domingo, 31 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL TENIENTE PRIMERO OSCAR ABEL LUCIONI


El Teniente Primero Oscar Abel Lucioni, nació el 10 de febrero de 1944 en la ciudad de Buenos Aires. Ingresó al Colegio Militar de la Nación en febrero de 1964, y egresó como Subteniente del arma de Caballería en diciembre de 1967. Prestó servicios en varias unidades del arma y en 1975 fue destinado a la Compañía Comando y Servicios del Estado Mayor General del Ejército, su último destino antes de su muerte. Fue ascendido post-mortem a Capitán, estaba casado con la señora Ana María Domínguez y era padre de tres hijos.
El 21 de Octubre de 1976, poco después de las 07:00 horas, el Teniente Primero Lucioni salió de su domicilio particular, próximo a las calles Zapiola y Mendoza, para dirigirse a su actividad diaria en el Estado Mayor General del Ejército. Luego de dejar el edificio donde vivía caminó pocos metros hasta llegar a su automóvil estacionado en la calle. Llegó hasta el coche y en el momento en que lo abría recibió el primero de los nueve impactos que acabaron con su vida.
Aunque el ataque se produjo por sorpresa y por la espalda, el Teniente Primero Lucioni alcanzó a empuñar su arma contra los subversivos que lo emboscaron. La reacción aceleró la fuga de los 6 atacantes y permitió que aún sangrante y desfalleciente, regresara hasta encontrar al encargado de su edificio a quien entregó su arma para que ésta no le fuera arrebatada. Seguidamente auxiliado por la rápida reacción de un joven vecino, fue llevado a un vehículo conducido por una mujer, al Hospital Pirovano desde donde más tarde fue trasladado al Hospital Militar.
El Teniente Primero Lucioni falleció a los nueve días del atentado, el día 30 de octubre a las 16:00 horas. El grupo paramilitar Montoneros se adjudicó el asesinato.

"Nosotros al verles, siempre diremos con admiración: He ahí; esos sellaron con su sangre y sus espadas la libertad de su patria y sus nombres irán de padres a hijos, de generación en generación.” Esta frase es de 1826, nunca mejor aplicada para recordar a Héroes del ayer.
Ese y no otro, es el Ejército de San Martín, Belgrano y Güemes. Recordarlos y homenajearlos no es un delito. Para ellos y para los Argentinos que murieron por la Patria, nuestro mas sincero homenaje.

Fuente: Página Web de la Comisión de Homenaje Permanente a los Muertos por la Subversión.

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sábado, 30 de octubre de 2010

DÍA DE LA POLICÍA FEDERAL ARGENTINA


(ÚLTIMO SÁBADO DEL MES)


La misión de la Policía Federal Argentina se remonta a la época de fundación de la ciudad de La Trinidad y puerto de Santa María de Buenos Aires (1580), en que los alcaldes ejercían ya funciones judiciales y policiales.
En su día, saludamos a todos los integrantes de esta fuerza y honramos la memoria de aquellos caídos en defensa de la seguridad pública.

Su Historia
Fundada la Ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de Buenos Aires por Juan de Garay el 11 de junio de 1580, fueron designados los integrantes del primer Cabildo, entre ellos los Alcaldes de 1º y 2º voto, quienes ejercían funciones judiciales y policiales.
En tanto el Cuerpo no dispuso de edificio, las funciones eran ejercidas desde los propios domicilios de los nombrados, y más tarde, cuando contaron con el, en la sede del mismo. Esta práctica continuó a lo largo de los años por quienes los reemplazaron (Diputados de Policía, Intendentes Generales de Policía y Gobernadores Intendentes) en ocasiones por falta de espacio en el Cabildo
Siendo Gobernador Intendente con funciones anexas de Intendente General de Policía, el Coronel Mayor Eustoquio Díaz Velez, ante el fracaso de las gestiones que realizara para lograr espacio adecuado con destino a sus oficinas, arrendó el 1º de enero de 1818 una finca con ese propósito, que por insuficiente espacio trasladó a fines del mismo año a otra, también alquilada, sita en las calles Perú y Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen).
En 1820, luego de la desaparición de la Gobernación Intendencia y de la Intendencia General de Policía, volvió la función policial a manos del Cabildo, y el Diputado de Policía designado, Miguel de Mármol Ibarrolla, trasladó las oficinas a su domicilio, ubicado en las calles Belgrano y Defensa.
Suprimido el Cabildo de Buenos Aires el 31 de Diciembre de 1821, se creó el cargo de Jefe de Policía, siendo designado para tales funciones Don Joaquín de Achaval, que se instaló provisoriamente en dos habitaciones del edificio del Cabildo. No obstante, ante la imperiosa necesidad de contar con más amplios locales para organizar la nueva Institución que se le confiaba, así lo gestionó ante el Ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia.
El 22 de Febrero de 1822 se arribó a la obtención del local, asignándose el antiguo palacio que fuera residencia del Obispo Diocesano, que databa de 1761. Fue habilitado el 17 de marzo de 1823. Su ubicación, en la actual calle Bolívar era lindera por el costado sur con el Cabildo.
Una circunstancia al progreso edilicio de la ciudad posibilitó que se construyera el actual Departamento de Policía, y ésta fue el proyectado trazado y posterior apertura de la Avenida de Mayo, a raíz de lo cual deberían demolerse todos los edificios de las manzanas que desde el Departamento de Policía antiguo, llegaban hasta las actuales calles Sáenz Peña - Paraná
El 11 de agosto de 1884, se celebró contrato con el arquitecto Juan A. Buschiazzo para la confección del proyecto, planos y presupuestos, en la manzana que sugirió fuese comprendida por las calles Rivadavia, Victoria, Cevallos, Lorea (hoy Sáenz Peña), lugar que por decreto del Poder Ejecutivo Nacional en Acuerdo de Ministros, se cambió por el del predio Moreno, Belgrano, Cevallos, Lorea.
El 6 de octubre del mismo año se llamó a licitación pública para la construcción, que fue adjudicada a la firma L. Stevens y Cía., habiendo dirigido la obra el arquitecto italiano Francisco Tamburini, con la participación de los arquitectos Juan A. Buschiazzo y Ernesto Bunge.
El edificio resultante se integró con dos plantas por la calle Moreno, que se prolongaban hacia el sur por las calles Cevallos y Lorea unos 54 metros, el resto de ellas y la totalidad del frente de Belgrano, eran de una sola planta. Finalizadas las obras y previo traslado de la mayor parte de las dependencias policiales desde el Cabildo, se procedió el 4 de noviembre de 1888 a su inauguración, siendo Jefe el Coronel Alberto Capdevilla. El Cuerpo de Bomberos se mudó al sector que le estaba reservado en la planta baja de Belgrano, el 11 de marzo de 1889.
Posteriormente, el crecimiento institucional hizo que la capacidad del edificio resultase insuficiente. En 1915, fueron instalados los ascensores correspondientes a la entrada de Moreno 1550. Ya había comenzado el traslado de algunas dependencias fuera del departamento, operándose la salida del Archivo General, Talleres Mecánicos y Garage, Imprenta, entre otros.
El 9 de mayo de 1974 fue inaugurado en el Patio de las Palmeras un monumento al primer Jefe de la Policía de la Capital, Don Marcos Paz. Entre 1912 y 1915 se realizaron las obras de construcción del segundo piso por la calle Moreno, comprendiendo también un primer piso sobre Belgrano destinado al Cuerpo de Bomberos
Hacia 1934, se realizaron ampliaciones construyéndose entrepisos que duplicaron la capacidad y se edificó la galería del segundo piso.
El 4 de noviembre de 1938, al cumplirse el cincuentenario de la instalación del Departamento en el edificio, siendo jefe el Coronel Alberto Capdevilla, el Círculo de Retirados de la Policía y Bomberos de Capital, descubrió una placa de mármol blanco en el hall de ingreso, en homenaje al acontecimiento.
La última etapa de construcciones en el Departamento Central, data de principios de 1944, consistiendo en la edificación de los pisos 2º a 5º por Cevallos y Sáenz Peña, para que el conjunto tuviera la misma altura exterior, con comunicaciones entre el sector de Moreno a Belgrano por los pisos 1º y 2º, y de Belgrano a Moreno por el 2º y 4º.
Teniendo en cuenta que las obras se han concretado en tres etapas: 1888, 1915 y 1944, cabría tramitar la declaración de "Monumento Histórico" para las dos primeras, que comprenden exactamente media manzana, la que tiene entrada principal por Moreno 1550. Tal reconocimiento, que se efectuaría por decreto del Poder Ejecutivo Nacional, originaría para la institución velar por la conservación de la tradición policial, porque tiene valor histórico y artístico, pues se trata de una construcción atípica en esta ciudad dado los recuerdos que él encierra y evoca, y por lo arquitectónico-monumental, propio de un palacio del siglo XIX destinado al servicio público.
Fuente: www.policiafederal.gov.ar

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viernes, 29 de octubre de 2010

DIA DE LA PREFECTURA NAVAL ARGENTINA


Saludamos a los camaradas de la PNA, creada el 29 de octubre de 1896, por Ley Nº 3445 que la reconocía como sucesora de la Capitanía de Puerto con sus mismas funciones de policía de los mares, ríos, canales y puertos sometidos a jurisdicción nacional.
La Prefectura es la Autoridad Marítima Argentina por antonomasia, conforme lo consagra la Ley General 18.398, la Ley de la Navegación 20.094 y la nutrida legislación que en forma coincidente define el amplio y homogéneo perfil de sus competencias.

Asimismo lo es, y en virtud de su tradición histórica y funcional, inalterable a través del tiempo, que la identifica como el órgano a través del cual el Estado ejerce la policía de seguridad de la navegación y de la seguridad y el orden público en las aguas de jurisdicción nacional y en los puertos.

Además es órgano de aplicación de los convenios internacionales relativos a la seguridad de la vida humana en el mar, la prevención y la lucha contra la contaminación y las materias técnicas y jurídicas relacionadas, conforme lo establecen las leyes de aceptación del país.

También cumple funciones en ejercicio de las obligaciones del país como Estado de Abanderamiento y Estado Rector del Puerto, para el registro de los buques y el control de sus condiciones de seguridad, según las leyes y reglamentaciones que le asignan estas competencias y los acuerdos internacionales respectivos.

La Prefectura es, en suma, la Autoridad Marítima Argentina por excelencia, por la multiplicidad de circunstancias generales y específicas que abarcan sus responsabilidades y en mérito a la legislación que reiteradamente lo expresa, definiendo nítidamente su perfil institucional en el concierto de los organismos del Estado.
Historia.La corona española transfirió a sus colonias la misma estructura administrativa que regía en la península.

