sábado, 31 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE JOAQUIN RIVADAVIA


El día 31 de agosto de 1810 nace en Buenos Aires Joaquín Rivadavia. Hijo de Bernardino Rivadavia, tuvo una educación esmerada y acompañó a su padre a Europa mientras se desempeñó como representante argentino allí. En 1829, se incorporó como voluntario a una de las unidades del General Juan Galo de Lavalle. Asistió a los combates de Yeruá del 22 de septiembre de 1839 y Don Cristóbal del 10 de abril de 1840. Por su comportamiento obtuvo el grado de Sargento Mayor. En Septiembre de 1841, luchó en Famaillá ó Monte Grande.
Destruido el ejército que integraba, acompañó a sus restos en su marcha hacia Jujuy, escoltando después los despojos del General Lavalle hasta que fueron depositados en la Catedral de Potosí. Después de la Batalla de Caseros regresó a la Argentina y actuó en la Batalla de Cepeda y en la Guerra del Paraguay.

En la Imagen: "Batalla de Famaillá" en la cual participara como Sargento Mayor. Oleo.

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viernes, 30 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL ROMÁN ANTONIO DEHEZA

El día 30 de agosto de 1872 fallece en Valparaíso, Chile, el General Román Antonio Deheza. Se lo denominó general de tres repúblicas. En todas las acciones de guerra en que le tocó actuar, asombró por su valor y temeridad. Inició su carrera militar en 1810, conduciendo comunicaciones de la Junta de Buenos Aires al General Antonio González Balcarce, y combatió en las batallas de Cotagaita, Suipacha y Huaqui. Actuó a las órdenes del General Juan Gregorio de Las Heras destinado a reforzar el ejército chileno, que se defendía de los contingentes realistas enviados por el virrey del Abascal. Combatió en las batallas de Cucha Cucha y Membrillar.
Pasó a las fuerzas del general O'Higgins, a cuyas órdenes luchó en la derrota de Rancagua con el grado de capitán. Combatió en las batallas de Chacabuco, Curapaligüe, Gavilán, en el asalto a Talcahuano y en la gran victoria de Maipú.
Estuvo en el sitio de la Fortaleza del Callao y participó en la defensa de la ciudad de Lima. De vuelta en el Plata, sirvió a las órdenes del General José M. Paz, quién le otorgó los despachos de Coronel Mayor. Emigró a Bolivia durante la dictadura de Rosas, regresando para incorporarse nuevamente a las órdenes de Paz en el ejército que este organizó contra Rosas en la Provincia de Corrientes.

