Nació en Buenos Aires, el 27 de mayo de 1828. Fueron sus padres José Fuentes y Juana Fuentes. Se inició en la carrera de las armas el 17 de julio de 1845, en clase de soldado de Guardia Nacional de la 2ª Compañía del 1er. Escuadrón del Regimiento 6 de Caballería, mandado por el coronel Jorge Velázquez, teniente coronel Manuel Brizuela y sargento mayor Eustaquio Zapiola, formando parte este cuerpo de la División que mandaba el Gral. Prudencio Ortiz de Rosas. Este regimiento se hallaba en Chascomús cuando tuvo lugar la batalla de Caseros, y entonces marchó sublevado a San Borombón, donde fue tomado prisionero por fuerzas a las órdenes del coronel Hilario Lagos.
Fuentes fue dado de alta nuevamente en clase de soldado el 4 de abril de 1853, en el Batallón 1º de Línea del Estado de Buenos Aires (actual Regimiento de Infantería 1 “Patricios”), en el cual fue ascendido a sargento 2º de la compañía de granaderos, el 4 de octubre de igual año, después de haber actuado en la defensa de esta ciudad, sitiada por las fuerzas de Urquiza, las que se disolvieron el 13 de julio de 1853; marchando por esta circunstancia el día 18 de este mismo mes con su batallón a San Nicolás de los Arroyos, donde permaneció Fuentes seis meses de guarnición. Al año siguiente estuvo destacado en Arrecifes, marchando el 9 de noviembre del mismo con su batallón al Norte, donde se organizaba el ejército a las órdenes del Gral. Hornos, para repeler las invasiones llevadas a cabo por jefes adictos a la Confederación. El 28 de enero de 1855 fue ascendido a sargento 1º. En diciembre de este mismo año marchó con su cuerpo a sofocar la revolución encabezada por el general José María Flores, que había penetrado en la provincia con un grupo de emigrados porteños y en el curso del mes siguiente marchó a combatir contra la invasión del general Jerónimo Costa. Fue dado de baja por Orden Superior “por haber cumplido su condena”, según revista, el 23 de julio de 1856.
El 6 de junio de 1857 fue dado de alta voluntario en el mismo batallón, como sargento 1º; marchando el 18 de setiembre de aquel año al “Campo de Marte”, en el Azul, formando parte del llamado “Ejército del Sur”. Se halló en la expedición a las Salinas Grandes, el 15 y 16 de febrero de 1858, a las órdenes de los coroneles Nicolás Granada, Emilio Conesa y Wenceslao Paunero. Ascendió a subteniente el 15 de diciembre de 1857 y a teniente 2º el 22 de junio de 1859; permaneciendo los primeros meses de este último año en la región de Napostá y Sauce Chico (Bahía Blanca).
El 24 de julio de este último año marchó con el 1º de Línea a la Isla Martín García, donde estuvo poco más de un mes, siendo trasladado a San Nicolás para incorporarse al ejército de operaciones. Asistió a la batalla de Cepeda, el 23 de octubre y después de la acción se retiró sobre aquel puerto, donde se embarcó en el vapor de guerra “Guardia Nacional”, a bordo del cual asistió al combate naval que tuvo lugar el día 25, contra la escuadra de la Confederación, a las órdenes del coronel Mariano Cordero.
Participó en la defensa de la Capital, sitiada por los vencedores de Cepeda hasta el tratado del 11 de noviembre. En marzo de 1860 marchó con su batallón a sofocar la revolución encabezada por los coroneles Nadal y Lamela. Fue promovido a teniente 1º el 1º de agosto de aquel año, estando de guarnición en esta Capital.
