracteriza como una de las Unidades capacitadas para responder, en forma inmediata y eficaz, a los requerimientos derivados del cumplimiento de la misión, dentro del marco de la Brigada Mecanizada IX.
Fotografía del monumento a sus 12 Héroes Caídos en Combate en las Islas Malvinas. En los combates de Darwin y Pradera del Ganso, 12 héroes de esta Unidad pasaron a la inmortalidad, destacándose ellos por su valor, abnegación y espíritu de sacrificio que fue mas allá del cumplimiento del sagrado deber militar.
Fuente: www.rimec25.ejercito.mil.ar

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miércoles, 16 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL GRUPO DE ARTILLERIA DE DEFENSA ANTIAEREA 161


El 10 de octubre de 1941, por decreto del Presidente de la Nación Dr. Ramón Castillo, se creó el Grupo Antiaéreo Liviano 1, con asiento en la localidad de Villa Mercedes (San Luis). Con el transcurso del tiempo, en su evolución orgánica, se convirtió en lo que hoy es el Grupo de Artillería Antiaéreo 161.
En 1942 fue emplazado en la ciudad de San Luis, capital de la provincia. En numerosas oportunidades cambió de denominación y dependencia, pero nunca abandonó la provincia de San Luis.
En 1952, se lo denominó Grupo Antiaéreo Pesado y en 1956 Grupo Antiaéreo Liviano 2
En 1964, en el marco de la reestructuración del Ejército, se lo denominó Grupo de Artillería de Defensa Aérea 141, pasando a constituir lo que por entonces se denominaron las Formaciones del Comando del IIIer Cuerpo de Ejército.
En 1981, se le cambia su denominación por la de Grupo de Artillería de Defensa Aérea 161, al pasar a depender del por entonces recientemente creado IVto Cuerpo de Ejército.
En los años 1974 y 1975 la unidad participó en el "Operativo Independencia" que por decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 261/ 75 del 07 de febrero de 1975, el Ejército Argentino desarrolló en los montes tucumanos, para erradicar las organizaciones subversivas que por entonces, pretendían imponer una zona liberada, destacando mensualmente personal con la finalidad de integrar los equipos de combate organizados para tal fin en la zona de operaciones.
Durante la movilización desarrollada por el Ejército Argentino en 1978 con motivo del conflicto limítrofe con Chile por el Canal de Beagle, se desplazó al sur del país, alistando sus bocas de fuego que no llegaron a entrar en combate, por una oportuna mediación papal que evitó el enfrentamiento armado con el país hermano, dirimiendo el conflicto en el campo diplomático.
En cumplimiento de una de las misiones subsidiarias del Ejército, a partir del año 1992, personal de oficiales y suboficiales de la Unidad participaron en operaciones militares de mantenimiento de la paz, bajo el mandato de Naciones Unidas, en Croacia y Chipre, recibiendo elogiosos conceptos por su actuación.
Por resolución del Jefe del Estado Mayor General del Ejército del 18 de febrero de 1999, el Grupo de Artillería de Defensa Aérea 161 pasa a denominarse Grupo de Artillería Antiaérea 161
Fuente: www.artilleria.ejercito.mil.ar

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martes, 15 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE MONTE 30