Las atribuciones y responsabilidades obraban inicialmente en la "Recopilación de Leyes de los Reinos de Indias", promulgadas en 1680 por Carlos II y más precisamente, en las "Ordenanzas Generales" de 1793, dictadas por el rey Carlos IV, cuyo título 7 reglamentaba la "policía general de los puertos y otros cualesquiera fondeaderos a cargo de los Capitanes de Puertos y las demás obligaciones de éstos", con funciones como la habilitación de prácticos, inspección de las condiciones de seguridad de los buques, actuaciones sumariales por acaecimientos de la navegación, delitos y contravenciones, despacho de buques, control de navegantes y pasajeros, prohibición de arrojar basuras y escombros a las aguas, funcionamiento de la junta de sanidad, etc. que actualmente continúa cumpliendo la Prefectura.

Este agrupamiento de funciones permaneció a través del tiempo con ligeras variaciones. Al producirse la Revolución de Mayo, el alférez de fragata D. Martín Jacobo Thompson era el Capitán de Puertos y Comandante de Matrículas. Muchos hombres destacados de nuestra historia ocuparon ese cargo, como Matías de Irigoyen, Zapiola, Azopardo, Toll y Bernadet, Espora, Erézcano, etc.

La enumeración de antecedentes relativos a las funciones asignadas durante tiempo tan prolongado sería extensa, pero de su examen se puede inferir que la jurisdicción y competencias de la Prefectura se fueron conformando y perfeccionando a través del tiempo en forma armónica, definiendo desde el siglo pasado un ámbito específico, reiteradamente calificado como exclusivo, que le fue confiriendo fisonomía en el concierto de los órganos que componen la administración pública nacional.

El 29 de octubre de 1896 fue promulgada la ley 3.445, marco de legal que, por su data, atestigua la antigüedad de la institución. Tanto en el trámite parlamentario previo como en su articulado, se explica que nada nuevo se viene a crear con la presente ley y que la Prefectura es la misma organización española denominada "Capitanía de Puerto" y cumple sus mismas funciones siendo a partir de entonces indudable continuadora de las antiguas capitanías y exclusiva policía de los mares, ríos, canales y puertos sometidos a jurisdicción nacional. Dicho ámbito funcional se reitera y amplia luego por las leyes dictadas con posterioridad, entre las cuales se encuentra la ley de la navegación (20.094). Aquel instrumento rigió su devenir hasta 1969, año en que se promulgó la ley 18.398, repertorio actual de la misión y competencias que el estado confía a la Prefectura Naval Argentina.
Fuente: www.prefecturanaval.gov.ar



jueves, 28 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE LOS RAMPLONES


Los Ramplones eran unas lagunas que se formaban con las caídas pluviales, en los cajones de los Chihuidos del Medio, a tres leguas de Paso de Hacha, sobre el río Neuquén, y en el Departamento Añelo. En el invierno se secaban. En ese lugar el 28 de octubre de 1879 se enfrentaron las tropas del 7º de Caballería de Línea, al mando del capitán Vicente Pérez, con indios de la pampa que se encontraban asilados en las tolderías neuquinas.
El parte oficial firmado por el teniente coronel Napoleón Uriburu dice lo siguiente: “Señor Inspector General de Armas: El 28 de octubre pasó una partida de setenta indios desde el Agrio a los Ramplones y el capitán Pérez, del 7º de Caballería, al sentirlos, les salió al encuentro, los batió, los persiguió doce leguas hasta obligarlos a repasar el Neuquén en el Paso de los Indios. Mató varios de ellos y les quitó 52 de los caballos que traían; le mataron a él un soldado.Los indios traían cinco carabinas Remington. Es de opinión del capitán Pérez y la mía también, que esos indios que no tienen nada que robar en toda la costa y aún separándose de ella, tenían intención de pasar a la Pampa a buscar sus antiguas guaridas.
Esta opinión esta basada en los comestibles de que venían cargados, en la reserva de caballos que traían y en la dirección que persistían tomar después de derrotados.
En el momento en que los indios tengan caballos tratarán de buscar un resquicio para pasar a la Pampa. En el mes de enero, que dicen disminuyen las aguas y las crecientes de los ríos, tendrán muchos más pasos que los que hoy pueden encontrar en donde tanto ellos cono nosotros perdemos hombres cada vez que se vadea. Saludo a V. E.”
Gracias a la búsqueda de documentación que efectuó el historiador Bartolomé Galíndez se puede apreciar mejor la situación apelando a la correspondencia particular del referido comandante de la 4ª División, quién en dos cartas a Francisco Uriburu le hace saber otros aspectos que completan mejor el panorama. En efecto, desde Mendoza le dice en la primera de ellas, el 17 de octubre de 1879: “Estoy a la expectativa de una anunciada invasión de los indios del Sud. Todos los indicios son de que se realizará. Pues han tomado a los bomberos que mandé para que trajeran noticias. Si tuviera caballos les evitaría el trabajo de venir, pero a pie no dejaré se me acerquen mucho”.

El 6 de noviembre le escribe desde el Fuerte 4ª División y le informa: “Los indios de la pampa asilados al Sud del Neuquén, y auxiliados por los pehuenches, van mejorando sus caballos y prometen volver a sus antiguos campos para continuar sus malones interrumpidos por la corrida que les pegamos el 28 de octubre”.
Sigue detallándole el encuentro con los indios y aporta la observación muy importante de que “no traían familias”, lo que sumado a los otros antecedentes ya anunciados en el parte, daban la pauta de la actitud belicosa que llevaban.
Muchos indios en la pampa lograban eludir el cerco y las batidas de las tropas nacionales, y aunados a otros que regresaban desde las tierras neuquinas, donde habían conseguido dejar a salvo a sus familias (chusma) y equiparse de las indispensables cabalgaduras, dieron mucho que hacer a las tropas destacadas en la antigua línea de defensa, principalmente en la provincia de Buenos Aires.
Fuentes: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado / Galíndez, Bartolomé - La conquista al Desierto, Doc. relacionados con las expediciones a Sta. Cruz y Río Negro – (1940) / www .revisionistas.com /Raone, Juan Mario – Fortines del desierto – Rev. y Biblioteca del Suboficial – Vol Nº 143, 1969.

miércoles, 27 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE COTAGAITA


El día 27 de octubre de 1810 se produce el Ataque en Cotagaita. Fuerzas patriotas al mando del Mayor General Antonio González Balcarce atacan fortificaciones defendidas por una fuerza española muy superior en hombres y recursos. El fuego de artillería entre ambas partes duró cuatro horas, retirándose luego las fuerzas independentistas en orden, sin ser perseguidas por los realistas.

Llegado el Ejército Expedicionario a las órdenes del General González Balcarce se incorporó Güemes con su partida de observación. Conocedor de sus méritos, confió a Güemes la misión de ocupar la ciudad de Tupiza, la que verificó sin resistencia alguna. Luego Güemes seguiría a Tarija donde formaría una división de voluntarios que se sumaría a los ya reclutados en los Valles de Salta y Jujuy.
El grueso de las fuerzas realistas al mando del General Nieto y José de Córdova había establecido su cuartel general en Cotagaita. a 400 kilómetros al norte de Jujuy.
Ya próximos ambos enemigos, lícito resultaba pensar que algunas de las partes apurara la decisión y sin duda que ello convenía más a los revolucionarios que a los realistas puesto que Córdoba había adoptado una actitud defensiva o mejor dicho cautelosa.
De acuerdo con esta apreciación González Balcarce tomó la iniciativa, primero se aseguró de haber recibido las cargas de municiones de la artillería, luego avanzó y se situó en Cazón a 3 leguas de las trincheras enemigas.
Antes de iniciar el combate, González Balcarce dirigió un oficio “A los Señores Generales, comandante de los cuerpos y oficiales de la tropa del Alto Perú”, indicándoles que la tropa a su mando no venía a “hacer conquistas ni derramar la sangre de sus connacionales”, estaba dispuesta a que el voto de los pueblos establezca el gobierno a que han de sujetarse estas provincias mientras la península se halle convulsionada. Que venían, no a conquistar, si no a liberar.
A la invitación el capitán de fragata José de Córdoba y Roxas rechazó la misma y trasmitió que tampoco estaba dispuesto a rendirse.
Ante la negativa de Córdoba se inició el ataque el que empezó a las tres de la madrugada del 27 de octubre y duró hasta las dos de la tarde. Reconociendo luego Balcarce la imposibilidad de penetrar las trincheras enemigas, dispuso retirarse, lo que efectuó en el mejor orden. El enemigo no intento perseguirlo puesto que no contaba con cabalgaduras ni con ánimos.
Aquí se produjo entonces el primer choque entre revolucionarios y realistas, de lo que fue la guerra por la independencia – no considerándose una derrota formal sino más bien una retirada estratégica.

En la imagen: General Antonio Gonzalez de Balcarce

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martes, 26 de octubre de 2010

RECUPERACIÓN DE LAS BANDERAS DE VUELTA OBLIGADO


En nuestro Museo de Historia Nacional hay una bandera que tomada por los ingleses en la Batalla de Vuelta de Obligado, fue devuelta a la Nación. Pero la historia de esta devolución es tan emotiva como desconocida y esta nota lo que pretende es narrarla no con el fervor que cualquier argentino desearía, sino con un documento que 40 años más tarde, escribiera uno de los Comandantes de la Fuerza Invasora el Almirante Sullivan, el que el 26 de octubre de 1883, - ya anciano - se presentó al Consulado Argentino en Londres para devolver una Gran Bandera Argentina. El documento expresaba:
“En la batalla de Obligado en el Paraná el 20 de octubre de 1845 un oficial que mandaba la batería principal (era la Manuelita) causó la admiración de los oficiales ingleses que estábamos más cerca de él, por la manera con que animaba a sus hombres y los mantenía al pie de los cañones durante un fuerte fuego cruzado bajo el cual esa batería estaba expuesta. Por más de 6 horas expuso su cuerpo entero. Por prisioneros heridos supimos después que era el coronel Ramón Rodríguez del Regimiento de Patricios de Buenos Aires. Cuando los artilleros fueron muertos, hizo maniobrar los cañones con los soldados de infantería y él mismo ponía la puntería. Cuando el combate estuvo terminado habían perdido 500 hombres entre muertos y heridos de los 800 que él comandaba. Cuando nuestras fuerzas desembarcaron a la tarde y tomaron la batería, con los restos de su fuerza se puso a retaguardia, bajo el fuego cruzado de todos los buques que estaban detrás de la batería, defendiéndola con armas blancas. La bandera de la batería fue arriada por uno de los hombres de mi mando y me fue dada por el oficial inglés de mayor rango. Al ser arriada cayó sobre algunos cuerpos de los caídos y fue manchada con su sangre.
Quiero restituir al Coronel Ramón Rodríguez si vive, o sino al Regimiento de Patricios de Buenos Aires si aún existe, la bandera bajo la cual y en noble defensa de su Patria cayeran tantos de los que en aquella época lo componían. Si el Coronel Rodríguez ha muerto y si el Regimiento de Patricios no existe, yo pediría que cualquiera de los miembros sobrevivientes de su familia que la acepten en recuerdo suyo y de las muy bravas conductas de él, de sus oficiales y de sus soldados en Obligado. Los que luchamos contra él y habíamos presenciado su abnegación y bravura tuvimos grande y sincero placer al saber que habían salido ileso hasta el fin de la acción”.
Almirante Sullivan