En julio de 1861 marchó a Rojas, incorporándose con su cuerpo al ejército de operaciones mandado por el general Mitre, asistiendo a la batalla de Pavón, el 17 de setiembre; haciendo en seguida la campaña hasta la ciudad de Córdoba, en el cuerpo de ejército que a las órdenes del general Paunero, ocupó esa capital. En enero de 1863 regresó a Buenos Aires; y habiendo sido promovido a ayudante mayor el 23 de noviembre de 1861, lo fue a capitán, el 18 de mayo de 1863. En julio de este último año se hallaba en Rosario, de guarnición, de donde pasó a la Frontera Oeste de la provincia de Buenos Aires, con asiento en “25 de Mayo” y en “9 de Julio”.
Permaneció en aquella línea fronteriza hasta abril de 1865, en que con motivo del estallido de la guerra con el Paraguay, bajó con su batallón (en el que mandaba la 1ª Compañía) a esta Capital, marchando en seguida a campaña formando parte del 1er. Cuerpo del Ejército, que a las órdenes del general Paunero, inició las operaciones en demanda del ejército invasor. Fuentes se halló en la toma de Corrientes, el 25 de mayo de 1865, por lo que fue merecedor a la medalla de plata concedida por la Superioridad a los vencedores en aquella gloriosa jornada. Asistió a la batalla de Yatay, el 17 de agosto de aquel mismo año, por lo que se le condecoró con la medalla de plata otorgada por el Gobierno Oriental por decreto del 30 de setiembre de igual año. Participó en el sitio y toma de Uruguayana, el 18 de setiembre; recibiendo la condecoración acordada dos días después por el Emperador Pedro II.
Asistió al combate de Pehuajó, el 31 de enero de 1866, así como también al del Paso de la Patria y toma de las fortificaciones de Itapirú, el 16-17 de abril del mismo año. Participó en las acciones del Estero Bellaco, el 2 y el 20 de mayo de igual año. En la batalla de Tuyutí, librada el día 24 de este mismo mes y año, recibió una herida de bala de fusil en la rodilla izquierda. En el combate de Yataytí-Corá, el 11 de julio de 1866, recibió una contusión de rabiza de “cohete a la Congreve”; y en el violento asalto de Curupaytí, el 22 de setiembre de igual año, recibió dos heridas de bala de fusil, que le atravesaron la parte superior de ambos muslos. Por la batalla de Tuyutí recibió los cordones de plata acordados por Ley de 5 de octubre de 1872, por la cual también le fue otorgado el escudo de Curupaytí.
Por las últimas heridas recibidas marchó a Buenos Aires para curarse, y apenas restablecido, regresó al ejército de operaciones el 5 de junio de 1867, tomando el mando accidental del batallón hasta que fue nombrado el sargento mayor Pedro Retolaza, quedando Fuentes de 2º Jefe. Este último había sido promovido a sargento mayor graduado el 19 de marzo de aquel año, por méritos de guerra.
El 28 de noviembre de 1867 fue designado jefe del batallón, el teniente coronel Juan Ayala, y habiéndose retirado el mayor Retolaza, Fuentes pasó a ocupar la segundía del cuerpo, recibiendo la efectividad de su grado el 18 de enero de 1868.
Enviado en comisión el teniente coronel Ayala a la provincia de Córdoba, el 8 de marzo de este último año, el mayor Fuentes quedó de jefe accidental de su batallón. En este carácter participó el 21 de marzo de igual año en el reconocimiento ordenado efectuar a una división del ejército por el General en Jefe sobre las fortificaciones paraguayas de Paso Pucú; asistiendo al ataque llevado con tal motivo al reducto denominado “El Angulo”, el que fue realizado con una audacia propia del valor de los soldados argentinos y uno de los más fecundos en resultados para aquella campaña, y si bien es cierto que la mencionada División debió retirarse, obligada a ello por el nutrido fuego de artillería que soportaba, no es menos cierto que impuesto el enemigo por la audacia del ataque, como por el orden de la retirada, a poco tiempo abandonaba sus formidables posiciones. Este ataque se llamó también del Cuadrilátero.