Esta Unidad, es depositaria de la custodia territorial y vigía de la Soberanía Nacional en la frontera N. E. Tiene sus cuarteles en Apóstoles (Misiones), Ciudad emplazada entre los dos Ríos mas caudalosos y extensos de la Cuenca del Plata, el Uruguay y Paraná, en la líneas que estos dos poderosos accidentes geográficos se estrechan en su máxima extensión.
Con fecha 15 de diciembre de 1944 se crea el III Batallón del Regimiento 30 de Infantería, mediante la incorporación de la clase 1923, con asiento en la Ciudad de Apóstoles (Misiones), constituyendo conjuntamente con el Grupo de Artillería 12 la Guarnición Ejército Apóstoles, dependiente del 12 Destacamento de Llanura, con asiento en la Ciudad de Posadas.
Su organización consistía en una Plana Mayor, una Sección de Comunicaciones, una Sección de Ametralladoras, una Sección de Morteros Brandt 81 mm, dos Compañías de tiradores y los servicios de Sanidad, Inteligencia y Veterinaria. La vida de este Batallón fue muy breve, ya que a fines de 1957 fue disuelto.
Durante tres años se constituyó en el Destacamento Cuartel “Apóstoles”, y posteriormente con fecha 15 de diciembre de 1960, se creó el actual Regimiento de Infantería de Monte 30, el que fue organizado con la totalidad del personal a principios de 1961, dependiendo de la VII Brigada de Infantería. Su organización comprendía al Jefe de Regimiento, 2do Jefe, una Plana Mayor, una Compañía Comando, las Compañías de Infantería A y B y la Compañía Logística.A partir del año 1968, la Unidad fue completando su edificación actual. Es así que se termina el pabellón de enseñanza dedicado a la Escuela Primaria, se inauguró la Sala Histórica y se comenzó a construir la Capilla, la que fue inaugurada en el año 1969.
Además de desarrollar la exigencias operacionales propias de su ambiente geográfico particular de monte, la Unidad se fue integrando a la población a través de diversas actividades de Acción Cívica, entre las que pueden mencionarse el apoyo con mano de obra especializada para la reparación y construcción de cinco escuelas en el interior de la provincia, las que consistían en edificios de seis aulas y una vivienda para el Director de la misma, terminándose de construir la última en el año 1981.
Durante el conflicto por la recuperación de las Islas Malvinas, se crea la Compañía de Infantería “C” y además, se aporta personal para organizar otros elementos del Ejército, entre ellos el Teniente ERNESTO EMILIO ESPINOSA, Oficial éste que muere en defensa de nuestra Soberanía en la Operaciones realizadas en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur y en su homenaje, el 30 de marzo de 1983, se impone su nombre a la Sala de Situación de la Unidad y a una Calle de la Ciudad de Apóstoles.
A partir de 1980, la Unidad depende orgánicamente de la Brigada de Monte XII, contribuyendo en la preparación de los cursillos de adaptación al monte y otros que realiza la Gran Unidad de Combate en este ambiente geográfico particular.
El 15 de diciembre del año 1994, la Unidad cumplió 50 años.
Durante el año 1995, se produce la baja de la última clase del Servicio Militar Obligatorio (Clase 1975) y se instrumenta la nueva Ley del Servicio Militar Voluntario, emprendiendo la Unidad las reestructuraciones orgánicas y edilicias para satisfacer las nuevas necesidades.
En 26 de noviembre de 1997 y en cumplimiento de la Directiva del JEMGE Nro 822/97 (Acciones de Reestructuración de la Br Mte XII), pasa a constituir la base del Destacamento de Monte 30. Al Regimiento de Infantería de Monte 30, se le agrega una Batería de Artillería, proveniente del disuelto Grupo de Artillería 12 y una Sección de Exploración de Caballería de Monte, del disuelto Escuadrón de Exploración de Caballería de Monte 12. A partir del 05 de enero del año 2000, el Destacamento incorpora a su Organización un Grupo Radioeléctrico conformado por personal del Arma de Comunicaciones y la agregación a orden de una Sección de Ingenieros perteneciente al Batallón de Ingenieros de Monte 12, constituyendo así la tan deseada y esperada integración entre las Armas, operando bajo un comando único.
En diciembre de 2003, se disuelve el Destacamento, recuperando la denominación de Regimiento de Infantería de Monte 30, conservando en su orgánica, sólo a la Sección de Exploración de Caballería de Monte.
En Mayo de 2005, la Unidad fue designada como Núcleo del Batallon Conjunto Argentino, que fue desplegado en la República de Haití desde el 03 de agosto de 2005 hasta el 22 de febrero de 2006 en cumplimiento de la Misión de Imposición de la Paz en dicha República, bajo el mandato de las Naciones Unidas.
En la actualidad, el Regimiento de Infantería de Monte 30, continúa con sus actividades y sus efectivos entrenan en técnicas y procedimientos de combate moderno, garantizando una acción eficaz tanto en el terreno selvático como en la sierra montuosa. Su armamento es apropiado para el combate en las distancias cortas, aptos para batir blancos fugaces e imprevistos con un gran volumen de fuego.
Sus integrantes al igual que todas las Unidades de la Fuerza, participan en Organizaciones Militares de Paz, como así también en actividades de apoyo a la comunidad
Fuente: www.rimte30.ejercito.mil.ar

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lunes, 14 de diciembre de 2009

ANIVERSARIOD E LA CREACION DEL BATALLON DE INTENDENCIA 601


Es importante recordar los orígenes de nuestras instituciones, en especial el nuestro, el del Batallón de Intendencia 601, cuyas bases se encuentran asentadas en estas tierras gloriosas y consideradas de fundamental valor histórico, ya que en ellas se gestaron las actuales instituciones de la República En el año 1925 se inició a restauración de El Palomar y casa histórica hoy destinada a museo. Durante el transcurso de la obra y dada la magnitud del proyecto se consideró la necesidad de contar con mayor espacio de terreno para la ampliación de instalaciones, contando con un acceso directo las vías del ferrocarril. Por esta causa se procede a la expropiación de los predios necesarios para este fin, lo que mas tarde fueron ocupados por el BATALLON DE INTENDENCIA 601, firmándose la escritura el 28 de diciembre de 1934.Tiempo después en parte de estas tierras expropiadas, el Ejército consideró oportuno instalar una Usina forrajera, con la construcción de silos y otras instalaciones adecuadas para su funcionamiento. La séptima División de Almacenes, dependiente de la Dirección General de Administración, contaba en estos terrenos con algunos Depósitos que administraba.
En enero de 1947 para mejor organización de las funciones de intendencia, se crea el Comando de Intendencia, de quien pasan a depender la División de Almacenes junto con las instalaciones situadas en El Palomar. En estos terrenos funcionaba también la Compañía de Intendencia Regional Buenos Aires, luego Compañía de intendencia 101. Por BPE Nro 2921, el 29 de diciembre de 1948 se inicia el funcionamiento de nuestra Panadería Militar. En los mismos terrenos y respondiendo a las necesidades y exigencias de una modernización de Ejército, ante los avances tecnológicos del momento se crea el Batallón de Intendencia 601, estructurado sobre las misiones e instalaciones de la División Almacenes de Comando de Intendencia. En el año 1970 el Batallón de Intendencia 601 se traslada a su actual asiento. El 29 de agosto de 1980, como resultado de gestiones realizadas por Oficiales Superiores de la Especialidad de Intendencia, por resolución del entonces Comandante en Jefe del Ejército Teniente General Leopoldo Fortunato Galtieri, se designa a esta Unidad con el nombre de “Antonio del Pino” recordando el nombre de quien actuó por primera vez, en nuestro Ejército, en las funciones profesionales que hoy cumple la especialidad de Intendencia.

