miércoles, 30 de noviembre de 2011

DÍA DEL SERVICIO DE RELIGIOSO DEL EJERCITO ARGENTINO



El 29 de noviembre de 1813, la Asamblea Constituyente dio forma jurídica al clero castrense con el nombramiento del primer vicario del Ejército —hoy capellán mayor—. En este nuevo aniversario, saludamos a todos los religiosos, que animan espiritualmente a la familia militar.
La labor espiritual y las tareas pastorales llevadas a cabo por la Capellanía Mayor del Ejército, tendientes al objetivo de brindar adecuadas y positivas respuestas al sentimiento religioso que es propio de toda naturaleza humana que necesita religarse con su Creador, y presente, de manera general y específica, en los integrantes de la Fuerza- se manifiesta en numerosas acciones que cumplen tanto el Capellán Mayor como los demás religiosos que desarrollan su labor espiritual en las distintas unidades del Ejército.
1.Mantiene un continuo contacto con los demás capellanes de la Fuerza, con el objeto de conocer las necesidades espirituales y morales registradas entre el personal militar.
2. Brinda conferencias y charlas a los diferentes cuadros, de acuerdo con el organigrama previsto para cada año.
3. Realiza visitas pastorales a diferentes unidades del interior.
4. Acompañando a la Inspección General del Ejército en sus viajes de inspección.
5. Celebra el Sacramento de la Eucaristía al finalizar cada una de las visitas consignadas, y el Sacramento de la Confirmación en la Fe, en las oportunidades establecidas.
6. Mantiene una continua presencia del servicio espiritual en el Boletín de Información Público, con la finalidad de brindar una ayuda espiritual en las ocasiones apropiadas, de acuerdo con el calendario litúrgico y social.
7. Dispone la asistencia sacerdotal en las Misiones de Paz, atendiendo al concepto de que la Paz es posible, si nace del corazón del hombre.
8. Se ocupa de los proyectos referidos a la acción pastoral en los hospitales militares, y a la construcción y puesta en marcha del Seminario Castrense.
9. Coordina la realización de campamentos religiosos en diferentes unidades del país. 10. Coordina la realización de semanas religiosas.
Tareas realizadas por los capellanes de la Fuerza en distintas unidades.
1. Mantienen conversaciones informales, con el personal militar y civil, atendiendo, especialmente, las reales necesidades humanas y espirituales formuladas directamente por estos interlocutores.
2. Efectúan una presencia sacerdotal en invocaciones, misas, bautismos, primeras comuniones, casamientos y responsos, en salas velatorias y en cementerios.
3. Visitan a los enfermos, para fortalecerlos en su dolor y preservarlos en la fe y el amor a Dios, presente en cada hombre sufriente.
4. Aconsejan y preparan a padres y a niños para la Primera Comunión, y a padres y padrinos para la Confirmación.
5. Preparan a futuros contrayentes para el Sacramento del Matrimonio
6. Escuchan y aconsejan a personas que desean ser orientadas y dirigidas espiritualmente, entre ellos: organizadores e integrantes de grupos de oración, integrantes de grupos juveniles, personal de la Fuerza ya retirado, ex-combatientes, etc.
7. Realizan ceremonias de Adoración al Santísimo Sacramento de acuerdo al calendario litúrgico.
8. A pedido de los jefes de elementos, los capellanes realizan invocaciones elevando súplicas a Dios y a la Santísima Virgen, de acuerdo con los acontecimientos vividos.
9. Se celebran diversas festividades, novenas y fiestas patronales que profundizan los sentimientos religiosos, explicitados a través de diferentes liturgia.
10. Teniendo presente las fiestas importantes de la Familia Militar, los sacerdotes realizan bendiciones a uniformes, diplomas, insignias, como así también piedras fundamentales, oficinas, capillas, etc.
11. Se realizan peregrinaciones a los santuarios en donde se venera la imagen de la Santísima Virgen, como por ejemplo Nuestra Señora de Luján, de la Paz, Lourdes, Fátima, San Nicolás, Itatí, del Valle, Señor y Señora del Milagro, Las Nieves, y Shonstatt.
12. En forma individual o general, la Fuerza ha tenido la posibilidad de nutrirse religiosamente a través de distintas publicaciones en revistas, boletines, folletos y otros medios de información públicos.
13. También en determinadas ocasiones, se distribuyeron estampas, medallas y cruces.
14. Se desarrollan en diferentes unidades a lo largo del país Cursos de Cultura Bíblica, sobre temas religiosos, físicos, teológicos y espirituales.
15. Efectúan reuniones de matrimonios del Movimiento Familiar Cristiano.
16. Organizan además el Día del Retiro Espiritual.
En la imagen: Misa de Campaña en las Islas Malvinas.

Fuente: www.ejercito.mil.ar




martes, 29 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE SIPE SIPE



El 29 de noviembre de 1815 se produce la Batalla de Sipe-Sipe. Un ejército español mandado por el General Pezuela, vencedor en las batallas de Vilcapugio y Ayohuma, derrota al ejército argentino al mando del General José Rondeau en la Pampa de Sipe-Sipe, al pié de la cuesta de Viluna en el Alto Perú. La batalla fue intensa y las fuerzas patriotas perdieron más de 1.000 hombres entre muertos, heridos y prisioneros, una bandera, nueve cañones y 1.500 fusiles. El resto del ejército se salvó retirándose en orden, gracias a las cargas incesantes de la caballería comandada por el Coronel Mariano Necochea y el Mayor Gregorio Aráoz de La Madrid. En su parte escribió el General Pezuela:"Fueron los enemigos batidos sobre el campo de Batalla, pero reuniéndose siempre y perdiendo terreno palmo a palmo, con tesón y una disciplina como pueden tener las mejores tropas.Su caballería trabajó admirablemente".
En el momento que las tropas se hallaban preparadas para iniciar la tercera campaña al Alto Perú, el general Carlos de Alvear fue nombrado para reemplazar a Rondeau. Era la segunda vez que esto se producía: anteriormente Alvear había reemplazado a Rondeau cuando era inminente la caída de Montevideo en poder de las fuerzas de Buenos Aires. Los oficiales se sublevaron, comunicaron a Rondeau que no acatarían al nuevo jefe y lo instaron a iniciar las operaciones. Rondeau en rebeldía dispuso el comienzo de la campaña. El general Paz recordaría después en sus Memorias que era un ejército anarquizado que marchaba hacia un desastre seguro.
Los realistas comenzaron a sufrir continuos reveses que fueron debilitándolos. Estas pequeñas victorias patriotas obtenidas inicialmente obligó a Pezuela a retirar sus fuerzas hasta Oruro, abandonando pueblos que fueron ocupados por los hombres de Rondeau. Este se apoderó de Potosí y Charcas y estableció su cuartel en Chayanta.
Pero el Ejército Criollo comenzó a desmoralizarse. A ello se le sumaban los problemas por el manejo político de Buenos Aires que paralizaba a las luchas revolucionarias. Aún así se consiguió que el general español Pezuela retrocediera a Tupiza y luego a Cotagaita. El 17 de abril de 1815 se lograba un nuevo triunfo para las armas patrias en Puesto del Marqués. Entonces Pezuela retrocedió de Cotagaita a Chollapata donde concentró todas las fuerzas militares españolas. Potosí cayó en poder de Rondeau.
Martin de Guemes enemistado con Rondeau abandonó las filas del ejército junto con sus gauchos y se retiró hacia Salta, llevándose consigo el parque del ejército que se encontraba en Jujuy. A su vez, Martín Rodríguez pretendió sorprender al General Olañeta, brillante militar jujeño a las órdenes del virrey de Lima, en el pueblo de Venta y Media, pero fue derrotadoRondeau buscó refugio en la pampa de Sipe-Sipe, junto a los macizos de Viluma. Allí fue alcanzado por Pezuela el 28 de noviembre de 1815, resultando el encuentro la más grave derrota -después de Huaqui- sufrida por las tropas patriotas en la guerra de la emancipación. Con esta derrota el Alto Perú se perdió definitivamente. Este hecho dio lugar a que en Europa se creyera que la suerte de la revolución estaba sellada.
Los Patricios retrocedieron una vez más hasta Humahuaca. Parecía que la revolución en el Alto Perú había fracasado.
Rondeau intentó quitarle 500 fusiles a los gauchos salteños. Guemes se negó terminantemente a desarmar a su provincia. El conflicto llegó a oídos del Director Supremo Alvarez Thomas quien decidió enviar una expedición al mando del coronel Domingo French para mediar en el conflicto y socorrer a las tropas de Rondeau varadas en el Norte salteño. Rondeau parecía más preocupado por escarmentar a Güemes y evitar el surgimiento de un nuevo Artigas en el Norte que por aunar fuerzas y preparar la resistencia frente al inminente avance español. Finalmente, el 22 de marzo de 1816 se llegó a un acuerdo: Salta seguiría con sus métodos de guerra gaucha bajo la conducción de Güemes y brindaría auxilio a las tropas enviadas desde Buenos AiresSan Martín y el nuevo Plan Ya la independencia había sido declarada solemnemente en San Miguel de Tucumán. La estrategia definitivamente no había sido acertada. Se encomendó a San Martín idear el nuevo plan libertario: El terrible final del ejército del Norte, además de ocasionar nuevamente la pérdida del Alto Perú, hizo llegar a la conclusión de que ése no era el camino adecuado para enfrentar a los españoles de Lima. San Martín propondría reemplazarlo por la expedición a Chile y el ataque a Lima por mar. Mientras tanto, las poblaciones altoperuanas continuarían hostigando a los españoles por medio de las llamadas "republiquetas", que capitaneadas por los gobernantes designados por Manuel Belgrano y otros caudillos mantuvieron convulsionada la región
Pezuela finalmente no pudo mantenerse en Salta y decidió abandonarla, retirándose al centro del Alto Perú para luchar desde allí contra los insurrectos
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viernes, 25 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE CHANCAY