La bandera fue remitida a Buenos Aires, y con posterioridad, ante la duda de que el nombre del Coronel Rodríguez como defensor de esa bandera, haya sido puesto por error de Sullivan, el hijo de Juan Bautista Thorne hace la consulta al Sr. Victor J. Elizalde, protagonista de la batalla de Obligado, quien le contesta el 21 de abril de 1891 en estos términos:
“En contestación a su muy apreciable del 20 del presente en la que me pide que como combatiente y testigo ocular en el memorable combate de Obligado le certifique a la vez que le adelante algunos antecedentes sobre la conducta que observó su finado padre el coronel Thorne durante la acción, como también fue el coronel Ramón Rodríguez, jefe de algunas baterías que se formaron para resistir al poderoso enemigo que nos asaltó, le diré a usted:Que el coronel Thorne fue ocupado por el general Mansilla en la construcción y dirección de las fortificaciones, como también se le dio mando de la batería “Manuelita”, de donde se retiró después que las demás baterías habían quemado su último cartucho.Diré a usted además: la brava y serena conducta de su padre mereció del general en jefe y de todos sus compañeros, la aprobación y el aplauso, por el hecho de que el no abandonó el merlón de su batería, y si lo hacía, era cuando veía que sus artilleros no daban en completo y certero blanco.
Cónstame también que le intimó por dos veces la orden de que suspendiera el fuego y se retirara de la batería, pero él contestó: “que sus cañones le imponían hacer fuego hasta vencer o morir”, mereciendo por este desacato el que fuera arrestado en el convento de San Lorenzo adonde fue transportado herido y sordo. Allí mismo el general Mansilla fue a visitarlo y felicitarlo por su conducta, dejando al retirase la orden de que quedaba levantado su arresto.En lo que se refiere al coronel Ramón Rodríguez, le diré que este jefe no tuvo otro rol que el de permanecer a la entrada del monte, de donde salió cuando ya no había defensores en las baterías y el enemigo desembarcó dándole la más franca y soberbia carga a al bayoneta, al frente de su batallón Milicianos de Buenos Aires.
Deseando que le satisfaga esta exposición verídica, lo saluda muy atentamente.

Victor J. Elizalde.


Con el mismo objeto, el hijo de Thorne consultó al historiador Adolfo Saldías, que el 21 de abril de 1891 le contesta en los siguientes términos:


“Estimado amigo:
En respuesta a su estimada carta del 20 del presente mes en la que Ud. se sirve pedirme mi opinión si fue el coronel Ramón Rodríguez o el coronel Juan B. Thorne quien mandaba una de las baterías en el combate de Obligado contra las escuadras aliadas de la Gran Bretaña y de la Francia y quien fue el último que se retiró de ese glorioso campo de batalla, le diré que fue el coronel Thorne.
El coronel Rodríguez, benemérito Oficial del Ejército Auxiliar del Perú y del Republicano contra el Imperio del Brasil, no mandó batería alguna en Obligado.
Según se ve documentado en mi “Historia de Rozas y de la Confederación Argentina”, eran cuatro esas baterías, respectivamente mandada por el mayor Alzogaray, por el teniente Brown, por el teniente Palacios y la del extremo izquierdo por el coronel J. Thorne. El coronel Rodríguez tenía mando del batallón de Patricios de Buenos Aires y estaba de flanco en el extremo derecho, no habiendo en esa línea a sus órdenes más que cuatro cañones al mando del teniente José Serezo.
El combate se inició naturalmente contra las baterías de la derecha; rota la cadena que sujetaba los barcos que formaban línea de atajo al pasaje del río, el fuego de los franceses e ingleses se concentró en la izquierda. A las cuatro de la tarde las baterías habían quemado casi todos los cartuchos y cuando la mortandad y el estrago enseñaban la derrota a los argentinos. Pero la batería de Thorne se sostuvo todavía más de una hora. Diósele la orden de retirarse y contestó que le quedaban municiones.
Retirósele la orden, y entonces, puesto de pié sobre el merlón de la batería y al ir a arengar a los escasos soldados, fue derrumbado en tierra.
El “Philomel” que mandaba el capitán Sullivan y que venía de vanguardia, operó su desembarco en la costa y fue entonces cuando se tomó la bandera de la batería argentina. La bandera argentina del batallón de Patricios de Buenos Aires fue tomada por los marineros franceses y existe en el hospital de inválidos de Paris.
No es dudoso, por lo demás, que un jefe de la relevantes cualidades del coronel Rodríguez habría sido capaz de al acción que le supone el almirante Sullivan, pero precisamente por su antigüedad y por sus condiciones, y en los primeros momentos que se siguieron a la acefalía del mando en jefe, producida la herida que postró al general Mansilla, fue el coronel Rodríguez quien lo asumió, llevando personalmente una carga a la bayoneta sobre los ingleses y franceses que desembarcaron cuando apagaron los fuegos de las tres baterías de la derecha y del centro. Los aliados no desembarcaron por frente a la batería de la izquierda que mandaba Thorne sino a la caída de la tarde, cuando ya no podía tronar allí el cañón argentina.Esta misma comunicación del almirante Sullivan al cónsul argentino en Londres, se publicó en la Tribuna Nacional del 22 de diciembre d 1883, y no hay mas que fijarse en los detalles que da tan caballeresco oficial, y que está perfectamente corroborados por documentos y aún por testigos que obrevivieron, para comprobar que se refieren no al coronel Rodríguez, sino al coronel Thorne.
El cónsul argentina, señor Guerrico, pariente, según tengo entendido, del coronel Rodríguez, quizá por falta de datos no pudo rectificar la verdad de los hechos, a bien que, repito, al coronel Rodríguez no le fue necesario arrebatar gloria a sus compañeros para recoger la que recogió conteniendo a los vencedores con una soberbia carga a la bayoneta, a la cabeza de sus milicianos de Buenos Aires.
Soy su atento S.S. Adolfo Saldías.


Vemos como a estos dos hombres les sobraba heroísmo para llenarse de gloria junto a todos los defensores de la Soberanía Nacional en Vuelta de Obligado.


Fuente: www. lgazeta.com.ar



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lunes, 25 de octubre de 2010

EJERCITO ARGENTINO EN ACCION


Salta. Ellos son solidarios infantes y soldados de monte.


Durante los últimos días del mes de septiembre, personal del Regimiento de Infantería de Monte 28 visitó la Escuela Nro 4746 del paraje Madrejones. Este lugar se caracteriza por ser de difícil acceso, y los visitantes debieron realizar a pie aproximadamente 12 km en 10 horas, desde el Pozo San Pedrito hasta la Escuela , atravesando las serranías San Antonio. La visita se realizó para entregar una Bandera Oficial de la Nación , material digital con marchas militares y otras donaciones.
La directora de la Escuela dirigió unas palabras de agradecimiento al Jefe del Regimiento donde resaltó la importancia para los habitantes del paraje, y especialmente para lo alumnos, de contar con la presencia del Ejército y de su banda de música "Teniente coronel Giribone”.
El personal del Regimiento 28 compartió con los alumnos y docentes las formaciones de la mañana y fogones con animadas guitarreadas por las noches. También realizaron algunos arreglos de las instalaciones y conciertos de marchas militares y melodías folklóricas a cargo de la banda militar.
Durante muchos años el Regimiento de Infantería de Monte 28 “Generala Juana Azurduy de Padilla” se ha destacado por ser el centinela de la Patria en el chaco salteño, custodiando la frontera norte y también por brindar su brazo solidario a quienes lo requieran, estando presente en los parajes más alejados y aislados.
Fuente: www. soldadosdigital.com

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domingo, 24 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA ACCION DE TAMBO NUEVO


Después de Vilcapugio, y a pesar de su victoria, las fuerzas realistas carecían de abastecimientos y medios de transporte como para marchar en persecución de las tropas de Belgrano. Este supo sacar partido de tales circunstancias y procuró hostilizar constantemente a sus enemigos por medio de partidas aisladas que los atacaban por sorpresa. En estas refriegas comenzó a distinguirse por su extraordinaria temeridad el futuro general Gregorio Aráoz de La Madrid, que entonces ostentaba el grado de teniente del cuerpo de Dragones. Merece recordarse, por el arrojo de sus principales protagonistas –los soldados Mariano Gómez, Santiago Albarracín y Juan Bautista Salazar-, la acción de Tambo Nuevo, que el mismo La Madrid nos relata en sus Memorias:

“Llega la hora señalada y se me presentan los bomberos (espías) con la noticia de haber dejado (los realistas) en Tambo Nuevo una compañía como de 40 a 50 infantes…. En el acto de recibir esta noticia mandé montar a caballo a mis 14 hombres, incluso el baqueano Reynaga, y… me dirigí a sorprender la compañía, pues ésta venía seguramente (como lo afirmaron después los prisioneros) a tomarme la espalda por la quebrada…. Emprendí mi marcha, en efecto, en esta dirección, mandando por delante a Gómez, Albarracín y Salazar, con los indios que acababan de llegar con la noticia, en clase de descubridores. Seguía mi marcha en este orden, con mi baqueano Reynaga a mi lado, y habían pasado ya algunas horas, cuando se me presenta Albarracín avisándome de parte de Mariano Gómez, que encabezaba la descubierta, que venía en marcha conduciendo prisionera a la guardia (realista). Gustosamente sorprendido con esta noticia pregunté… ¿Cómo han obrado ustedes ese prodigio? Continuando mi marcha, me refiere Albarracín que, al asomar los tres hombres el portezuelo de Tambo Nuevo, habiendo señalado el baqueano el rancho en que estaba colocada la guardia….. aproximándose Gómez al momento, le propuso a sus dos compañeros si se animaban a echarse con él sobre aquella guardia que dormía, y cuyos fusiles se descubrían arrimados a la pared con la luz de la lámpara: habiéndole contestado ellos que sí, se precipitan los tres con los dos indios que los guiaban, sobre la puerta del rancho, y que desmontado Gómez en la puerta con sable en mano, dio el grito de “ninguno se mueva”, a cuyo tiempo, abrazándose de los 11 fusiles que estaban arrimados, se los alcanzó a los dos indios; que enseguida hizo salir y formar afuera a los 11 hombres y los echó por delante, habiéndose colocado el exponente a la cabeza, Salazar al centro y Gómez ocupó la retaguardia, suponiéndose oficial y haciendo marchar a los dos indios con los fusiles por delante. Mientras Albarracín me informaba de todo esto, presentóseme Gómez con sus diez prisioneros (ocho soldados y dos cabos), diciéndome que el sargento que mandaba esta guardia, se le había escapado tirándose cerro abajo al descender por un desfiladero, y que no había querido perseguirlo por temor de exponerse a que pudiesen fugar los demás…”.

Como consecuencia de esta acción, los soldados Gómez, Albarracín y Salazar fueron ascendidos a sargentos, conociéndoselos en adelante como “los sargentos de Tambo Nuevo”. También el general Belgrano les obsequió con los mejores caballos que tenía, especialmente a Gómez, a quien le regaló un hermosísimo caballo blanco.

