Benjamín Victorica nació en Buenos Aires el 14 de setiembre de 1831, siendo sus padres, Bernardo Victorica, que desempeñó la Jefatura de Policía de la provincia de Buenos Aires por espacio de diez años durante el gobierno de Rosas; y Juana Josefa Vivanco. Se educó en el Colegio de los Jesuitas y en el Colegio Republicano de Buenos Aires. Se graduó en 1849 de doctor en jurisprudencia en la Universidad de Buenos Aires. Su tesis versó sobre “Los efectos del bloqueo”.
De 1849 a 1851 desempeño sus funciones de Oficial de la Asesoría del Gobierno y Auditoría General de Guerra y Marina. De 1851 al 52 actuó como secretario del General en Jefe de Vanguardia, Angel Pacheco, quien lo distinguió con su absoluta confianza. Con el grado de sargento mayor participó en el combate de los campos de Alvarez, el 31 de enero y en la Batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. Después de esta batalla Urquiza lo buscó y lo llamó a su lado como colaborador. El mismo ha narrado su primer encuentro con el entrerriano, en los días que Hilario Lagos sitiaba Buenos Aires: “Fueron el general Gerónimo Costa y el doctor Baldomero García los que me introdujeron a la relación con el general Urquiza. Habían ido a San Nicolás a visitarlo, y con motivo de la activa correspondencia que con ellos mantenía y que ellos comunicaban al general, informándole de la situación en que se encontraban las fuerzas de Lagos como la de Buenos Aires y tendencias políticas respectivas, el general los recomendó me escribiesen, indicándome que saliese a recibirlo a alguna distancia de Flores, pues deseaba antes de llegar, conversar conmigo e informarme suficientemente de algunas particularidades y de todo lo que él creyese necesario. Efectivamente, salí hasta el Puente de Márquez, encontrándolo en marcha, y siguiendo con él a caballo hasta Flores; durante esa marcha nada le quedó por saber de lo que deseaba instruirse. Desde el primer momento simpaticé con él, y me pareció que logré impresionarlo favorablemente. Me trató con suma afabilidad y se interesó en intimar relación conmigo, pues durante su permanencia en Flores me obligó a frecuentarlo, invitándome muchas veces a su mesa”.
“Apóstata maldito” habíale dicho a Urquiza en 1851, y las palabras se habían vuelto contra él en aquel verano de 1852, en que junto con Miguel Navarro Viola, Juan Agustín García, Juan del Campillo y otros, redactaban el periódico crítico-burlesco El Padre Castañeta, algunas de cuyas ediciones fueron secuestradas por el gobierno liberal.
En 1853 ocupó el cargo de Administrador de la Aduana Nacional, y al año siguiente, el de Oficial Mayor del Ministerio del Interior. Federalizado el territorio de Entre Ríos, ocupó en 1855 el juzgado de la instancia en lo criminal, civil y comercial. De 1856 a 1860, fue también diputado al Congreso Federal de Paraná como representante de Entre Ríos, y el general Urquiza lo llamó a su lado en calidad de secretario privado hasta que expiró su mandato presidencial. En 1860 fue Ministro de Guerra y Marina del presidente Derqui. En 1861 actuó nuevamente como Secretario de Guerra del General en Jefe del Ejército de la Confederación Argentina, Justo José de Urquiza, asistiendo en ese carácter a la Batalla de Pavón. Posteriormente fue elegido senador nacional desde 1862 a 1870. En 1874 fue Vocal y Vicepresidente del Consejo Nacional de Educación. En 1877 lo designaron Académico Titular de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
En 1880 al asumir la presidencia el general Julio A. Roca, es nombrado Ministro de Guerra y Marina, cargo que desempeñaba por segunda vez. Organizó las expediciones de la Armada a la Costa Patagónica, para el estudio de sus pueblos y fundación de sub-prefecturas, incluso en Tierra del Fuego e Isla de los Estados, donde fue establecido el primer faro en San Juan del Salvamento. En el año 1884 dirigió personalmente la campaña en el Chaco central y boreal. Adversario de la candidatura del Dr. Juárez Celman, renunció al Ministerio de Guerra y Marina el 11 de julio de 1885 para aceptar el nombramiento de ministro plenipotenciario y enviado extraordinario en la República Oriental del Uruguay. Terminada su gestión diplomática, Victorica reemplazó en setiembre de 1887 al Dr. José Benjamín Gorostiaga en el cargo de Presidente de la Suprema Corte de Justicia. Ejerció su alta investidura hasta julio de 1892, en que se jubiló.
Al subir a la Presidencia de la República el Dr. Luis Sáenz Peña, el 12 de octubre de 1892, el general Victorica ocupó por tercera vez la cartera de Guerra y Marina, que sólo ejerció hasta el 6 de junio de 1893, fecha en que hizo renuncia del puesto. Luego fue diputado al Congreso Nacional desde 1902 hasta 1906. Terminada su gestión parlamentaria pasó tiempo después a formar parte del Directorio del Banco de la Nación, primera institución oficial de crédito que tiene el país.
Falleció en Buenos Aires el 27 de enero de 1913. Formó su hogar con Ana Urquiza y López, hija de Justo José de Urquiza, con la que contrajo matrimonio en Concepción del Uruguay el 19 de marzo de 1857.