El 25 de noviembre de 1820 se produce el Combate de Chancay. Durante la campaña libertadora del Perú, un grupo de reconocimiento de veinticinco granaderos a caballo al mando del Capitán Juan P. Pringles, es atacados por tres escuadrones realistas al mando del Coronel Gerónimo Valdés, entablándose un combate en el cual los patriotas son derrotados con dos terceras partes de sus soldados muertos. Pringles con los sobrevivientes toma la costa del mar y en vez de rendirse cabalga para internarse en las aguas. El jefe español al ver este acto de heroísmo le ofreció una capitulación honrosa que lo salvó junto con los soldados que quedaban. Posteriormente el General José de San Martín otorgó a Pringles y a sus hombres una condecoración con el lema: Gloria a los vencidos de Chancay. Los españoles, para expresar su respeto hacia ellos, hicieron acuñar cinco medallas, una para cada uno, con la leyenda: La Patria a los vencidos, vencedores de pescadores.
En una de sus cartas, el General Alvarado al General Espejo hace mención al combate de Chancay: "(...)Pringles, en expectativa, permaneció en Pescadores, que es una bahía baja del mar, estrechada por éste y unas lomas de arena suelta, bastante elevadas. Desde una de éstas, en que estaba situado un centinela, se avisó a Pringles la aproximación de fuerzas enemigas por el camino recto de Chancay, o mejor dicho, por la playa, por cuyo motivo mandó Pringles ensillar.
Se repitió el aviso del centinela, anunciando que otro cuerpo enemigo marchaba por las alturas a tomar la retaguardia, cortando el camino de Huacho, que llevaba yo en esos momentos con el grueso de nuestra caballería.
Pero Pringles se creyó invencible, quiso pelear y lo hizo, cargando a la fuerte columna que tuvo a su frente. Rechazado por ésta, cargó a la que tenía a retaguardia y cuando se vio sin soldados, que estaban muertos, heridos o prisioneros, se arrojó el mar, que sólo dejó a instancias y garantías que le ofrecía el Gral. Valdez, español, jefe de las fuerzas enemigas."
San Martín en la orden del 27 de noviembre de 1821 expresó: "El oficial Pringles y los individuos que lo acompañaron el 27 de noviembre han llenado mis esperanzas y cumplido sus deberes a la Patria". Pemió a los protagonistas de ese episodio con un escudo que dice "Gloria a los vencidos en Chancay".






jueves, 24 de noviembre de 2011

DESCANSO



Un grupo de soldados de caballería descansa a la vera de un arroyo. Uno observa pensativamente lo que hacen los hombres que tiene delante. Un suboficial, con el sable desenvainado, mira cómo dos soldados limpian sus carabinas. Las pocas carpas y otro reducido grupo de soldados realizando actividades semejantes dan la idea de que pertenecen a un puesto de guardia avanzado, alejado del campamento central.
Fuente: "Soldados 1848-1927" de la Fundación Soldados.




miércoles, 23 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DEL COMBATE CAMINO A LA CIUDAD DE TARMA



El 23 de noviembre de 1820 se produce un combate en el camino a la ciudad de Tarma, Perú. Fuerzas patriotas al mando del Teniente Coronel Manuel P. Rojas en camino de Jauja a la ciudad de Tarma, atacan una columna realista que había sido previamente derrotada por el entonces Mayor Juan Galo de Lavalle, la vencen y capturan al total de sus jefes y tropa sobrevivientes, siendo esta una acción destacada ya que gracias a la misma se consigue tomar un armamento importante.









martes, 22 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DEL COMBATE EN COIHUECO



El día 22 de noviembre de 1873 se produce un combate contra indios en Coihueco, Provincia de Mendoza. El Capitán Saturnino Torres con 35 hombres del Regimiento Guías de Mendoza, persiguiendo a un grupo de indios se encuentra con el grueso de la indiada, compuesta por unos 500 hombres de lanza. Atacado por ellos hace formar un cuadro y resiste por cinco horas el ataque de los salvajes, algunos de los cuales también portaban fusiles. En una pelea heroica les produce más de 70 bajas, hasta que los indios se retiran al no poder penetrar el perímetro de defensa.









lunes, 21 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DEL COMBATE DE VUELTA DE OBLIGADO



El 20 de noviembre de 1845 se produce el combate de la Vuelta de Obligado, en la Provincia de Buenos Aires. Bloqueado el puerto de Buenos Aires por una escuadra anglo-francesa que antes había capturado a la isla de Martín García como punto de control para el acceso al Río Uruguay, estos deciden dominar también el Río Paraná para llevar auxilios a la Provincia de Corrientes, que estaba en estado de guerra con la Provincia de Buenos Aires, gobernada por Juan M. Rosas, franqueando así a su aliada, la República del Uruguay, el acceso al comercio con el Paraguay y el litoral argentino. El gobernador Rosas ordenó al General Lucio V. Mansilla defender con los medios disponibles la soberanía de las aguas territoriales argentinas. En un codo del Río Paraná, cerca de la ciudad de San Pedro, Mansilla armó cuatro grupos de cañones y tendió de costa a costa una línea de barcos acoderados unidos por tres líneas de cadenas. El combate, donde Mansilla fue herido, fue reñido y sangriento. Mansilla comandó las fuerzas argentinas, el Capitán de Navío Tréhouart las francesas y el Capitán Hatham las británicas.
Este último se adelantó en una pequeña embarcación y cortó las cadenas librando el paso. Históricamente los Federales y Unitarios rioplatenses han considerado el combate de la Vuelta de Obligado como el más importante triunfo en la lucha por consolidar y hacer respetar la soberanía de las nuevas repúblicas. Ya no sería posible navegar los ríos argentinos sin permiso de los argentinos.
El general José de San Martín expresó desde Francia:
“Los interventores habrían visto que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que el de abrir la boca. (…) Esta contienda es, en mi opinión, de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de España”.
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viernes, 18 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL GENERAL GREGORIO ARAOZ DE LAMADRID.