Su Misión:
Ejecutar el abastecimiento de efectos en las actividades de almacenamiento, evacuación del abastecimiento, distribución y disposición final en cualquier momento y lugar para mantener los niveles de abastecimiento ordenados a fin de coadyuvar al cumplmiento de la misión

Fuente: www.bint601.ejercito.mil.ar

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domingo, 13 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL MANUEL DE ESCALADA


El 13 de diciembre de 1871 fallece en Buenos Aires el General Manuel de Escalada. Ingresó al ejército como Alférez de la 1ª. Compañía del 1er. Escuadrón del Regimiento de Granaderos a Caballo, en septiembre de 1812. Participó en el combate de San Lorenzo, del 3 de febrero de 1813. Integró el Ejército del Norte, asistiendo a los combates de Puesto del Marqués, Venta y Media y Sipe-Sipe. Como parte del Ejército de los Andes combatió en Chacabuco, siendo parte de las cargas de caballería que definieron la victoria sobre el ejército español. Después de la batalla fue el encargado de llevar a Buenos Aires el Parte que el General de San Martín dirigió al Director Supremo de las Provincias Unidas, diciendo: "En 24 días hemos cruzado las más altas cordilleras del globo y hemos batido al enemigo". Había nacido en Buenos Aires el 17 de junio de 1795.
Hijo de Antonio Jose de Escalada, era hermano de Remedios y de Mariano Escalada, y estudió en el Colegio de San Carlos de la Ciudad de Buenos Aires. Su hermana Remedios se casó con el comandante del Regimiento de Granaderos a Caballo, Coronel Jose de San Martin. Manuel fue uno de los primeros oficiales del cuerpo, al igual que su hermano. Juntos lucharon en la batalla de San Lorenzo y prestaron servicios en el Sitio de Montevideo hasta 1814. Vuelto a Buenos Aires, participó en la revuelta porteña de 1815, que siguió a la rebelión de Ignacio Alvarez Thomas en Fontezuelas. Escalada arrestó a Carlos Maria de Alvear, aunque finalmente lo dejó huir para que presentara la renuncia.
Reunido con su hermano, juntos hicieron la tercera expedición auxiliadora al Alto Perú. Después de las derrotas de Venta y Media y Sipe Sipe, cubrió la retirada del ejército a través de la Quebrada de Humahuaca con sus granaderos.
Tanto Manuel como Mariano Escalada se unieron al Ejercito de los Andes en 1816. Después de la Batalla de Chacabuco, Manuel Escalada galopó en catorce días hasta Buenos Aires trayendo la noticia, marcando un récord que lo convirtió en un héroe popular. Peleó en el asalto de Talcahuano, Cancha Rayada y Maipú. Después de esta última batalla, rompió su propia marca e hizo el recorrido en sólo doce días.[]
Tras participar en la segunda campaña al sur de Chile, fue ascendido a Coronel y llegó a comandar el Regimiento de Granaderos antes de pedir su retiro en 1819. Su hermano también lo había pedido, por su mala salud.
En 1820, al saberse de la derrota de Cepeda, se puso al frente de un ejército con el que pensaba enfrentar al caudillo Francisco Ramirez, pero a los pocos días regresó a Buenos Aires. Participó en varios de los conflictos del año 20, y acompañó al gobernador Dorrego en su campaña a San Nicolas de los Arroyos y a la Provincia de Santa Fe.
Pasó algo más de un año en la guarnición de la capital, y pasó a retiro con la reforma militar de Bernardino Rivadavia.
Volvió a tomar las armas como oficial de caballería en 1825, en el Ejército de Observación destinado a la Guerra del Brasil. Estando en ese destino, representó al presidente Rivadavia ante el gobernador entreriano Juan Leon Solas, amenazado por el General Ricardo Lopez Jordan (padre), y le ayudó a conservar el poder, pasando luego el gobierno aVicente Zapata.
Cuando en 1826 se hizo cargo del ejército el general Alvear, pidió la baja y se trasladó a Buenos Aires antes de recibir la respuesta, ya que lo consideraba su enemigo personal. Alvear lo declaró desertor, pero sin consecuencias.
Dos años más tarde fue enviado a ayudar a Fructuoso Rivera a defender las Misiones Orientales, que acababa de reconquistar. Ambos debieron retirarse a los pocos meses, porque la provincia volvió a manos del Imperio del Brasil por el tratado de paz. Ayudó a Rivera a regresar al Uruguay, junto con la mayor parte de los indios guaranies que quedaban.
A fines de 1828 participó en la revolución unitaria del General Juan Galo de Lavalle contra el gobernador Dorrego. Se dijo que fue uno de los oficiales que aconsejó su fusilamiento a Lavalle, y fue su ministro de guerra.
Tras la caída de Lavalle, a diferencia de los demás oficiales, no se exilió, ya que su fortuna lo ponía a cubierto de los ataques de sus enemigos. Fue también ministro de guerra del gobernador Juan Jose Viamonte. Su presencia en ese gobierno hizo que los partidarios de Rosas desconfiaran de Viamonte, a pesar de haber sido ellos quienes lo colocaron en el gobierno. Durante el segundo gobierno de Viamonte y el de Manuel Vicente Maza, fue comandante general de marina de la provincia.
Durante el gobierno de Rosas no participó en política y se retiró a una estancia. Sin embargo, participó de las habituales manifestaciones de la alta sociedad en apoyo del Restaurador[]. Su hermano Mariano no tuvo tanta suerte: se vio comprometido en el complot de Ramon Maza para derrocar a Rosas y fue arrestado en 1841. Liberado al poco tiempo, murió ese mismo año; era un año menor que Manuel.
Después de la Batalla de Caseros fue ministro de guerra del gobernador Vicente López y Planes. Organizó la Guardia Nacional; pronto se unió al partido unitario y fue nuevamente ministro de Guerra y Marina del gobierno de Pastor Obligado hasta 1857.
Ese año fue ascendido a General y asumió el mando de la frontera del sur; firmó un tratado con el Cacique Cipriano Catriel. Como el Cacique Cachul, amigo de éste, no reconociera el tratado, hizo una campaña hasta las tolderías, para obligarlo a aceptar la paz.[ ]Este tratado fue una de las causas que lo enfrentaron a Bartolome Mitre.
Abandonó Buenos Aires en 1858 y se trasladó a Parana. Allí fue elegido senador nacional. Participó en la campaña de Cepeda del lado de la Confederacion, aunque logró autorización de Urquiza, para no tomar parte en la batalla.
Después del Pacto de San Jose de Flores pasó definitivamente a retiro. Permaneció en Buenos Aires, donde su primo, el obispo de la ciudad, le aseguró que no sería molestado por su alianza con Urquiza. Quedó ciego hacia 1865. Falleció en Buenos Aires en diciembre de 1871.