Poco tiempo después, el sargento Mariano Gómez ofreció al general Belgrano, “traerle los mejores caballos o mulas del ejército enemigo”. La Madrid relata también este episodio en sus Memorias: “La noche los favoreció porque se puso muy nebulosa, pues al rayar el siguiente día se presentó Gómez al general con sus dos compañeros (los sargentos de Tambo Nuevo, Albarracín y Salazar) y le entregó once hermosas mulas de jefes y oficiales que logró sacar del campamento enemigo, cortando con sus cuchillos los lazos en que estaban amarradas a las estacas de las tiendas, mientras sus compañeros velaban montados y teniéndole su caballo; para comprobante de esa verdad traían atadas todas ellas al pescuezo pedazos de lazos. Al salir con ellas fueron sentidos por un centinela y perseguidos, sufriendo una descarga al pasar descendiendo la cuesta por cerca de la guardia, y cuyos tiros se sintieron en nuestro campo; pero ellos se salvaron con su presa y el general les regaló once onzas de oro”.

El Sargento Gómez, tucumano, murió fusilado por los realistas en Humahuaca en 1814; el Sargento Salazar murió en combate ese mismo año y el Sargento Albarracín murió en 1840, con el grado de Comandante de milicias, ambos eran cordobeses . Una calle de Buenos Aires los recuerda con el nombre de Tres Sargentos.

Fuentes: Aráoz de La Madrid, Gregorio – Memorias / www .revisionistas.com / Crónica Argentina, Nº 18 – Ed.Codex.

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sábado, 23 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL CORONEL JOSÉ DE OLAVARRÍA


El día 23 de octubre de 1845 fallece en Montevideo el Coronel José de Olavarría. Había nacido en Salto, Provincia de Buenos Aires, el 13 de febrero de 1801. Ingresó al ejército a los 13 años de edad, como cadete en el cuerpo de artillería que comandaba su padre. Fue Alférez en el Ejército de los Andes e intervino en las campañas que liberaron a Chile y a Perú. Intervino por tanto en todas las grandes batallas de la independencia chilena: Chacabuco en febrero de 1817, Cancha Rayada en marzo de 1818 y Maipú en abril del mismo año. Después de la renuncia de San Martín, se unió a Simón Bolívar para continuar en el Perú la lucha por la emancipación de Latinoamérica. Transferido a un escuadrón de granaderos a caballo, asistió a las decisivas victorias de Junín en agosto de 1824 y Ayacucho en diciembre del mismo año. Tras esta última batalla, solicitó a Bolívar el retiro, quien se lo concedió con el grado de coronel.
Posteriormente luchó en la Guerra Argentino-brasileña, y en 1828 se unió a las tropas unitarias del General Juan Galo Lavalle que combatían a las federales. Tras la derrota de estos últimos en 1829, tuvo que emigrar a la Banda Oriental, donde hubo de enfrentarse al uruguayo Manuel Oribe antes de engrosar las filas de José Fructuoso Rivera y combatir del lado de éste en la llamada Guerra Grande.

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viernes, 22 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL JOSÉ MARÍA PAZ


El día 22 de octubre de 1854 fallece en Buenos Aires el General José M. Paz Había nacido en la ciudad de Córdoba el 9 de septiembre de 1791. General de carrera. Inició la carrera de derecho que nunca terminó por haberse alistado en el ejército durante la guerra de la independencia. Luchó en Tucumán, Vilcapugio y Ayohuma, bajo las órdenes del general Belgrano. Perdió un brazo en la batalla de Venta y Media, a resultas de lo cual fue conocido con el nombre de "el manco Paz". En enero de 1820, con Juan Bautista Bustos, caudillo de Córdoba, se sublevó contra el gobierno de Buenos Aires. Más tarde, Bustos lo desterró a Santiago del Estero. En 1826 se unió nuevamente al ejército para combatir en la guerra contra el Brasil y en 1827 fue designado comandante de ejército, por entonces Paz se había declarado unitario y comenzó su lucha por formar un poder multiprovincial opuesto al liderazgo de Buenos Aires. Pronto Buenos Aires, bajo la dirección de Rosas, declaró la guerra contra Paz. En 1829 éste llegó a Córdoba y derrotó en San Roque a Bustos, su viejo general de ejército, al mismo tiempo, Facundo Quiroga marchó contra Paz, pero fue derrotado en La Tablada y Oncativo. De esta manera Paz logró transformar a Córdoba en el centro de la Liga del Interior. Integrado por nueve provincias con una forma centralizada de gobierno. Mientras tanto, Estanislao López asumió el liderazgo de las fuerzas federales y tomó prisionero a Paz. Rosas ordenó su ejecución pero López se rehusó a obedecer la orden. Paz huyó a Corrientes, donde luchó contra Rosas y derrotó al general Echagüe, partidario de Rosas, en Caaguazú (28 de noviembre de 1841).
En 1842 pasó a ser gobernador de Entre Ríos, pero pronto desavenencias suscitadas con Ferré, gobernador de Corrientes, y Rivera, del Uruguay, obligaron a Paz a trasladarse a Montevideo donde organizó a las fuerzas contra el sitio de Oribe. En 1844, el nuevo gobernador de Corrientes, Joaquín Madariaga, lo invitó a regresar para dirigir el ejército contra Rosas, y en 1845 subscribió un tratado con Corrientes y Paraguay para combatir a Rosas. Esperaba atacar a Entre Ríos, mas el triunfo de Urquiza sobre Rivera en India Muerta hizo modificar sus planes.Paz permaneció en Corrientes y trató de enfrentar a Urquiza, pero renunció debido a complicaciones políticas y emigró al Brasil. Allí, sumido en la pobreza, escribió sus Memorias; permaneció en Río de Janeiro hasta 1852, cuando llegaron a él noticias de la revuelta de Urquiza. Inmediatamente regresó a la Argentina donde llegó en el momento de producirse el levantamiento contra Urquiza, después de la derrota de Rosas. Paz tomó parte en la defensa de la ciudad de Buenos Aires. Fue ministro de Guerra en el gabinete de Pastor Obligado. En 1854, aunque con precaria salud, fue electo legislador por la provincia y participó en los debates constitucionales; Paz y Mitre se opusieron a la firma de esta constitución provincial.En una salida hecha por el coronel Giuseppe Garibaldi, que prestaba servicios en las tropas sitiadas en Montevideo, apresó aun lanchón enemigo a cuyo bordo se encontraron comunicaciones para Oribe con importantes informes de la plaza y que estaban firmadas con el seudónimo de “El Firme”.
Hechas las averiguaciones se comprobó que el infidente era un fuerte comerciante de la ciudad llamado Luis Baena, hombre que gozaba buena posición social.Tomado preso el culpable por la policía, el gobierno se hizo cargar de su persona y el Ministro de Guerra del Uruguay, Coronel Melchor Pacheco y Obes, queriendo aplicar con todo su rigor la ley que regía en esos casos y para evitar la repetición de tan grave delito, lo remitió al General José María Paz con la orden verbal de que lo hiciera pasar por las armas inmediatamente.-Diga Vd. al señor Ministro – dijo el vencedor de Caá-Guazú al oficialo que había conducido al reo – que soy un General de orden y no un asesino. Hay un tribunal militar encargado de juzgar a esos criminales. Si de la sentencia que este tribunal pronuncie, Baena resulta culpable, lo haré ejecutar al tenor del fallo; pero si no existe tal crimen, pongo a disposición del gobierno dos batallones para que Vds. lo hagan matar.
Llevada la respuesta al Ministro, éste se trasladó furioso al cuartel general e increpó a Paz sus palabras recordandole que, como jefe, debía dar ejemplo de obediencia y respeto al gobierno pues, de otra manera, sólo conseguiría que el desorden y la indisciplina cundieran entre las tropas.El héroe de Ituzaingó, se irguió con arrogancia y, señalando con su diestra al campo del enemigo, replicó con energía a Pacheco y Obes:
- ¡Allí, señor Ministro, es donde se fusila sin formación de causa!
Vencido el Coronel, reflexionó unos momentos y palmeando a su interlocutor, le dijo sonriente pero con ansiedad:
- De acuerdo, pero júzguele Vd. de una vez General.
De Anecdotario Histórico Militar de Juan Ramón Silveyra.



jueves, 21 de octubre de 2010

ESCUADRON DE CAZADORES A CABALLO


Se creó el 2 de marzo de 1817, en base al Escuadrón Escolta del Regimiento de Granaderos a Caballo, con dos escuadrones, que el 1º de mayo de 1819 se elevan a tres.
Fue su primer jefe el Coronel Mariano Necochea.
Tuvo brillante comportamiento en Chacabuco y Maipú, marchando luego con la Expedición Libertadora del Perú.
Fuente: Uniformes de la Patria del Comando en Jefe del Ejercito – Circulo Militar.

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miércoles, 20 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE VENTA Y MEDIA


La batalla de Venta y Media fue librado entre tropas del Ejército del Norte y las fuerzas realistas en el Alto Perú, actual Bolivia, el 20 de octubre de 1815, durante el transcurso de la guerra de Independencia Americana. Las acciones concluyeron en un triunfo de las fuerzas leales al Rey español Fernando VII.
Luego de las derrotas sufridas por el General Manuel Belgrano en Vilcapugio y Ayohúma, el mando del Ejército del Norte fue transferido al General José de San Martin, el cual renuncia a dicho cargo unos meses después, argumentando razones de salud. En su reemplazo fue enviado el General José Rondeau, quien comenzó los preparativos para la tercera expedición al Alto Perú, lo cual motivó la oposición del General Martín de Güemes, quien pretendía llevar a cabo una guerra puramente defensiva, según las directivas de San Martín. Rondeau nombra entonces al Coronel Martín Rodriguez en reemplazo de Güemes, y le ordena ingresar en el territorio altoperuano. Sin embargo Rodríguez es derrotado y tomado prisionero en El Tejar, siendo reemplazado por el General Francisco Fernandez de la Cruz; Rodríguez sería luego liberado por los realistas. Fernández de la Cruz comisiona la caballería de vanguardia a Güemes, quien derrota completamente a la avanzada realista en batalla de Puesto del Marqués, pero Rondeau niega los méritos de la victoria a Güemes, hecho que motiva la ruptura entre ambos, quedando nuevamente Rodríguez al mando de la vanguardia.En octubre una fuerza realista que se estimaba en 300 hombres se había establecido a 20 km al norte de la vanguardia patriota, ubicada en Chayanta. Rondeau autorizó a Martín Rodríguez a efectuar un ataque sorpresa sobre la posición enemiga para lo que destacó 350 infantes y 200 jinetes.