Valiente e impetuoso comandante militar, que desempeñó un importante papel en la guerra de la independencia y en las luchas que le siguieron.
Nació en Tucumán el 18 de noviembre de 1795; alistado en la milicia provincial, obtuvo despacho de teniente en 1811; tomó parte en la mayoría de los combates del norte; en los de Vilcapugio, Ayohuma, Venta y Media, y en Sipe Sipe en el cual salvó al herido general Francisco Fernández de la Cruz, de ser capturado por los realistas.
Sirvió como ayudante de San Martín en Tucumán; en 1818 había alcanzado el grado de coronel; transferido del norte a Buenos Aires, combatió con las fuerzas del Directorio contra los caudillos mesopotámicos Estanislao López de Santa Fe y Francisco Ramírez de Entre Ríos, a principios de la década de 1820.
En 1825 Lamadrid fue enviado a las provincias del norte para reclutar fuerzas para la inminente guerra con el Brasil; en lugar de ello, como firme partidario de la causa unitaria, se lanzó a la guerra civil en Tucumán, derrocando al gobernador Javier López y generalmente suscitando temores en las provincias norteñas de que Rivadavia (líder unitario) trataba de imponer el poder centralista por la fuerza; Lamadrid continuó su actuación en las guerras civiles pero fue derrotado y gravemente herido por fuerzas de Quiroga en El Tala, huyendo hacia el exilio en Bolivia después de una nueva derrota en Rincón; regresando a Buenos Aires en 1828, se unió a las fuerzas unitarias del general Paz, luchó en La Tablada, San Roque, Oncativo y después que el general Paz fue inesperadamente capturado por los federales, Lamadrid, en su carácter de segundo en el mando, asumió la responsabilidad del gobierno de Córdoba y del mando de su ejército; retirándose a Tucumán fue derrotado por Quiroga en Ciudadela, en 1831; Lamadrid volvió a Bolivia otra vez como exiliado, permaneciendo allí durante siete años.
A su regreso a la Argentina, Lamadrid llegó a ser uno de los más prominentes generales bajo el régimen federal de Rosas; enviado nuevamente a su Tucumán natal (a principios de 1840) con la misión de reprimir la creciente revuelta contra Rosas, Lamadrid decidió en cambio, unirse a la oposición y fue nombrado comandante en jefe de fuerzas de las provincias que formaban la Coalición del Norte poco tiempo después de haber sido derrotado por Aldao, en Pampa Redonda.
En octubre, un levantamiento producido contra el gobierno de Córdoba mientras se aproximaba Lamadrid le otorgó asimismo el comando de las tropas de esa provincia; se unió a las fuerzas de Lavalle para realizar un esfuerzo conjunto destinado a derrocar a Rosas, pero este último, habiendo celebrado la paz con Francia, pudo enviar un ejército federal completo contra Lamadrid y Lavalle; ambos ejércitos, viajando juntos pero bajo mandos separados, salieron de Córdoba retirándose hacia Tucumán donde esperaban obtener refuerzos y pertrechos.
En el camino Lavalle propuso una temeraria estratagema que ofrecía posibilidades de éxito: él permanecería atrás manteniendo inmovilizados a los federales en la provincia de La Rioja hasta tanto Lamadrid pudiera formar un nuevo ejército en Tucumán; el desesperado ardid fracasó y Lavalle fue obligado a huir a Tucumán en junio de 1841, prosiguiendo su marcha hasta Jujuy, donde fue muerto; Lamadrid abrió campaña en San Juan, bajo su segundo en el mando, general Mariano Acha, pero éste fracasó; Lamadrid, contando con la mayoría de las fuerzas de coalición, se abrió paso entre dos ejércitos federales hasta Mendoza, donde los ejércitos de Pacheco, Aldao y Benavídez convergieron para derrotarlo, el 24 de septiembre de 1841, en Rodeo del Medio; los sobrevivientes, incluyendo a Lamadrid, huyeron a Chile donde recibieron ayuda de Domingo Faustino Sarmiento, también él exiliado de los federales.
Lamadrid prosiguió hasta Bolivia y luego se dirigió a Montevideo; se unió a las fuerzas que combatían contra Rosas, distinguiéndose como comandante del ala derecha del ejército de Urquiza, derrotando a Rosas en la batalla de Caseros (1852). El general Gregorio Aráoz de Lamadrid murió en Buenos Aires cinco años después.

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jueves, 17 de noviembre de 2011

DÍA DE LA AVIACIÓN DE EJÉRCITO



En el día de la Aviación de Ejército, conmemoramos la recreación del Comando de Aviación, el 17 de noviembre de 1958, y enviamos especiales saludos a todos sus miembros.

La misión de la Aviación de Ejército incrementará la capacidad de las fuerzas terrestres para realizar operaciones militares, empleando en la tercera dimensión sus medios aéreos orgánicos para la ejecución de funciones de combate, apoyo de fuego, apoyo de combate. Esencialmente la Aviación participa en la batalla ejecutando operaciones aeromóviles, de apoyo de fuego, defensa aérea, defensa antitanque, exploración y reconocimiento, observación, vigilancia aérea, comando, control, comunicaciones e inteligencia (C3I) y guerra electrónica.
La misión cobrará mayor relevancia cuando las operaciones terrestres se desarrollen en grandes espacios, con poca densidad de tropas o cuando se deba operar con flancos libres, retaguardias expuestas y en zonas no totalmente bajo propio control, proporcionando movilidad táctica para desplazar rápidamente efectivos para ocupar lugares críticos, efectuar cercos o lograr la concentración de medios.
Sus elementos proporcionarán a los comandos terrestres, la posibilidad de introducir modificaciones significativas en la relación del poder de combate en lapsos reducidos, creando las condiciones para el éxito o aprovechando aquellas que se hubieran producido durante el desarrollo del combate.
En nuestro país, el empleo del medio aéreo con aplicaciones militares se remonta a la Guerra de la Triple Alianza, cuando en "Potrero Piris", el 8 de julio de 1867, el Sargento Mayor Roberto A. Chodasiewicz, se elevara en un globo aerostático para observar el dispositivo de Humaitá.
A partir de allí, el Ejército fue el principal protagonista del desarrollo aeronáutico nacional, a través de jóvenes entusiastas que contando con el desinteresado apoyo de Instituciones Civiles y Aeroclubes, logran en 1912 la creación de la Escuela de Aviación Militar, con asiento en El Palomar.
Durante el período 1912 - 1945, mediante una tesonera labor, se produce una gran expansión del medio aéreo, creándose las primeras Unidades de Aviación, el Arma de Aviación de Ejército, la Fábrica Militar de Aviones y el Comando de Aviación de Ejército, para luego de 33 años de trabajo sin pausa, dar origen a la actual Fuerza Aérea Argentina.
La decisión de crear esta nueva Fuerza Armada, motivó que el Ejército cediera casi la totalidad de su material aéreo e instalaciones. Con el material restante, más algunas incorporaciones esporádicas, se mantuvieron los apoyos aéreos de la Fuerza.
Este hecho, más las crecientes necesidades impuestas por los modernos escenarios, dieron como resultado la recreación de la Aviación del Ejército en el año 1956.
A partir de ese momento y con la sistemática incorporación de aeronaves, personal y Unidades, la Aviación de Ejército ha apoyado a la Fuerza y a la Comunidad en forma ininterrumpida en todo el territorio nacional.
En el año 1965 participó con un avión Cessna U -17 en la primera expedición al Polo Sur. En el año 1975, tuvo su bautismo de fuego durante la Operación Independencia.
En el año 1982, obtuvo una participación preponderante en todas las acciones llevadas a cabo en la gesta de Malvinas.
En el año 1989, participó en la recuperación de los cuarteles del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 en La Tablada.
Los apoyos de Aviación de Ejército se ven permanentemente materializados a través de la participación en las campañas antárticas, las evacuaciones sanitarias, los ejercicios Conjuntos y Combinados, los incendios forestales y las inundaciones que afectan a distintas zonas del país.


En la Imagen: Dibujo de Carlos A. Garcia. Asalto Aéreo del Comando de Aviación de Ejército Argentino durante la Guerra de Malvinas.


Fuente: www.ejercito.mil.ar





miércoles, 16 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA DISTINCION A LOS VENCEDORES DE LA FLORIDA


El 16 de noviembre de 1814 el Directorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata decreta una distinción para el Coronel Arenales y los vencedores en el combate de Florida.

La batalla de la Florida fue ganada por los patriotas el 25 de mayo de 1814. Ete combate se libró en los márgenes del río Piraí. El coronel Ignacio Warnes, Juan A. Arenales y José Manuel Mercado derrotaron al realista José Joaquín Blanco que gobernaba este pueblo.

En la contienda participaron unos ocho mil hombres, de los cuales 300 fueron comandados por Warnes, otro tanto por Mercado y el resto por Arenales.

Los jinetes al mando de Mercado se ubicaron al borde del monte que existía en la parte norte del pueblo. En la parte sur de la playa se dispuso la artillería. Ocultas en el margen del monte se ubicaron las unidades comandadas por Warnes. Arenales se hizo cargo de la agrupación de la infantería y artillería. Ubicadas de esta forma esperaron a que Blanco dé inicio a la contienda.
En la madrugada, Blanco atacó a las fuerzas comandadas por El Colorao Mercado, las mismas que retrocedieron hacia las tropas de Warnes que esperaban. Con esta estrategia apoyada por distintos flancos, a Blanco no le quedó más que retroceder hacia el pueblo. Buscó refugio en la plaza principal, con la intención de buscar desde ese lugar reorganizarse para poner resistencia.
Warnes no dudó en ir por él, y al llegar a la plaza le desafió en voz alta a un combate personal. Blanco, ya herido en la pierna y otras partes de cuerpo, cayó muerto y la victoria de esa batalla fue para los patriotas.