Nació en la Ciudad de Córdoba en 1791. Cursó sus estudios en el Real Colegio de Monserrat, dedicándose luego al comercio. Se enroló en el Ejército del Norte en 1810, como voluntario, y combatió en las batallas de Cotagaita, Suipacha y Huaqui.
En 1813 fue enviado a Chile, como oficial de la división cordobesa (Batallón de Auxiliares Argentinos) a órdenes del después General Juan Gregorio de Las Heras, destinada a reforzar el ejército chileno, que se defendía de los contingentes realistas enviados por el Virrey del Abascal. Combatió en las batallas de Cucha Cucha y Membrillar. Pasó a las fuerzas del General Bernardo O’ Higgins, a cuyas órdenes luchó en la derrota de Rancagua con el grado de Capitán.
Regresó a Mendoza, donde se incorporó al Ejército de los Andes que estaba organizando el gobernador, General José de San Martín. En 1817 cruzó la Cordillera de los Andes y combatió en las batallas de Chacabuco, Curapalige, Gavilán, en el asalto a Talcahuano y en la gran victoria de Maipú. Permaneció después en la guarnición de Valparaiso, con el grado de Teniente Coronel.
Formó parte de la campaña del Perú, como jefe del Batallón 11 de Infantería - fundado por el General Las Heras - y peleó en la Batalla de Cerro de Pasco, en que tuvo una actuación relevante. Participó en la llamada “Campaña a puertos intermedios”, luchando en las derrotas de Torata y Moquegua.
Retirado el General San Martín, luchó a órdenes de Simón Bolivar en Junín, y a órdenes del General Antonio Sucre en la definitiva victoria de Ayacucho. Por esta victoria fue ascendido al grado de Coronel.
Una vez de regreso en Buenos Aires, se unió al ejercito participando activamente en la Guerra del Brasil, luchando en las victorias de Bacacay, Yerbal e Ituzaingó. En esta última batalla fue el Jefe del Estado Mayor, ya que el General Mansilla, que ocupaba ese cargo, dirigió tropas en la batalla.
Regresó a órdenes del General Juan Galo de Lavalle a Buenos Aires y participó en la revolución de diciembre de 1828.
Cuando el General José Maria Paz invadió Córdoba, se unió a éste como su Jefe de Estado Mayor. Fue el primer jefe que ocupó su ciudad natal, y luego luchó en las batallas de San Roque y La Tablada. Después de esa victoria, fusiló a 30 oficiales del General vencido, Facundo Quiroga.
También luchó en la Batalla de Oncativo y, tras esa victoria, Paz quedó en libertad de imponer el unitarismo a todo el interior. Primero se impuso en Cuyo, La Rioja y Catamarca, aliándose con las de Tucumán y Salta.
Por considerarlo inofensivo, Paz había dejado de lado a Juan Felipe Ibarra, caudillo de Santiago del Estero en paz. Pero en mayo de 1830, esa provincia fue invadida por el tucumano Javier López. Tras una serie de escaramuzas, López e Ibarra llegaron a una transacción, por la cual fue electo Gobernador Manuel Alcorta.
Disconforme con el resultado, en septiembre de 1830, el general Paz envió al coronel Deheza a tomar el mando militar y civil de la provincia, para evitar que Ibarra la recuperase con el apoyo de Estanislao Lopez. Deheza se hizo nombrar gobernador y enseguida comenzó a tener problemas con los caudillejos federales, que lo iban aislando y cercando en la capital de la provincia.
Su gobierno en Santiago fue una sucesión de desastres; Ibarra y el salteño Pablo Latorre lo atacaban por todos lados. Vencían o eran vencidos en pequeñas batallas, pero siempre volvían. Deheza dejó de gobernador delegado a un coronel de apellido Gama y salió a perseguirlos, pero debió regresar con las manos vacías. No obstante, Paz lo ascendió a general. En nombre de la provincia que gobernaba, firmó los tratados que establecían la Liga del Interior.
Cuando Paz cayó prisionero de Estanislao López, había otros dos generales en el ejército unitario. El General Lamadrid estaba más cerca de la capital y tomó el mando del mismo, ordenando la retirada a Tucumán. Deheza se negó a obedecer a Lamadrid - habían sido ascendidos el mismo día, por lo tanto su grado militar era el mismo - y, dejando a Santiago bajo la protección de Javier López, se retiró con su escolta a Tucumán. Ni siquiera pasó a saludar a Lamadrid: siguió de largo a Bolivia.
Poco después, Ibarra entraba sin resistencia a Santiago y Quiroga derrotaba - volvía a derrotar - a Lamadrid en la Ciudadela. Así desaparecía la Liga del Norte y los federales pasaban a controlar toda la Argentina.
Deheza se trasladó a Paraguay, donde el dictador Francia lo nombró su Jefe de Estado Mayor. A la muerte de Francia, en 1840, pasó a Chile. Allí se enroló en el ejército, en el que alcanzó el grado de Capitán General.
El 30 de agosto de 1872, muere en Valparaíso, Chile.

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jueves, 29 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE CANDIDO LÓPEZ

Nació en Buenos Aires el 29 de Agosto de 1840. Desarrolló una temprana carrera como pintor y fotógrafo retratista Estudió pintura con Cayetano Descalzi y Baltasar Verazzi.. Hacia 1860, en sociedad con Juan Soulá, recorrió la provincia de Buenos Aires realizando daguerrotipos.

En 1865, al estallar la guerra con el Paraguay, se incorpora como voluntario en el Batallón de Guardias Nacionales “San Nicolás”, recibiendo el grado de teniente 2º.
El 22 de Setiembre de 1866 forma parte de la 3º Columna de Asalto a Curupaytí; en el avance un casco de granada le despedaza la muñeca derecha. La convalecencia fue larga, pero educa su mano izquierda para seguir pintando. Durante la guerra había realizado numerosos croquis de batallas y campamentos.
Tiempo después utilizó este material para desarrollar su serie sobre la Guerra del Paraguay y pintados con la mano izquierda. Falleció en Buenos Aires el 31 de Diciembre de 1902.

