viernes, 30 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DEL COMBATE DE LAS PIEDRAS



Luego del triunfo de Tucumán, el General Belgrano no persiguió de inmediato a las tropas realistas de Pío Tristán, sino que tan solo decidió picar su retaguardia durante el movimiento retrogrado. A tal fin destinó sus mejores tropas de infantería y caballería a órdenes del General Díaz Velez, que destacó partidas móviles para cumplir la misión. El día 30 de septiembre de 1812, el Capitán de Húsares de la Patria, don Cornelio Zelaya, con fuerzas de su escuadrón empeñado en esta tarea derrotó en Las Piedras a una partida enemiga de 38 hombres. Después de una hora de fuego, del que tuvo cinco heridos y los realistas ocho, hizo prisioneros al oficial que la mandaba, a un sargento y a nueve soldados y tomó 18 fusiles, 6 rifles y otro armamento. El éxito de la acción le valió a Cornelio Zelaya el ascenso a Teniente Coronel.

Fuente: Ejercito.

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jueves, 29 de septiembre de 2011

DÍA DEL SERVICIO DE EDUCACIÓN FÍSICA “SAN MIGUEL ARCÁNGEL”



Nos unimos a la celebración de los integrantes del Servicio de Educación Física en el día de su patrono, San Miguel Arcángel, jefe de los ejércitos celestiales.
El Servicio de Educación Física
El deporte de alto rendimiento, sea militar u olímpico, las instituciones militares juegan hoy un papel fundamental en la estructura organizativa de dicho deporte.
Es por esta razón que el Ejército Argentino, ajustándose a los constantes cambios que se producen en la sociedad, está diseñando su política deportiva para los próximos 8 años. Esta política contempla la conformación de diferentes equipos representativos de la Fuerza tanto para los deportes olímpicos como para los no olímpicos y para los netamente militares.
En lo relativo al personal, el Ejército Argentino es uno de los pocos del mundo que cuenta, entre sus filas, con un Servicio de Educación Física en que se incorporan Profesores Nacionales de Educación Física egresados de diferentes institutos nacionales y universidades. Luego del curso de capacitación correspondiente, los profesores pasan a formar parte del cuadro de oficiales del cuerpo profesional, cuyos integrantes poseen gran trayectoria, tanto a nivel académico como a nivel de entrenamiento propiamente dicho.
Con motivo de la situación expuesta anteriormente, el Ejército Argentino desea explotar al máximo sus instalaciones para la práctica de deportes con equipos representativos ya constituidos y para la conformación de equipos, aún no incorporados en el ámbito militar, que puedan tener relación con la formación profesional de los cuadros.
Durante este año, se han conformado dentro de la Fuerza equipos representativos de:
* Pentatlón moderno
* Levantamiento olímpico de pesas
* Golf
Que se incorporan a la lista de los siguientes equipos preexistentes:
* Esquí
* Pentatlón militar
* Atletismo
* Esgrima
* Orientación
* Tiro
* Equitación
* Paracaidismo
La jefatura del Departamento de Educación Física del Estado Mayor General del Ejército aspira a incrementar la cantidad de equipos representativos para las competencias de nivel nacional e internacional en los diferentes deportes.



Fuente: www.ejercito.mil.ar





miércoles, 28 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL ANGEL PACHECO



El 28 de septiembre de 1869, fallecía en Buenos Aires el general don Ángel Pacheco. Ante sus restos mortales, el general Bartolomé Mitre pronunció un elocuente discurso resaltando los eminentes servicios que había prestado a su país en su larga y fecunda carrera militar. Había nacido en Buenos Aires el 14 de julio de 1795. En 1811, se incorporó como cadete al Regimiento de Milicias Patricios de Buenos Aires. Desde entonces escaló posiciones y jerarquías en el Ejército de la patria hasta alcanzar los galones de general. Actuó junto al general San Martín, destacándose por su valor en Chacabuco y Maipú y años más tarde, durante la guerra contra el imperio del Brasil, en Ituzaingó. Arrastró su vida en Camacuá y en tantas otras importantes acciones guerreras. Su vida política puede ser discutida, pero no su desinterés y su sano patriotismo.

Según algunos historiadores nació en Buenos Aires el 13 de abril de 1793; otros, opinan que nació el 15 de junio de 1795. Fue hijo de Don Juan Pacheco Negrete, español, y de Doña Teresa Concha Darregrande, chilena. Recibió una educación esmerada y realizó estudios de filosofía en el Colegio de San Carlos.
En el año 1811 se incorporó como cadete al Regimiento de Milicias “Patricios de Buenos Aires”.El 22 de noviembre de 1812 pasó a formar parte del Regimiento de Granaderos a Caballo. En vista del Combate de San Lorenzo, se desempeñó como astuto observador sobre la escuadra realista. Y su actuación heroica en la contienda lo hizo acreedor del ascenso de Portaestandarte Alférez del primer escuadrón, el 26 de febrero de 1813. Con un piquete de cuarenta hombres permaneció en el Convento de San Carlos, rechazando un desembarque realista en las proximidades de Zárate.
En 1815 fue ascendido a Ayudante Mayor y, un año después, atravesó La Rioja con rumbo a Mendoza para incorporarse al Ejército de Los Andes. Intervino en el Encuentro de las Coimas y luego en la Batalla de Chacabuco. También luchó con coraje en la contienda de Cancha Rayada.Más tarde, en 1817, fue comisionado para traer a Buenos Aires los trofeos de la Batalla de Chacabuco y, el 10 de marzo de aquel año, Pueyrredón lo ascendió a Sargento Mayor. Participó en la Campaña de Talcahuano y más tarde en la decisiva Batalla de Maipú.Durante los años 1818 y 1819 prestó sus servicios en la campaña del sur de Chile, al mando del Coronel Manuel de Escalada.
En el año 1822, contrajo enlace con Dolores Reynoso. El matrimonio tuvo nueve hijos: Ángel, José Felipe, Julio, Román, María Elvira, María Dolores, Águeda, Eduardo y Pablo.Ya por aquel entonces Teniente Coronel, en 1825 se le confió el mando del reciente Regimiento III de Caballería. Con él, Pacheco abrió la Campaña contra el Imperio del Brasil.Dos años después combatió en las batallas de Ombú, Ituzaingó y Camacuá, en la cual el Ejército Argentino derrotó a los brasileros del General Barrito, y dejó libre a la República Oriental del Uruguay, de Brasil y de la Argentina.
De regreso a Buenos Aires, en 1830, sirvió en la frontera oeste y participó en la Campaña del Interior contra el General Paz.
En 1831, como parte del Ejército Confederado y a las órdenes del General Estanislao López, derrotó en Fraile Muerto a la vanguardia del General Paz, la que se encontraba a las órdenes del Coronel Pedernera. Como mérito por su actuación lo promueven a Coronel Mayor.En 1833 fue nombrado Mayor General en la Campaña del Desierto, comandado por Juan Manuel de Rosas. Al parecer fue uno de los militares más adictos al Brigadier General. Nombrado Jefe del Estado Mayor, ocupó el Río Negro y derrotó al Cacique Paylloven. Más tarde alcanzó la isla Choele Choel y por asalto tomó ese territorio, haciendo prisioneros a todos los indios.
El 6 de agosto de 1840 fue derrotado por Lavalle en el Combate de El Tala. El 20 de octubre, tras reorganizar sus fuerzas y junto al Comandante Herrado, derrotó a Lavalle en el combate de Muira.
En 1841 actuó como Jefe de la vanguardia de Oribe, y venció al General Videla del Ejército de Lavalle en el combate de San Calá. El 24 de septiembre derrotó al General Lamadrid en el Combate del Rodeo del Medio.
También participó en el sitio de Montevideo junto con el General Oribe, en 1843, donde fue destacada la actuación de las fuerzas del General Pacheco.
Durante el sitio de Montevideo (1844), al lograr salir el General Paz con el propósito de abrir una brecha, Oribe y Pacheco, luego de una cruenta batalla, rechazaron a Paz el 24 de Abril en el combate de Tres Cruces.
En 1845 asumió como Jefe de la Frontera del Centro, con asiento en Luján; organizó varios cuerpos y estableció los Fuertes de Bragado y Mulitas (hoy 25 de Mayo).
En 1850 fue elegido Diputado para la Legislatura de Buenos Aires.
En 1851, al levantarse Urquiza contra Rosas, fue nombrado Comandante en Jefe de las Fuerzas Federales.
En 1852, disgustado con Rosas (según algunos no consideraba oportuno enfrentar a Urquiza en aquel momento), se abstuvo de participar en la Batalla de Caseros y se retiró a su estancia El Talar. Los historiadores no se han puesto de acuerdo sobre ese distanciamiento, y algunos opinan que si el General Pacheco y sus fuerzas hubieran estado en la batalla, el resultado de Caseros habría sido otro.
Después de la Revolución del 11 de Septiembre se lo nombró sucesivamente: Comandante General de Armas de la Provincia, luego General en Jefe de las Fuerzas de la Capital, y finalmente Ministro de Guerra y Marina, cargo que desempeñó hasta Febrero de 1853.El 28 de septiembre falleció en Buenos Aires. En el sepelio de sus restos hablaron, entre otros, el poeta Guido Spano y el General Mitre, quien había sido su adversario. En uno de sus párrafos dijo Mitre: “Los Generales de la República vienen a inclinarse con doloroso respeto sobre su cadáver. Ellos vienen a darle el último adiós a las puertas del sepulcro y le dirigen por mis labios estas palabras: General Pacheco, tus antiguos compañeros de armas y los que siguieron tus huellas cruzando los ásperos senderos de la guerra, desean goce en el lecho de la muerte; tanta paz como glorias alcanzasteis en la vida”.