La historia inmortalizó su nombre al comandar al ejército patriota que triunfó en la batalla de “La Florida” en 1814. El historiador salteño Roberto Vitry refiriéndose a tan arrolladora victoria afirmó: “El triunfo de la Florida” casi termina con la vida del prócer: Arenales, solo ya, sigue peleando sin pensar en rendirse. Un feroz hachazo le tiene el cráneo abierto en uno de sus parietales. Su cara está tinta en sangre”. Concluye este investigador: “En fin: trece heridas tienen despedazada su cara, su cabeza y su cuerpo –por lo que sus adversarios le llamarían con el apodo de “El Hachado”, y todas están manando sangre”. San Martín llamaba a Arenales “compañero y amigo”. Concluida la entrevista de Guayaquil, -1822- en reconocimiento por su coraje y leal colaboración, el Padre de la Patria delegó en él el mando de las tropas a su cargo, informando su decisión a Bolívar.

En la imagen: General Juan A. Álvarez de Arenales.

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martes, 15 de noviembre de 2011

14 DE NOVIEMBRE: DÍA DE LA ESPECIALIDAD DE INTELIGENCIA



La Inteligencia constituirá una necesidad permanente de la conducción. Ello impondrá que las actividades de este campo deban efectuarse en forma ininterrumpida en todos los niveles, desplegando los medios y comenzando la producción de inteligencia con la debida anticipación, para estar en condiciones de proporcionar las bases necesarias a la conducción, en forma oportuna.


Los elementos de Inteligencia participarán en la batalla, mediante la realización de actividades de ejecución de inteligencia, para satisfacer las necesidades de las áreas territoriales, tácticas y estratégicas, de acuerdo con los siguientes conceptos:


- En los niveles tácticos se realizarán actividades de obtención sobre el enemigo, características geográficas de la zona de combate y las condiciones meteorológicas, mediante la utilización de elementos de inteligencia táctica.


- En el nivel estratégico operacional se realizarán actividades de obtención de información sobre el enemigo, operaciones de contrainteligencia, mediante el empleo de elementos de inteligencia táctica y elementos específicos de inteligencia, utilizando procedimientos abiertos y/o encubiertos para satisfacer las necesidades del Teatro de Operaciones u organizaciones territoriales del mismo nivel.


- En el nivel estratégico militar, se realizarán actividades de obtención de información, operaciones de inteligencia y contrainteligencia, y de ejecución de operaciones psicológicas mediante la utilización de procedimientos normalmente encubiertos para satisfacer las necesidades de este nivel de conducción.Los elementos de Inteligencia cuentan con una organización flexible, y con medios especiales que le permiten satisfacer, con eficacia, todas aquellas actividades que se deriven del cumplimiento de su misión específica.


En cada nivel de conducción (táctico-estratégico) se conformarán dos organizaciones diferenciadas, a saber:


- Órganos de Dirección, con la misión de dirección, producción de inteligencia y diseminación.


- Medios de Ejecución, para la obtención de información en todos los niveles, y para la ejecución de operaciones de inteligencia, contrainteligencia y acción psicológica.


Fuente: www.ejercito.mil.ar






lunes, 14 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE AYUHUMA



La Batalla de Ayohuma (en quechua cabeza de muerto) (14 de noviembre de 1813) fue una contienda en el marco de la Guerra de Independencia de Argentina, en la Campaña del Alto Perú, en la que el Ejército del Norte al mando del general Manuel Belgrano fue derrotado por las tropas realistas comandadas por Joaquín de la Pezuela.
Previo al combate
Luego de la derrota de Vilcapugio, Belgrano estableció su cuartel general en Macha. Allí reorganizó a su ejército. Obtuvo ayuda de Francisco Ocampo (Presidente de Charcas), y de las provincias del Alto Perú (Cochabamba, Santa Cruz de las Sierras, Chayanta). A fines de octubre de 1813, el ejército patriota contaba con alrededor de 3.400 hombres, de los cuales apenas 1.000 eran veteranos.
A pesar de su reciente victoria, las tropas de Pezuela, estaban refugiadas en las alturas de Condo-Condo y rodeadas por poblaciones hostiles, no podían emprender ataque alguno contra el Ejército del Norte. Finalmente, el 29 de octubre, los realistas partieron desde su campamento en Condo-Condo, a fin de tomar la ofensiva antes de que los patriotas se robustezcan más. El 12 de noviembre llegan a Toquirí, una elevación a cuyos pies se halla la pampa de Ayohuma.
Mientras tanto, el General Belgrano estaba reunido con sus oficiales para discutir el plan de operaciones a seguir. La mayoría se inclinaba por retirarse a Potosí, pero el general alentó a sus subalternos a combatir en la batalla. Esa misma noche las tropas abandonaron Macha y se dirigieron hacia Ayohuma.
La Batalla
Las tropas que se estaban por enfrentar presentaban una desproporción importante. Mientras que la caballería patriota doblaba a la realista, los españoles contaban con el doble de infantería y 18 piezas de artillería, contra 8 de las tropas de Belgrano.
A mitad de la mañana, los españoles que habían descendido de su posición elevada para ubicarse sobre la derecha del ejército del Río de la Plata, comenzaron el fuego con sus cañones, dispersando a las tropas adversarias. En un alto del fuego enemigo, Belgrano ordenó el avance de la infantería y la caballería, pero éstos no pudieron resistir ante la oposición de los españoles.
Belgrano se vio obligado a retroceder y mediante un llamado de clarín logró reunir a alrededor de 500 hombres. En el campo de batalla quedaron alrededor de 200 muertos, 200 heridos y 500 prisioneros y casi toda la artillería. Los 500 hombres se dirigieron hacia Potosí, pero la ciudad debió ser prontamente evacuada ante la cercanía del enemigo. Belgrano se dirigió entonces hacia Tucumán, donde el 30 de enero de 1814 le entrega el mando del Ejército del Norte al general San Martín. Luego comentaría por escrito la superioridad táctica del español frente a su limitado conocimiento de la guerra.
"El General Belgrano como improvisado y abnegado comandante en Jefe del Ejército Auxiliar del perú, se hizo cargo del mismo con la dotación de oficiales que tenía. En las batallas de Tucumán y Salta primero, y en las acciones de Vilcapugio y Ayohuma después, se destacaron Balcarce, Díaz Velez, Dorrego, Superi, Holmberg, Forest, Lamadrid y Paz. Modesto en su grandeza, atribuyó a ellos y a la tropa las victorias de Las Piedras, Tucumán y Salta, reservando para sí solamente la responsabilidad de los infortunios de Vilcapugio y Ayohuma."


De: "Fundamentos de Etica Militar" del General de Brigada Emilio Bolon Varela.

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viernes, 11 de noviembre de 2011

DÍA DE LA ESPECIALIDAD DE ARSENALES “SAN MARTÍN DE TOURS”