A mediados de ese mes, Rodríguez decidió realizar un ataque nocturno a las tropas relistas, acantonadas en Venta y Media. Sin embargo, no se produce el esperado efecto sorpresa y las tropas patriotas son completamente derrotadas. En esta acción sería herido José Maria Paz en su brazo derecho, quedando inutilizado de por vida, razón por la cual fuera luego conocido como "el manco Paz". Esta acción contribuyó a disminuir la ya alicaída moral del Ejército del Norte, concluyendo la tercera expedición en la derrota en la Batalla de Sipe Sipe.



martes, 19 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL JULIO ARGENTINO ROCA


El 19 de octubre de 1914 fallece en Buenos Aires el General Julio A. Roca. Había nacido en Tucumán el 17 de julio de 1843. Fue un servidor del país que merece ser calificado como constructor de la Nación. Desempeñó la primer magistratura de la República en dos oportunidades, asumiendo los días 12 de octubre de 1880 y 12 de octubre de 1898. Manejó con prudencia y a la vez gran firmeza los temas de límites con Chile y con Brasil. Durante sus gobiernos hubo un extraordinario progreso económico que favoreció a todos. Después que concluyó su segundo mandato se retiró a la vida privada. En su vida militar, combatió en la Guerra del Paraguay, distinguiéndose por su valor en Curupaytí. En 1871, venció en Ñambaé a Ricardo López Jordán. A los 28 años fue ascendido a Coronel por el presidente Sarmiento. Su nombre se inmortalizó por la epopeya de la Campaña al Desierto.

El 10 de mayo de 1886, último año de la presidencia del General D. Julio Argentino Roca, éste se dirigía en carroza al Congreso para leer el mensaje de apertura. Apenas había recorrido unos pocos metros cuando salió de entre el numeroso público un hombre pobremente vestido que, consiguiendo eludir el cordón de tropas que cercaba la esquina de Balcarce y Victoria, se acercó corriendo al primer magistrado y lo hirió en la frente con una piedra, pero afortunadamente, la herida no impidió a Roca leer su brillante mensaje.

Capturado por la policía el agresor confesó llamarse Ignacio Monjes. Llevado su caso a la justicia le fueron impuestos veinte años de prisión.

En 1896 cuando el General Roca era candidato nuevamente para la presidencia de la Nación, consiguió el indulto de Monjes y lo hizo llamar.

Como el pobre hombre se quedara en el umbral de la puerta entre confuso y temeroso, le llamó diciéndole:

- Adelante amigo. Venga para acá. Lo he hecho indultar y le he conseguido un empleo, porque Vd. es un bravo que pudo atacarme a traición y lo hizo de frente, todo queda olvidado.

De “Anecdotario Histórico Militar” de Juan Román Sylveira



lunes, 18 de octubre de 2010

DÍA DEL SERVICIO DE SANIDAD “SAN LUCAS EVANGELISTA”


La Sanidad Militar Argentina, cuerpo de Ejército creado en 1888 por la sanción de la Ley Nº 2377, festeja su día el 18 de octubre, fecha en que la Iglesia celebra a su santo patrono, San Lucas Evangelista.
Los orígenes de la Sanidad se remontan a la época de la colonia con la creación del Protomedicato Local ordenado por Carlos III.
En 1801 se crea el primer curso de Medicina, cuyo director fue el Dr. Cosme Argerich.La Sanidad Militar tiene su origen en las primeras campañas patrióticas. Durante el gobierno de Liniers, se nombra al Dr. Juan Madera como Cirujano del Cuerpo de Patricios.Durante la presidencia del Dr. Bernardino Rivadavia, se organiza el Cuerpo de Medicina del Ejército (1822).
El gobierno de Bartolomé Mitre arrienda el Hospital Italiano y nombra como director Militar al Cirujano Principal Dr. Caupolicán Molina (1868).
Dado los altos costos, el Hospital Militar pasa a desempeñar sus funciones en casas particulares, con escasos recursos y precarios elementos. En 1882 se construyo el HMC, en el predio delimitado por las calles Caseros y Combate de los Pozos, al año siguiente se nombra la primera Inspección Sanitaria a la Frontera, dirigida por el Dr. Eleodoro Damianovich.Recién a partir de la Creación de los dos Cuerpos de Sanidad Militar -Ejército y Marina – es cuando se otorga grado militar a los Médicos (1888). En 1892 se nombra al primer Director General de Sanidad, función que asume el Dr Eleodoro Damianovich.
Durante la epidemia de Fiebre Amarilla, pierde la vida el Dr. Caupolicán Molina, asume entonces la Dirección del Hospital Militar el Dr. Damianovich y lo reemplaza en la Dirección el Dr. Alberto Acosta, a la gesta heroica le suceden largos períodos de organización política adelantos técnicos y científicos, hasta 1939, la Dirección de Sanidad funcionó en forma conjunta con el Hospital Militar Central en las instalaciones sitas en Combate de los Pozos y caseros; al trasladarse el hospital a su actual emplazamiento, el predio fue ocupado por la Dirección. Sería redundante expresar la importancia capital que tuvo la Sanidad Militar en el conflicto del “Atlántico Sur “. Es casi imposible mencionar lo actuado en el mismo, pero si es imprescindible destacar que dicha actuación ha quedado plasmada en un libro editado por la Biblioteca del Oficial del Circulo Militar, denominado “La medicina en la guerra de Malvinas”, escrito por los coroneles médicos José Raúl Buroni y Enrique Mariano Cevallos, este último Director del Hospital Militar de Puerto Argentino.
Finalmente, el desarrollo alcanzado por el Comando de Sanidad en sus funciones básicas del servicio como “Conductora, Abastecedora Preventiva y Recuperadora” presenta a la Sanidad Militar como un vasto Organismo Técnico que no sólo prepara, organiza y perfecciona a su personal para el caso de guerra sino que, en tiempo de paz, está dedicado también a velar por la salud de la Familia Militar
Misión de la Sanidad Militar:
La Sanidad Militar planeará, y ejecutará el apoyo de sanidad para proteger, mantener y recuperar la salud del recurso humano de la fuerza, a través del despliegue técnico adecuado contribuyendo al cumplimiento de la misión del ejército argentino. Funciones de la Sanidad Militar
La sanidad militar proporcionará el Apoyo de Sanidad, para el cumplimiento de la misión del Ejército, conforme al régimen vigente, mediante las siguientes funciones:- Promoción y protección de la salud.
- Medicina preventiva, higiene y saneamiento ambiental.
- Reconocimiento médico del recurso humano de la Fuerza.
- Evacuación y hospitalización, incluyendo la atención médica primaria, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación.
- Rehabilitación del personal discapacitado, tanto física como psiquiátricamente y de veteranos de guerra.
- Medicina legal, que abarca las actividades destinadas a encuadrar legalmente los procesos mórbidos que afectan o hayan afectado al personal.
- Instrucción y capacitación profesional, en la formación de pre-grado y pos-grado incluyendo al personal militar y civil dedicado a la docencia.
- Investigación y desarrollo, comprendiendo las actividades destinadas a lograr nuevas técnicas y procedimientos para la elaboración de medicamentos.
- Abastecimiento y mantenimiento de Efectos Clase II y IV de Sanidad.
- Entender en el sistema de vigilancia epidemiológica de la Fuerza como tarea esencial de la actividad epidemiológica de la Sanidad militar, Colaborando con organizaciones sanitarias nacionales, provinciales y regionales para la confección de programas compartidos de salud en el ámbito civil, así como programar las actividades tendientes a integrar a la Fuerza en el sistema de Vigilancia Epidemiológica Nacional.
Subsidiariamente:
- Colaborar y proporcionar apoyo de sanidad para hacer frente a desastres naturales y otras emergencias sociales que afecten a la comunidad.
- Brindar apoyo a la comunidad a través de su participación en campañas destinadas a controlar y erradicar enfermedades endémicas y epidémicas de repercusión social.
- Contribuir a la conservación del medio ambiente y mantenimiento del sistema ecológico mediante acciones de saneamiento ambiental.
- Contribuir al sostenimiento de la Actividad Antártica Nacional.

Fuente: www.cdosan.ejercito.mil.ar


domingo, 17 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL GENERAL JUAN GALO LAVALLE


Nació en Buenos Aires el 17 de octubre de 1797.
El nombre de Juan LAVALLE, como el de un apóstol, significa toda una vida de lucha y sacrificios, de heroísmos y abnegaciones legendarias. Juan Lavalle más que un nombre, es un credo de libertad escrito en la historia de los pueblos de Sud América, con el corazón, con la pluma y con la espada. Lucho por la independencia y por la libertad, llegando al sacrificio en la prosecución de tan sagrados ideales. Libre la América del dominio español. Volvió a su hogar en busca de reposo; mas aun faltaba Ituzaingó
Lavalle que había luchado por la independencia de los pueblos, lucho por la libertad de su pueblo. Y en ese duelo a muerte rindió su vida el esforzado paladín, legando a la posteridad el ejemplo de su existencia, noble y desinteresada, sin más ambición que el avasallador deseo del bien de la patria. Por eso Juan LAVALLE fue un apóstol, porque predicó el evangelio de la patria; por eso debe conocerse su historia, para tenerla como guía en el camino de nuestra vida. Si, la vida de un hombre que era león en el combate y pensador en los momentos de tregua, raro carácter para ejemplo, en quien se suman tantas virtudes dignas de imitarse.

El 31 de Agosto de 1812, Juan Carlos GALO de LAVALLE presenta la siguiente solicitud: “Sr. Sub - Inspector de Caballería: Don Juan GALO de LAVALLE, hijo legítimo de Don Manuel José de LAVALLE y de doña Mercedes González, según lo acredita su adjunta fe de bautismo, hace presente a V. S., con todo su respeto, que uniendo sus deseos a los de su padre, aspira a seguir la distinguida carrera militar en el escuadrón de Granaderos de Caballería, a cuyo efecto. – Suplica V. S. se digne concederle plaza de Cadete en el citado escuadrón, mediante a lo expuesto, ya que su padre esta pronto a suministrarle las asistencias prevenidas por las Ordenanzas; así lo espera de la bondad de V. S.".
Acompañaba a esta una nota del padre, en la que expresa que, deseando proteger las nobles inclinaciones de su hijo Juan, se compromete a suministrarle las asistencias necesarias que previenen las Ordenanzas. Presentada a San Martín, resuelve favorablemente, pasando a informe de Balcarce.

"Un pueblo que no cultive con amor sus tradiciones y que no rodee de prestigio a los hombres ilustres que le han dado grandeza y gloria, ira perdiendo la conciencia de si mismo y extinguiendo su personalidad".

De: webspucara@repucara.com.ar

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sábado, 16 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL TENIENTE GENERAL LUIS MARÍA CAMPOS


El día 15 de octubre de 1907 fallece en Buenos Aires el Teniente General Luis María Campos. Ingresó como Subteniente al Primer Regimiento de Guardias Nacionales en 1859. Asistió a la Batalla de Pavón el 17 de septiembre de 1861. Durante la acción entregó al General Bartolomé Mitre la bandera del Batallón San Luis, perteneciente al ejército enemigo. Hizo la campaña de la Guerra del Paraguay, siendo herido en el asalto a la fortaleza de Curupaytí. Tomó parte en el combate de San Ignacio, sobre el Río V, en el que la vanguardia del Ejército Nacional, a las órdenes del Coronel Arredondo, derrotó a las fuerzas mandadas por los hermanos Juan y Felipe Sáa, el 1 de abril de 1867. Vuelto a la Guerra del Paraguay, participó en la Batalla de Lomas Valentinas del 27 de diciembre de 1868, donde fue herido nuevamente. Después de desempeñar otras funciones el 12 de octubre de 1898, fue nombrado ministro de Guerra y Marina por el presidente de la República, General Julio A. Roca.