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martes, 27 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL CORONEL BONIFACIO RUIZ DE LOS LLANOS



Nació en la ciudad de Salta el 15 de junio de 1791. Principió a servir el 15 de setiembre de 1811 en calidad de sargento 2º de la compañía de “Patricios de Infantería de Salta”, a las órdenes del entonces teniente 1º Rudecindo Alvarado. En octubre del mismo año marchó de Salta con su compañía hasta Humahuaca y de este punto hasta Orán, escoltando los caudales que conducía de la ciudad de Potosí, el coronel Juan martín de Pueyrredón, regresando nuevamente a Salta. En noviembre del mismo año se incorporó con su compañía a la vanguardia del Ejército Auxiliar que se hallaba en la provincia de Jujuy, habiendo sido ascendido a sargento primero, el día 1º de aquel mismo mes. El 12 de enero de 1812 se halló en la acción de Nazareno a las órdenes del coronel Días Vélez, después de la cual el Ejército se retiró hasta Yatasto, donde en el mes de marzo, el general Manuel Belgrano se recibió del comando en jefe.En la nueva organización que dio este General al Ejército Auxiliar, la compañía de Ruiz de los Llanos quedó refundida en los demás cuerpos del ejército, continuando sus servicios en la 2ª compañía del Regimiento Nº 6 de Infantería, que mandaba el capitán Francisco Antonio Sempol. De este cuerpo pasó a la Artillería a las órdenes del Barón de Holmberg, Jefe de Estado Mayor y comandante de aquella arma en el ejército, asistiendo en tal carácter a la batalla de Tucumán, el 24 de setiembre de 1812, volviendo en diciembre a incorporarse al Regimiento 6 de Infantería, por orden del general Belgrano, con el cual se batió en la gloriosa jornada de Salta, ya con el empleo de subteniente efectivo que le había sido conferido el 1º de febrero de 1813. El 1º de junio del mismo año fue promovido a teniente, con cuya jerarquía asistió a la acción de Vilcapugio, el 1º de octubre, y el 14 de noviembre a la de Ayohuma, retirándose después de esta derrota, a Tucumán, con los restos del ejército.
El 20 de mayo de 1814 obtuvo su baja por hallarse enfermo, pero apenas restablecido, se presentó a las avanzadas del Ejército Patriota, mandado por el sargento mayor José Apolinario Saravia, situadas en Guachipas, a las que fue incorporado el 1º de marzo de 1815, sirviendo en ellas hasta que fue desalojado de Salta el ejército español. Al incorporarse a las avanzadas de Apolinario Saravia, Ruiz de los Llanos fue reconocido como teniente 1º.
En 1815 se creó en Salta el cuerpo de “Infernales” a las órdenes del coronel Miguel Martín de Güemes, del que formó parte Ruiz de los Llanos, en clase de ayudante mayor desde el 1º de noviembre de aquel año, hasta el 16 del mismo mes, en que obtuvo su baja.
El 1º de marzo de 1816 volvió al servicio, incorporándose en clase de capitán al Regimiento “Páramo del Orden”, sirviendo a las órdenes del coronel mayor Juan José Fernández Campero, el famoso Marqués de Yaví, el cual tenía a su mando directo una división de 800 hombres, de la cual era segundo jefe el teniente coronel Juan José Quesada y comandante de la caballería; desempeñando el capitán Ruiz de los Llanos el cargo de jefe de las avanzadas. Participó del combate de Colpayo, el 14 de setiembre de aquel año. En Yaví, el 12 de noviembre de 1816, las avanzadas de Ruiz de los Llanos tuvieron un fuerte choque con los realistas del coronel Marquiegui, que se apoderó de sus caballadas y tomó prisioneros al jefe y 2º de aquella, y 300 hombres de tropa, después de matarle muchos individuos.
Ruiz de los Llanos después de este tremendo contraste, en el que cedió a Fernández Campero su caballo para que se salvara, sin lograrlo, se retiró al valle de Cachí. En enero de 1817 fue nombrado 2º comandante de las milicias de dicho valle, con las que bajó a la ciudad de Salta a hostilizar al enemigo que ocupaba toda la provincia, hasta que después de los violentos combates librados desde el 17 de abril al 1º de mayo, en las regiones de Cerrillos y de El Bañado, La Serna inició el repliegue sobre Jujuy, el día 4 de este último mes. Ruiz de los Llanos, por orden de Güemes había ocupado la pampa del Rosario. El día 13 de mayo de 1817, La Serna, intensamente hostilizado por sus flancos y su retaguardia por las partidas de Infernales, emprendía la retirada de Jujuy, a los seis meses de iniciada la invasión. En el parte de Güemes a Belgrano del 25 de abril de este año recomienda la conducta y valor militar de Ruiz de los Llanos, 2º de la división del Valle por el último triunfo que acababa de obtener.
En 1818 marchó a la Puna, a las órdenes del teniente coronel José Gregorio López, de 2º jefe hasta el año 1819; habiéndose distinguido en los diferentes encuentros que tuvieron con los enemigos, entre ellos, el de Acoyte, el 11 de febrero de 1818, en que tomó 40 prisioneros, haciéndose acreedor, Ruiz de los Llanos, por su conducta militar, al honroso timbre de Intrépido, con que lo califica su jefe superior en los partes publicados en aquella época. El 1º de enero de 1819 recibió la jerarquía de teniente coronel, y el 27 de agosto del mismo año fue nombrado comandante del 2º Escuadrón de Gauchos del Valle de Cachí. El general Güemes, en su carácter de general en jefe del “Ejército de Observación del Perú”, le otorgó el 15 de agosto de 1820, despachos de coronel graduado.
Continuó como Jefe de las Milicias del valle de Cachí, y como tal, asistió a los diferentes combates que tuvieron lugar los en los años 1810 y 21, para rechazar las nuevas invasiones realistas de entonces; continuando en aquel cargo hasta la terminación de la guerra de la Independencia. El 12 de julio de 1826 fue coronel efectivo.
Los gobiernos que se sucedieron conservaron a Ruiz de los Llanos en esos destinos. Actuó en las luchas contra la Coalición del Norte, formando parte de las tropas federales que respondían a Rosas. En marzo de 1841, siendo comandante General de los Valles fue tomado preso por el ejercito unitario y reemplazado el 11 de abril por el coronel Fiorentín Santos.
Continuó después desempeñando ese y otros cargos análogos hasta el año 1855, en que el Gobierno de la Confederación lo incorporó al Estado Mayor, Sección Salta, en Disponibilidad, mandándole extender el despacho de Coronel que había obtenido en el Ejército de la Provincia. Permaneció en aquella situación de revista hasta el 12 de diciembre de 1862, fecha en la cual el Gobierno de la República Argentina dispuso revistara en la Pasiva, en la que se hallaba a su fallecimiento ocurrido el 28 de setiembre de 1870, en Payagasta. Estaba casado con Buenaventura San Roque, hija del capitán Francisco Nicolás García de San Roque (dueño en 1795 de la estancia Payogasta en el Valle Calchaquí ) y de Polonia Solaligue y Plaza.Los restos de Ruiz de los Llanos y su esposa se hallan en la iglesia de PayogastaEn la actualidad, la Banda Militar del Regimiento de Caballería Ligero 5 lleva el nombre “Cnl Bonifacio Ruiz de los Llanos”. (En la imagen)
Fuente: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado - www. revisionistas.com.ar - Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).
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lunes, 26 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE TUCUMAN



Decidido el general Belgrano a detener su retirada hacia Córdoba prepara sus fuerzas con el entusiasta apoyo de la población tucumana, a fin de detener el avance del general español Pío Tristán. El 24 de septiembre, ambas fuerzas chocan al sudoeste de la ciudad de Tucumán. Tras un primer momento de zozobra ante la derrota de parte de las fuerzas patriotas, la decidida acción de Díaz Velez al mando de toda la infantería y la artillería frenó el ímpetu del ataque realista. Acudiendo Belgrano con 500 hombres en apoyo de Díaz Velez, que se había hecho fuerte en la ciudad, intimó a la rendición al jefe español. Este rechazó la misma y durante la noche se replegó a Salta dejando el triunfo a las armas patriotas. Tras la victoria, el general Belgrano se dirigió al Superior Gobierno de las Provincias Unidas remitiéndole el parte que decía: “La Patria puede gloriarse de la completa victoria que han obtenido sus armas el 24 del corriente día de Ntra. Sra. De las Mercedes, bajo cuya protección nos pusimos: 7 cañones, 3 banderas, y un estandarte: 50 oficiales, 4 capellanes, 2 curas, 600 prisioneros; 400 muertos, las municiones de cañón y de fusil, todos los bagajes, y aún la mayor parte de sus equipajes, son el resultado de ella. Desde el último individuo de ejército, hasta el de mayor graduación se han comportado con el mayor honor y valor”.
El ejército del Norte se retira lentamente, hostigada su retaguardia por dos columnas españolas envalentonadas por la facilidad de la maniobra. Belgrano se afirma ya en la idea de hacer frente al enemigo en Tucumán. Pero las órdenes que recibe del gobierno son terminantes: destruir todo lo que pueda ser útil al enemigo y continuar retirándose hacia Córdoba. El 3 de setiembre un combate de retaguardia sobre el río Las Piedras, demuestra el temple de los soldados que intervienen en él e infunde esperanzas a todos.
En las proximidades de la ciudad de Tucumán recibe Belgrano a una comisión que le ofrece los hombres y las armas disponibles para hacer frente a los realistas y, lo que es más, la decisión de vender caras sus vidas. Belgrano se decide; desobedecerá al gobierno para luchar al lado de este pueblo heroico. Pone a la ciudad en estado de defensa y forma sus tropas al norte de la misma, de espaldas a ella. Los españoles, confiados en su mayor experiencia, suponen el triunfo fácil. Flanquean por la izquierda la línea patriota para cortarles la retirada del sur, visiblemente, sin enmascarar sus movimientos, tan seguros están de la victoria. Belgrano cambia su frente hacia el oeste y el choque se produce. Es el 24 de setiembre de 1812: son las 8 de la mañana. Pronto la batalla se hace confusa, de difícil conducción. Los ejércitos se dividen, se fragmentan en grupos que pelean interpolados, medio ocultos por el humo hurente de los pajonales incendiados, mientras sobre el campo de las Carreras se abate una espesa manga de langostas que aumenta la confusión.
Recién al anochecer -ha sido toda una larga jornada de heroísmos individuales - Belgrano logra reunir a sus huestes vencedoras. Los realistas dejan en el campo de batalla 450 muertos y 700 prisioneros, 7 cañones, banderas y estandartes y, sobre todo, jirones de su petulancia de la víspera.
Be!grano no ha logrado, empero, la decisión total. Tristán tiene tiempo de reunir los restos de su ejército y, sin ser molestado, se dirige hacia Salta.
La victoria tuvo gran repercusión en todo el país. Tucumán, "cuna de la libertad y sepulcro de la tiranía", la celebra jubilosa. El 27 de octubre se realizó una misa en acción de gracias. Por la tarde, cuando la procesión portaba en las andas a Nuestra Señora de las Mercedes, en medio de la conmoción universal, Belgrano puso el bastón que llevaba entre los cordones del atuendo de la imagen.
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viernes, 23 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL SUBTENIENTE ABANDERADO MARIANO GRANDOLI