En el día en que la Especialidad de Arsenales festeja el aniversario de su creación y celebra a su patrono, San Martín de Tours, hacemos llegar nuestros saludos a todos los integrantes.La Especialidad de Arsenales nació con los albores de la Patria, por cuanto antes de estallar la Revolución de Mayo, en el Virreinato del Río de la Plata solamente existía la "Armería Real" en la que revistaban un maestro mayor de armería, ocho oficiales y peones, que apenas funcionaba como depósito y lugar de mantenimiento pero sin capacidad de producción; y el "Parque de Artillería" que almacenaba los cañones, obuses y morteros que se encontraban fuera de servicio.
Por el año 1806, antes de las Invasiones Inglesas, existió en Buenos Aires el Cuerpo de Maestranza de Artillería, dividido en dos secciones: carpintería y herrería. Dicho Cuerpo efectuaba actividades tales como reparar armas, reparar y construir bases para cañones de batalla, de plaza y carruajes, construir lanzas, sables y espadas, almacenar pólvora y mantener en depósito el material de artillería fuera de servicio.
Durante las Invasiones Inglesas se destacó la participación del Sargento Mayor de Artillería Esteban de Luca, quien con su empeño y creatividad organizó los primeros servicios para la fabricación de cañones y fusiles. Al mismo tiempo que Domingo Matheu se encontraba instalando la primera fábrica de pólvora y municiones.
A partir del 2 de septiembre de 1810 se concluyó la organización de la fábrica de fusiles esta vez a cargo de Matheu. En 1811 se estableció una fábrica de fusiles en Tucumán bajo la Dirección de Clemente Zavaleta y una fábrica de pólvora en Córdoba.
En 1812 el gobierno central encaró la producción de piezas de artillería y para ello se designó a D Angel Monasterio y al Barón de Holmberg, al mando de una fábrica instalada en Jujuy.
A la hora de la emancipación americana, la futura especialidad de arsenales se hizo presente con su esfuerzo silencioso y fecundo cuando, el General San Martín a fin de solucionar el problema de abastecimiento del Ejército de los Andes, nombró a Fray Luis Beltrán a cargo de la maestranza y laboratorio del Estado de Mendoza, debiendo cumplir con la misión de forjar las armas que llevaron por América el grito de libertad.
El 19 de enero de 1816, el ya Capitán Esteban de Luca fue designado Director de la Fábrica de Fusiles, donde se obtenía igual calidad que en la experimentadas fábricas europeas.
La totalidad de los establecimientos que configuraban el Servicio de Arsenales, en la medida en que pudieron subsistir, fueron reunidos en 1817, bajo un mando común, pasando a depender de lo que posteriormente sería la Inspección General del Ejército.
A través de un decreto del 24 de septiembre de 1822 se dispuso marcar el armamento con la inscripción de Buenos Aires, penando con arresto y pago del valor del arma al que la perdiese, aumentando dicha pena para aquel que comercializara con ellas.
En 1827, también por decreto se creó la maestranza de artillería en la cual se capacitaban los oficiales en tres ramas: carpintería, armería y mixta (dedicada a la fabricación de munición).Durante la presidencia de Julio A. Roca, su ministro de Guerra, General Victorica, dispuso la constitución del "Arsenal de Guerra", que fue el primer elemento de Arsenales orgánico del Ejército producto de un plan preconcebido y estudiado. La tarea fue encomendada al Coronel Domingo Viejobueno, y para su asentamiento se construyó un edificio en el predio ubicado entre las calles Combate de los Pozos, Pichincha, Caseros y Garay.
Posterioriormente, en 1885 con el nombre de Arsenal Principal de Guerra se creó el actual Batallón de Arsenales 601, en 1863 se creó la Dirección General de Materiales y en 1897 la Dirección General de Arsenales de Guerra, cuya finalidad era coordinar la actividad de todos los talleres y fábricas; su primer Director fue el Cnl D Pablo Riccheri.
Dada la cantidad de materiales, la diversidad de procesos de fabricación y la necesidad de abastecer racionalmente a las Unidades, y para cumplir con dicha finalidad, se creó la Escuela de Operarios Militares, a fin de dotar con personal idóneo a los Arsenales y Talleres del Ejército.
En 1921 se creó el Batallón de Arsenales como dependencia de la Dirección General de Materiales del Ejército (DGME) y entre los años 1943 y 1954 se crean talleres en distintos puntos del país para lograr un eficiente apoyo zonal.
En 1964, como consecuencia de las modificaciones operadas en la organización del Ejército, la Dirección General de Materiales del Ejército se transformó en el Comando de Arsenales.
Por ley 19.101 del año 1971, el Presidente de la Nación decretó la creación del Escalafón "Servicio de Arsenales" en la categoría Personal Superior dentro del Cuerpo Profesional, a partir del 01 de enero de 1972, expresando que: "...razones orgánicas determinaron la conveniencia de contar con Personal Superior especializado en Arsenales, a fin de que las funciones típicas del mismo, sean cumplidas por personal especialmente reclutado y capacitado a tal fin; que la experiencia aconseja que dicho personal se forme en el Comando de Institutos Militares, mediante su reclutamiento por el Colegio Militar de la Nación", egresando de esa casa de estudios, a partir de 1976 los Oficiales de Arsenales.
El espíritu que los anima quedó demostrado durante la Guerra de Malvinas, donde superando obstáculos, apoyaron a las tropas permitiéndoles mantener su capacidad y potencia de fuego.
Desde 1987 bajo la denominación de "Dirección de Arsenales", la especialidad adquiere la organización actual.
Hoy, numerosos son los Arsenaleros que, formando parte de las misiones en la Organización de las Naciones Unidas, participan en la importante tarea de mantener la paz en el mundo.La evolución orgánica y tecnológica ha dado a esta Especialidad singular importancia por lo que sus miembros forman parte del Cuerpo de Comando del Ejército.
Fuente: www.arsenales.ejercito.mil.ar




jueves, 10 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL LICEO MILITAR “GRL BELGRANO”



Recordamos la creación del Liceo Militar “Grl Belgrano”, ocurrida en noviembre de 1947, y saludamos cálidamente a todos sus integrantes.
Su Historia.
Corría el año 1947, cuando el 10 de noviembre se firma el Decreto Nº 35074 que crea un Liceo Militar en la ciudad de Santa Fe bajo la advocación y guía del General D Manuel Belgrano.El populoso Barrio de las Flores se vio engalanado el 1º de abril de 1948 con la apertura de los cursos en su nueva institución con una población estudiantil de 150 cadetes provenientes de todo el litoral y con la Dirección del Teniente Coronel D Dalmiro Jorge Adaro. En 1952, egresa la primera promoción de Bachilleres y Subtenientes de Reserva del arma de Infantería.
El instituto a lo largo de su trayectoria se consolidaba en todos los aspectos y se constituía en referente de los establecimientos educativos de nivel medio de la zona.
Al comenzar el año 1979, se traslada a la localidad de Recreo (actual emplazamiento) en busca de lograr mayor espacio verde, comodidad en alojamientos y moderna infraestructura escolar para no abandonar la excelencia alcanzada.
La constante actualización y transformación de las Fuerzas Armadas, asignan un nuevo rol a los Liceos Militares, y a partir de 1993 este Liceo santafesino se inserta en la estructura, formalidades y tradiciones del Arma de Caballería, para comenzar a ser la única fuente de reclutamiento de Oficiales de Reserva de esa arma del Ejército Argentino.
La realidad social del momento, hace que se incorpore al establecimiento la situación de alumno externo (medio pupilo), permitiendo a los radicados en la zona cercana al Instituto, la posibilidad de regresar junto a su familia al finalizar las actividades de la tarde.
1995 marca la inserción definitiva de la mujer en todos los estamentos del Ejército Argentino al ingresar a 1º año la primera promoción femenina, que comparte las mismas actividades que el resto de los cadetes, sin abandonar su femineidad e intimidad con instalaciones perfectamente adaptadas a ellas. Egresaron hasta 2002 con el grado de Subtenientes de Reserva del Sistema de Computación de Datos. A partir del año 2003 egresan como Subtenientes de Caballería.La Ley Federal de Educación (Nº 24.195 ) hace que el sistema educativo se adapte plenamente a ella y comenzamos a ver por nuestros patios y aulas a niños desde los tres años en adelante, orgullosos al igual que sus padres de lucir la Orden del Sol que los identifica como pertenecientes a esta gran familia liceísta.
Cerca de 10.000 ex-cadetes pasaron por nuestras aulas y más de 4.000 se graduaron, obteniendo el 80 % un título universitario ocupando funciones de relevancia en los planos profesionales, políticos, artísticos y dentro de nuestro Ejército Argentino.






miércoles, 9 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GRANADERO JUAN RABUFFI



Juan Rabuffi nació el 15 de julio de 1888 en la localidad de Suipacha, Pcia. de Buenos Aires. Fueron sus padres José Rabuffi y María Zorzoli



Por 1909 era un joven de 20 años que se hallaba cumpliendo con el servicio militar obligatorio en el Regimiento 1º de Línea Granaderos a Caballo. Regimiento éste que por un decreto de fecha 31 de octubre de 1911, pasó a denominarse “Regimiento de Granaderos a Caballo”. En circunstancias de procederse a la inauguración en Boulogne-sur-Mer del monumento erigido en homenaje al Grl. José de San Martín, el soldado Rabuffi viaja para participar del evento, formando parte de un contingente de 120 granaderos. Todos ellos fueron rigurosamente seleccionados en virtud de sus antecedentes y comportamiento. El viaje se hace a bordo del buque “Pampa”, en el cual también viajan 120 caballos con la necesaria dotación de agua y alimento para la larga travesía que duraría un mes.
La ciudad de Boulogne–sur-Mer lucía de gala. En la costanera, sobre el boulevard Sainte-Beauve, se encontraba el monumento listo para ser descubierto. La fragata Sarmiento y las cañoneras Paraná y Rosario estaban amarradas en el puerto local. El acto central se realizó el 24 de octubre de 1909 y al mismo asistieron más de diez mil personas, entre ellas muchos argentinos venidos desde todos los rincones de Francia.