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sábado, 12 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL CORONEL PEDRO JOSE DIAZ


Hijo de un militar, se enroló como soldado en el Regimiento de Granaderos a Caballo fundado por el General Jose de San Martin, y a principios de 1814 fue enviado al Ejercito del Norte. No participó de las campañas al Alto Perú, pero a fines de 1816 tomó parte en la campaña para aplastar la sublevación de Juan Francisco Borges en Santiago del Estero. Luego formó en el ejército que, al mando de Eustaquio Diaz Velez, hizo la campaña contra los Federales de la Provincia de Santa Fe.
Se unió en 1816 al Ejercito de los Andes e hizo la campaña de Chile, combatiendo en la Batalla de Chacabuco, en la campaña del sur de Chile, en la sorpresa de Cancha Rayada – luego de la cual se destacó reuniendo soldados dispersos – y en la batalla de Maipú. Después de esa batalla fue ascendido al grado de Capitán; hasta entonces sólo era sargento.
Hizo la campaña del Perú, combatiendo en Ica, en la toma de Lima – según sus memorias, fue el primer oficial patriota en entrar en la ciudad – y en la desastrosa campaña de Puertos Intermedios. En la sublevación del Callao, en que varios cuerpos se pasaron a los realistas, fue tomado prisionero y enviado a Puno, cerca del límite con el Alto Perú. Huyó con la ayuda de sus carceleros a fines de 1824, poco después de la Batalla de Ayacucho.
De regreso a Buenos Aires, se incorporó al ejército para la Guerra del Brasil. Reconocido con el grado de Teniente Coronel, combatió en la Batalla de Ituzaingo, tras la cual se le dio el grado de Coronel de Infantería.
Regresó a Buenos Aires con el General Juan Galo de Lavalle a cuyas órdenes participó en la revolución con que éste derrocó al Manuel Dorrego, y participó en las batallas de Navarro y Puente de Márquez.
Tras la derrota a manos de Juan Manuel de Rosas, se exilió en Montevideo, siguiendo a Lavalle. Allí se dedicó al comercio, apartado completamente de la actividad militar, hasta el año 1837, en que se unió con su jefe a la revolución de Fructuoso Rivera, combatiendo a sus órdenes en la Batalla de Palmar.
Participó junto al General Lavalle en 1839 en la Batalla de Yeruá. Fue jefe de una división del Ejercito de la Provincia de Corrientes, y tuvo una destacada actuación en la Batalla de Don Cristobal.
Continuó con el ejército hasta el ingreso a la Provincia de Buenos Aires, y la retirada desde allí hacia el norte. En la captura de la ciudad de Santa Fe fue el jefe que logró la rendición del jefe de la defensa, General Eugenio Garzon.
Cuando Lavalle se retiró en dirección a la Provincia de Córdoba, participó en la batalla de Quebracho Herrado. Durante el transcurso de la misma, debió contener con sus fuerzas de infantería las cargas de la división del General Angel Pacheco. Pese a la orden terminante del ayudante del general Lavalle de retirarse, abandonando a sus hombres, respondió:
"Dígale al general Lavalle que, donde mueren sus hombres, muere el coronel Díaz."
Tras perder la mitad de sus hombres, fue tomado prisionero junto a sus soldados; tomando un gran riesgo sobre su vida, se aseguró que no hubiera represalias de los vencedores sobre ellos. Sus vencedores respetaron el acto heroico de Díaz, en una batalla tras la cual varios oficiales unitarios fueron ejecutados.
Pasó los siguientes años prisionero en el cuartel de Santos Lugares. Temió especialmente por su vida en el año 1842, en que las represalias sobre los unitarios costaron decenas de muertes, pero logró ser trasladado a la ciudad de Buenos Aires a fines de ese año.
Fue liberado en 1849, reincorporado al ejército y reconocido en su grado militar. Se había hecho amigo del Coronel Antonio Reyes, jefe del campamento de Santos Lugares, que intercedió por él.
En 1851, al saber que el Ejercito Grande de Justo José de Urquiza, avanzaba hacia Buenos Aires aliado con el Imperio del Brasil, se unió espontáneamente al ejército de Rosas, sin ocultar en ningún momento su pertenencia convencida al partido unitario.
En la Batalla de Caseros, Rosas le dio el mando de la fuerza más importante de la infantería, con base central en la casona y palomar de Caseros. Se destacó por la valentía demostrada en el combate, y – a pesar de las sucesivas defecciones de las divisiones del ejército federal – se mantuvo en el frente de batalla hasta el final de la misma. Solamente cuando el jefe de la artillería, coronel Mariano Chilavert – otro unitario decidido, que había sido el jefe del estado mayor de Lavalle en 1839 – se quedó sin municiones, abandonó sus posiciones ya inútiles para salvar la vida de sus soldados.
Los dos últimos jefes en rendirse fueron Díaz y Chilavert. Éste último fue ejecutado al día siguiente, por decisión de Urquiza. Díaz tuvo más suerte, ya que varios amigos unitarios intercedieron por él, a pesar de que era generalmente considerado enemigo personal de Urquiza. Apenas conseguida su libertad, consiguió el indulto para el coronel Reyes.
Fue nombrado Capitán del puesto de Buenos Aires y participó en la Revolución Unitaria del 11 de septiembre. Fue ministro de guerra del gobernador Manuel Guillermo Pinto durante el sitio de Buenos Aires por el federal Hilario Lagos, con resultados brillantes.
Tras la muerte de Pinto y el final del sitio, se retiró a la vida privada, especialmente ofendido por el juicio contra Reyes, en que se pretendía condenarlo a muerte.
En 1856 fue nombrado nuevamente jefe de estado mayor del Estado de Buenos Aires. Enfermó gravemente por haberse expuesto al sol muchas horas, al concurrir al sepelio de su amigo de la época de la campaña del Perú, el Coronel Jose Melian.
Falleció en Buenos Aires en diciembre de 1857.
Es posible que la importante Avenida Coronel Diaz, de la Ciudad de Buenos Aires, se refiera a este personaje. Pero la resolución municipal que le dio nombre a la misma no aclaraba a quién se honraba y, para la fecha de la imposición del nombre, había habido ya más de diez coroneles de apellido Díaz en el Ejército Argentino. Desde entonces, los admiradores de cada uno de ellos se la adjudicaron a sus favoritos.