Nació en el Rosario de Santa Fe, el 26 de abril de 1849, siendo bautizado en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, el día 30 del mismo mes por el cura Miguel Obón, con los nombres de Cleto Mariano; siendo padrinos de la ceremonia, Domingo Correa y Laureana Correa (Libro 8º de Bautismos al folio 277). Era hijo legítimo del matrimonio de Mariano Grandoli con Magdalena Correa.
Se educaba en su ciudad natal cuando el mariscal Solano López atacó los buques de guerra argentinos “Gualeguay” y “25 de Mayo”, apoderándose de la ciudad de Corrientes e invadiendo el territorio de esta provincia; el joven Grandoli se ofreció al Ejército en julio de 1865, siendo dado de alta como subteniente abanderado del Batallón Santafecino, cuerpo con el que inmediatamente marchó a incorporarse al ejército de operaciones, verificándolo en el Ayuí Chico, en el curso del mismo mes.
Participó en la batalla de Yatay y a la toma de Uruguayana, y por méritos de guerra, en octubre de dicho año ascendió a subteniente 1º de bandera de su batallón. Permaneció en el campamento de las Ensenaditas, de enero a abril de 1866, y se encontró en el pasaje del ejército aliado por el Paso de la Patria, el 16 de este último mes y en la toma de la batería de Itapirú, al día siguiente. Participó en el rechazo de los paraguayos en el Estero Bellaco del Sud, el 2 de mayo, y en la acción librada el día 20 para cruzar el mismo estero.
Fue uno de los que combatieron en la tremenda batalla de Tuyutí, el 24 de mayo. Las unidades rosarinas se destacan brillantemente. El “1ro de Santa Fe” y el “Rosario” se cubren de gloria, y sus banderas, sostenidas por los jóvenes abanderados Grandoli y Anaya, flamean en medio del combate, en tanto que las balas las acribillan poniendo en serio peligro a los que las llevan. El Coronel Avalos, cuyo Cuerpo perdiera ochenta y dos hombres, felicita al portaestandarte que demostrara no temer a la muerte en esa horrible batalla que fuera considerada por los más destacados especialistas en temas castrenses, la más grande y sangrienta de América del Sur. Grandoli fue acreedor al escudo de plata acordado por ley del Congreso posteriormente.
Tomó parte en las operaciones de Yataytí-Corá, en julio de 1866, y en Boquerón y Sauce. En vísperas del terrible asalto de Curupaytí, Grandoli, al contemplar las imponentes defensas, escribió a su madre: “El argentino de honor debe dejar de existir antes de ver humillada la bandera de la Patria. Yo no dudo que la vida militar es penosa, pero, ¿qué importa si uno padece defendiendo los derechos y la honra de su país? Mañana seremos diezmados, pero yo he de saber morir defendiendo la bandera que me dieron”.
Y el Héroe cumplió gloriosamente su promesa, cayendo atravesado por 14 balazos el emblema que conducía Grandoli, y manchado con la sangre de éste, que cayó al pie de las trincheras paraguayas de Curupaytí, en la inmortal jornada del 22 de setiembre de 1866.
La enseña manchada con la sangre del glorioso abanderado, está actualmente en el Museo Histórico Provincial Dr. Julio Marc, de Rosario, Pcia. de Santa Fe. En una placa de bronce, se transcribe la carta que el coronel Avalos le dirigió días más tarde a un vecino de Rosario: “Hecha pedazos como está y manchada con la sangre del intrépido subteniente 1ro de bandera don Mariano Grandoli, tal vez no la conozcan más las distinguidas señoritas que la trabajaron…”, y concluía pidiendo que les dijera: “No se olviden de los que quedaron en Curupaytí, que tal vez ellos ese día recordaban de ellas por el tanto arrojo que hubo”.
El 13 de junio de 1872, el antiguo jefe de la 3ª División del 1er Cuerpo del Ejército Argentino, a la que pertenecía el Batallón 1º Santa Fe, coronel José Ramón Esquivel, extendió en la ciudad del Rosario, una certificación de los gloriosos servicios prestados por el abanderado Mariano Grandoli, en su corta, pero admirable carrera militar.
Los restos de Grandoli no pudieron ser rescatados y quedaron en la trinchera, como los de tantos argentinos.

En la Imagen: El Subteniente Mariano Grandoli sentado con su uniforme de Gala, acompañado por otros compañeros.
Fuentes: De Marco, Miguel Angel – Banderas rosarinas en la Guerra del Paraguay, (1960)Turone, Oscar A. – Efemérides – Patricios de Vuelta de ObligadoYaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).









jueves, 22 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE CURUPAYTÍ



El día 22 de septiembre de 1866 se produce la Batalla de Curupaytí, en la Guerra del Paraguay. El asalto de la infantería argentina a la fortaleza de Curupaytí bajo el fuego de la artillería paraguaya, fue la mayor acción de combate de esa guerra. El asalto duró más de cinco horas, terribles por la pérdida de vidas en el campo, hasta que el General Bartolomé Mitre ordenó movimientos de retirada por escalones.
En las vísperas de Curupaytí varios jefes del ejército argentino se reunieron a comer en la carpa del doctor Molina. Eran estos, los coroneles Luis María Campos y Juan Bautista Charlone y los comandantes Rosendo Fraga, Manuel Rosetti y Alejandro Díaz, el elegante oficial egresado de Saint-Cyr.Saboreaban un banquete de soldado cuyo manjar más exquisito era un sábalo raquítico.De pronto Fraga, con aquella arrogancia en el porte y en el hablar que lo hacia atrayente, dijo con visible contrariedad y triste sonrisa:
- ¡Hoy me van a matar! Recibiré un balazo en el vientre pero tendré el honor de morir con el quepis que Vd. me ha regalado –y dirigiéndose a Campos lo saludó con simpatía.
Alguien quería remover el silencio reinante cuando se escuchó la voz de Rosetti:
-¡Yo también voy a morir –exclamó- y es tan cierto mi presentimiento que he arreglado mis asuntos!
El joven Díaz, apenas extinguidos los ecos de las palabras de su camarada, murmuró con la cabeza gacha:
- ¡Yo también voy a morir!
El valiente Charlone, ese elegante oficial italiano que amaba tanto a su patria adoptiva, se irguió al tiempo que decía con un nervioso acento:
- Del mismo modo quedaré allí de un metrallazo; pero caeré en mis cabales, porque hasta ahora en el ejército argentino, en esa patria que tanto amo, nadie ha ido mas lejos que yo, y por eso que quiero darle mis glorias y mi sangre.
La atmósfera vibraba de puro tensa, y tristes pensamientos pasaban por las mentes esclarecidas de los bravos. Rosetti sacudió sus amarguras y llamando al Coronel Campos por su mote cariñoso dijo:
-¡El general Petit también ha de morir!
-¡No!- le interrumpió Fraga- saldrá herido solamente para que cuente el cuento.
En esos momentos se presentó un oficial de talla gigantesca, cabellos rubios y mirada infantil que traía una orden:
- ¿Y a éste? – dijo Rosetti sonriente.
- Como es tan grande, será el primero que muera – replicó secamente Charlone.
Salvo la herida de Campos, la siniestra profecía se cumplió. Todos murieron como héroes. Están en la gloria pero no en el bronce. Faltan esas estatuas.






miércoles, 21 de septiembre de 2011

DÍA DE LA ESPECIALIDAD DE INTENDENCIA



DÍA DE LA ESPECIALIDAD DE INTENDENCIA Y DE SU SANTO PATRONO, MATEO APOSTOL.
Se conmemora el 21 de septiembre el día de la Especialidad de Intendencia por ser esta la fecha en que se celebra la fiesta de su santo patrono y protector, San Mateo Apóstol.La Especialidad de Intendencia administra el servicio logístico encargado del abastecimiento de los efectos relativos a la alimentación del personal,vestuario, equipo, materiales para alojamiento, muebles, material aerolanzable, combustibles, lubricantes y efectos afines destinados a mantener la aptitud operacional del Ejército.
En el campo de las finanzas la Especialidad entiende en el gobierno y administración de los recursos económicos financieros en las áreas específicas:
Administración financiera: planeamiento financiero, gestión presupuestaria, planificación y análisis contractual y control de la gestión presupuestaria - contractual.
Administración contable: registro contable de la ejecución presupuestaria y del patrimonio, gestión del movimiento de fondos y valores, gestión contractual y control de la administración contable.
Su Historia-
Los Reyes Católicos de España fueron los primeros en crear con carácter militar a los comisarios de guerra Controladores que con el respaldo de distintas ordenanzas llevaban a cabo el control de efectivos, requisiciones y provisión de víveres, vestuario, acopio en depósitos, pagos de sueldos, etc.
El Virrey Cevallos nombra al primer Comisario de Guerra e Intendente del Ejército y la Real Hacienda a Manuel Fernández (1776-1778).Durante las invasiones inglesas Liniers designa comisario General de Víveres a Antonio Antonini, quién creó la primera ración de combate compuesta por onzas de carne, pan, ají, sal, azúcar, tabaco y yerba.
La Primera Junta de Gobierno nombra a Antonio del Pino como Primer " Comisario de Guerra ". Nuestro ilustre Comisario del Ejército Don Gregorio Lemos participó en la logística para el cruce de los Andes, en la libertad a Chile y Perú. El Servicio de Intendencia continuó participando en su apoyo en las guerras contra el Imperio del Brasil, contra el Paraguay, Campaña al Desierto y Organización del País. En el año 1895 el Pte Uriburu aprueba la ley 3305 ( Ley de Intendencia militares de suministro para el Ejército y la Marina). El primer Director fue el Cnl Acosta y en 1897 se crea la Sastrería Militar. En 1916 se crea la Dirección General de Administración, hoy Contaduría General del Ejército.
En 1946 se crea la Dirección General de Intendencia para funciones logísticas y la DGA pasa a cumplir funciones contables. En 1960 se crea el Comando de Intendencia.En 1991 se disuelven las Compañías de Intendencia. En 1992 se modifica el nombre de Comando por el de Dirección de Intendencia, que consta de cuatro Departamentos (Ab y Mant, Adm Fin, Insp y Téc), cuatro Div (Planes, Inf, As Jur DICCyL) y una Comisión (CRE).