Inauguración del monumento al general San Martín.
Inmediatamente después de la inauguración del monumento, una vez transcurridos los prolongados discursos y el esplendoroso desfile militar, Juan Rabuffi da muestras graves de una afección pulmonar. Su superior luego de consultas, decide ingresarlo al hospital “Pierre Bertrand” de Boulogne, para su atención y tratamiento. Le diagnostican neumonía, razón por la cual deciden mantenerlo internado allí. La delegación debía inexorablemente retornar en el mismo buque que la llevó de ida, el que no disponía de las condiciones adecuadas como para poder trasladarlo y atenderlo correctamente. El granadero finalmente queda al cuidado de los facultativos franceses para que, una vez recuperado de sus dolencias, mediante gestiones del embajador argentino en Francia, sea retornado a Buenos Aires.
Pero su ansiado retorno no se pudo concretar. Un segundo diagnóstico médico le indicó bronconeumonía, la cual era prácticamente mortal en razón de que en aquel entonces no existían los antibióticos. Al cabo de 20 días de internación, el 9 de noviembre de 1909, Juan Rabuffi fallece en brazos del soldado francés Pollet, vecino de cama del hospital, que lo atendió durante su enfermedad con verdadero afecto de hermano.
La triste noticia del deceso fue recibida por el escuadrón del regimiento mientras emprendía su regreso, en el puerto inglés de Southampton. Sus restos fueron inhumados en el Cementerio del Este, en tumba ofrecida por la comuna de Boulogne. La ceremonia fue imponente. Una enorme muchedumbre le rindió emocionado tributo y acompañó sus restos.


Repatriación de sus restos
Tras 59 años de estar sepultado lejos de la Patria, sus camaradas conscriptos, por entonces todos octogenarios, tras numerosas y fatigosas gestiones logran repatriar los restos del granadero. Los mismos son transportados por la fragata Libertad, siendo desembarcados el 31 de enero de 1968, a las 9hs, en la dársena “A” del Puerto Nuevo de Buenos Aires. Tras las honras correspondientes la urna con sus restos fue trasladada a su pueblo de adopción: Castilla.


Fuente: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado / Urueña, Pedro Alberto - Vida y muerte del granadero Juan Rabuffi – Chacabuco (2004).




martes, 8 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL REGIMIENTO 11 DE INFANTERÍA DE LINEA



El día 8 de noviembre de 1814 se crea el Regimiento 11 de Infantería de Línea.
Por propuesta del General José de San Martín al gobierno, durante la organización del Ejército de los Andes y utilizando como núcleo a los Auxiliares de Chile, cuerpo de infantería que al mando del entonces Teniente Coronel Juan Gregorio de Las Heras había sido enviado a Chile en 1812, como ayuda a su Junta de Gobierno ante la invasión realista en el sur de ese país. Los Auxiliares recibieron su bautismo de fuego en el combate de Cucha Cucha el 23 de febrero de 1814, volviendo a combatir con éxito en Membrillar el 20 de mayo del mismo año. Después de la importante victoria española de Rancagua en Octubre, debieron cubrir la retirada de sus camaradas chilenos y de su gobierno a la ciudad de Mendoza. En 1815, el 11 de Línea contó con la primer banda militar regimental del Ejército de los Andes, a partir del apoyo económico de Don Rafael Vargas, hacendado mendocino. Cuando pasó a Chile en 1817, el regimiento cruzó la Cordillera por el paso de Uspallata, siempre al mando de Las Heras. Luego de asistir a la victoria de Chacabuco, encabezó la División Sur, confrontando el 4 de abril en el combate nocturno de Curapaligüe y el 5 de mayo en Gavilán, dos victorias brillantes. También participó del frustrado asalto a Talcahuano, del 6 de diciembre. El 5 de abril de 1818, el 11 de Línea se batió con heroísmo en la decisiva Batalla de Maipú, que selló la libertad de Chile. Transportado por mar, desembarcó en Perú en Septiembre de 1810, participando de los combates de Nazca, Acarí y Jauja y en el sitio y ocupación de Lima del 9 julio de 1821 y en la rendición del fuerte de El Callao el 21 de septiembre. En 1824 el 11 de Línea fue disuelto. Recreado en 1865, ocupó posiciones en la frontera de los territorios ocupados por los indios salvajes, en Tapalqué, Olavarria y Tres Arroyos, en la Provincia de Buenos Aires. Por decreto del año 1910 del presidente de la República, Doctor José Figueroa Alcorta, se lo denominó Regimiento 11 de Infantería "General Las Heras" por su ilustre primer jefe. Hoy el 11 de Infantería de Montaña está establecido en Tupungato, Provincia de Mendoza.
Fuente: Tradition.

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lunes, 7 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE SUIPACHA



El dìa 7 de noviembre de 1810 se produce la Batalla de Suipacha. Las fuerzas patriotas, comandadas por el Mayor General Antonio González Balcarce, derrotan a las realistas a las órdenes del Capitán de Fragata José de Córdoba. Más tarde el ejército patriota avanzó hasta el Río Desaguadero -cuyas aguas surgen del Lago Titicaca-, límite entre los virreinatos de las Provincias del Río de la Plata y del Perú, acampando allí. Después de este triunfo, el primero de las armas argentinas, las cuatro intendencias del Alto Perú que dependían de Buenos Aires, se declararon a favor de la emancipación americana.
Después del desfavorable combate de Cotagaita ocurrido el 27 de octubre, las fuerzas revolucionarias se vieron obligadas a retirarse en dirección a Tupiza sin ser perseguidas por los realistas. El 5 de noviembre las fuerzas realistas comenzaron la marcha hacia Tupiza, luego de recibir a Nieto con 100 veteranos de los Granaderos provenientes de Chuquisaca y a Basagoytía con 350 hombres de las milicias de Puno y de Arequipa, por lo que al día siguiente Balcarce desalojó ese pueblo, que fue ocupado al día siguiente por 1.200 realistas, y se situó en Nazareno el 6 de noviembre, ubicado sobre el río Suipacha frente a la población de Suipacha, en donde recibió por la noche un refuerzo de 200 hombres provenientes de Jujuy con dos piezas de artillería, junto con municiones y la paga de las tropas. Córdoba había recibido informes falsos sobre la moral combativa de las fuerzas de González Balcarce, convenciéndose de que marchaban descontentos y mal armados y por lo tanto sería relativamente fácil dispersarlos, tampoco se había enterado de la llegada de refuerzos con municiones y cañones.El Ejército del Norte tenía inferioridad numérica, 800 realistas con 4 cañones contra 600 patriotas con 2 cañones. Formaban parte del ejército realista de observación los veteranos del Real Borbón y del Cuerpo de Voluntarios del Rey, éste al mando del capitán José Fernando de Fontaneda, que habían partido de Buenos Aires en 1809 para reprimir las sublevaciones del Alto Perú y que luego formaron el Batallón Fernando VII.

La Batalla
Cuando el 7 de noviembre la vanguardia realista tomó contacto visual con las tropas de Balcarce, éste había ocultado gran parte de su infantería y artillería entre los cerros y quebradas vecinas.
Situados frente a frente sin atacarse hasta las 3 de la tarde, González Balcarce se impacientó e ideó un plan para forzar a Córdoba a atacarlo, para eso hizo adelantar 200 hombres sobre la playa del río y con dos cañones abrió fuego, lo que dio inicio al enfrentamiento cuando Córdoba destacó algunas fuerzas de guerrilla. González Balcarce desplegó más tropas y Córdoba envió batallones para reforzar a sus guerrillas abandonando sus posiciones seguras. González Balcarce ordenó simular una retirada en aparente desorden, haciendo caer en la trampa a Córdoba, quien dio la orden de perseguirlos con todas sus tropas hasta las proximidades de la quebrada de Choroya. Allí las fuerzas de González Balcarce que en apariencia huían, giraron para enfrentarlos, mientras las tropas de infantería y la artillería que estaban ocultas entre los cerros aparecieron brúscamente, emboscando a los realistas, quienes se dieron a la fuga arrojando banderas, armas y municiones, siendo perseguidos por tres leguas.La batalla duró media hora y concluyó con una fácil victoria para los revolucionarios ya que los realistas abandonaron el campo de batalla en fuga, dejando la artillería. Fueron tomados 150 prisioneros realistas. La aparición de indígenas para observar la batalla desde los cerros hizo pensar a Nieto que se trataban de fuerzas de refuerzo y se precipitó en fuga sin esperar el resultado de la batalla.
En la batalla, junto con las tropas provenientes de Buenos Aires (275 combatientes), participaron, salteños, jujeños, oraneses, tarijeños, cinteños y la Caballeria chilena de Tupiza, comandada por el Coronel Pedro Arraya. Martín Miguel de Güemes, quien estaba al frente de los salteños fue posteriormente a la batalla (ya en Potosí) despojado de su rango militar por desavenencias con Castelli y devuelto a Salta, mientras que sus tropas fueron incorporadas al Ejército del Norte. Las evidencias históricas señalan a Güemes como el ejecutante de las acciones de Suipacha, sin embargo Castelli no lo menciona en el parte de batalla.