“Estudiar es progresar, la paz tiene también sus grandes batallas y sus altos triunfos radicados en la escuela, en los libros y en los campos de maniobras”
Tte. Gral. Luis M. Campos.

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viernes, 15 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL TENIENTE CORONEL SANTIAGO MAURICE


Natural de Francia. Cuando en febrero de 1841 el almirante Guillermo Brown recibió el encargo de Juan Manuel de Rosas de hacerse cargo de la escuadra que debía organizar para combatir contra las fuerzas navales de Rivera, mandadas por Coe, Santiago Maurice se presentó a aquel Almirante para formar parte de la misma. A fines de abril de aquel año relevó al comandante Nicolás Jorge que se enfermó en el mando de la goleta “Entrerriana”, armada con 8 cañones, cargo que desempeñó hasta el 26 de octubre, fecha en que debió desembarcarse por haberse resentido su salud a bordo de aquella embarcación con malas condiciones de habitabilidad. Pocos días después Brown recomienda al Gobierno que al “teniente graduado de capitán, Santiago Maurice, se le de la efectividad, por ser oficial que hará honor a su despacho”. En estas circunstancias, el 6 de noviembre de 1841 era embarcado en el buque insignia de Brown, en el nuevo bergantín “San Martín”; con el cual se participó en el combate del 9 de diciembre librado contra la escuadra de Coe, a unas 15 millas al S.E. de Montevideo, contribuyendo a la captura del bergantín “Cagancha”, totalmente desarbolado, en las proximidades del Banco Ortiz.
Al año siguiente Maurice se enfermó nuevamente, por lo que debió ser desembarcado, causa por la cual no participó en el combate de Costa Brava librado por Brown contra Garibaldi, el 15 de agosto de 1842. Reembarcado en el “San Martín” en noviembre del mismo año, pronto quedó a cargo del buque interinamente, por haberse desembarcado su comandante Guillermo Bathurst. En enero de 1843 pasó al pailebote “Recuerdo”, que varó en La Colonia, averiándose, culpando el capitán del mismo, S. Dorero, a Maurice de ser el responsable del accidente, circunstancia por la cual solicitó el pago de una indemnización.
A fines de octubre de 1843, Maurice releva al sargento mayor Bathurst en el comando de la barca “25 de Mayo”, después de haber actuado unos meses en el bloqueo de Montevideo, a bordo de la “Chacabuco”.
Con la “25 de Mayo”, Maurice llegó al Buceo el 13 de diciembre de 1843, después de haber recorrido la costa frente a Maldonado, para donde había partido el día 8 del mismo mes, junto con el “9 de Julio”, por orden de Guillermo Brown. A mediados de enero de 1844 Maurice por enfermedad, debió ser relevado por King. El 11 de marzo por orden de Rosas, releva a Bathurst en el mando del bergantín “Echagüe”, siendo remitido el primero preso a Buenos Aires, estando acusada la tripulación del buque que mandaba de haber sacado vestuarios y otros artículos de la barca francesa “Balguerie”, lo que motivó un reclamo del vicecónsul de esta nacionalidad en Maldonado, M. Calamet, y también por el conde de Lurde. Por esta causa, el “Echagüe” se había trasladado a Buenos Aires en el mes de febrero, efectuándose el relevo de Bathurst en esta ciudad: (Este último estaba acusado del referido saqueo por parte de la tripulación de su buque a la “Balguerie”, el 29 de diciembre de 1843, cuando el “Echagüe” fue a salvar la gente de aquella, encallada en el Banco Inglés; tal acusación no parece haber estado suficientemente fundamentada).
Mientras el “Echagüe” sufre largas reparaciones en el Tigre, a donde entrara el 26 de marzo de 1844, Maurice es designado “juez fiscal” en el sumario del desventurado Bathurst, el cual terminó pronto, pues en la noche del 18 de mayo del mismo año falleció el procesado. El fiscal Maurice ordenó la autopsia del cadáver.
Posteriormente, Maurice pasó a comandar el “9 de Julio”, con el cual llegó a la línea de bloqueo frente a Montevideo, el 8 de diciembre de 1844. Este buque, junto con el “San Martín”, el “Echagüe” y el “Maipú”, el 2 de agosto del año siguiente fueron tomados por los anglo-franceses, que izaron en los mismos la bandera de aquella nacionallidad, correspondiéndole la francesa al “9 de Julio”: tal fue el llamado “robo de la escuadra” de Rosas. Las tripulaciones regresaron a Buenos Aires.
El capitán Maurice se incorporó entonces a las fuerzas del general Lucio Norberto Mansilla, que habían recibido órdenes de Rosas de interceptar el pasaje por el Paraná, a la escuadra anglo-francesa: en el Combate de la Vuelta de Obligado, el 20 de Noviembre de 1845, mandó dos piezas de artillería situadas en el flanco izquierdo de la línea federal, figurando entre los que merecieron conceptos elogiosos del general Mansilla en su parte a Rosas.
Formando parte de las mismas fuerzas, participó en la acción del Quebracho el 16 de enero de 1846, y otros cañoneos de menor importancia en el curso del año 1846, cuando la escuadra anglo-francesa y los buques mercantes aliados regresaban de Corrientes. Como sargento mayor de infantería en comisión, participó en la segunda Batalla de la Angostura del Quebracho, el 4 de junio de 1846.
A Santiago Maurice no se le encuentra figurando en los acontecimientos navales del país hasta el año 1853, cuando estalló la guerra entre la Confederación y Buenos Aires: comandando el vapor “Constitución” y formando parte de la escuadra a las órdenes del coronel Coe, asistió al combate naval frente a Martín García, el 18 de abril de aquel año, contra la escuadrilla porteña mandada por el marino polaco Floriano Zurowsky; así como también al bloqueo impuesto a Buenos Aires a partir del 23 del mismo mes. Cuando el 22 de junio, Coe defeccionó con la fuerza a sus órdenes, entregándose a las autoridades de Buenos Aires, los hermanos Cordero, Laserre y Maurice intentaron oponerse a aquel acto traidor con las armas en la mano, sin lograr ningún resultado.
Cuando en 1859 estalló nuevamente la guerra entre porteños y confederados, Maurice, con el grado de teniente coronel, fue designado por Urquiza para mandar el vapor “Pampero”, que formaba parte de la escuadra mandada por el coronel Mariano Cordero; la que hallándose inmovilizada en Montevideo, el 8 de octubre de aquel año, después de una reunión de guerra, resolvieron zarpar en busca de la escuadrilla porteña. El día 14 del mismo mes, Cordero forzaba el paso de Martín García, después de un violento cañoneo contra las baterías de la isla y contra los varios buques armados que se hallaban del otro lado del canal. El forzamiento del paso costó a los confederados cerca de dos horas de intensa lucha, en la que perdió la vida el valiente comandante Santiago Maurice y 24 tripulantes de la escuadra. Por decreto del 21 de octubre de 1859, el presidente Urquiza acordó la pensión íntegra a la viuda Ramona Caraballo de Maurice, por haber muerto su esposo “en acción de guerra”.
En 1860 un buque a vapor de la escuadra de la Confederación se llamó “Maurice”.

Fuentes: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado / www. revisionistas.com.ar / Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).

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jueves, 14 de octubre de 2010

PATRULLAS DE EJÉRCITO RESCATARON A 4 ANDINISTAS EN EL PARQUE NACIONAL LANÍN


Diego Baigorria, Iván Pastrana, Horacio Scafetta y Gastón Elfi se habían extraviado el pasado 5 de octubre en la zona del Parque Nacional cuando intentaban alcanzar la cumbre del volcán Lanín.
En las primeras horas de la noche del pasado martes 5, el Director del Parque solicitó al Regimiento de Infantería de Montaña 26 una patrulla de rescate para colaborar en la búsqueda de 3 andinistas que estaban extraviados en la parte superior del volcán a consecuencia de las malas condiciones meteorológicas reinantes. La patrulla se constituyó con 6 rescatistas de Ejército que trabajaron en apoyo al Equipo de Rescate de Parque Nacionales.
Luego de varias horas de trabajo, personal de Gendarmería y guías de montaña locales lograron localizar, rescatar y evacuar hasta la base a Diego Baigorria, Iván Pastrana y Horacio Scafetta. Ellos informaron que Gastón Elfi también se encontraba extraviado, por lo que continuaron las tareas de búsqueda, logrando rescatarlo con vida en las primeras horas de la mañana del jueves.
El éxito de esta operación se debe a la acción mancomunada entre las tres instituciones en el marco de los protocolos de seguridad vigentes para las actividades de montaña en la jurisdicción del Parque Nacional “Lanín”, poniendo de manifiesto la alta preparación y capacidad de la patrulla de rescate del Regimiento para sobrellevar severas exigencias bajo condiciones meteorológicas adversas y en trabajo en conjunto con otros organismos.
La patrulla de rescate del Regimiento estuvo constituida por el teniente 1ro Raúl Armando Díaz, sargento ayudante Roberto Guerra, sargento baqueano Gustavo Biorkman, cabo 1ro Darío Fuentealba, cabo 1ro Claudio Maldonado, cabo 1ro baqueano Luis Gallardo, teniente Gastón Fasson, sargento Baltazar Suárez, cabo 1ro conductor motorista Sergio Figueroa, cabo 1ro enfermero Víctor Castillo y cabo conductor motorista Mario Castillo.

Fuente: Diario Soldados Digital.

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miércoles, 13 de octubre de 2010

DÍA DE LA ESCUELA DE COMUNICACIONES


La Escuela de Comunicaciones fue creada el 11 de octubre de 1924 por decreto del presidente de la Nación, Dr. Marcelo T. de Alvear, refrendado por el ministro de Guerra, Grl Agustín P. Justo.

La unidad más importante del arma fue creada el 11 de octubre de 1924, con el nombre de “Escuela y Tropas de Comunicaciones”, quedando así separada de su organismo madre, la Dirección de Tropas y Servicios de Comunicaciones, pasando a depender en forma directa del Inspector General del Ejército, al igual que el resto de las Escuelas de Armas.

El superior decreto de creación, firmado por el Presidente de la República Argentina Dr. Marcelo Torcuato de Alvear y refrendado por el Sr. Ministro de Guerra Grl Agustín P. Justo, disponía que la misma debía comenzar a partir del primero de enero de 1925, nombrando como Director al Tcnl Pedro J. Rocco.

Su primer asentamiento fue en la Guarnición Militar del Palomar hasta el año 1935 en que fue trasladada a Campo de Mayo, ocupando los cuarteles que luego serían de la Escuela de Artillería.

En 1952 y sin cambiar de guarnición, es trasladada a los cuarteles que habían pertenecido a la Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral”.