Fuente: www.intendencia.ejercito.mil.ar




martes, 20 de septiembre de 2011

PROCLAMAS DEL GENERAL SAN MARTIN



El 20 de septiembre de 1820, en el cuartel general de Pisco, el general don José de San Martín dio a conocer un bando por el cual se determinaba en el artículo lro, que todos los propietarios de los esclavos que hubieran tomado servicio activo en el Ejército Libertador podían acudir ante el jefe del Estado Mayor a fin de obtener un documento, por el cual se les reconocía derecho a que se les reintegrara el valor equitativo de cada uno de ellos, luego que se restableciera en el Perú un gobierno nacional.
Dos años mas tarde, el 20 de septiembre de 1822, en ocasión de inaugurar el primer Congreso Nacional del Perú y luego de depositar sobre una mesa la banda bicolor, símbolo de la dignidad protectoral, renunciando así al cargo de jefe supremo del Perú, San Martín dirigió al pueblo peruano su última proclama: “Presencié la declaración de la independencia de los Estados de Chile y el Perú: existe en mi poder el estandarte que trajo Pizarro para esclavizar el Imperio de los Incas, y he dejado de ser hombre público: he aquí recompensados con usura diez años de revolución y de guerra. [...]. Peruanos!: os dejo establecida la Representación Nacional. Si depositáis en ella una entera confianza, cantad el triunfo; si no, la anarquía os va a devorar. Que el acierto presida a vuestros destinos, y que estos os colmen de felicidad y paz. Pueblo Libre y septiembre de 1822. José de San Martín”.
En la imagen el General José de San Martín con su uniforme de Protector del Perú. Esta es la única imagen para la que posó con ese uniforme. Al fondo se observa la ciudad de Lima.









lunes, 19 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA RENDICION DE URUGUAYANA



El día 17 de septiembre de 1865 se produce la rendición paraguaya en Uruguayana. El jefe de las fuerzas paraguayas que ocupaban la ciudad brasileña de Uruguayana, se rinde al General Bartolomé Mitre, comandante en jefe de las fuerzas aliadas argentinas, brasileñas y uruguayas y al General Cabral, ayudante de campo del emperador del Brasil, en lo que se conoce como la Guerra del Paraguay.



En la imagen: La rendición de Uruguayana. Grabado de Janet Lange, publicado en "El Correo de Ultramar", París.









viernes, 16 de septiembre de 2011

UN HÉROE, TODOS LOS HÉROES



Varios relatos británicos mencionan a un heroico soldado argentino del que casi nada se sabe, que fue ultimado poco antes de la caída de Puerto Argentino, tras negarse a rendirse, cuando su sección ya lo había hecho. En 1983, fue hallado un cuerpo en la zona de ese combate y se lo enterró como NN en Darwin. Con los años, varios estudios empezaron a relacionar una cosa con otra dando origen a "la leyenda del soldado Pedro", un héroe anónimo al que todavía sus ex compañeros de batalla siguen tratando de identificar.
La noche del 13 de junio de 1982, cubierto por la nevisca reinante, el Segundo Batallón de Guardias Escoceses asaltó las posiciones argentinas en Tumbledown, un monte de 228 metros de altura que dominaba la última línea defensiva de las tropas nacionales alrededor de Puerto Argentino, capital de las islas Malvinas. Tras ocho horas de combate -reconocido por ambos bandos como el más duro de la campaña- y un último y desesperado contraataque, los argentinos se vieron forzados a retirarse. Detrás dejaban la última chance de detener el asalto enemigo hasta la llegada del invierno y evitar así la derrota total, que llegaría pocas horas más tarde. Pero su resistencia y entrega dejaban algo más entre los británicos: una leyenda. Ya en la madrugada del 14 de junio, cuando las posiciones argentinas iban cayendo, un soldado criollo habría decidido seguir peleando, quizá para permitir la retirada de sus compañeros o tal vez por no aceptar la inminente derrota.
Algunos relatos británicos dicen que resistió una hora, otros sostienen que aguantó aunque todos coinciden en que este muchacho cambió de posición constantemente e hizo fuego contra los Guardias, negándose a rendirse; incluso cuando un oficial argentino capturado le ordenó hacerlo. Hasta que fue abatido por una combinación de cohetes antitanque y un último y fatal disparo en la frente. Cayó en la ladera este del monte, denominada La Terraza, en un despeñadero tan inaccesible que su cuerpo recién pudo ser recuperado en enero de 1983.
Los Royal Pioneers y los enterradores civiles que rescataron el cadáver desconocían el nombre de este joven, como el de la mayoría de los 649 argentinos que murieron en las islas. Sólo sabían que había sido un héroe, que de haber sido uno de ellos, hubiera recibido los más altos honores. Su recuerdo perduró, y con el tiempo lo apodaron Pedro. ¿Por qué Pedro? Probablemente, porque para los británicos es un nombre apropiado para un latino desconocido, como John podría serlo para un británico desconocido. Sea como fuere, recién varios años después se empezó a profundizar en el tema.
"Pedro podría haber esquivado la batalla, pero en cambio peleó solo y a muerte, y es triste que su nombre no sea conocido y honrado como merece", afirma el historiador británico-estadounidense Hugh Bicheno en su libro Razon´s edge, que aunque con algunas críticas, es considerado el más serio de los que alude al personaje. Cuando se dio con el cuerpo, todos los argentinos caídos en Malvinas ya estaban enterrados en Darwin, en tumbas anónimas. A Pedro le correspondió la B-1-15, y con eso pasó a ser un "soldado desconocido" más.
¿Cómo develar entonces quién fue este heroico conscripto? Hay una primera respuesta bastante imprecisa, aunque cierta: Pedro fue uno de los cerca de 30 argentinos que murieron en Tumbledown.

Tras un manto de misterio
El notable desempeño de Pedro no fue la excepción en Tumbledown. La noche del 13 al 14, el grueso de los argentinos que permanecía allí pertenecía al Batallón de Infantería de Marina Nº 5, Compañía Nácar, con base en Tierra del Fuego en tiempo de paz. Los hombres del BIM-5 estaban acostumbrados al frío y al viento, y su duro entrenamiento de dos años los había preparado mejor que a la mayoría del Ejército. Estaban bien equipados y contaban con amplio entrenamiento en cartografía y combate nocturno, algo fundamental en Malvinas, donde la mayoría de los ataques británicos fueron por la noche.
Los tropas enemigas consideraban al BIM-5 de lo mejor de la Argentina. Y la unidad hizo justicia a su fama: sobre dos secciones de la Compañía Nácar cayó la furia de la Compañía Left Flank de los Guardias Escoceses, pero los infantes contuvieron a esa fuerza muy superior en número alrededor de seis horas. Para desalojarlos, los británicos tuvieron que asaltar una a una sus posiciones, recurriendo a la artillería terrestre y naval, los misiles antitanque, las granadas, y el combate cuerpo a cuerpo. Teniendo en cuenta que Pedro luchó con tanta garra, no sería de extrañar que hubiera pertenecido a este grupo. Salvo por un dato: el BIM-5 batalló, en general, en la parte oeste de Tumbledown, lejos de donde hallaron a Pedro.
Sin embargo, por mucho tiempo no se descartó que Pedro pudiera ser un infante de marina que escapó de la derrota inicial y se replegó para seguir peleando. Aunque algunos indicios permitirían desechar esa posibilidad: "Pedro vestía como los del Ejército. Si hubiese tenido el uniforme del BIM-5, los que recuperaron su cadáver lo habrían comentado. Los británicos pensaban erróneamente que el vestuario de los infantes de marina era distintivo de los comandos argentinos".
Dado que no es lo mismo combatir con una fuerza de élite que con conscriptos, si Pedro hubiese vestido como un integrante del BIM-5, los británicos no se hubieran privado de destacarlo. Eso es lo que hicieron en las batallas donde enfrentaron a grupos comandos porque les enorgullecía haberlos vencido. Así las cosas, si Pedro era del Ejército, ¿a qué unidad pudo pertenecer?
En Tumbledown participaron varias unidades del Ejército: 48 hombres de la 3ª sección de la Compañía B del Regimiento de Infantería Motorizada 6, de Mercedes, Buenos Aires; 12 de la compañía B del Regimiento del Infantería 12 de Mercedes, Corrientes, a cargo del subteniente Celestino Mosteirín y que sufrió la baja del conscripto Ramón García, y otra sección aún más disminuida (cinco hombres) del Regimiento de Infantería 4, con asiento en Monte Caseros, Corrientes, a cargo del subteniente Oscar Silva, que murió junto a sus cuatro muchachos. La mayoría procedía de Dos Hermanas, enclave perdido la noche anterior.
Oscar Teves, autor del libro Pradera del Ganso y próximo a escribir otro sobre Tumbledown, no descarta a ninguno de estos grupos. Ni siquiera al BIM-5: "En verdad, no sé si La Terraza es el lugar donde cayó Pedro. Es más, recorrí la zona y no vi lugares inaccesibles como el que describe Bicheno".
En cambio, para el hoy coronel y por entonces subteniente de 19 años de la 3ª B/RIM6, Esteban Vilgré La Madrid, las líneas de investigación siempre fueron dos: "Hasta saber lo del uniforme de Pedro, siempre pensé que era un infante de marina desprendido de la sección del teniente de corbeta Carlos Vázquez -la última del BIM-5 en resistir- o uno de mi sección, que luchó en el lado este de Tumbledown, donde abatieron a Pedro. Aparentemente, este joven cayó a 400 metros del sitio inicial donde estaba yo, pero eso no significa que no perteneciera a mi grupo porque no estábamos todos juntos".
Vilgré La Madrid descarta a los muchachos del subteniente Silva, ya que se encontraban en el sector oeste del monte. También al soldado García, del RI-12. "Me lo aseguró el subteniente Mosteirín", acota.
Los conscriptos muertos del RIM-6 en Tumbledown cayeron durante un contraataque lanzado sobre el final, una vez doblegada la sección del teniente Vázquez. El RIM-6 estaba bien entrenado por su jefe, el teniente coronel Oscar Jaimet, antiguo comando que había instruido a sus hombres en combate nocturno. Pese a no estar tan aclimatados como los fueguinos del BIM-5, los muchachos del RIM-6 eran en general peones de Lobos, Mercedes, Luján y zonas aledañas, que sabían de heladas e intemperie. Y coraje no les faltaba: Oscar Poltronieri, el soldado más condecorado del Ejército en su historia era uno de sus dos ametralladores.
La historia de Poltronieri tiene varios puntos en común con la de Pedro: Poltronieri cambió constantemente de posición y se rezagó durante la retirada, aletargando el ataque británico. Y también fue dado por muerto, aunque en realidad logró escapar.
¿Es posible que la leyenda británica mezclara varias historias? No se puede descartar. De hecho, en batallas anteriores también aparecieron relatos de francotiradores o ametralladores argentinos deteniendo ataques durante horas. Hay un cierto patrón en la psique británica, más dispuesta a creer en historias de "súperargentinos" que en la resistencia organizada de varios grupos oponiéndoseles al mismo tiempo. Es más, como en el caso de Pedro, en los relatos sobre el combate del 28 de mayo en Pradera de Ganso, se habla de criollos negándose a rendirse ante el pedido de oficiales capturados.
No es lo único. Ya que hay diferentes versiones de la leyenda de Pedro: en una, el joven dispara contra los helicópteros británicos de evacuación médica. En otra, son dos los que lo hacen, y se encuentran al otro lado del monte. Esto tiene su lógica. La batalla de Tumbledow no sólo fue de noche sino que nevaba, por lo que la visibilidad era muy mala. Y los militares británicos estaban librando una durísima pelea, bajo fuego enemigo. Relatos de ambos bandos cuentan que el monte literalmente temblaba por los impactos de sendas artillerías, que saltaban esquirlas cortantes de roca y que el ruido era tan ensordecedor que apenas se escuchaban las órdenes y se tenía conciencia de lo que sucedía a pocos metros. Es factible entonces que bajo tanto estrés, los británicos mezclaran situaciones diferentes con distintos soldados argentinos (entre ellos, el valiente soldado Poltronieri).
Además de los relatos que ya habían escuchado y lo que esperaban de sus enemigos. Por eso no hay que desechar que haya habido más de un Pedro. Uno de ellos, el hallado en enero de 1983.