Del campamento de Paso Pucú el Batallón 1º de Línea fue enviado, a solicitud del general Rivas, a tomar parte de la división que a sus órdenes operaba en el Chaco, entre las fortalezas de Humaitá y el campamento enemigo de Timbó. Tenía esta División la misión de impedir el paso de la fuerza de Humaitá a Timbó. El 8 de mayo de 1868 el coronel Martínez de Hoz atacaba este último punto al frente de una fuerza constituida por el 1º de Línea y los Batallones 14 y 16 del ejército del Brasil, formando la extrema vanguardia el cuerpo de Fuentes a quien correspondió el honor de iniciar el combate con tanto éxito, que en breve tiempo la bandera del Batallón flameaba en las trincheras enemigas. Este triunfo entusiasmó tanto a los atacantes, que imprudentemente se entregaron a las expansiones propias de un asunto tal; afortunadamente el mayor Fuentes mantuvo su cuerpo en riguroso orden de combate, y poco después fuerzas enemigas de refuerzo atacaban violentamente a la División de Martínez de Hoz, correspondiéndole al 1º de Línea el insigne honor de detener el impetuoso ataque, alentado por la palabra y el ejemplo de su valiente jefe. Dos horas largas duró este segundo combate. “Dos horas de angustia –dice el capitán Pascual Beracochea en un informe fechado el 4 de julio de 1883 para la formación de la foja de servicios del coronel Fuentes- por la situación difícil en que nos hallábamos, destacados de nuestras fortificaciones, sin esperanzas de protección y amenazados por el frente y por un flanco, teniendo al otro un río”.
“La mayor gloria – prosigue el informante- para el mayor Fuentes consiste en que fue sólo su batallón el que reprimió al enemigo, si bien con dolorosas pérdidas, de cuyo dolor no fue bastante a compensarnos la satisfacción que nos proporcionó el Comandante en Jefe, recibiéndonos a nuestro regreso en medio de las dianas y demostraciones de los demás cuerpos formados a presenciar nuestro desfile”.
En los momentos en que el valiente coronel Martínez de Hoz era atacado por fuerzas muy superiores, antes de caer para siempre, por intermedio del entonces teniente Fábregas, envió orden a Fuentes de marchar en su ayuda con el 1º de Línea. Este último marchó a paso de trote para cumplir la orden de su superior, y sólo la terminante que le impartió durante la marcha el general brasileño Betancourt, lo detuvo en su propósito. Junto con Martínez de Hoz, cayó prisionero el valiente comandante Gaspar Campos.
El 1º de Agosto de 1868 el mayor Fuentes recibió orden del teniente coronel Luis María Campos, jefe accidental de todas las fuerzas destacadas en aquella zona, de tripular 19 canoas para guardar el paso de la Laguna Loó-Cangue; servicio que quedó establecido a las 11.15 horas de la noche. Distribuido así el 1º de Línea, como a las dos horas fueron atacados por una flotilla de canoas enemigas, lanzadas con el ímpetu de hombres que buscan su salvación acosados por todas partes.
“La menor confusión –dice el capitán Beracochea en su informe- podía proporcionar al enemigo la consecución de su objeto”.
“Así lo comprendió el mayor Fuentes, quien, por un movimiento de concentración que ordenó en el acto, y cuya orden yo mismo transmití (Beracochea era ayudante de aquél), consiguió un triunfo completo, echando a pique el mayor número de las canoas enemigas y apresando a otras. Las fuerzas que en ellas venían perecieron en el combate o ahogadas”.
“El 13 del mismo mes de agosto, después de rendidas las últimas fuerzas de la guarnición de Humaitá que habían pasado al Chaco, el Batallón 1º de Línea pasó al campamento de Paso Pucú, conduciendo 1.500 prisioneros. Aquel cuerpo tomó parte en la batalla de las Lomas Valentinas, el 27 de diciembre de 1868, acción en la que no se halló Fuentes por estar en Buenos Aires en comisión; en cambio, había asistido al combate parcial del 8 de setiembre de aquel año librado para desalojar al enemigo de una posición llamada Villeta, Villa Franca y Villa Oliva. El día 15 de este último mes y año ascendió a teniente coronel graduado.