Consecuencias
El ejército realista que luchó en Suipacha sufrió una completa derrota, perdió sus 4 cañones, sus tiendas de campaña, armas, municiones, 10.000 pesos en plata, víveres y se desintegró por completo.
El triunfo de Suipacha tuvo un fuerte efecto moral, los jefes realistas del Alto Perú perdieron todo su prestigio, que se vio reflejado en el pronunciamiento de las ciudades de Potosí el 10 de noviembre apresando a su gobernador Paula Sanz,Chuquisaca,La Paz y Cochabamba (en donde Esteban Arze consiguió el triunfo de Aroma el 14 de noviembre) en favor de la Junta de Buenos Aires, ciudad en donde produjo una euforia generalizada.
En el momento de la batalla Juan Jose Castelli se hallaba en Yavi, desde donde el 8 de noviembre informó a la Junta sobre la victoria, redactando dos días después en Tupiza el parte completo, llevado a Buenos Aires por el mayor de patricios Roque Tollo.
En La Gazeta del 3 de diciembre, parafraseando al virrey del Perú José Fernando de Abascal y Sousa, se pudo leer:
“(...) que el americano nacido para vegetar y vivir en la oscuridad, (...) [excedía a los militares de España], donde por virtud del nuevo gobierno, se ha enseñado la táctica de fugar, manchando la memoria de nuestros abuelos y héroes de la milicia que ahora nosotros queremos renacer (...)”
Una de las dos banderas tomadas fue enviada a Buenos Aires con una nota de Castelli que decía:
“A fin de que V. E. la destine a la sala del rey D. Fernando, con las que adornan su retrato.”La Junta autorizó a todos los comandantes victoriosos en Suipacha, a llevar en el brazo derecho un distintivo con la inscripción:
La patria a los vencedores de Tupiza.
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viernes, 4 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL REGIMIENTO DE CABALLERÍA DE TANQUES 11 "DEFENSORES DEL HONOR NACIONAL"



El 10 de julio de 1826, el Presidente de la Nación Bernardino Rivadavia decretó la creación de once Regimientos de Caballería de línea. En la necesidad de cubrir las fronteras contra el indio, ya que Ejército regular había marchado a la guerra contra el Brasil.
El 18 diciembre de 1826 se crea un Regimiento de Caballería de línea denominado “DEFENSORES DEL HONOR NACIONAL”, cuyo jefe fue el General Mariano Necochea.
Ya para esta fecha habían sido creados todos los Regimientos de Línea menos el 11, por lo que se deduce que el nombre hace referencia a éste.
En 1838 formó parte del Ejército de Vanguardia, asistiendo a la Batalla de Arroyo Grande contra el Ejército Uruguayo aliado a los franceses, durante el bloqueo anglo-francés.En 1855 es asignado a la frontera sur, posteriormente en el año 1859 formó parte del Ejército de Buenos Aires al mando del General Bartolome Mitre, logrando la reincorporación de esa provincia a la Confederación Argentina.
El 17 de septiembre de 1861 fue disuelto después de la Batalla de Pavon y reorganizado nuevamente en el año 1864 bajo el nombre de “REGIMIENTO GENERAL LAVALLE”Entre los años 1865-1869 formó parte del Ejército Aliado (Argentina, Uruguay y Brasil), en la Guerra contra el Paraguay; participando en las Batallas de Yatay, Paso de la Patria, Tuyutí y Lomas Valentinas.
En 1871, de regreso a la Argentina, guarneció la frontera sur de Buenos Aires, formo parte de la División Sur a órdenes del Doctor Adolfo Alsina, participando en el avance de la frontera, batiéndose contra el indio en el año 1876.
En el año 1878 formó en el Ejército Expedicionario al Desierto (1ra división al mando del Coronel Conrado Villegas) que a las órdenes del General Julio Argentino Roca participó de la Campaña del Río Negro y Patagonia.
En 1882 participó en la Campaña de los Andes, destacándose su Jefe, el Teniente Coronel Manuel Rubial, en el combate de Cumullú.
Entre los años 1889 y 1898 tuvo su asiento de paz en diferentes lugares de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe.
En 1902 el Regimiento 11 de Caballería de Línea queda afectado al servicio de Gendarmería en la Provincia del Chaco, conservando su número pero agregando la denominación “Gendarmería”. Permaneció en Florencia hasta 1906 luego se trasladó a Formosa.El 31 de enero de 1907 por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, el Regimiento 11 de Caballería de Línea, se transforma en el Regimiento 9 de Caballería de Línea.
En 1917 se reorganiza en la Ciudad de Concordia y posteriormente en Curuzú Cuatiá.En 1923 se instaló en Paso de los Libres, luego en 1944 se trasladó a Villa Federal provincia de Entre Ríos y el 01 de marzo de 1958, fue disuelto por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional.El 3 de noviembre de 1980 por orden del Comandante en Jefe del Ejército, Teniente General Leopoldo Fortunato Galtieri, se recreó el viejo Regimiento 11 de Caballería, (Como consecuencia del conflicto con Chile en 1978, se advirtió la necesidad de disponer en el Sur Patagónico de suficientes unidades móviles y blindadas).
El 5 de enero de 1981 se inicia su reorganización en la Ec C, siendo su Jefe el Teniente Coronel Eduardo Fiorda y el 14 de febrero del mismo año se trasladó a Puerto Santa Cruz su actual asiento de paz, el primer escalón adelantado, conformado por el entonces Teniente Primero Luzuriaga, Teniente Guido y 20 suboficiales.
Durante 1982 la Unidad realizó operaciones militares con motivo del enfrentamiento armado con Gran Bretaña y el 14 de abril inició la movilización, teniendo como misión la defensa del litoral marítimo.
El REGIMIENTO DE CABALLERÍA DE TANQUES 11 “DEFENSORES DEL HONOR NACIONAL” en sus 180 años de servicio, fue distinguido por el Gobierno Nacional con las medallas del Río Negro y Patagónica, y por la Campaña de los Andes, también su bandera fue condecorada con las Palmas Sanmartinianas en 1991, entregadas por Instituto Nacional Sanmartiniano.
Fuente: www. rctan11.ejercito.mil.ar