"Regresé, y cuando estaba próximo a la zanja vi las cabezas de las columnas de la División Arredondo que ya iban a trasponer la zanja en cuestión. Me senté al pie de un tronco que había inmediato a ella y con un pañuelo empecé a vendarme la herida. Cuando las tropas de la 2da. División habían terminado su pasaje, vino hasta mí mi asistente, que se había enterado de mi herida. En ese momento yo siempre sentado, estaba mirando en dirección a la trinchera. El sacó un gran pañuelo a cuadros blancos y colorados y con él hacía sombra a mi herida. De pronto una granada estalló a nuestro lado y uno de sus cascos hirió mortalmente a mi estimado González, cuyo pañuelo cayó sobre mi herida. Este doloroso suceso me hizo pensar que debía buscar una posición menos expuesta a las balas del enemigo, y me introduje en la zanja, habiéndome en esta situación puesto el brazo en cabestrillo, sirviéndome para ello del pañuelo que me dejó mi asistente. Desde allí estuve observando largo rato la batalla, esto me sirvió para recuperar las fuerzas, pero mi herida era sumamente dolorosa. No sé qué tiempo estuve en esta posición, cuando de repente oí el toque de atención y retirada. Volví la vista de donde partía, y vi al general Mitre, siempre con su viejo trompa de órdenes en una actitud tal que me infundió las fuerzas que necesitaba así, por mis propios medios, poder trasladarme a mi campamento en Curuzú, a donde llegué ya tarde, encontrándome con el Dr. Lucilo del Castillo, quien con toda solicitud puso hilas y vendas."
El Tribuno, San Nicolás, 29.Vlll.1940.
Fuente: Julio Argentino Roca – Iconografía Militar, Museo Roca, Instituto de Investigaciones Históricas, Buenos Aires (2006).

En la imagen: CANDIDO LÓPEZ - Desembarco del Ejército Argentino frente a las trincheras de Curuzú, el día 12 de Septiembre de 1866 (detalle)

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miércoles, 28 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DEL ATENTADO EN TUCUMÁN CONTRA GENDARMERÍA

En cumplimiento del Decreto “S” 261 del 5 de febrero de 1975 dictado por la Presidenta de la Nación, Doña Estela Martínez de Perón, la Gendarmería Nacional destacó a la provincia de Tucumán parte de sus efectivos.
El 28 de agosto de 1975, 114 gendarmes provenientes de la “Agrupación San Juan” se embarcaron en el avión Hércules C-130, TC-62 en el Aeropuerto “Benjamín Matienzo” de Tucumán, para regresa a su destino, luego de cumplir con la misión impuesta. A las 13-05 horas el avión carreteaba para levantar vuelo cuando al promediar la pista una enorme explosión prácticamente lo levantó del suelo, para luego caer destrozado e incendiarse inmediatamente. Por fortuna logró posarse en tierra y la pericia del piloto impidió que cayera sobre el Barrio Obrero que se encontraba prácticamente al final de la pista. El enorme Hércules quedó diseminado en 300metros pero su fuselaje se convirtió en una caldera donde quedaron atrapados los gendarmes.
Sin que muchos lo supieran, la mitad de la pista estaba atravesada de lado a lado por un canal de desagüe de un metro de alto y setenta centímetros de ancho. Allí terroristas de la organización Montoneros colocaron 160 kg de explosivo de alto poder que hicieron estallar por control remoto al paso del avión. La magnitud de la explosión se materializó también en el cráter de 12 ms. de diámetro y 2 ms. de profundidad que dejó en el cemento de la pista.
Los gendarmes comenzaron a salir en medio de las aberturas en llamas, pero algunos quedaron atrapados ya que el fuego impedía su rescate y aproximarse a menos de 10 o 15 metros era imposible. Los compañeros que habían logrado salir, los vecinos, los bomberos y los tripulantes de la aeronave, heroicamente lograron socorrer a gran parte de los efectivos. El máximo ejemplo lo brindó el gendarme Raúl Cuello quien entrando varias veces al fuselaje en llamas rescató a camaradas ofrendando en ello, su propia vida.
El trágico saldo del atentado fue de 6 gendarmes muertos y 60 heridos 9 de ellos, de gravedad. Demostraron que eran criollos valientes, herederos de Güemes, que ofrecieron todo en cumplimiento del deber y del sagrado juramento hecho a la Bandera azul y blanca, de defenderla hasta perder la vida. ¡Argentinos! No los olvidemos y rindámosles nuestro homenaje.