viernes, 11 de diciembre de 2009

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE LA TRINCHERA

Esta batalla tuvo lugar el 11 de diciembre de 1882 en la margen sud del lago Huechulafquen, Departamento Huiliches, provincia del Neuquén, entre las tropas al mando del teniente coronel graduado D. Juan Gregorio Díaz, con 2 oficiales y 25 individuos de tropa del Batallón 2 de Infantería de Línea, y 5 oficiales y 65 de tropa del Regimiento 5º de Caballería de Línea (1); contra la indiada de Ñancucheo. En relación al sitio de la contienda, por un error Vigil en su libro lo menciona en la margen Norte. El Dr. Gregorio Alvarez apelando a citas del comandante Prado y del Tcnl Walter difiere y solicita una rectificación del lugar declarado histórico por el Decreto Nº 8.729 de 1943; cita a las Memorias Militares pero no recurre a ellas al exponer sus fundamentos. Debe aclararse que el Decreto mencionado no especifica el lugar exacto ni menciona en qué margen se desarrolló el hecho, y esto porque tampoco el informe precedente de la Comisión Nacional lo trae. Es decir, que oficialmente no se ha señalado el lugar exacto del suceso.

Debido a ello y considerando que en los partes del combate que se transcribirá más adelante, no figura en cuál margen del lago se desarrolló el combate debimos cerciorarnos controlando toda la documentación de la Campaña, encontrando felizmente este detalle revelador: “Día 14 (enero de 1883). El día de hoy debía ser penoso por la marcha entre desfiladeros que debíamos efectuar. Nos movimos a las 3 y 10’ a.m. y a las 4 estábamos en la costa S. del Huichú Lauquen, avanzando al O. por dicha banda.

Hemos pasado tres desfiladeros. El primero, elevado del nivel del lago, 30 y tantos metros, no ofreció gran inconveniente; su última parte llamada “La Trinchera”, nos obligó a echar pie a tierra para pasarla. “La Trinchera” son moles de granito escalonadas y disgregadas en senda estrecha y talud rápido. En ella los indios se han defendido admirablemente, y 200 metros antes de atravesarla, fue herido de bala y ultimado por los vándalos, el teniente 1º del Regimiento 2º de Caballería, D. Joaquín Nogueira, el día 11 del mes de diciembre.

El segundo desfiladero ofrece el paso llamado “Cantra” o “Contra” más acá del cual las serranías esconden sus faldas, dejando una planicie estrecha pero de pastos profundos en donde acampamos a las 7 y media. Hasta Contra la marcha es de 4 leguas”.

Este informe avalado con la firma del coronel Enrique Godoy, Jefe de la Segunda Brigada, no deja lugar a dudas. Por lo que entendemos que no corresponde una rectificación del “lugar histórico”, sino el aclarar el verdadero sitio.