jueves, 3 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE TUYUTÍ



El día 3 de noviembre de 1867 se produce la derrota paraguaya en Tuyutí. Ocho mil paraguayos mandados por el General Barrios atacan el campamento aliado de Tuyutí, donde acampaban fuerzas brasileñas y argentinas, consiguiendo un triunfo incipiente. Luego la caballería argentina, al mando del General Manuel Hornos los atacó a fondo con el apoyo de infantería brasileña, derrotando por completo a los paraguayos quienes por segunda vez fueron derrotados en Tuyutí.
Después de las batallas de Paso de la Patria y de Estero Bellaco, el 2 de mayo, las fuerzas aliadas, estimadas en más de 50.000 hombres, al mando del General Mitre avanzaban cautelosamente en territorio enemigo desconocido, una vez que no había mapas confiables sobre el terreno. Del mismo modo, no se disponía de informaciones sobre los efectivos y la disposición de las fuerzas enemigas.
La cautela de Mitre entraba en conflicto con las diposiciones de los comandantes de las fuerzas brasileñas, que pugnaban por mayor rapidez en el avance, comprendiendo que la lentitud era peligrosa para la moral de los soldados, y comprometedora para el prestigio que las tropas en marcha tenían ante el enemigo.
El 20 de mayo los aliados cruzaron el Bellaco Sur y los paraguayos se retiraron tras el Bellaco Norte. Según el coronel inglés George Thompson, del ejército paraguayo, "la posición paraguaya era formidable, si los aliados atacaban, el Mariscal López pensaba esperarlos y luego lanzar 10.000 hombres sobre la retaguardia enemiga por un camino abierto a través del bosque. Este plan hubiese sido coronado por el éxito, pero lamentablemente se lo cambió"
De acuerdo con el testimonio de Thompson, Fransisco Solano López confiaba en dar una batalla decisiva pasando a la ofensiva y empujar al enemigo de vuelta al Río Paraná. Los oficiales paraguayos parecían, al contrario, excépticos en la posibilidad de atacar y vencer un enemigo más númeroso en un terreno adecuado para la defensa, una vez que los aliados acamparon en los pantanos alrededor del lago Tuyutí. Sin embargo, López no consideró las objeciones y siguió con sus planes.
Estos consistían en el ataque coordinado de tres poderosas columnas por la derecha, centro e izquierda. Mientras una cuarta columna al mando del general Vicente Barrios, por la extrema derecha, debía cruzar el monte del Sauce y aparecer sorpresivamente en el Potrero Piris a la retaguardia enemiga. La unidad de Barrios debía unirse a las fuerzas del general Francisco Isidoro Resquín que atacarían en flanco izquierdo y encerrar al enemigo.
Tras salir del monte del Sauce en el Potrero Piris la columna del general Vicente Barrios, este debía avisar por medio de chasque al coronel José Eduvigis Díaz, que mandaba la columna que marcharía sobre el flanco derecho de los aliados, y este debía disparar un cohete. Al oír el cohete, la artillería mandada por el coronel José María Bruguez debía disparar un cañonazo a cuyo estampido comenzaría el ataque general.
Además el ataque debía llevarse al clarear el alba con el fin de tomar por sorpresa a las tropas aliadas. De tener éxito, el gobierno paraguayo quedaría en una posición inmejorable ya que la mayor parte de las fuerzas enemigas quedarían destruidas.
La tropa de Díaz se vio favorecida por el terreno y fue la primera en atacar. Derrotó a dos batallones uruguayos a cargo de defender delante de Bellaco Norte pero luego fue rechazada por tres batallones brasileños que usaron 26 piezas de artillería desde una sólida posición defensiva, los paraguayos retrocedieron al bosque hasta que finalmente fueron obligados a retroceder de ahí por un contraataque aliado.
La unidad del comandante Marcos, que debía atacar por el centro, flanquearía el estero por el paso Gómez, pero se vio retrasada en su avance y fue rechazada en tres ataques con graves pérdidas. La poderosa caballería de Marcos cargo contra las líneas brasileñas, pero el general francés Emílio Luís Mallet, comandante de las tropas brasileñas en el centro había ordenado cavar un foso delante de sus posiciones, por lo que los paraguayos nunca pudieron acercarse a menos de 50 metros, esto unido al fuego de la artillería imperial diezmó a los jinetes paraguayos.
En el caso del general Resquín, sus dos batallones de infantería cruzaron el estero por el paso Yatayty Corá y Lequizamón, y su caballería de ocho regimientos por paso Minas. La caballería derrotó a los pocos escuadrones argentinos que allí se encontraban, pero en su temerario ataque contra la infantería argentina formada en cuadros resultó prácticamente aniquilada aunque con gran dificultad, finalmente no pudó envolver el flanco. Los batallones de Resquín avanzaron con gran lentitud debido a las dificultades del terreno, lo que dio tiempo a los argentinos para tomar adecuadas contramedidas y rechazarlos a través del estero.
Las intenciones de López eran cortar el ejército aliado al medio usando la caballería, pero sus intenciones fueron frustradas por la artillería brasileña, comandada por el general Mallet, y por las formaciones en cuadro de los regimientos de Infantería argentinos.
El general Díaz y sus hombres por sus parte, debido a las dificultades del terreno, se vieron muy retrasados, llegando a Potrero Piris casi al medio día. En esos momentos las tropas argentinas ya estaban preparadas por lo que se perdió la sorpresa. Sin embargo, el general dió la señal y sus tropas atacaron a las unidades de brasileños y uruguayos. El actuar del general brasileño Manuel Luis Osorio fue decisivo, ordenó a las reservas ir a apoyar a las tropas más comprometidas.
Aunque la batalla casi fue una devastadora derrota, terminó en un sangriento desastre paraguayo. A las 16:30, tras cinco horas de combate, el combate ceso y las unidades paraguayas se retiraron. La batalla de Tuyutí fue una de las más sangrientas de la historia de América del Sur, entre 13.000 y 15.000 combatientes murieron ese día. Según la historiografía paraguaya su ejército sufrió cerca de 5.000 muertos y 8.000 heridos mientras que su enemigo perdió 7.000 hombres y 4.000 más fueron heridos. Pero las fuentes aliadas dan cuenta de 3.000 brasileños (entre ellos el general Antônio de Sampaio, comandante de la 3ª Divisón de Infantería), 800 argentinos y 300 paraguayos muertos y heridos frente a 13.000 bajas del enemigo.
Mitre al tener tal número de pérdidas y desconociendo realmente la situación de los paraguayos se negó a avanzar a Paso Pucú, sin saber que López era totalmente incapaz en esos momentos de contener cualquier ataque. Mitre no sacó mayor provecho de su victoria, se quedo en Tuyutí esperando lo que hiciera su enemigo. Lo que da la verdadera importancia de la batalla es que por la mala coordinación y poca planificación, un ataque que debió darles una victoria decisiva, costó a los paraguayos la destrucción de sus mejores unidades regulares, la mayoría de los jinetes muertos eran miembros de la élite de Asunción.
Al final de la batalla los aliados aún poseían una fuerza de combate, al contrario de López que, de allí en adelante, nunca más consiguió reunir una fuerza de aquella magnitud para combatir. Desde entonces, sin condiciones humanas para batir en campo abierto, a Solano López restaba resistir atrincherado en las fortificaciones (Fortaleza de Curupaytí y Fortaleza de Humaitá) con la esperanza de poder desgastar a las fuerzas enemigas. Con esta victoria, las tropas aliadas se establecieron firmemente en territorio enemigo.

En la Imagen: “Batalla de Tuyutí” de Cándido López.






miércoles, 2 de noviembre de 2011

DÍA DE LOS MUERTOS POR LA PATRIA



En este día, recordamos con admiración y orgullo a todos los grandes hombres y mujeres que ofrendaron su vida por la patria.
El Sargento Cabral fue uno de los tantos patriotas que murieron luchando por la grandeza de nuestra Nación, comenzando por los miles de soldados desconocidos que combatieron en las guerras para lograr nuestra Independencia (y la independencia de medio continente), empuñando las armas con gran valor en las filas patrióticas junto a líderes como Manuel Belgrano y el propio San Martín. Como así también los miles de jóvenes que combatieron heroicamente en las islas Malvinas.
El sacrificio de todos estos mártires tiene un enorme valor para todos los argentinos, sin importar el resultado de las batallas en las que participaron.
En este día los recordamos y les agradecemos también a todos los hombres y mujeres civiles que, desde los primeros tiempos de nuestro sueño como Nación, fallecieron cumpliendo el deber de defender a la Patria.
Porque defender a la Patria es actuar con heroísmo, con valentía y generosidad suprema. Es ofrecer la propia vida a las generaciones futuras, buscando que los argentinos vivan y sueñen con un país justo, libre y soberano. Así se manifiesta claramente en las sentidas palabras que el General Lucio Mansilla dirigió a sus tropas antes del combate de Vuelta de Obligado el 20 de noviembre de 1845, cuando la poderosa armada anglo-francesa se internó en el Río Paraná: “No dejemos que insulten a nuestra Patria, y muramos todos antes de ver bajar el pabellón azul y blanco de donde flamea”.


“Lo demandó el Honor y obedecieron
Lo requirió el Deber y lo acataron
Con su sangre la Empresa rubricaron
Con su esfuerzo la Patria engrandecieron
Fueron grandes y fuertes, porque fueron
Fieles al Juramento que empeñaron
Por eso como valientes lucharon
Y como Héroes murieron
Por la Patria morir fue su destino
Servir en los Ejércitos su vocación y sino
No quisieron servir a otra Bandera
No quisieron andar otro camino
No supieron morir de otra manera.”


martes, 1 de noviembre de 2011

ANIVERSARIO DEL COMBATE EN CRISTIANO MUERTO



El 1 de noviembre de 1857 se produce el combate con indios en Cristiano Muerto. Tropas de Buenos Aires derrotan a indígenas de la tribu de Cafulcurá.
En camino de Azul y Tandil, hacia Bahía Blanca, se tuvo conocimiento de una invasión que Juan Cañumil, principal secuaz de Calfucurá, realizaba sobre los poblados de la costa (actuales partidos de Tres Arroyos, Juárez y Gonzales Chaves).
Dispuestos a interceptarlos a su regreso, tuvo lugar el 31 de octubre de 1857 un encuentro al sur de la sierra del Cristiano, que se denominó Sol de Mayo.
El coronel Conesa mediante un decidido ataque dispersó a la indiada que venía con un cuantioso arreo y otros bienes. En la persecución al día siguiente (1 de Noviembre), alcanzó al grueso del malón en las puntas del arroyo Cristiano Muerto, al norte de la sierra de ese nombre. Cañumil tuvo 80 bajas en sus huestes, mas la pérdida del arreo que llevaba, debiendo apelar a la fuga hacia sus tolderías en Pigüé para salvar su vida. Esta acción se llamó “Cristiano Muerto”.
Fuente: Tradition.com y Ch'Averias.com