El 17 de octubre de aquel año (1868) se le concedió licencia para pasar a Corrientes “a restablecer su salud”, y el 7 de noviembre del mismo, para bajar a esta ciudad de Buenos Aires, a curarse, previo informe facultativo.
Del Paraguay el batallón 1º de Línea fue retirado a mediados de abril de 1870 para pasar a tomar parte en la campaña contra López Jordán, en la provincia de Entre Ríos, llegando a Paraná el 19 de mayo de aquel año; al día siguiente, el coronel Ayala organizó un ataque a los sitiadores que se habían retirado a inmediaciones de la ciudad. La fuerza jordanista, compuesta por 2.000 hombres, ocupaba una posición estratégica llamada “La Tablada”; de la cual fue desalojada por el 1º de Línea, el regimiento de caballería de Guardias Nacionales “San Lorenzo” de Santa Fe y un escuadrón de “Abastecedores del Paraná”, cuyo jefe, el coronel Ibarra, fue muerto en la acción. Fuentes mandó el 1º de Línea, pues el coronel Ayala tuvo a sus órdenes la columna de ataque.
También asistió al combate de Don Cristóbal, el 19 de diciembre de 1870, permaneciendo con su cuerpo en Yuquery Chico, en febrero de 1871; en Victoria en marzo y abril y desde mayo de igual año hasta el 1º de octubre de 1872, en Gualeguay; pasando en esta última fecha la P. M. D., a su solicitud. En esta situación de revista permaneció hasta el 27 de octubre de 1874, en que fue designado edecán del Presidente de la República, en cuyo carácter marchó en comisión a la provincia de Corrientes el 17 de abril de 1878, a las órdenes del Interventor Nacional Dr. Victorino de la Plaza; y desempeñando iguales funciones, al mando de una división, el 4 de julio de 1880. Desde el 25 de enero de 1878 era teniente coronel efectivo.
Estando en Corrientes, en la comisión última mencionada, el 10 de diciembre de 1880 solicitó pasar a la P. M. D., lo que se le concedió el día 13 del mismo mes; siendo nombrado en aquella provincia Jefe de Policía de la capital de la misma. Ejerció también el cargo de jefe político de los departamentos Itatí, San Antonio, Loreto, San Miguel, Caá-Caty e Itá Ibaté. Cuando marchó el 4 de julio de 80, a las órdenes del Interventor General Contado R. Villegas, Fuentes mandó una división compuesta por los Batallones 1º y 2º de Guardias Nacionales del Paraná y el Regimiento 3º de Caballería.
El 2 de agosto de 1883 solicitó pasar de la P. M. P. en la que se hallaba desde el 1º de agosto de 1881, a la Disponible; disponiéndose el 7 de setiembre de aquel año su pase como Jefe de la Oficina de Enganche de La Rioja, en reemplazo del teniente coronel José W. Fernández, que pasó con igual cargo a Paraná.
Promovido a coronel el 21 de agosto e 1886, pasó con tal fecha a “Lista de Oficiales Superiores”, de la que fue destinado como agregado al Estado Mayor General, el 28 de setiembre de 1892; para volver a su anterior situación de revista el 5 de setiembre de 1895. El 16 de octubre de este último año pasó a retiro militar con 53 años, 2 meses y 23 días de servicios aprobados.
Falleció en esta capital el 13 de enero de 1905. Aparte de las condecoraciones mencionadas lució sobre su pecho: medalla de oro por la terminación de la Guerra del Paraguay y la medalla de cobre concedida por el Imperio del Brasil por la misma campaña.
Contrajo enlace en Buenos Aires, el 4 de junio de 1861, con Felipa Cabrera, porteña, nacida en 1845; hija de Laureano Cabrera y de Manuela Rojas.
Fuentes: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado/ www. revisionistas.com.ar / Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).
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