Las bajas del RIM-6
Pero dándoles crédito a los dichos de Bicheno, ¿de quién era el cuerpo recuperado en el despeñadero? Las alternativas se reducen a los soldados del RIM-6 que cayeron en combate. En 2010, para el bicentenario de ese regimiento, Enfoques viajó a su nuevo cuartel, en Toay, La Pampa, donde hay una placa en homenaje al conscripto Juan Horisberger, que dice que el enemigo lo apodó Pedro por su valentía. Sin embargo, más allá de su coraje, sólo se trataría de una iniciativa ligada a la buena voluntad de algunas personas. Asimismo, testimonios de varios de sus compañeros indican sin duda que Horisberger fue el primero en morir, de un tiro en el pecho.
Otros tres soldados, Horacio Balvidares, Horacio Echave y Héctor Guanes, murieron en posiciones conocidas. Los dos primeros habían caído cerca de Sapper Hill y Guanes, en Dos Hermanas. Sobre Ricardo Luna surgieron dudas, pero para La Madrid, su deceso no coincide con el momento en que habría caído Pedro. También hubo interrogantes en torno a Juan Rodríguez, aunque según La Madrid, el tirador de la sección David Torres fue testigo de su muerte, cerca del fin del combate de Tumbledown, en la madrugada del 14 de junio. La última baja del RIM-6 fue Sergio Azcárate, que murió cuando la sección se encaminaba a Puerto Argentino, alcanzado por fuego enemigo.
Así, quedan sólo dos: Luis Jorge Bordón, de Lobos, y Walter Ignacio Becerra, que en 1982 vivía en el barrio Zarza de Moreno, Buenos Aires. Ambos integraban el primer grupo de tiradores. "A mí me suena más la chance de Becerra. Primero, porque Bordón no estaba tan cerca del lugar descripto, aunque tampoco lo descarto. Y además, por su forma de ser: un tipo muy astuto, vivaracho. El relato sobre un muchacho cambiando de posiciones para despistar al enemigo cuadraría con él, con su personalidad. Y también por el arma que usaba, un FAP, versión ametralladora del FAL normal, con mucha cadencia de fuego, que hubiera llamado poderosamente la atención de los británicos, por sonar distinto al grueso de las armas propias y ajenas", señala La Madrid.
Una forma de saber si Pedro y Becerra fueron la misma persona era averiguar quién fue el militar argentino que lo habría intimado a rendirse. Según relatos británicos, ese oficial podía ser Vázquez. No obstante, en ese momento el teniente del BIM-5 estaba siendo "interrogado" por sus captores del otro lado del monte porque lo confundieron con un francotirador que les había matado varios hombres. Vázquez no habla mucho sobre Malvinas, aunque por intermedio del investigador Teves se pudo confirmar que él no fue quien habría intentado disuadir a Pedro. Tampoco lo fue el subteniente Mosteirín, que cayó preso junto al teniente de corbeta. Por lo que la leyenda de Pedro sigue reservándose algunos misterios.
El Ejército no se pronunció oficialmente sobre esta historia. Por ende, se descarta que se haya pensado en recurrir a análisis de ADN para conocer la verdadera identidad de Pedro. Además, en cuanto a Becerra sería imposible hasta que no se logre dar con su familia. "En los casos de Becerra y Guanes, nunca pudimos establecer contacto; con el resto, sí. Al principio, cuando llamábamos, muchos estaban muy enojados, eran padres que habían perdido a sus hijos en la guerra. Pero cuando les explicábamos que lo hacíamos para invitarlos a homenajes que rendíamos a sus hijos, cambiaban de actitud", explica el teniente coronel Marcelo Pollicino, responsable de algunas de esas búsquedas, como de actividades relacionadas con el estrés postraumático de veteranos de guerra y familiares y entusiasta seguidor de la historia de Pedro. "Hacer estudios de ADN conllevaría una decisión política, cuestiones diplomáticas, fondos. Además, debería ser para todas las familias que tienen un hijo sepultado como NN en Malvinas", añade.
El último intento para localizar a la familia de Becerra fue en 2004, en la dirección y teléfono de su madre, en el barrio porteño de Parque Patricios. Enfoques retomó la búsqueda mediante la Unidad de Atención y Asistencia al Veterano de Malvinas de la ANSES, aportándole nombre completo y DNI del fallecido, aunque al cierre de esta edición no se había obtenido respuesta, lo que impidió saber si alguien cobra una pensión en su nombre e intentar contactarlo. Como Pedro habría muerto en soledad y nadie pudo certificar que se tratara de Becerra, esta investigación sigue abierta. Sólo un testimonio clave que este trabajo tal vez no halló o un ADN al cuerpo enterrado en la tumba B-1-15 de Darwin podría quizá desentrañar el interrogante. Pero no cabe duda de que, sea quien fuere, Pedro encarna el valor de muchos jóvenes que ofrendaron o estuvieron dispuestos a dar su vida por la Patria. Muchos de los cuales hoy caminan por las calles, anónima y humildemente, a pesar de haber actuado como verdaderos héroes.
Por Sergio Núñez y Ernesto Castillo - LA NACIÓN - Domingo 03 de abril de 2011.





jueves, 15 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL BRIGADIER GRAL CORNELIO SAAVEDRA



Cornelio Judas Tadeo de Saavedra vio la luz el 15 de Setiembre de 1759 en la Villa Imperial de Potosí, en lo que hoy son los Andes bolivianos. Su familia era de vieja raigambre americana y su hogar rezumaba prestigio y tradición. Pero las difíciles condiciones climáticas de aquella región impulsaron a la familia Saavedra a regresar a Buenos Aires, de donde era oriundo el padre. Entonces Cornelio cursó estudios en el Real Colegio de San Carlos, distinguiéndose por su inclinación a la filosofía. No obstante, siguiendo el camino de sus mayores, se dedicó al trabajo de la tierra. Casado en 1788 con su prima hermana Francisca de Cabrera y Saavedra, ingresó a la función pública en 1797 como Regidor. Dos años después fue nombrado procurador; en 1801 Alcalde de segundo voto y en 1805 Administrador del depósito pública de trigo. De 1799 data un documento suyo poco conocido: un alegato en pro de la libertad de comercio y la libertad de trabajo.Las Invasiones Inglesas descubrieron en Saavedra una inesperada vocación por las armas. A propósito de esta iniciación castrense, estampó en sus memorias su propia explicación: “Este fue el origen de mi carrera militar: el inminente peligro de la patria, el riesgo que amenazaba a nuestras vidas y propiedades, y la honrosa distinción que habían hecho los hijos de Buenos Aires prefiriéndome a otros muchos paisanos suyos para jefe y comandante, me hicieron entrar en ella”.En efecto, durante las invasiones ingleses, el cuerpo de Patricios lo eligió Comandante, marchando él a la cabeza como primer combatiente de este cuerpo, integrado por tres batallones y 23 compañías. Entre quienes despedían a las tropas que iban rumbo a Barracas figuraba su segunda esposa - la primera había fallecido en 1798 -, Saturnina Bárbara de Otárola y del Ribera. Su prestigio creciente en la población de Buenos Aires lo llevó a desempeñar un papel decisivo en las jornadas de Mayo. En la reunión de comandantes del 20 de Mayo negó su apoyo a Cisneros. Dos días más tarde, en el Cabildo abierto, al votar por la destitución del Virrey, obtuvo la adhesión de 86 cabildantes, entre quienes figuraban Castelli, Belgrano, French y otros. Presidente de la Junta del 25 de Mayo, Saavedra tuvo que enfrentar las alternativas de un clima el cual no estaba acostumbrado. Es decir, un clima político de sutilezas y argucias, de fervor revolucionario con todos los posibles excesos y deformaciones inevitables en un movimiento de esta naturaleza. Después del golpe del 5 y 6 de Abril de 1811 (en el cual Saavedra creyó fortalecerse, apresurándose a separar a los elementos morenistas) abandonó Buenos Aires con rumbo a Salta, con el objeto de reorganizar el derrotado ejército del Desaguadero. Pero el viaje fue aprovechado por sus adversarios para asestara varios golpes: separado del gobierno y del ejército, se intentó confinarlo en San Juan, pero, alertado a tiempo, Saavedra cruzó la cordillera de los Andes por ignotos caminos, arribando a tierra chilena en compañía de su hijo Agustín, de 10 años de edad. En 1814 decido volver a la patria, para no caer en manos españolas, pues los ejércitos reales amenazaban por entonces a Coquimbo. Y mientras vuelve a cruzar la cordillera, su esposa tramita en San Juan el ingreso de Saavedra, que es negado por el Teniente de Gobernador. Doña Saturnina, sin apela al Gobernador Intendente de Cuyo, es decir a San Martín, quien accede a la solicitud.Finalmente, Saavedra es enviado a Buenos Aires con escolta para hacer acto de presencia en el juicio que se lo había iniciado y tras la revolución del 15 de Abril de 1815, el Cabildo le devolvió su grado militar. De inmediato, sin embargo, al asumir Alvarez Thornas el cargo de Director suplente lo relega a Arrecifes. En 1818 obtuvo la rehabilitación, Desempañó varios cargos militares, aunque de escasa importancia, y en 1822 se le otorgó el retiro absoluto del ejército.Murió el 29 de Marzo de 1829, y dos días después el diario “El Tiempo” se hizo eco del fallecimiento en escuetas líneas: “A las 8 de la noche del domingo murió repentinamente el Brigadier General Cornelio de Saavedra. Los buenos patriotas deben sentir su pérdida, por los servicios que aquel ciudadano ha prestado el país”.