Desde su fundación y en el corto lapso de 45 años, la escuela cambió diez veces de denominación, hasta que en el año 1969 adopta su denominación actual de Escuela de Comunicaciones.El 1 de mayo de 1992, dando cumplimiento a la orden de reestructuración del Ejército, la Escuela fue trasladada a la ciudad de MERCEDES, provincia de CORRIENTES, a los cuarteles que habían pertenecido al Regimiento de Infantería 12 y al Escuadrón de Exploración de Caballería Blindada 3. En dicha guarnición fue creado el B Telecom 3 – Ec dentro de la orgánica del Instituto, sobre la base de la Compañía de Comunicaciones 3, veterana de la Guerra del Atlántico Sur por la recuperación de las Islas Malvinas.

El 1ro de noviembre del año 2000, por resolución del JEMGE, se impone al Instituto el nombre histórico de Teniente General JULIO ALBERTO LAGOS, en memoria y homenaje del militar, hombre público y ciudadano que constituye un ejemplo de conducta y hombría de bien para todos los hombre y mujeres del Arma de Comunicaciones, y que fuera Comandante en Jefe del Ejército en el año 1956.

Desde el año 2003 la Escuela ocupa su actual asiento en la Guarnición Militar Campo de Mayo.


MISIÓN DE LA ESCUELA DE COMUNICACIONES:

La Escuela de Comunicaciones planificará, programará y ejecutará los Cursos Regulares y Complementarios que disponga el Comando Superior, elaborando simultáneamente la doctrina específica y conjunta asignada, para permitir la capacitación operacional de cuadros y tropa de acuerdo al plan de carrera vigente, a fin de asegurar la continuidad del sistema educativo.




martes, 12 de octubre de 2010

DÍA DEL PARACAIDISTA MILITAR


En este nuevo aniversario de la creación de la Escuela de Tropas Aerotransportadas, enviamos un cálido saludo a todos los paracaidistas militares


El Equipo Militar de Paracaidismo tiene sus orígenes en el Equipo de Competición de Paracaidismo. Ese primer equipo se constituyó en el año 1966, como resultado del entusiasmo de oficiales y suboficiales de la entonces IVta Brigada de Infantería Aerotransportada.

Desde ese momento hasta el presente, el equipo tuvo distintas denominaciones:

Equipo de Competición de Paracaidismo (1966-1983)

Equipo de Saltos Especiales (1983-1996)

Sección de Exploración de Largo Alcance (1998-2003)


Durante los años sesenta, y por invitación de la Federación Argentina de Paracaidismo (F.A.P.), participó del 1er Campeonato Argentino de Paracaidismo que se llevó a cabo en el partido de la MATANZA, provincia de Buenos Aires.

Los comienzos del aquel Equipo de Competición están jalonados por importantes victorias obtenidas entre 1967 y 1971 en Campeonatos Interfuerzas, organizados por la Federación Deportiva Militar Argentina (FDMA) y Campeonatos Argentinos. En 1971 constituyó la base del Equipo de la FDMA que participó del Campeonato Mundial organizado por el Consejo Internacional de Deportes Militares (CISM), realizado en Sintra, Portugal.

Entre 1972 y 1979 , logró títulos similares , y las sucesivas y exitosas participaciones del Equipo fueron consolidando no solo prestigio y renombre dentro del paracaidismo deportivo nacional e internacional, sino también mejorando y actualizando su nivel técnico, su organización, su material y fundamentalmente, creando las condiciones para que el Ejercito Argentino analizara, cada vez con mayor profundidad e importancia, la necesidad de contar con un equipo de estas características, pero como un elemento orgánico, ya que hasta el momento era conformado para cada ocasión, en base a los oficiales y suboficiales que integraban las unidades de la IVta Brigada de Infantería Aerotransportada.

Como consecuencia del alto grado de profesionalismo de sus integrantes, comenzó a participar cada vez más asiduamente, en los ejercicios que realizaba la IVta Brigada de Infantería Aerotransportada cumpliendo misiones especiales acorde a sus capacidades y características del material de paracaídas utilizados.

Entre ellos se destacan los lanzamientos efectuados en la zona de operaciones en Tucumán, en la Pampa de Canota (Mendoza) a 3600 metros sobre el nivel del mar y en San Antonio de los Cobres (Salta) a más de 4000 metros sobre el nivel del mar.

Finalmente, y como corolario al esfuerzo, dedicación, vocación de servicio, y fundamentalmente por el espíritu de soldado paracaidista de quienes integraron el Equipo de Competición, se crea el Equipo de Saltos Especiales de Paracaidismo del Ejército, siendo oficializada su existencia en el Cuadro de Organización Nro 18 (complemento) del 20 de Julio de 1983.

Sin haber dejado de participar nunca en todos los campeonatos regionales, nacionales, e internacionales en los que pudo participar, el Equipo de Saltos Especiales, fue mejorando ininterrumpidamente el nivel y capacidad de sus integrantes. Un proceso similar se experimento en las exhibiciones que cada vez fueron más atrayentes y espectaculares, cosechando un sinnúmero de elogios y felicitaciones.

Así fue que entre 1983 y hasta 1988 se lograron los primeros y fundamentales títulos en el plano nacional e internacional, tanto en forma individual como en equipo.

A las primeras victorias en campeonatos argentinos, se suman las logradas en 1987 y 1988 en sendos Campeonatos Latinoamericanos Militares, desarrollados en Panamá y Bolivia respectivamente. Se continuó la participación en el Campeonato Internacional "Capitán GALERA" (España), mejorando progresivamente los resultados obtenidos. El primer campeonato Argentino de precisión en aterrizaje en equipo llegó en 1986. Así comenzó una serie interminable de títulos y victorias tanto nacionales como internacionales.

A partir de allí es muy extensa la cantidad de torneos y campeonatos en los que intervino como para enumerarlos completamente. Solamente se destaca que año tras año, sus miembros han sido clasificados para competir en representación de la Argentina en campeonatos internacionales, conformando el Equipo Argentino de Paracaidismo.

Han participado en numerosos Campeonatos Latinoamericanos y un Mundial, este último llevado a cabo en Hungría en Setiembre de 1996.

Ningún equipo de paracaidismo civil o militar de la Republica Argentina ha ganado tantos campeonatos como el Equipo de Saltos Especiales de Paracaidismo del Ejército.
El Equipo, además, ha participado de todos los ejercicios finales que ejecuto la IVta Brigada de Infantería Aerotransportada, en distintas zonas del país, cumpliendo las más variadas misiones tácticas. Entre estas últimas se pueden destacar: marcación y operación de zonas de aterrizaje y lanzamiento, ejecución de patrullas de exploración, reconocimiento, obtención de información, emboscadas y golpes de mano, entre otras, y saltando en los ambientes geográficos más diversos, como Misiones, Tartagal, Salta, Catamarca, Santiago del Estero, Corrientes, Monte Caseros, Rosario del Tala, Comandante Luis Piedrabuena, Rosario, San Luis, Chaco, entre otras.

En 1991 miembros del Equipo introducen el sistema Dual Tandem al Ejército para satisfacer necesidades operacionales, entre las que se destacan: mejoras en la capacitación e instrucción, incremento en las capacidades del personal que puede operar con el Equipo de Saltos Especiales y proporcionan un atractivo mayor a las exhibiciones.

En el ámbito civil la tarea que se desarrolla es sumamente amplia, ya que participa de todos los torneos deportivos organizados por la F.A.P., como así también representa al Ejército Argentino, dentro y fuera del país, ejecutando demostraciones, exhibiciones, festivales, etc, para beneficio de entidades de bien público y otras Instituciones.
A través del tiempo, el personal de cuadros que integro el Equipo de Saltos Especiales sentó precedentes memorables que hoy le dan un prestigioso lugar dentro de los distintos equipos del mundo, habiéndose alcanzado, en el ámbito deportivo nacional e internacional, aptitudes y títulos diversos como el de jueces internacionales, entrenadores internacionales, jueces nacionales, instructores nacionales e internacionales de paracaidismo, pilotos dual tandem, recordmen nacionales, aptitudes de paracaidista militar de Fuerzas Armadas extranjeras, miembros de diferentes comisiones de la Federación Argentina de Paracaidismo, y han concurrido a seminarios y cursos afines a la especialidad realizados en el país y en el extranjero.

El 1 de Enero de 1997, obedeciendo al proceso de reestructuración que vivió el Ejército Argentino, cambia su denominación por la de Sección de Exploración de Largo Alcance, heredando sus misiones, funciones y capacidades.

En Noviembre de 1998, la Sección recibe los primeros sistemas de paracaídas tácticos de apertura manual, ejecutándose el 13 de mayo de 1999 el primer lanzamiento de media altura (5000 metros sobre el nivel del suelo) en el ámbito de las Fuerzas Armadas del país, constituyendo un hito en la historia del paracaidismo militar Argentino
El 23 de Junio de 2003, y por resolución del Sub Jefe del Estado Mayor General del Ejército, se constituye el EQUIPO MILITAR DE PARACAIDISMO DEL EJERCITO, con una misión específicamente deportiva y educativa, heredando su tradicional espíritu de trabajo y su amor por el paracaidismo militar de apertura manual.

Quienes lo integraron e integran, solo aspirarán a cumplir su misión en beneficio de la IVta BRIGADA PARACAIDISTA y del Ejército Argentino, y lo hicieron:

"...CON EL CUERPO CONFIADO EN LA TELA,

PUESTA EL ALMA EN LAS MANOS DE DIOS..."

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lunes, 11 de octubre de 2010

DÍA DEL COLEGIO MILITAR DE LA NACIÓN


Se celebra el día del Colegio Militar de la Nación por haberse aprobado, el 11 de octubre de 1869, la Ley Nº 357, que autorizaba al Poder Ejecutivo, a cargo de Domingo Faustino Sarmiento, a crear una escuela militar para la formación de los oficiales del Ejército.