Parte del Combate

“Campamento en Quemequementreo (sic) – Diciembre 16 de 1882 – Al señor jefe de la 2ª Brigada, coronel D. Enrique Godoy – Tengo el honor de dirigirme a V. S. dando cuenta de la expedición a mi mando. El día 9 del corriente a las 11 p.m. recibí orden del Jefe accidental de la Brigada, teniente coronel Don Alejandro Montes de Oca, de pasar el río con 15 infantes, recibiendo del Jefe accidental del Regimiento 2º de Caballería, teniente coronel Don Roque Peiteado, 60 hombres de caballería y 10infantes más, tomar datos de este Jefe sobre la dirección que habían tomado los indios que sus fuerzas habían batido y tomándolos, perseguir los indios hasta alcanzarlos y batirlos.

A las 5 y media p.m. me puse en marcha de este punto y el 11 a las 3 de la mañana encontré la avanzada del cacique Nancucheo (sic) que se encontraba como a 4 leguas de sus toldos; inmediatamente mandé al teniente 1º del Batallón 2, Don Manuel Sontag, que los atacara, poniéndose éstos en fuga a dar aviso a la tribu y reunirse en un punto fortificado que tenían cerca de los toldos en el desfiladero Uichó-Lauquen (sic); antes de llegar a este punto se presentaron grupos de indios sobre nuestro flanco izquierdo; ordené al teniente Grimau del Regimiento 2, perseguir uno de éstos, sin conseguir darle alcance por lo elevado de la cordillera, continuando mi marcha hasta llegar al desfiladero, en el que me interné legua y media más o menos en donde una cantidad de indios estaban apostados en la cumbre de la sierra, defendiendo el paso arrojando piedras con hondas y haciendo rodar las más grandes, lo que ocasionó el caer a la laguna, que corre a pique a la derecha del camino, algunos caballos; en este punto tuve aviso por el teniente Nogueira, del Regimiento 2, que la excesiva piedra que arrojaban los indios dificultaban el paso, a lo que ordené seguir la marcha continuándola a pesar de todo acompañado del teniente Sontag.

“Hasta este momento no tenía conocimiento de la existencia en este punto de la fortificación hecha de palos a pique, piedras y madera amontonada, la que interceptaba y abrigaba a los enemigos armados a lanza y Remington. También se encontraban cantidad de ellos en la cumbre arrojando piedras, las que indudablemente habían sido preparadas allí con tal objeto. No se distinguía a los defensores por la buena posición que ocupaban, lo que hacía casi inútiles nuestras armas de fuego. Me permito llamar la atención de U.S. sobre esta trinchera que evidencia demasiados conocimientos sobre la construcción de ellas para poder ser hechas por los indios.

Viendo imposible el asalto de frente mandé echar pie a tierra a la fuerza, dejando una guerrilla que continuara el fuego para arredrar a los defensores y colocando los caballos defendidos en una arboleda que existe allí cerca, mandé al teniente Sontang con una guerrilla de infantes trepar a la cumbre de la cordillera y atacar el flanco derecho del enemigo…; y mientras se cumplía esa orden, se incorporó el teniente Grimau, el cual regresaba de perseguir la partida de indios que intentó flanquearnos al principio; en el acto le ordené echar pie a tierra y con soldados de infantería y caballería tomar por asalto la fortificación así que le protegiese la guerrilla del teniente Sontang, lo que dio por resultado que el enemigo abandonara su trinchera al verse flanqueado por donde menos pensaba, encontrándose en ella 3 carabinas Remington, varias lanzas y 4 caballos ensillados que quedaban en la falda de la cordillera; al trepar la fuerza del teniente Grimau, el soldado Funes del Regimiento 2 dio muerte a un indio.

El enemigo ha debido tener pérdidas de consideración, pues la mucha sangre que quedó en la trinchera como en el trayecto de la persecución lo hace presumir así, no encontrándose heridos ni cadáveres los que sin duda han sido ocultados en el bosque llevados durante más de dos horas y media que tardaríamos en flanquear y tomar la trinchera.

Una vez tomada la fortificación, traté de organizar la fuerza que se encontraba dispersa y con los primeros que pude reunir formé una guerrilla a pie que fue a reconocer el bosque hasta tanto se incorporase la fuerza y con los primeros caballos que llegaron ordené al teniente Grimau se pusiese en persecución del enemigo mientras yo esperaba los que quedaban en la falda de la cordillera. Concluida esta operación me puse en marcha en protección de dicho Teniente, y después de pasar un gran bosque, donde los indios habían cortado árboles grandes para impedirnos el paso, se empezaron a encontrar los toldos, pequeños grupos de hacienda (vacas y ovejas) juzgándose por el número de toldos que debe haber mucha chusma.

El estar bastante rendida la caballada de la fuerza que me acompañaba me determinó a hacer alto y recoger los animales que había en los alrededores, reconociendo personalmente el bosque con soldados de infantería y caballería a pie, continuando la persecución el teniente Sontang y sub-teniente Wappers del Batallón 2 con soldados de dicho cuerpo y del Regimiento 2 recorrían los toldos de Nancucheó donde como en la persecución se tomaron varias majadas formando un total de 800 ovejas más o menos, 180 vacas, ciento tanto caballos y yeguas, como también munición de Remington, pólvora y munición de caza, una espada, la gorra de gala del cacique Nancucheó y un muchacho que cuidaba una majada de ovejas y por él se supo que el citado cacique había salido el día anterior a reunir gente donde habían peleado con los cristianos.

