En el día en que la Especialidad de Arsenales festeja el aniversario de su creación y celebra a su patrono, San Martín de Tours, hacemos llegar nuestros saludos a todos los integrantes. Breve Reseña Histórica del Comando de Arsenales
La Especialidad de Arsenales nació con los albores de la Patria, por cuanto antes de estallar la Revolución de Mayo, en el Virreinato del Río de la Plata solamente existía la "Armería Real" en la que revistaban un maestro mayor de armería, ocho oficiales y peones, que apenas funcionaba como depósito y lugar de mantenimiento pero sin capacidad de producción; y el "Parque de Artillería" que almacenaba los cañones, obuses y morteros que se encontraban fuera de servicio. Por el año 1806, antes de las Invasiones Inglesas, existió en Buenos Aires el Cuerpo de Maestranza de Artillería, dividido en dos secciones: carpintería y herrería. Dicho Cuerpo efectuaba actividades tales como reparar armas, reparar y construir bases para cañones de batalla, de plaza y carruajes, construir lanzas, sables y espadas, almacenar pólvora y mantener en depósito el material de artillería fuera de servicio.
Durante las Invasiones Inglesas se destacó la participación del Sargento Mayor de Artillería Esteban de Luca, quien con su empeño y creatividad organizó los primeros servicios para la fabricación de cañones y fusiles. Al mismo tiempo que Domingo Matheu se encontraba instalando la primera fábrica de pólvora y municiones.
A partir del 2 de septiembre de 1810 se concluyó la organización de la fábrica de fusiles esta vez a cargo de Matheu. En 1811 se estableció una fábrica de fusiles en Tucumán bajo la Dirección de Clemente Zavaleta y una fábrica de pólvora en Córdoba.
En 1812 el gobierno central encaró la producción de piezas de artillería y para ello se designó a D Angel Monasterio y al Barón de Holmberg, al mando de una fábrica instalada en Jujuy.
A la hora de la emancipación americana, la futura especialidad de arsenales se hizo presente con su esfuerzo silencioso y fecundo cuando, el General San Martín a fin de solucionar el problema de abastecimiento del Ejército de los Andes, nombró a Fray Luis Beltrán a cargo de la maestranza y laboratorio del Estado de Mendoza, debiendo cumplir con la misión de forjar las armas que llevaron por América el grito de libertad.
El 19 de enero de 1816, el ya Capitán Esteban de Luca fue designado Director de la Fábrica de Fusiles, donde se obtenía igual calidad que en la experimentadas fábricas europeas.
La totalidad de los establecimientos que configuraban el Servicio de Arsenales, en la medida en que pudieron subsistir, fueron reunidos en 1817, bajo un mando común, pasando a depender de lo que posteriormente sería la Inspección General del Ejército.
A través de un decreto del 24 de septiembre de 1822 se dispuso marcar el armamento con la inscripción de Buenos Aires, penando con arresto y pago del valor del arma al que la perdiese, aumentando dicha pena para aquel que comercializara con ellas.
En 1827, también por decreto se creó la maestranza de artillería en la cual se capacitaban los oficiales en tres ramas: carpintería, armería y mixta (dedicada a la fabricación de munición). Durante la presidencia de Julio A. Roca, su ministro de Guerra, General Victorica, dispuso la constitución del "Arsenal de Guerra", que fue el primer elemento de Arsenales orgánico del Ejército producto de un plan preconcebido y estudiado. La tarea fue encomendada al Coronel Domingo Viejobueno, y para su asentamiento se construyó un edificio en el predio ubicado entre las calles Combate de los Pozos, Pichincha, Caseros y Garay.
Posterioriormente, en 1885 con el nombre de Arsenal Principal de Guerra se creó el actual Batallón de Arsenales 601, en 1863 se creó la Dirección General de Materiales y en 1897 la Dirección General de Arsenales de Guerra, cuya finalidad era coordinar la actividad de todos los talleres y fábricas; su primer Director fue el Cnl D Pablo Riccheri.
