miércoles, 11 de mayo de 2011

ANIVERSARIO DE LA APROBACIÓN DEL HIMNO NACIONAL ARGENTINO



Con la Revolución de Mayo, existía la necesidad de tener una canción patriótica. El Triunvirato comprendió que debía brindarle al pueblo nacional una canción que lo identificara. En un comunicado efectuado el 22 de Julio de 1812, al Cabildo, el gobierno imploraba la creación de la `marcha de la patria`, para ser efectuada al principio de las funciones teatrales y en las escuelas al finalizar diariamente las clases. La Asamblea Soberana encargó al abogado Vicente López y Planes la composición de la letra y al músico y empresario teatral, Blas Parera.
Al año siguiente, la Asamblea mandó a componer la letra de la Marcha Patriótica, la cual fue aprobada el 11 de Mayo de 1913.



MARCHA PATRIOTICA




Letra: Vicente López y Planes
Música: Blas Parera
Coro



Sean eternos los laureles



Que supimos conseguir.



Coronados de gloria vivamos



O juremos con gloria morir.






Oíd mortales el grito sagrado:



¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!



Oíd el ruido de rotas cadenas



Ved en trono a la noble igualdad.



Se levanta la faz de la tierra



Una nueva y gloriosa Nación:



Coronada su sien de laureles



Y a sus plantas rendido un León.






Coro






De los nuevos campeones los rostros



Marte mismo parece animar;



La grandeza se anida en sus pechos,



A su marcha todo hace temblar.



Se conmueven del Inca las tumbas



Y en sus huesos revive el ardor,



Lo que ve renovando a sus hijos



De la Patria el antiguo esplendor.






Coro






Pero sierras y muros se sienten



Retumbar con horrible fragor:



Todo el País se conturba por gritos



De venganza, de guerra y furor.



En los fieros tiranos la envidia



Escupió su pestífera hiel,



Su estandarte sangriento levantan



Provocado a la lid más cruel.






Coro






¡No lo véis sobre México y Quito



arrojarse con saña tenaz,



y cuál lloran bañados en sangre



Potosí, Cochabamba y la Paz!



¡No lo véis sobre el triste Caracas



Luto y llantos y muerte esparcir!



¡No lo véis devorando cual fieras



todo el pueblo que logran rendir!



Más los bravos que unidos juraron



Su feliz libertad sostener,



A esos tigres sedientos de sangre



Fuertes pechos sabrán oponer.






Coro






El valiente argentino a las armas



Corre ardiendo con brío y valor,



El clarín de la guerra cual trueno



En los campos del Sud resonó,



Buenos Aires se pone a la frente



De los pueblos de la ínclita Unión,



Y con brazos robustos desgarran



Al ibérico altivo León.






Coro






San José, San Lorenzo, Suipacha,



Ambas Piedras, Salta y Tucumán,



La Colonia y las mismas murallas



Del tirano en la Banda Oriental;



Son letreros eternos que dicen:



Aquí el fiero opresor de la Patria



Su cerviz orgullosa dobló.






Coro






La victoria al guerrero argentino



Con sus alas brillantes cubrió



Y azorado a su vista el tirano,



Con infamia a la fuga se dio;



Sus banderas, sus armas se rinden



Por trofeos a la Libertad,



Y sobre alas de gloria alza el pueblo



Trono digno a su gran majestad.






Coro






Sean eternos los laureles



Que supimos conseguir.



Coronados de gloria vivamos



O juremos con gloria morir.



A vosotros se atreve ¡Argentinos!



El orgullo del vil invasor,



Vuestros campos ya pisa contando



Tantas glorias hollar vencedor.



Desde un polo hasta el otro resuena



De la fama el sonoro clarín,



Y de América el nombre enseñando,



Les repite: ¡Mortales! Oíd:



¡Ya su trono dignísimo abrieron



las provincias unidas del Sud!



Y los libres del mundo responden:



¡Al Gran Pueblo Argentino Salud!.



Modificaciones



Durante la Presidencia del general Roca fue sancionado un decreto, con la firma del Presidente de la Nación y de sus ministros: Felipe Yofre, Luis Campos, José María Rosa, Martín Rivadavia, Martín García Merou y Emilio Civit, el cual disponía:
Que, sin producir alteraciones en el texto del Himno Nacional, hay en él estrofas que responden perfectamente al concepto que universalmente tienen las naciones respecto de sus himnos en tiempo de paz y que armonizan con la tranquilidad y la dignidad de millares de españoles que comparten nuestra existencia, las que pueden y deben preferirse para ser cantadas en las festividades oficiales, por cuanto respetan las tradiciones y la ley sin ofensa de nadie, el Presidente de la República, en acuerdo con sus ministros decreta:



Artículo 1: En las fiestas oficiales o públicas, así como en los colegios y escuelas del Estado, sólo se cantarán la primera y la última cuarteta y coro de la canción nacional, sancionada por la Asamblea General el 11 de Marzo de 1813.






HIMNO NACIONAL
Oíd mortales, el grito sagrado:



¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!



¡Oíd el ruido de rotas cadenas:



ved del trono a la noble Igualdad!






Ya su trono dignísimo abrieron



Las Provincias Unidas del Dud,



Y los libres del mundo responden



¡Al gran Pueblo Argentino salud!






Coro



Sean eternos los laureles



Que supimos conseguir:



Coronados de gloria vivamos



O juremos con gloria morir.






Bibliografía:Los símbolos patrios, Dardo Corvalán Mendilaharsu.Historia de los símbolos nacionales argentinos, Luis Cánepa.









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