Las pérdidas por nuestra parte, Señor Coronel, son bien sensibles por ser el primer choque y antes de descubrir la fortificación; herido gravemente el teniente 1º del Regimiento 2 de Caballería don Joaquín Nogueira y muerto el soldado Salomón del mismo cuerpo, ambos de bala, los caballos de ellos como el cadáver del soldado arrojados a la Laguna por las piedras, como también cuatro contusos de piedra, dos del Batallón 2 y dos del Regimiento, una carabina rota y varios caballos heridos de bala y piedra.

La gran distancia que tuve que dejar la caballada para evitar que las piedras la arrojaran a la laguna como la segura presencia el enemigo a nuestro franco derecho, a estar por las quemazones que se veían, me imposibilitaban continuar la persecución a mayor distancia que la llevada ya; por lo que dispuse regresar a protegerla y hacer cuidar a la vez al teniente herido, al que encontré muerto. A las 7 y media, me incorporé donde estaba la caballada y por los alféreces Montiel y Rouquaud supe que todo el día habían sido amenazados por grupos de indios que se presentaban con intención de arrebatársela, mas estos oficiales, cumpliendo mis órdenes, habían arreglado un corral con el objeto de asegurarla y tener pronta su fuerza si se atreviesen a atacarlos.

La disminución que V. S. notará en los arreos arrebatados al enemigo y los llevados a este campamento, tanto en ovejas como en vacas, ha sido causado por lo carneado, cantidad de corderos y terneros cansados o ahogados en los arroyos que ha habido que pasar, como indudablemente algunos que se habrán extraviado en los montes.

Los oficiales y tropas a mis órdenes han cumplido todos con su deber, permitiéndome recomendar particularmente a V. S. a los tenientes Sontang del Batallón 2, y Grimau del Regimiento 2, y al malogrado teniente Nogueira, cuyo valor y arrojo le han costado la vida, como al soldado Salomón en justo tributo a su memoria.

Al terminar este parte, tengo la satisfacción de felicitar a V. S. por el buen éxito obtenido por las fuerzas a mis órdenes de la Brigada de su digno mando. Dios guarde a V. S. – Juan G. Díaz”.

Diario de Marcha

Por su parte, al informarse en el Diario de Marcha de la llegada de esta columna, hecho ocurrido a las 10 a.m. del 15 de diciembre, se expresa: “La relación de su jornada es curiosa y ha causado asombro entre nosotros, por cuanto las circunstancias en que se ha efectuado, difieren enteramente de las conocidas hasta ahora en la guerra contra los indios. Basta decir que se vio precisado a desalojar al enemigo de un desfiladero en que se habían fortificado levantando trincheras que cerraban el paso, y desde las cuales fueron recibidos a balazos, en tanto, que una fila de guerreros coronaban los cerros a lo largo del desfiladero y desmoronaban cantidad de piedras sobre nuestros soldados que marchaban al ataque. Pero ya se sabe que una fortificación no es inconveniente de tal magnitud que pueda detener a nuestros soldados; y si esta fortificación está defendida por indios, no se debe preguntar el resultado de la acción.

Durante el combate fue herido de bala el teniente Don Joaquín Nogueira, del Regimiento 2 de Caballería, y murió algunos momentos después; y el soldado Salomón del mismo cuerpo, fue desbarrancado por un peñasco que lanzó caballo y jinete a una laguna profunda situada abajo del desfiladero”.

Orden de Brigada

A renglón seguido se inserta la Orden de Brigada de ese día (15) donde se expresa: “En los pocos días de campaña que cuenta la segunda Brigada, se han realizado operaciones tan diversas como fructuosas y librádose combates, dejando en cada uno de ellos sembrado el escarmiento, el terror y el castigo terrible para los salvajes, que desesperadamente en sus últimos momentos de exterminio han osado oponerse a nuestro paso.

“Algunas víctimas tenemos que lamentar por nuestra parte, todos pertenecientes al Regimiento 2 de Caballería de Línea; el teniente 1º D. Joaquín Nogueira y soldado Isidro Salomón, muertos valientemente al forzar una fortificación, tenazmente defendida, pero franqueada a los pocos momentos de lucha por nuestros bravos compañeros, bizarramente dirigidos por el teniente coronel D. Juan G. Díaz”.

Comentarios

Aparte de las demostraciones que merecían los que actuaban en hechos clasificados de “acción heroica”, el jefe de la Brigada acusó en los siguientes términos recibo del parte oficial: “Al aprobar, como lo hago, su proceder en dicha jornada, me es muy agradable felicitar a Ud. y subalternos por la actividad y tino empleado en la expedición, como por el valor demostrado en la pelea. Al elevar al superior su precipitado parte me haré un honor en recomendar a Ud. y fuerzas que condujo a las consideraciones que se han hecho acreedoras, sin olvidar una mención especial para la memoria del infortunado teniente Nogueira, muerto en su puesto de honor al forzar intrépidamente la fortificación enemiga”.

Con respecto a las exequias del oficial caído en el combate, en la Orden de Brigada antes mencionada se comunica: “Habiéndose conducido hasta este campamento los restos del infortunado teniente Nogueira, su inhumación se practicará hoy a las 6 de la tarde con los honores que por las ordenanzas le correspondes, en el lugar que se determinará con antelación, y que le servirá de tumba provisoria hasta tanto sea posible trasladarlos a lugar sagrado. Invítase a los señores Jefes, oficiales y tropa francos a acompañar hasta la última morada al que fue teniente 1º Don Joaquín Nogueira. – Firmado: E. Godoy”.