Dada la cantidad de materiales, la diversidad de procesos de fabricación y la necesidad de abastecer racionalmente a las Unidades, y para cumplir con dicha finalidad, se creó la Escuela de Operarios Militares, a fin de dotar con personal idóneo a los Arsenales y Talleres del Ejército. En 1921 se creó el Batallón de Arsenales como dependencia de la Dirección General de Materiales del Ejército (DGME) y entre los años 1943 y 1954 se crean talleres en distintos puntos del país para lograr un eficiente apoyo zonal.
En 1964, como consecuencia de las modificaciones operadas en la organización del Ejército, la Dirección General de Materiales del Ejército se transformó en el Comando de Arsenales. Por ley 19.101 del año 1971, el Presidente de la Nación decretó la creación del Escalafón "Servicio de Arsenales" en la categoría Personal Superior dentro del Cuerpo Profesional, a partir del 01 de enero de 1972, expresando que: "...razones orgánicas determinaron la conveniencia de contar con Personal Superior especializado en Arsenales, a fin de que las funciones típicas del mismo, sean cumplidas por personal especialmente reclutado y capacitado a tal fin; que la experiencia aconseja que dicho personal se forme en el Comando de Institutos Militares, mediante su reclutamiento por el Colegio Militar de la Nación", egresando de esa casa de estudios, a partir de 1976 los Oficiales de Arsenales.
El espíritu que los anima quedó demostrado durante la Guerra de Malvinas, donde superando obstáculos, apoyaron a las tropas permitiéndoles mantener su capacidad y potencia de fuego. Desde 1987 bajo la denominación de "Dirección de Arsenales", la especialidad adquiere la organización actual. Hoy, numerosos son los Arsenaleros que, formando parte de las misiones en la Organización de las Naciones Unidas, participan en la importante tarea de mantener la paz en el mundo. La evolución orgánica y tecnológica ha dado a esta Especialidad singular importancia por lo que sus miembros forman parte del Cuerpo de Comando del Ejército.
La Especialidad de Arsenales nació con los albores de la Patria, por cuanto antes de estallar la Revolución de Mayo, en el Virreinato del Río de la Plata solamente existía la "Armería Real" en la que revistaban un maestro mayor de armería, ocho oficiales y peones, que apenas funcionaba como depósito y lugar de mantenimiento pero sin capacidad de producción; y el "Parque de Artillería" que almacenaba los cañones, obuses y morteros que se encontraban fuera de servicio. Por el año 1806, antes de las Invasiones Inglesas, existió en Buenos Aires el Cuerpo de Maestranza de Artillería, dividido en dos secciones: carpintería y herrería. Dicho Cuerpo efectuaba actividades tales como reparar armas, reparar y construir bases para cañones de batalla, de plaza y carruajes, construir lanzas, sables y espadas, almacenar pólvora y mantener en depósito el material de artillería fuera de servicio.
Durante las Invasiones Inglesas se destacó la participación del Sargento Mayor de Artillería Esteban de Luca, quien con su empeño y creatividad organizó los primeros servicios para la fabricación de cañones y fusiles. Al mismo tiempo que Domingo Matheu se encontraba instalando la primera fábrica de pólvora y municiones.
A partir del 2 de septiembre de 1810 se concluyó la organización de la fábrica de fusiles esta vez a cargo de Matheu. En 1811 se estableció una fábrica de fusiles en Tucumán bajo la Dirección de Clemente Zavaleta y una fábrica de pólvora en Córdoba.
En 1812 el gobierno central encaró la producción de piezas de artillería y para ello se designó a D Angel Monasterio y al Barón de Holmberg, al mando de una fábrica instalada en Jujuy.