En Diciembre del mismo año, el gobierno del General Juan José Viamonte concretó su homenaje trasladando los restos de Saavedra a un mausoleo de la Recoleta.



Fuente: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado









miércoles, 14 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DEL ARMA DE INFANTERÍA “INMACULADA CONCEPCIÓN"



Los orígenes del arma se remontan al período colonial, en que los siete batallones de infantería Para buscar sus antecedentes más lejanos, debemos remontamos al siglo XVI, cuando, por la conquista, arribaron a estas tierras los primeros elementos de la Infantería española.A partir de ese tiempo, y también durante el siglo XVII, el arma, a través de milicias, cumplió diversas operaciones militares con fines básicamente defensivos ante el amago de ataques de piratas y corsarios; los levantamientos de los calchaquíes; el primer sitio de Colonia del Sacramento y la Guerra Paulista.
Durante el siglo XVIII ya puede hablarse de la Infantería que, por intermedio de sus unidades primarias, los tercios y las milicias, intervinieron en: la guerra contra los portugueses; la guerra guaranítica; la expedición española a las Islas Malvinas (1770) y las guerras sociales estalladas en nuestro territorio.
Pero los sucesos más trascendentes en que participa el arma, ya en el siglo XIX, son las Invasiones Inglesas y la Revolución de Mayo. Las tropas de Infantería intervinientes en los tres hechos citados precedentemente, fueron:
En la Primera Invasión Inglesa:
Compañía de Granaderos del Regimiento de Infantería de Buenos Aires; Voluntarios de Infantería de Montevideo; Compañía de Migueletes; Cuerpo de Voluntarios Patricios de la Unión y Real Marina y Marinería desembarcada.
En la Segunda Invasión Inglesa:
Cuerpos de Americanos (criollos); Cuerpo de Patricios; Cuerpo de Arribeños; Batallón de Naturales, Pardos y Morenos; Compañía de Granaderos de Infantería y Compañía de Cazadores Correntinos.
Cuerpos o tercios de españoles; Cuerpo o tercio de Gallegos; Tercio de Andaluces o Batallón de los Cuatro Reinos de Andalucía; Tercio de Catalanes o Miñones y Tercio de Vizcaínos.
En la Revolución de Mayo:
Cuerpos Veteranos: Regimiento de Infantería de Buenos Aires y Asamblea de Infantería y Caballería.
Cuerpos Urbanos (Milicias): Batallones 1 al 5; Batallón Granaderos de Fernando VII y Batallón de Casta de Infantería.
El propio Libertador General Don José de San Martín, durante sus primeros diecinueve años de vida militar, integró la Infantería española, destacándose por sus valores humanos y profesionales acreditados en combate.
La Primera Infantería Argentina
Es importante señalar el papel protagónico que cumplió la Infantería, tanto por la acción de presencia del Regimiento de Patricios, como por la decidida participación político-militar de su prestigioso jefe durante toda la Gesta de Mayo.
Por tal razón, el historiador Emilio Loza relata, en la Historia de la Nación Argentina de Ricardo Levene, el nacimiento de nuestra Infantería de la siguiente manera: “La Infantería constituyó el núcleo más importante de la tropa de línea o veterana de los Ejércitos de la Revolución y de la Independencia, y fue con ella que la Junta Provisional de Gobierno inició la imperiosa e impostergable obra de reforma militar, necesaria para preparar el instrumento que debía apoyar la difusión de los ideales de libertad que acababan de ser proclamados”.
Por decreto y resolución del 29 de Mayo y 31 de Octubre de 1810, respectivamente, los siete batallones de Infantería de milicias existentes en Buenos Aires, desde la reorganización dispuesta por el Virrey Cisneros el 11 de Setiembre de 1809, fueron transformados en regimientos de clase de veteranos de 1.116 plazas.
La primera Infantería argentina estuvo, por lo tanto, constituida por los Regimientos Nº 1 al 5, el de Granaderos de Fernando VII, el de Castas o de Pardos y Morenos, el Regimiento de Infantería de Buenos Aires o Fijo y, además, se encomendó a Don Domingo French la tarea de organizar otro con el nombre de América.
En noviembre de 1810 fue disuelto el Fijo y lo que existía del Nº 5, ingresando algunos restos en el Regimiento de América, al que se le dio el Nº 5 sin perder la otra denominación. Por las razones señaladas precedentemente, se entiende que el 29 de Mayo, al dictarse el decreto de creación de dichos cuerpos militares, inicia su larga y fecunda vida institucional el Ejército Argentino, siendo por lo tanto la Infantería quien la materializa.
No obstante lo expresado, cabe reiterar que se toma como fecha de nacimiento del arma el 13 de Setiembre de 1806, ya que fue ése el día en que se creó el Cuerpo de Patricios, siendo su primer jefe el Coronel Cornelio Saavedra.


"Si en el combate tu agresividad impresiona . . .
Si tu audacia raya en la temeridad . . .
Y lo sobrehumano de tu conducta paraliza al enemigo . . .
Entonces podrás decir que eres un infante argentino."



Fuentes: Efemérides – Agrupación Patricios Reservistas / Patricios de Vuelta de Obligado.




martes, 13 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL REGIMIENTO DE INFANTERÍA 1 “PATRICIOS”



El 13 de septiembre de 1806, con motivo de las invasiones inglesas y en respuesta a la proclama de Santiago de Liniers y Bremond, que invitaba a todos los ciudadanos a armarse contra el enemigo, se organizó el Regimiento de Infantería 1 “Patricios”. Así, frente a la inminencia del peligro y antes que la nación misma, nació la heroica “Legión de Patricios Voluntarios Urbanos”, compuesta por tres batallones de 1356 hombres y comandada por el teniente coronel Cornelio Saavedra. Por tanto, en esta fecha, celebramos un nuevo aniversario del nacimiento de la unidad más antigua de todas las armas, embrión del Ejército Argentino.

El Regimiento de Infantería 1 “Patricios” nació con motivo de la primera invasión inglesa al Río de la Plata, respondiendo a la proclama del Capitán de Navío Santiago de Liniers y Bremond, que convocaba a todos los ciudadanos a armarse contra el enemigo. Tuvo su bautismo de fuego el 5 de julio de 1807 defendiendo Buenos Aires durante la segunda invasión. Los colores de su uniforme y el bravo grito de “Patricios” estuvieron siempre, donde quiera que la Patria jugara su suerte a la verdad de las armas.