En la Orden de Brigada siguiente se lee: “Mañana a las 5 a.m. se celebrará una misa por el descanso de los que han perecido en su puesto en las diferentes operaciones que se han llevado a cabo en la presente campaña. Será oficiada por el presbítero D. José M. Beauvois.

Los cuerpos de la Brigada con el mayor número de plazas posibles, asistirán a este acto que tendrá lugar en la tienda del Detall de la expresada.

Las fuerzas serán mandadas por el segundo Jefe del Batallón 2 de Infantería de Línea, teniente coronel D. Juan G. Díaz. – Firmado: E. Godoy”.

En el Diario de marcha se anota ese mismo día: “A las 6 de la tarde se inhumaron los restos del teniente D. Joaquín Nogueira y se le hicieron los honores de ordenanza.

Todos los Jefes, todos los Oficiales y la tropa franca presente en el campamento acompañaron el cadáver hasta el paraje en que se le iba a depositar. Queda sepultado en la falda oriental de la colina que tenemos a nuestro frente”.

En las anotaciones correspondientes al día siguiente, domingo 17 de diciembre de 1882, se registran las siguientes novedades: “A las 5 de la mañana tiene lugar la misa en el sitio y en la forma indicada en la orden de ayer”.

Queriendo perpetuar la memoria de los que perecen en el cumplimiento del deber, el señor Coronel Jefe de la Brigada ha dado en la fecha la orden siguiente: Orden de Brigada – Para honrar la memoria de los compañeros de armas que han caído en su ley combatiendo por la causa de la civilización, de la cultura y del derecho, y como justo tributo a su valor y abnegación, el Coronel y Jefe de la Brigada ordena: 1) Llámase fortín “Teniente Nogueira”, al establecido en Pichi-Picun-Leufú, y que va a guarnecer un destacamento del Regimiento 2 de Caballería de Línea. – Firmado. E. Godoy”.

Acotaciones

Al referir el comandante Prado, que fuera compañero de armas y amigo del extinto Nogueira, los pormenores de este combate, según las referencias que él recogiera en su Unidad, manifiesta: “Cuando Sontag y los suyos alcanzaban la cumbre del cerro y los indios abandonaban el reducto, Nogueira recibió una herida de bala en la pierna que lo postró. La tropa seguía en persecución de los asaltantes sin mirar atrás. Sólo un soldado de Caballería, que vio caer a Nogueira, quedó con él.

Los indios que defendían el desfiladero, al ser éste forzado, huyeron en direcciones distintas; y uno de los grupos que no siguió la dirección del valle, apareció precisamente donde estaba herido Nogueira.

Este valiente, al ver acercarse el grupo de bárbaros contra el cual nada podía, ordenó al soldado que lo acompañaba que lo dejara y se salvase.

- ¿Y qué le hice yo, mi teniente -contestó el soldado aquel-, para que me trate así? ¿Por qué quiere que me porte como un canalla?

- Retírate rápido… Anda a buscar protección… Avísale al comandante, que ha de tener tiempo de venir.

- ¿Yo? –murmuró el soldado, comprendiendo la intención de su oficial y húmedos los ojos por el sentimiento-, ¿yo dejarlo a usted? No le obedezco, señor.

- Pero ¿y tu carabina?

- Se cayó al barranco… No importa… ¿y éste qué es?, ¿no vale nada? –añadió esgrimiendo el sable por encima de la cabeza.

- Bueno, entonces –tuvo tiempo aún de agregar Nogueira-, siéntame arrimado a aquella piedra y alcánzame la espada.

Veinte indios cayeron sobre el oficial y el soldado; éste, ágil como el gato, saltaba de un lado para el otro, entorno de su teniente, que a su vez se defendía, como era posible hacerlo sentado, con la hoja de su espada.

Por flojos que fueran los indios era imposible que no acabaran de una vez con aquellos dos valientes. Y así fue. Nogueira, cuando fue hallado, tenía el cuerpo acribillado a lanzazos, la cabeza separada del tronco y los miembros mutilados. El soldado, abandonado por los indios que lo creyeron muerto, fue recogido herido y llegó a restablecerse por completo”.

Queda librada la libre aceptación de la veracidad del relato, para lo cual ha sido munido de los antecedentes oficiales. La posibilidad de la certeza del hecho estriba en que gestos como el antedicho fueron comunes a lo largo y a lo ancho de la Patria, pues no fue patrimonio exclusivo de los soldados expedicionarios, ya que el valor, la abnegación, la lealtad, la camaradería y el sacrificio, fueron los principales atributos que distinguieron en todo tiempo al soldado argentino.

El Dr. Gregorio Alvarez considera veráz esta relación y finaliza su artículo, en el cual solicita la rectificación del dato aportado por Vigil y que se ha comentado al comienzo de este artículo, opinando: “En este lugar, además, debiera erigirse un monumento o una gran placa de bronce alusiva, que perpetúe la heroicidad del soldado argentino en la Campaña de los Andes”.


Fuentes: Raone, Juan Mario – Fortines del desierto – Biblioteca del Suboficial Nº 143, www. revisionistas.com.ar



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