A la hora de la emancipación americana, la futura especialidad de arsenales se hizo presente con su esfuerzo silencioso y fecundo cuando, el General San Martín a fin de solucionar el problema de abastecimiento del Ejército de los Andes, nombró a Fray Luis Beltrán a cargo de la maestranza y laboratorio del Estado de Mendoza, debiendo cumplir con la misión de forjar las armas que llevaron por América el grito de libertad.
El 19 de enero de 1816, el ya Capitán Esteban de Luca fue designado Director de la Fábrica de Fusiles, donde se obtenía igual calidad que en la experimentadas fábricas europeas.
La totalidad de los establecimientos que configuraban el Servicio de Arsenales, en la medida en que pudieron subsistir, fueron reunidos en 1817, bajo un mando común, pasando a depender de lo que posteriormente sería la Inspección General del Ejército.
A través de un decreto del 24 de septiembre de 1822 se dispuso marcar el armamento con la inscripción de Buenos Aires, penando con arresto y pago del valor del arma al que la perdiese, aumentando dicha pena para aquel que comercializara con ellas.
En 1827, también por decreto se creó la maestranza de artillería en la cual se capacitaban los oficiales en tres ramas: carpintería, armería y mixta (dedicada a la fabricación de munición). Durante la presidencia de Julio A. Roca, su ministro de Guerra, General Victorica, dispuso la constitución del "Arsenal de Guerra", que fue el primer elemento de Arsenales orgánico del Ejército producto de un plan preconcebido y estudiado. La tarea fue encomendada al Coronel Domingo Viejobueno, y para su asentamiento se construyó un edificio en el predio ubicado entre las calles Combate de los Pozos, Pichincha, Caseros y Garay.
Posterioriormente, en 1885 con el nombre de Arsenal Principal de Guerra se creó el actual Batallón de Arsenales 601, en 1863 se creó la Dirección General de Materiales y en 1897 la Dirección General de Arsenales de Guerra, cuya finalidad era coordinar la actividad de todos los talleres y fábricas; su primer Director fue el Cnl D Pablo Riccheri.
Dada la cantidad de materiales, la diversidad de procesos de fabricación y la necesidad de abastecer racionalmente a las Unidades, y para cumplir con dicha finalidad, se creó la Escuela de Operarios Militares, a fin de dotar con personal idóneo a los Arsenales y Talleres del Ejército. En 1921 se creó el Batallón de Arsenales como dependencia de la Dirección General de Materiales del Ejército (DGME) y entre los años 1943 y 1954 se crean talleres en distintos puntos del país para lograr un eficiente apoyo zonal.
En 1964, como consecuencia de las modificaciones operadas en la organización del Ejército, la Dirección General de Materiales del Ejército se transformó en el Comando de Arsenales. Por ley 19.101 del año 1971, el Presidente de la Nación decretó la creación del Escalafón "Servicio de Arsenales" en la categoría Personal Superior dentro del Cuerpo Profesional, a partir del 01 de enero de 1972, expresando que: "...razones orgánicas determinaron la conveniencia de contar con Personal Superior especializado en Arsenales, a fin de que las funciones típicas del mismo, sean cumplidas por personal especialmente reclutado y capacitado a tal fin; que la experiencia aconseja que dicho personal se forme en el Comando de Institutos Militares, mediante su reclutamiento por el Colegio Militar de la Nación", egresando de esa casa de estudios, a partir de 1976 los Oficiales de Arsenales.
El espíritu que los anima quedó demostrado durante la Guerra de Malvinas, donde superando obstáculos, apoyaron a las tropas permitiéndoles mantener su capacidad y potencia de fuego. Desde 1987 bajo la denominación de "Dirección de Arsenales", la especialidad adquiere la organización actual. Hoy, numerosos son los Arsenaleros que, formando parte de las misiones en la Organización de las Naciones Unidas, participan en la importante tarea de mantener la paz en el mundo. La evolución orgánica y tecnológica ha dado a esta Especialidad singular importancia por lo que sus miembros forman parte del Cuerpo de Comando del Ejército.
Fuente: www.arsenales.ejercito.mil.ar
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