Fue su primer Jefe el, entonces, Teniente Coronel Don Cornelio Saavedra. Revistaron en las filas de esta gloriosa Unidad personalidades de la talla de Belgrano, Chiclana López y Planes, Pedriel, Diaz Velez y miles de valientes criollos que “Buenos Aires heroica ofrendó” para la noble misión de defender la libertad y los derechos del hombre.
Las Invasiones Inglesas fueron una serie de expediciones británicas que atacaron a las colonias españolas del Río de la Plata a principios del Siglo XIX. Los invasores ocuparon la ciudad de Buenos Aires en 1806 y fueron vencidos 46 días después por un ejército proveniente de Montevideo comandado por Santiago de Liniers.
En 1807 una segunda expedición tomó la plaza fuerte de Montevideo y permaneció en este enclave por varios meses. Un segundo intento de ocupación de la capital del Virreinato del Río de la Plata, en ese mismo año, fue exitosamente combatido por las fuerzas defensoras, que se componía no sólo de las tropas oficiales al servicio de la corona sino también de numerosas milicias urbanas, grupos de criollos a quienes se había armado y organizado militarmente. La resistencia del pueblo y su participación activa en la defensa y la reconquista aumentó el poder y la popularidad de los líderes criollos e incrementó la influencia y el fervor de los grupos independentistas. Paralelamente, quedó en evidencia de la incapacidad de la metrópoli de defender a sus colonias en el contexto de los conflictos internacionales de la época. Estos motivos convierten a las invasiones inglesas en uno de los catalizadores de la causa emancipadora en la Argentina y gran parte de Hispanoamérica.
La Revolución de Mayo de 1810, eclipsaría la importancia de las invasiones inglesas. La cultura popular argentina sólo rescata el agua y el aceite hirviendo sobre las tropas invasoras. Sin embargo, fue en el cabildo abierto del 10 de febrero de 1807 cuando por primera vez prevaleció la voluntad del pueblo americano por sobre los intereses de España, ocasión en que se resolvió la destitución del representante del rey
El Regimiento de Infantería 1 “Patricios” estuvo presente en las jornadas de mayo de 1810, velando con sus armas el nacimiento de la Patria. Bajo la inspiración de su primer jefe, el Brigadier General Cornelio de Saavedra, aseguró la ejecución de la voluntad criolla en aquellos difíciles días que culminaron con la constitución de la Primera Junta de Gobierno, dando luego sobre la base de sus tres Batallones origen al Ejército cuando se organizó el 29 de Mayo,. Desde aquel momento participó en las jornadas decisivas de la guerra por la independencia y bajo las órdenes del General Belgrano.
Durante la Guerra de la Independencia, participó entre otras, en las gloriosas jornadas de Suipacha, San José, Las Piedras, Montevideo y Tucumán. Bravos en el triunfo y abnegados en la derrota, los Patricios supieron defender con su sangre el celeste y blanco del pabellón nacional.Durante la Guerra contra el Imperio del Brasil, inscribió páginas de gloria en su historial, participando en los combates de Bacacay e Ituzaingó.
En la década de 1840, participó exitosamente en el rechazo de las sucesivas incursiones anglo-francesas a las costas argentinas, alcanzando su mayor brillo en el Combate de la Vuelta de Obligado donde el valor de los Patricios, junto con los lugareños, volvió a trascender las fronteras del país, siendo motivo de admiración de los comandantes y tropas extranjeras. Participó activamente en la llamada “Guerra de la Triple Alianza”, destacándose por su valor y coraje, participando en Yatay, Paso de la Patria, Tuyutí, Estero Bellaco, Humaytá y Curupaytí, batalla en la que dejara heroicamente su vida en el campo de combate el Jefe del Regimiento, Teniente Coronel Don Manuel Rosetti.
En 1982, durante la “Gesta de Malvinas”, una de sus compañías tomó parte en la defensa de Puerto Argentino y en el combate de Monte Longdon, donde muere el Soldado Clase 63 Claudio Bastida.
Hablar de la historia del Regimiento de Infantería 1 “Patricios”, es hablar de los hechos más trascendentes de la historia de la Patria. Sus campañas, acciones de guerra, las numerosas condecoraciones obtenidas, el acabado cumplimiento de su misión presente, insertado en un Ejército moderno, sosteniendo las más caras tradiciones de la República, participando con sus hombres y mujeres en Organizaciones Militares de Paz en el exterior y en tareas de combate como Infantería de asalto aéreo, habla de la calidad y espíritu simple y noble de los soldados de la República.
Hoy, es el Regimiento Escolta del Jefe del Estado Mayor General del Ejército y del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, marcando su permanente presencia en el Cabildo de la Ciudad, La Plaza de la República y el Palacio de Gobierno, el monumento a la Bandera en Rosario, y otros lugares que a lo largo del País simbolizan nuestras Tradiciones.
Fuente: www.patricios.mil.ar





lunes, 12 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA ORGANIZACIÓN DEL REGIMIENTO DE INFERNALES



El 12 de septiembre de 1815, el gobernador intendente de la provincia de Salta, coronel don Martín Miguel de Güemes, propuso al director supremo, don Ignacio Álvarez Thomas, la aprobación de la “División Infernal de Gauchos de Línea”, que organizó para la “independencia de nuestras Provincias Unidas, defender la dignidad de su gobierno, y los sagrados derechos de la patria”. Al respecto le expresaba: “...aquellos héroes que bajo la denominación de gauchos han contraído tan recomendables, voluntarios y desinteresados servicios, dando a la patria muchos días de alegría, y a sus enemigos eternas pruebas de su esfuerzo, se me han reunido para emplearse absolutamente en el servicio formando un cuerpo de línea. No dudando del beneplácito de V. E. he organizado una división de caballería compuesto de dos escuadrones de a dos compañías, cada una de cien plazas; y he dispuesto se les instruya en todo lo necesario al desempeño del servicio de infantería, para que puedan ser ocupados así a pie como a caballo... A la fecha se halla armada por ahora con fusil y bayoneta. Su disciplina es ya regular en una y otra arma, tanto que la considera no suficiente desempeño del servicio en campaña y en guarnición”.
Fuente: Ejercito.

http://www.fotolog.com/ejercitonacional



sábado, 10 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL GENERAL JOSE MARÍA PAZ


Nace en la Ciudad de Córdoba el 9 de septiembre de 1791. General de carrera. Inició la carrera de derecho que nunca terminó por haberse alistado en el ejército durante la guerra de la independencia. Luchó en Tucumán, Vilcapugio y Ayohuma, bajo las órdenes del general Belgrano. Perdió un brazo en la batalla de Venta y Media, a resultas de lo cual fue conocido con el nombre de "el manco Paz". En enero de 1820, con Juan Bautista Bustos, caudillo de Córdoba, se sublevó contra el gobierno de Buenos Aires. Más tarde, Bustos lo desterró a Santiago del Estero.En 1826 se unió nuevamente al ejército para combatir en la guerra contra el Brasil y en 1827 fue designado comandante de ejército, por entonces Paz se había declarado unitario y comenzó su lucha por formar un poder multiprovincial opuesto al liderazgo de Buenos Aires. Pronto Buenos Aires, bajo la dirección de Rosas, declaró la guerra contra Paz. En 1829 éste llegó a Córdoba y derrotó en San Roque a Bustos, su viejo general de ejército, al mismo tiempo, Facundo Quiroga marchó contra Paz, pero fue derrotado en La Tablada y Oncativo. De esta manera Paz logró transformar a Córdoba en el centro de la Liga del Interior. Integrado por nueve provincias con una forma centralizada de gobierno. Mientras tanto, Estanislao López asumió el liderazgo de las fuerzas federales y tomó prisionero a Paz. Rosas ordenó su ejecución pero López se rehusó a obedecer la orden. Paz huyó a Corrientes, donde luchó contra Rosas y derrotó al general Echagüe, partidario de Rosas, en Caaguazú (28 de noviembre de 1841).En 1842 pasó a ser gobernador de Entre Ríos, pero pronto desavenencias suscitadas con Ferré, gobernador de Corrientes, y Rivera, del Uruguay, obligaron a Paz a trasladarse a Montevideo donde organizó a las fuerzas contra el sitio de Oribe. En 1844, el nuevo gobernador de Corrientes, Joaquín Madariaga, lo invitó a regresar para dirigir el ejército contra Rosas, y en 1845 subscribió un tratado con Corrientes y Paraguay para combatir a Rosas. Esperaba atacar a Entre Ríos, mas el triunfo de Urquiza sobre Rivera en India Muerta hizo modificar sus planes.Paz permaneció en Corrientes y trató de enfrentar a Urquiza, pero renunció debido a complicaciones políticas y emigró al Brasil. Allí, sumido en la pobreza, escribió sus Memorias; permaneció en Río de Janeiro hasta 1852, cuando llegaron a él noticias de la revuelta de Urquiza. Inmediatamente regresó a la Argentina donde llegó en el momento de producirse el levantamiento contra Urquiza, después de la derrota de Rosas. Paz tomó parte en la defensa de la ciudad de Buenos Aires. Fue ministro de Guerra en el gabinete de Pastor Obligado. En 1854, aunque con precaria salud, fue electo legislador por la provincia y participó en los debates constitucionales; Paz y Mitre se opusieron a la firma de esta constitución provincial. Murió el 22 de octubre de 1854 en la Ciudad de Buenos Aires. Durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, sus restos son llevados a la Catedral de Córdoba junto a los repatriados restos de su esposa.En la Imagen: Daguerrotipo del General José María Paz.

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viernes, 9 de septiembre de 2011

DIA DEL ESTADO MAYOR CONJUNTO.



El 9 de septiembre se celebra el Día del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.El actual Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas tiene su origen en la Ley 13.234 sancionada por el Honorable Congreso de la Nación el 9 de septiembre de 1948.La misma establecía las pautas generales referidas a la Defensa Nacional, teniendo en cuenta los nuevos conceptos vigentes en el mundo a la luz de las experiencias recogidas al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Dicha ley establecía en lo que respecta a este organismo, los siguientes aspectos de interés:
En el artículo 11
"La conducción de la guerra compete directamente al Presidente de la Nación, quien adoptará las resoluciones pertinentes en acuerdo parcial de Gabinete, asistido por los Secretarios de Estado de Relaciones Exteriores, Guerra, Marina y Aeronáutica, constituídos al efecto en Gabinete de Seguridad y Exterior (o Gabinete de Guerra), con el asesoramiento directo del Estado Mayor de Coordinación".
En el artículo 12
"EL Gabinete de Seguridad Exterior, a los efectos de la preparación y conducción de la guerra y de la mayor coordinación de las Fuerzas Armadas en operaciones conjuntas, será asistido en forma permanente por el Estado Mayor de Coordinación, el que estará directamente subordinado y se integrará con Jefes y Oficiales de los Estados Mayores Generales del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, de acuerdo con la organización objetivos y facultades que el Consejo de Defensa Nacional fije al reglamentar sus actividades."
En el artículo 13
"A los efectos de la conducción de las operaciones, el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas dispondrá como órgano asesor al Estado Mayor de Coordinación, el que dependerá directamente del Presidente de la Nación (Gabinete de Seguridad Exterior) y será el órgano natural y obligado mediante el cual se impartirán órdenes e instrucciones a los Comandantes en Jefe de todas las Fuerzas".
Su constitución desde el punto de vista administrativo fue dispuesta por decreto Nro. 1775 del 24 de enero de 1949 y su organización, misiones, dependencias y otros aspectos funcionales establecidos por el reglamento del Estado Mayor de Coordinación, aprobado por decreto del poder Ejecutivo Nacional Nro. 1776 de la misma fecha.
Estos decretos respondían a la necesidad de reglamentar aspectos de detalles de lo establecido por la ley 13.234
Por resolución conjunta Nro 23/951 "R" del 29 de agosto de 1951, firmada por los Ministros, Secretarios de Estado Defensa Nacional, Ejército, Marina y Aeronáutica, y con motivo de la creación del Ministerio de Defensa, se establece la dependencia de este Ministerio y se modifican aspectos menores relativos a su misión, relaciones, funciones y tareas.El 3 de febrero de 1967, se promulgó la Ley de Defensa 16.970, estableciendo en su artículo 55 que el Poder Ejecutivo Nacional reglamentaría por decreto "la composición orgánica básica y el régimen de trabajo de los organismos que serán creados dentro del Sistema Nacional de Planeamiento y Acción para la Seguridad".
Seguidamente por decreto Nro 738/67 y 739/67 de la misma fecha, se establecen los organismos que compondría el Sistema Nacional mencionado, ya sea por creación de nuevas dependencias o modificación orgánica de las ya existentes, entre estas últimas, el Estado Mayor de Coordinación que pasó a denominarse Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armas.En el año 1997, dentro del Programa de Reestructuración y Racionalización del Ministerio de Defensa, el Estado Mayor Conjunto abandona su vieja sede de Paseo Colón 255 y se traslada a su actual asiento en el Edificio Libertador.