Juan Antonio Luna
Marcelo Godoy
Evaristo Gómez
Pedro Yáñez
Juan Riveros
Raúl Cuello
¡PRESENTE! 

“Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.

Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
y como héroes murieron.

No quisieron servir a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino,
no supieron vivir de otra manera.”


Fuente: Sr. Fausto González. Informador Público 2013.



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martes, 27 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL CORONEL ANGEL ECHAVARRÍA

Nació en Buenos Aires, el 2 de agosto de 1840, siendo sus padres, José Santos Echavarría y Petrona Dodero. Ingresó en clase de cabo distinguido en el Batallón “Guardias de la Ley”, el 18 de diciembre de 1861, de cuyo cuerpo era jefe el coronel Desiderio Sosa, en la provincia de Corrientes; el cual sirvió de plantel para la formación del 7º de Línea, continuando Echavarría en aquel batallón hasta el 3 de abril de 1864. Había ascendido a porta-estandarte, el 12 de agosto de 1862 y a subteniente de compañía, el 1º de julio de 1863.
El 3 de abril de 1864 se embarcaron para Rojas, provincia de Buenos Aires; habiendo llegado al Rosario de Santa Fe, permanecieron allí más de 15 días, llegando a su destino el día 23 del mismo mes y año. Desde el 1º de enero del año anterior Echavarría servía en el cuerpo que había tomado la denominación del 7º de Infantería, el que fue disuelto en Rojas, refundiéndose 2 compañías en el 3º de Caballería; marchando otras dos a Melincué, sirviendo de plantel para la creación del 12º de Infantería. El 7º de Infantería fue mandado hasta entonces por el teniente coronel Carlos Lezica.
Con motivo de la disolución, el 1º de abril de 1864 pasó a la P. M. D y el 7 de octubre del mismo año fue propuesto para la compañía de cazadores del Batallón 1º de Línea (actual Regimiento de Infantería 1 “Patricios”), que mandaba el teniente coronel Manuel Roseti; pese a que fue concedido el día 10 y hecho efectivo el 9 de noviembre, en que marchó de Buenos Aires a incorporarse a aquel cuerpo, que se hallaba en el “9 de Julio”. De febrero a abril de 1865 permanecieron en el fortín “Hombres sin Miedo”. El 18 de noviembre del año anterior ascendió a teniente 2º.
El 20 de abril de 1865, con motivo del estallido de la guerra del Paraguay, marchó el 1º de Infantería a Buenos Aires, donde después de una permanencia de cinco días, siguió viaje para formar parte del Cuerpo de Ejército del general Paunero. Se halló en la toma de la ciudad de Corrientes, el 25 de mayo de aquel año, por lo que recibió la medalla de plata acordada por el Gobierno. Asistió a la batalla de Yatay y a la toma de Uruguayana, por lo que fue acreedor a las condecoraciones concedidas por los gobiernos oriental y brasileño, respectivamente.
El 24 de setiembre de 1865 pasó al Estado Mayor del 1er Cuerpo de Ejército y en diciembre del mismo año pasó en comisión al Batallón “Catamarca”, cuerpo con el cual se halló en el Paso de la Patria, el 16 de abril de 1866; en la toma de Itapirú, al día siguiente en el combate del Estero Bellaco, el 2 de mayo; en el pasaje de ese mismo estero, el día 20; en la batalla de Tuyutí, el 24 del mismo mes y año, a las órdenes del coronel Maximiliano Matoso; mereciendo por este último hecho de armas el cordón de plata concedido por Ley del 5 de octubre de 1872.
El 7 de octubre de 1866 llegó a Buenos Aires gravemente enfermo, de un fuerte reumatismo, mandado por los cirujanos del hospital que funcionaba en Corrientes. Había ascendido a teniente 1º el 7 de enero de 1866, y capitán el 12 de setiembre del mismo.