Fuentes: Chávez, Fermín – Iconografía de Rosas y de la Federación – Buenos Aires (1972) / www. revisionistas.com.ar / Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado. / Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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De 1849 a 1851 desempeño sus funciones de Oficial de la Asesoría del Gobierno y Auditoría General de Guerra y Marina. De 1851 al 52 actuó como secretario del General en Jefe de Vanguardia, Angel Pacheco, quien lo distinguió con su absoluta confianza. Con el grado de sargento mayor participó en el combate de los campos de Alvarez, el 31 de enero y en la Batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852. Después de esta batalla Urquiza lo buscó y lo llamó a su lado como colaborador. El mismo ha narrado su primer encuentro con el entrerriano, en los días que Hilario Lagos sitiaba Buenos Aires: “Fueron el general Gerónimo Costa y el doctor Baldomero García los que me introdujeron a la relación con el general Urquiza. Habían ido a San Nicolás a visitarlo, y con motivo de la activa correspondencia que con ellos mantenía y que ellos comunicaban al general, informándole de la situación en que se encontraban las fuerzas de Lagos como la de Buenos Aires y tendencias políticas respectivas, el general los recomendó me escribiesen, indicándome que saliese a recibirlo a alguna distancia de Flores, pues deseaba antes de llegar, conversar conmigo e informarme suficientemente de algunas particularidades y de todo lo que él creyese necesario. Efectivamente, salí hasta el Puente de Márquez, encontrándolo en marcha, y siguiendo con él a caballo hasta Flores; durante esa marcha nada le quedó por saber de lo que deseaba instruirse. Desde el primer momento simpaticé con él, y me pareció que logré impresionarlo favorablemente. Me trató con suma afabilidad y se interesó en intimar relación conmigo, pues durante su permanencia en Flores me obligó a frecuentarlo, invitándome muchas veces a su mesa”.
“Apóstata maldito” habíale dicho a Urquiza en 1851, y las palabras se habían vuelto contra él en aquel verano de 1852, en que junto con Miguel Navarro Viola, Juan Agustín García, Juan del Campillo y otros, redactaban el periódico crítico-burlesco El Padre Castañeta, algunas de cuyas ediciones fueron secuestradas por el gobierno liberal.
En 1853 ocupó el cargo de Administrador de la Aduana Nacional, y al año siguiente, el de Oficial Mayor del Ministerio del Interior. Federalizado el territorio de Entre Ríos, ocupó en 1855 el juzgado de la instancia en lo criminal, civil y comercial. De 1856 a 1860, fue también diputado al Congreso Federal de Paraná como representante de Entre Ríos, y el general Urquiza lo llamó a su lado en calidad de secretario privado hasta que expiró su mandato presidencial. En 1860 fue Ministro de Guerra y Marina del presidente Derqui. En 1861 actuó nuevamente como Secretario de Guerra del General en Jefe del Ejército de la Confederación Argentina, Justo José de Urquiza, asistiendo en ese carácter a la Batalla de Pavón. Posteriormente fue elegido senador nacional desde 1862 a 1870. En 1874 fue Vocal y Vicepresidente del Consejo Nacional de Educación. En 1877 lo designaron Académico Titular de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
En 1880 al asumir la presidencia el general Julio A. Roca, es nombrado Ministro de Guerra y Marina, cargo que desempeñaba por segunda vez. Organizó las expediciones de la Armada a la Costa Patagónica, para el estudio de sus pueblos y fundación de sub-prefecturas, incluso en Tierra del Fuego e Isla de los Estados, donde fue establecido el primer faro en San Juan del Salvamento. En el año 1884 dirigió personalmente la campaña en el Chaco central y boreal. Adversario de la candidatura del Dr. Juárez Celman, renunció al Ministerio de Guerra y Marina el 11 de julio de 1885 para aceptar el nombramiento de ministro plenipotenciario y enviado extraordinario en la República Oriental del Uruguay. Terminada su gestión diplomática, Victorica reemplazó en setiembre de 1887 al Dr. José Benjamín Gorostiaga en el cargo de Presidente de la Suprema Corte de Justicia. Ejerció su alta investidura hasta julio de 1892, en que se jubiló.
Al subir a la Presidencia de la República el Dr. Luis Sáenz Peña, el 12 de octubre de 1892, el general Victorica ocupó por tercera vez la cartera de Guerra y Marina, que sólo ejerció hasta el 6 de junio de 1893, fecha en que hizo renuncia del puesto. Luego fue diputado al Congreso Nacional desde 1902 hasta 1906. Terminada su gestión parlamentaria pasó tiempo después a formar parte del Directorio del Banco de la Nación, primera institución oficial de crédito que tiene el país.
Falleció en Buenos Aires el 27 de enero de 1913. Formó su hogar con Ana Urquiza y López, hija de Justo José de Urquiza, con la que contrajo matrimonio en Concepción del Uruguay el 19 de marzo de 1857.
Fuentes: Chávez, Fermín – Iconografía de Rosas y de la Federación – Buenos Aires (1972) / www. revisionistas.com.ar / Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado. / Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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