MISION DEL ESTADO MAYOR CONJUNTO
Asistir y asesorar a la conducción superior del Estado en la preparación y empleo del instrumento militar, a fin de contribuir al logro de los objetivos de la conducción estratégica nacional.




Misión Principal de las Fuerzas Armadas
Contribuir a la defensa nacional actuando en forma disuasiva o empleando los medios en forma efectiva, a fin de proteger y garantizar de modo permanente la soberanía e independencia, la integridad territorial, la capacidad de autodeterminación, la vida y libertad de los habitantes y los recursos de la Nación frente a los riesgos y eventuales amenazas de origen externo.






Misión Secundaria de las Fuerzas Armadas
Participar en Operaciones de Mantenimiento de Paz y/o coaliciones multinacionales bajo mandato de Organismos Internacionales.
Participar en el desarrollo de medidas de cooperación y confianza mutua, en el marco regional e internacional, para la prevención de situaciones de conflicto.
Participar en Misiones de Seguridad Interior en los términos prescriptos por la Ley de Seguridad Interior.




Fuente: www.fuerzas-armadas.mil.ar

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jueves, 8 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DEL DESEMBARCO DEL EJERCITO DE LOS ANDES EN PARACAS



El 8 de septiembre de 1820, el Ejército Unido de los Andes y Chile, libertador del Perú, al mando del General don José Francisco de San Martín comenzó su desembarco en la bahía de Paracas, 260 kilómetros al sur de Lima (Perú), sin dificultad. El Ejército de los Andes estaba formado por las siguientes unidades: Batallón de Artillería de los Andes (198 hombres), Granaderos a Caballo (261 hombres), Cazadores a Caballo (261), Batallón 7 de Infantería (439 hombres), 8º de Infantería (462 hombres), y el 11 º de Infantería (562 hombres). A ellos el General San Martín lanzó una proclama al desembarcar en las playas de Paracas: “Acordaos que vuestro gran deber es consolar a la América, y que no venís a hacer conquistas sino a libertar pueblos. Los peruanos son nuestros hermanos: abrazadlos y respetad sus derechos, como respetasteis los de los chilenos después de Chacabuco. Toda la América os contempla, y sus grandes esperanzas penden de que acreditéis la humanidad, el coraje y el honor que os han distinguido siempre”.
Fuente: Ejercito.


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miércoles, 7 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE FRAY LUIS BELTRÁN



El 7 de septiembre de 1784 nace en la proximidad de la ciudad de Mendoza el sacerdote franciscano Fray Luis Beltrán.
Fue un sacerdote mendocino. Por sus conocimientos técnicos en química, matemática y mecánica, el General San Martín lo designó jefe del parque de artillería del Ejército de los Andes. Se encargó de la fabricación de cañones, fusiles, municiones y uniformes. Inventó los aparejos que hicieron posible transportar los cañones a través de las montañas. En 1820 realizó la campaña al Perú. Luego luchó bajo el mando de Simón Bolívar y más tarde intervino en la guerra contra el Brasil.
Falleció el 8 de diciembre de 1827.
El apellido de su familia, de remoto origen francés, era Bertrand. Estudió en Buenos Aires y Córdoba, y se ordenó sacerdote en 1805 en Santiago de Chile.
Se hallaba en Chile cuando estalló la revolución independentista, a la que apoyó enérgicamente. Fue capellán del Director Supremo del Estado, José Miguel Carrera y trabajó en la maestranza del ejército con el grado militar de teniente. Tuvo que estudiar química, matemática y mecánica, ciencias que llegó a dominar ampliamente.
Después de la derrota de Rancagua regresó a Mendoza, donde el General José Francisco de San Martín lo hizo jefe del Parque de Artillería del Ejército de los Andes. Colaboró con José Álvarez Condarco en la fábrica de pólvora y lo suplantó desde que aquél llevara a cabo una misión de espionaje en Chile.
Bajo su dirección se fabricaron todo tipo de armas, municiones, pólvora, herrajes y uniformes. A sus órdenes llegaron a trabajar hasta 700 hombres. En Chile, dio vida en 1811 a lo que en la actualidad son las Fábriacas y Maestranzas del Ejército de Chile (FAMAE). En 1816 abandonó los hábitos, y al año siguiente participó en la campaña a Chile. Diseñó equipos especiales para transportar cañones a lomo de mula, aparejos de su invención para subir las laderas más escarpadas, y puentes colgantes transportables para hombres y mulas.
Combatió en la batalla de Chacabuco y en la sorpresa de Cancha Rayada. Después de esta batalla, cuando San Martín intentaba levantar el ánimo de los militares vencidos, Beltrán los convenció de que tenía municiones de sobra. Era mentira, pero logró fabricar en unos días varias decenas de miles de municiones, con las que San Martín logró la victoria en la batalla de Maipú, que fue definitiva.
Continuó el equipamiento del Ejército de los Andes, esta vez para la Campaña del Perú, en sus talleres en Valparaiso. Instaló una nueva maestranza en Lima en 1821, y proveyó de armas a varias expediciones marítimas y terrestres. Trasladó sus talleres a Trujillo debido a la toma del puerto de El Callao por los realistas. Permaneció en su puesto hasta 1824, cuando fue reemplazado por los oficiales de Simón Bolivar. A órdenes de Antonio José de Sucre participó de la victoria definitiva de la causa americana, la batalla de Ayacucho.
En 1825 sufrió una severa crisis nerviosa a consecuencia de un altercado con Bolívar e intentó suicidarse. Fue trasladado a Buenos Aires, donde se incorporó a la maestranza del ejército que marchó a la Guerra del Brasil, pero pronto debió regresar.
Pasó sus últimos años en Buenos Aires donde falleció el 8 de diciembre de 1827. Fue sepultado en esa ciudad con el hábito de su Orden.

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martes, 6 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA SEGUNDA RENUNCIA DE SAN MARTÍN AL MANDO DE LAS FUERZAS DE LA CAPITAL



El 6 de septiembre de 1813, el General José de San Martín presentaba su segunda renuncia al cargo que el gobierno le había destinado como comandante de todas las fuerzas disponibles en la ciudad, recordándole al gobierno lo que hace tres meses le había manifestado al presentar la primera renuncia: “...que era la caballería el arma principal que debía obrar con ventaja sobre el enemigo en caso de invasión”. Como también mantenía San Martín la jefatura del Regimiento de Granaderos a Caballo, reiteraba lo expresado anteriormente, que “... creía de absoluta necesidad el ponerme a la cabeza de mi regimiento tanto por mis conocimientos en esta arma como por la opinión que debo merecer de un cuerpo que he creado y formado”.
Finalmente, el Triunvirato lo liberó de la responsabilidad total del comando de las fuerzas de la capital, designándolo Comandante General de la Caballería, y a Carlos de Alvear de la Infantería.
Fuente: Ejercito.

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lunes, 5 de septiembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA EMBOSCADA EN EL MONTE TUCUMANO



OPERATIVO INDEPENDENCIA
El 5 de septiembre de 1975, el E.R.P., emboscada en el monte tucumano a una Sección del Ejercito en patrulla.
Mueren en combate el Subteniente Rodolfo Berdina y el soldado conscripto Ismael Maldonado. A estos soldados, como a todos los que pelearon por su país, aquí nuestro humilde homenaje.



Un elemento de Combate, perteneciente a la Fuerza de Tareas "Aconquija", llevaba unas cuarenta horas operando en el monte, lapso en el que se desarrollaron intensos enfrentamientos sin que se produjeran bajas en los efectivos del Ejército Argentino. El 5 de septiembre, el Elemento de Combate recibe la orden de replegarse a su base y en cumplimiento de ella se encontraba el Subteniente Rodolfo Hernán Berdina al mando de una sección, cuando tomó contacto con el enemigo en el paraje Potrero Negro, abriendo el fuego en forma instantánea. El Subteniente Berdina sobrepasó a la carrera a sus hombres lanzándose al ataque, seguido por el soldado Ismael Maldonado. Al llegar a una distancia muy cercana al grupo guerrillero, ambos caen alcanzados por el fuego enemigo. El soldado Maldonado murió instantáneamente; el subteniente cayó herido de gravedad. Finalizado el combate con el repliegue de varios subversivos heridos, el subteniente Berdina fue evacuado al Hospital Militar de Tucumán, nosocomio en el que fue operado. Falleció a medianoche.
Fue ascendido post mortem al grado de teniente.
A continuación transcribimos la carta escrita por la madre del Subteniente Berdina, en la que nos da un ejemplo de aceptación y grandeza personal.
“Me dirijo a aquellos que troncharon la vida de mi hijo, a los que sin mostrarse a la luz pretenden destrozar los pilares indestructibles de nuestra Patria. Soy la madre del Subteniente Berdina, de ese subteniente con mayúsculas porque supo defender sus ideales de argentino y de militar, dando la cara, peleando de frente y de pie. Ni él, ni sus soldados necesitaron drogarse para ello. Porque el valor es así, consciente, claro, sin elixires que empañen su acción y sus ideas. No los maldigo, les doy las gracias en nombre de él y de todos los héroes que dejaron su vida por amor a Dios, a la Patria y a la família, porque todavia esa es la fe del soldado, esa es su meta. Mi perdida es irreparable, pero me siente henchida de orgullo porque sé que mi Rodolfo está en la gloria de Dios y en el corarzón de todos los compañeros que lucharon o no a su lado. Gracias"