Su historia.
En 1869, aún no acallados los ecos de la Guerra del Paraguay, siendo Presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento, surgió la inquietud de organizar un instituto de formación de oficiales para el Ejército. La idea no era nueva, pues varios ensayos se habían hecho en ese sentido desde los días de mayo de 1810, sin embargo todos ellos tuvieron corta existencia.
Unos años antes, en 1860, en un mensaje que Derqui leyera ante el Congreso de Paraná como Presidente de la Confederación, hizo una serie de consideraciones sobre la necesidad de crear una escuela militar, si bien lamentó los inconvenientes e imposibilidad de organizarla en ese momento.
El 9 de agosto de 1869 cuando aún no había cumplido el primer año de su mandato constitucional, Sarmiento envió un mensaje a la Cámara de Diputados adjuntando un proyecto para la creación de una escuela castrense que proveyera de oficiales altamente capacitados para mandar al Ejército.
Así el Congreso se abocó al estudio del mismo y tras algunos debates fue aprobada la Ley por ambas cámaras con el número 357 que autorizó al Poder Ejecutivo para la formación de una escuela militar.
Promulgada el 11 de octubre de ese mismo año esa Ley 357 se convirtió en la piedra fundamental del Colegio Militar de la Nación.
De inmediato el gobierno designó una comisión militar especial a efectos de proponer el reglamento y plan de estudios de la nueva escuela. Se recurrió para esta tarea a un selecto grupo de oficiales, veteranos de muchas campañas y que habían acreditado destacadas condiciones intelectuales; eran ellos el Brigadier General D. Emilio Mitre, el General D. Indalecio Chenaut, el Coronel D. Mariano Moreno, el Coronel D. Juan F. Czetz y el Sargento Mayor V. L. Peslouan.
Cerca de dos meses llevó a la comisión completar la tarea, que permitió al P.E. dictar un decreto el 22 de junio de 1870, oficializando lo propuesto. Dicho documento, firmado por el presidente Sarmiento y refrendado por el Ministro de Guerra General Martín de Gainza, designó como cuartel del Colegio Militar al edificio que sirviera de residencia a Juan Manuel de Rosas y al mismo tiempo nombra Director del Colegio Militar al Coronel de origen húngaro D. Juan F. Czetz y a los primeros oficiales.
El edificio, que desde Caseros había sido destinado a distintos menesteres en forma temporaria, era de estilo colonial y de grandes proporciones para la época. En sus aulas y recintos se mantenían aún, muebles, estufas, alfombras, arañas y espejos que ornamentaron el lugar en tiempos de su primitivo propietario. Algunos de ellos, como un conjunto de rojos sillones de jacarandá, un escritorio de caoba, una cómoda y una caja de caudales, forman hoy el mobiliario del museo que funciona en la casa histórica de Caseros, dentro del predio del Colegio Militar en El Palomar.
El edificio se erguía al N.O. de la ciudad, distante de ella cerca de una legua, en los terrenos limitados por el arroyo Maldonado y el Río de la Plata. Su construcción databa de 1838.
La primera tarea del flamante director, el Coronel Juan F. Czetz, fue la adaptación de las instalaciones para la nueva función. Meses más tarde, el 19 de julio de 1870, ingresaba el primer alumno del Colegio, Ramón L. Falcón.
Este edificio, que había sido construido para albergar a una familia y al personal de servicio, llegó a cobijar en 1892 a 118 cadetes a los que había que agregar el cuadro de oficiales, el claustro de profesores y el personal de tropa y servicio.
Por espacio de 22 años, el caserón de Palermo de San Benito sirvió como cuartel del Colegio Militar y 17 promociones de oficiales egresaron de sus aulas, antes de ser abandonado en 1892 en búsqueda de mayor espacio.
Para entonces, el Colegio habría alcanzado un alto prestigio académico, formando a los cadetes en un riguroso secundario que, por la época, se consideraba de excelencia y se ubicaba entre las mejores academias militares del mundo
La nueva sede se fijó en la localidad de San Martín, donde hoy se encuentra el Liceo Militar General San Martín. Ese ámbito, al igual que el primero, no fue construido al efecto sino que se aprovechó una edificación ya existente destinada anteriormente a un Colegio de Artes y Oficios. El reacondicionamiento se efectuó con sendas partidas presupuestarias otorgadas a ese efecto por el Congreso.
Más allá de la importancia de la nueva sede en San Martín, pronto las limitaciones de la construcción evidenciaron la necesidad de buscar un espacio especialmente diseñado. Así surgió el proyecto para construir la sede definitiva del Colegio que se hará realidad en el año 1937. Los viejos campos del Palomar de Caseros fueron los elegidos, considerados un espacio ideal por su amplitud y cercanía a la Capital Federal.
La piedra fundamental del nuevo edificio fue colocada por el General Pablo Ricchieri en 1904. Sin embargo, recién en 1921 bajo la presidencia de Hipólito Irigoyen, comenzaron efectivamente los trabajos de construcción.
Se adjudicaron las obras del pabellón "Dirección" a la empresa Bonnen Ibero, Parodi y Figini, iniciándose los trabajos el 19 de julio, con asistencia del entonces Ministro de Guerra Dr. Julio Moreno. Se descubrió en dicha oportunidad una placa adosada al "Palomar" histórico, que más tarde fue colocada al pie del busto del General de División Domingo Faustino Sarmiento, en inmediaciones del arco de entrada del Instituto.
El Ministro de Guerra que seguía de cerca los trabajos, ordenó suspenderlos en 1922 con el objeto de ampliar la capacidad del edificio para 1500 cadetes. Se encontraba ya construida para ese entonces parte de la Plaza de Armas, pavimentada con adoquinado de granito de Tandil, circundando con trazo elíptico al Palomar de Caseros.
Más allá de la importancia de la nueva sede en San Martín, pronto las limitaciones de la construcción evidenciaron la necesidad de buscar un espacio especialmente diseñado. Así surgió el proyecto para construir la sede definitiva del Colegio que se hará realidad en el año 1937. Los viejos campos del Palomar de Caseros fueron los elegidos, considerados un espacio ideal por su amplitud y cercanía a la Capital Federal.
La piedra fundamental del nuevo edificio fue colocada por el General Pablo Ricchieri en 1904. Sin embargo, recién en 1921 bajo la presidencia de Hipólito Irigoyen, comenzaron efectivamente los trabajos de construcción.
Se adjudicaron las obras del pabellón "Dirección" a la empresa Bonnen Ibero, Parodi y Figini, iniciándose los trabajos el 19 de julio, con asistencia del entonces Ministro de Guerra Dr. Julio Moreno. Se descubrió en dicha oportunidad una placa adosada al "Palomar" histórico, que más tarde fue colocada al pie del busto del General de División Domingo Faustino Sarmiento, en inmediaciones del arco de entrada del Instituto.
El Ministro de Guerra que seguía de cerca los trabajos, ordenó suspenderlos en 1922 con el objeto de ampliar la capacidad del edificio para 1500 cadetes. Se encontraba ya construida para ese entonces parte de la Plaza de Armas, pavimentada con adoquinado de granito de Tandil, circundando con trazo elíptico al Palomar de Caseros. aulas interactivas, aulas tácticas, laboratorios de idiomas, física, química, polígono de tiro, capilla, salas de conferencias, cine, casino y un importante campo de deportes con gimnasio cubierto, salón de complementos, esgrima y pileta olímpica climatizada.
Además el Colegio Militar tiene el privilegio de contar con un patrimonio histórico único, ya que alberga dos sitios declarados Monumentos Históricos Nacionales: el Palomar y la Casa de Caseros, testigos mudos de importantes hechos del pasado como la Batalla de Caseros, antesala de la Constitución Nacional o las conversaciones preliminares del Pacto de San José de Flores, que consolidó la unión definitiva del país.
La historia reciente encuentra al Colegio Militar en una etapa de grandes cambios, en los últimos años el Colegio Militar ha pasado a ser un Instituto Universitario que también otorga a los Subtenientes un título de grado que cuentan con el aval del Ministerio de Cultura y Educación. Así los cadetes pueden optar entre las Licenciaturas en Administración, en Enfermería Profesional o Contadores Públicos.
Otro hito importante en este proceso de cambio ha sido la incorporación de la mujer. Ellas hoy ingresan al Colegio Militar en una total igualdad de condiciones que sus pares varones, experiencia que ubica a esta institución como una de las más abiertas del mundo en su tipo.
Así llegamos al presente, que encuentra a este Instituto transitando el camino del afianzamiento y consolidación de esos cambios sin dejar de lado su finalidad esencial que es la de educación y formación de los futuros conductores del Ejército Argentino.
Fuente e Informes: www.colegiomilitar.mil.ar

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domingo, 10 de octubre de 2010

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE LUCIO VICTORIO MANSILLA


Nació en Buenos Aires; luego de haber sido educado en Buenos Aires, se sintió hastiado del trabajo del saladero familiar y, a los diecisiete años de edad, partió para la India regresando en 1851.
Al año siguiente, luego de la caída del gobierno de Rosas, acompañó a la familia a Francia, donde prosiguió sus estudios; pocos años después regresó a Buenos Aires, pero halló difícil sobrellevar su parentesco con el ex dictador; ingresó en el ejército y se inició en la carrera de las letras; ofreció sus servicios a la Confederación de Urquiza y fue secretario del vicepresidente Salvador María del Carril; forjó una estrecha amistad con Dominguito, hijo de Domingo Faustino Sarmiento (a quien había conocido antes); continuó escribiendo y traduciendo obras francesas; luchó (1865-1868) en la guerra del Paraguay, siendo herido en un hombro en el combate de Curupaytí, en el cual vio morir a Dominguito.
Enviado en carácter de comandante militar de la frontera meridional de la provincia de Córdoba, emprendió, con un reducido destacamento, la exploración y estudio del territorio indio entre los ríos Cuarto y Quinto; fundó el fuerte Sarmiento alrededor del cual se desarrolló la población del mismo nombre; como gobernador del Chaco austral, en 1878, fundó la ciudad actual de Formosa en 1879, y luego ejerció funciones en el Congreso (1882-1892).
Volvió como ministro de Guerra, en el gabinete de José Evaristo Uriburu; enviado a Europa en 1895 con la misión de estudiar las escuelas militares y obtener ideas adaptables para las academias argentinas; el General Mansilla se retiró del ejército al año siguiente (1896).
Representó a la Argentina en la corte del káiser Guillermo en Alemania, en 1897; regresó a Buenos Aires donde siguió escribiendo, siendo uno de sus ciudadanos más distinguidos. Se lo considera como uno de los más característicos voceros de la Generación de 1880, "un producto espiritual de nuestro tiempo," uno de los mejores cuentistas argentinos; entre las más conocidas se cuentan; "De Adén a Suez" (Paraná, 1855); "Una excursión a los indios ranqueles", basada en sus viajes hechos a territorios indios, mientras era comandante de frontera de Córdoba en 1869, apareció por primera vez en La Tribuna de Buenos Aires en 1870; más tarde se publicaron muchas ediciones y una de las primeras en Leipzig; ganó mención honorífica, conferida en la reunión del congreso internacional de Geografía celebrado en París; sumamente elogiado (así como también criticado por carecer de profundidad, por contemporáneos tales como José Manuel Estrada); atrajo singular atención pública debido al nuevo interés hacia los indios, pero aun con mayor razón en virtud del don y talento especial de Mansilla por los relatos emocionantes y sus esmeradas descripciones de ese casi desconocido ámbito junto con su penetración y discernimiento en la sociedad; "Retratos y recuerdos", en torno de las hombres de Paraná en 1852; "Mis memorias; Rosas". "Ensayo histórico-psicológico", meditado intento de bosquejar un objetivo retrato de su tío a quien él conoció bien, pero cuya memoria se hallaba todavía vastamente aborrecida en la Argentina, apareció en París, en 1898, habiendo sido publicadas, en otras partes, varias ediciones posteriores; hallándose profundamente atribulado acerca de las condiciones imperantes en la Argentina a principios del siglo XX , Mansilla escribió "En vísperas" (Buenos Aires, 1910); murió en París el 10 de octubre de 1913.

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