El día 20 de septiembre de 1821, se produce el nombramiento del General
José de San Martín como Capitán General del Ejército de Chile. El
Director Supremo de Chile, General Bernardo O'Higgins, lo honra con esa
jerarquía.
Asimismo, exactamente un año después de esto, el día 20 de septiembre de
1822 el General José de San Martín efectua la solemne dimisión como
Protector del Perú. Ante el Congreso Constituyente peruano se despoja de
la banda bicolor roja y blanca, símbolo de su autoridad, declarando:
"Al deponer la insignia que caracteriza al jefe supremo del Perú no hago
más sino cumplir con mis deberes y con los votos de mi corazón". A
continuación abandonó el recinto. Partió luego rumbo a Chile donde
permaneció hasta enero de 1823. Cruzó por última vez los Andes, estuvo
unos días en Mendoza y pidió autorización para entrar en Buenos Aires
para poder ver a su esposa, que estaba gravemente enferma. Rivadavia,
ministro de gobierno del gobernador Martín Rodríguez, le negó el permiso
argumentando que no estaban dadas las condiciones de seguridad para que
San Martín entrara a la ciudad.
En un principio el general se había negado a aceptar el cargo, pero el
clamor popular y los consejos de su amigo y secretario, Bernardo de
Monteagudo, le hicieron recordar que el peligro realista no había
desaparecido, que las fuerzas del virrey se estaban reorganizando en los
cuatro puntos cardinales del Perú y que por lo tanto su presencia se
hacía imprescindible para terminar definitivamente con el dominio
español.
San Martín abolió la esclavitud y los servicios personales (mita y
yanaconazgo), garantizó la libertad de imprenta y de culto, creó
escuelas y la biblioteca pública de Lima. Debió enfrentar graves
dificultades financieras, lo que creó entre la población un creciente
descontento. Pese a las dificultades San Martín pudo controlar la
situación y lograr la rendición de los realistas del Sur y del Centro
del Perú.
Mientras San Martín llevaba adelante su campaña desde el Sur, Bolívar,
lo venía haciendo desde el Norte. El general Sucre, lugarteniente de
Bolívar, solicitó ayuda a San Martín para su campaña en Ecuador. El
general argentino le envió 1600 soldados que participaron
victoriosamente en los combates de Riobamba y Pichincha que garantizaron
la rendición de Quito. Finalmente los dos libertadores decidieron
reunirse. La famosa entrevista de Guayaquil, en Ecuador, se realizó
entre los días 26 y 27 de julio de 1822. Había entre ellos diferencias
políticas y militares. Mientras San Martín era partidario de que cada
pueblo liberado decidiera con libertad su futuro, Bolívar estaba
interesado en controlar personalmente la evolución políticas de las
nuevas repúblicas. El otro tema polémico fue quién conduciría el nuevo
ejército libertador que resultaría de la unión de las tropas comandadas
por ambos. San Martín propuso que lo dirigiera Bolívar pero éste dijo
que nunca podría tener a un general de la calidad y capacidad de San
Martín como subordinado. El general argentino tomó entonces una drástica
decisión: retirarse de todos sus cargos, dejarle sus tropas a Bolívar y
regresar a su país.
En la imagen, el único retrato que existe del General José de San Martín
con el uniforme de Protector del Perú con su respectiva banda bicolor.
Al fondo de la pintura se ve la entrada y la ciudad de Lima.
Este óleo se encuentra actualmente en el Museo del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín.
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