El día 30 de agosto de 1872 fallece en Valparaíso, Chile, el General
Román Antonio Deheza. Se lo denominó general de tres repúblicas. En
todas las acciones de guerra en que le tocó actuar, asombró por su valor
y temeridad. Inició su carrera militar en 1810, conduciendo
comunicaciones de la Junta de Buenos Aires al General Antonio González
Balcarce, y combatió en las batallas de Cotagaita, Suipacha y Huaqui.
Actuó a las órdenes del General Juan Gregorio de Las Heras destinado a
reforzar el ejército chileno, que se defendía de los contingentes
realistas enviados por el virrey del Abascal. Combatió en las batallas
de Cucha Cucha y Membrillar.
Pasó a las fuerzas del general O'Higgins, a cuyas órdenes luchó en la
derrota de Rancagua con el grado de capitán. Combatió en las batallas de
Chacabuco, Curapaligüe, Gavilán, en el asalto a Talcahuano y en la gran
victoria de Maipú.
Estuvo en el sitio de la Fortaleza del Callao y participó en la defensa
de la ciudad de Lima. De vuelta en el Plata, sirvió a las órdenes del
General José M. Paz, quién le otorgó los despachos de Coronel Mayor.
Emigró a Bolivia durante la dictadura de Rosas, regresando para
incorporarse nuevamente a las órdenes de Paz en el ejército que este
organizó contra Rosas en la Provincia de Corrientes.
Nació en la Ciudad de Córdoba en 1791. Cursó sus estudios en el Real
Colegio de Monserrat, dedicándose luego al comercio. Se enroló en el
Ejército del Norte en 1810, como voluntario, y combatió en las batallas
de Cotagaita, Suipacha y Huaqui.
En 1813 fue enviado a Chile, como oficial de la división cordobesa
(Batallón de Auxiliares Argentinos) a órdenes del después General Juan
Gregorio de Las Heras, destinada a reforzar el ejército chileno, que se
defendía de los contingentes realistas enviados por el Virrey del
Abascal. Combatió en las batallas de Cucha Cucha y Membrillar. Pasó a
las fuerzas del General Bernardo O’ Higgins, a cuyas órdenes luchó en la
derrota de Rancagua con el grado de Capitán.
Regresó a Mendoza, donde se incorporó al Ejército de los Andes que
estaba organizando el gobernador, General José de San Martín. En 1817
cruzó la Cordillera de los Andes y combatió en las batallas de
Chacabuco, Curapalige, Gavilán, en el asalto a Talcahuano y en la gran
victoria de Maipú. Permaneció después en la guarnición de Valparaiso,
con el grado de Teniente Coronel.
Formó parte de la campaña del Perú, como jefe del Batallón 11 de
Infantería - fundado por el General Las Heras - y peleó en la Batalla de
Cerro de Pasco, en que tuvo una actuación relevante. Participó en la
llamada “Campaña a puertos intermedios”, luchando en las derrotas de
Torata y Moquegua.
Retirado el General San Martín, luchó a órdenes de Simón Bolivar en
Junín, y a órdenes del General Antonio Sucre en la definitiva victoria
de Ayacucho. Por esta victoria fue ascendido al grado de Coronel.
Una vez de regreso en Buenos Aires, se unió al ejercito participando
activamente en la Guerra del Brasil, luchando en las victorias de
Bacacay, Yerbal e Ituzaingó. En esta última batalla fue el Jefe del
Estado Mayor, ya que el General Mansilla, que ocupaba ese cargo, dirigió
tropas en la batalla.
Regresó a órdenes del General Juan Galo de Lavalle a Buenos Aires y participó en la revolución de diciembre de 1828.
Cuando el General José Maria Paz invadió Córdoba, se unió a éste como su
Jefe de Estado Mayor. Fue el primer jefe que ocupó su ciudad natal, y
luego luchó en las batallas de San Roque y La Tablada. Después de esa
victoria, fusiló a 30 oficiales del General vencido, Facundo Quiroga.
También luchó en la Batalla de Oncativo y, tras esa victoria, Paz quedó
en libertad de imponer el unitarismo a todo el interior. Primero se
impuso en Cuyo, La Rioja y Catamarca, aliándose con las de Tucumán y
Salta.
Por considerarlo inofensivo, Paz había dejado de lado a Juan Felipe
Ibarra, caudillo de Santiago del Estero en paz. Pero en mayo de 1830,
esa provincia fue invadida por el tucumano Javier López. Tras una serie
de escaramuzas, López e Ibarra llegaron a una transacción, por la cual
fue electo Gobernador Manuel Alcorta.
Disconforme con el resultado, en septiembre de 1830, el general Paz
envió al coronel Deheza a tomar el mando militar y civil de la
provincia, para evitar que Ibarra la recuperase con el apoyo de
Estanislao Lopez. Deheza se hizo nombrar gobernador y enseguida comenzó a
tener problemas con los caudillejos federales, que lo iban aislando y
cercando en la capital de la provincia.
Su gobierno en Santiago fue una sucesión de desastres; Ibarra y el
salteño Pablo Latorre lo atacaban por todos lados. Vencían o eran
vencidos en pequeñas batallas, pero siempre volvían. Deheza dejó de
gobernador delegado a un coronel de apellido Gama y salió a
perseguirlos, pero debió regresar con las manos vacías. No obstante, Paz
lo ascendió a general. En nombre de la provincia que gobernaba, firmó
los tratados que establecían la Liga del Interior.
Cuando Paz cayó prisionero de Estanislao López, había otros dos
generales en el ejército unitario. El General Lamadrid estaba más cerca
de la capital y tomó el mando del mismo, ordenando la retirada a
Tucumán. Deheza se negó a obedecer a Lamadrid - habían sido ascendidos
el mismo día, por lo tanto su grado militar era el mismo - y, dejando a
Santiago bajo la protección de Javier López, se retiró con su escolta a
Tucumán. Ni siquiera pasó a saludar a Lamadrid: siguió de largo a
Bolivia.
Poco después, Ibarra entraba sin resistencia a Santiago y Quiroga
derrotaba - volvía a derrotar - a Lamadrid en la Ciudadela. Así
desaparecía la Liga del Norte y los federales pasaban a controlar toda
la Argentina.
Deheza se trasladó a Paraguay, donde el dictador Francia lo nombró su
Jefe de Estado Mayor. A la muerte de Francia, en 1840, pasó a Chile.
Allí se enroló en el ejército, en el que alcanzó el grado de Capitán
General.
El 30 de agosto de 1872, muere en Valparaíso, Chile.
http://www.fotolog.com/ejercitonacional
http://www.facebook.com/EJERCITO.NACIONAL.ARG
No hay comentarios:
Publicar un comentario