Permaneció en cura hasta que el 14 de julio de 1867 solicitó pasar a una P. M. por las circunstancias de haber perdido a sus padres con diferencia de 24 horas, víctimas del cólera, razón por la cual por cuestiones de orden personal, tenía que quedarse en esta Capital; el 5 de agosto del mismo año pasó a la P. M. D., en virtud de la Superior Resolución del 31 de julio de 1867.
El 12 de enero de 1868 pasó al Ministerio de la Guerra, donde permaneció hasta el mismo día del año 1871, en que fue nombrado Jefe del Polvorín de Flores (ubicado en los terrenos que actualmente ocupa el Parque Chacabuco, en la ciudad de Buenos Aires), cargo que ejerció por espacio de largos años. Promovido a sargento mayor graduado el 19 de febrero de 1870, recibió la efectividad de este empleo, el 1º de marzo de 1873 y el 19 de setiembre de 1878, el grado de teniente coronel.
Desempeñando la jefatura del Polvorín de Flores por orden de su superior, tomó parte en las operaciones del 20 de junio de 1880, a las órdenes del general José Octavio Olascoaga, y en la batalla del día siguiente, en Puente Alsina y los Corrales, al mando del general Joaquín Viejobueno. Por su comportamiento en aquellas jornadas ascendió a teniente coronel efectivo, el 9 de julio de igual año.
Participó, igualmente, en las jornadas del 26, 27, 28 y 29 de julio de 1890; por cuya actuación fue promovido a coronel con fecha 27 de aquel mes y año.
El 2 de diciembre de 1890 dejó la jefatura del Polvorín de Flores y pasó a la “Lista de Oficiales Superiores”. En enero de 1894 fue nombrado Jefe del Polvorín de Maldonado, cargo que desempeñó hasta junio del año siguiente en que volvió a revistar en “Lista de Oficiales Superiores”. En febrero de 1899 fue nombrado Juez de Instrucción adscripto al Estado Mayor General. Desempeñando este puesto, el 10 de agosto de 1900 se ordenó el reconocimiento médico del causante, declarándolo la Comisión Médica, el 1º de setiembre, inútil para el servicio por estar afectado de “arterio-esclerosis”. El 4 de este último mes fue declarado en situación de retiro con 47 años, 1 mes y 2 días de servicios.
El coronel Angel Echavarría falleció en esta ciudad, el 26 de agosto de 1916, a las 6 de la mañana, de “miocarditis”. Estaba casado con Rosario Zumeta, natural de Corrientes, hija de Justo Zumeta y Dionisia Cano; matrimonio realizado en aquella ciudad el 10 de febrero de 1862.
Aparte de las condecoraciones mencionadas, recibió la medalla de oro por la conclusión de la guerra del Paraguay.
Su esposa falleció en Buenos Aires, el 15 de diciembre de 1923 a la edad de 83 años.

Fuentes: Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado / Yaben, jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1938).

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lunes, 26 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA EXPEDICIÓN TERRESTRE INVERNAL ANTÁRTICA

Se cumple una de las hazañas más memorables efectuada por personal del Ejército Argentino en el Continente Blanco, la “Expedición Terrestre Invernal Antártica”, uniendo las Bases Antárticas de Ejército “Esperanza” y “San Martín”, después de haber recorrido 1.800 km en vehículos a oruga y 1.500 km con trineos de perros, alcanzando alturas de 1.842 m sobre el nivel del mar, soportando vientos de 220 km/h y temperaturas de -43ºC. Parte del desplazamiento de la patrulla se hizo entre abruptos paredones de roca, helados glaciares y sobre la superficie helada del mar cuyo espesor no sobrepasaba los 20 cm. Los hombres del Ejército que participaron fueron: Teniente Primero Gustavo Adolfo Giro Tapper (Jefe), Teniente Primero Oscar Roberto Sosa, Sargento Ayudante Mecanico Radial Silvano Corvalan, Sargento Ayudante Primero Héctor Pablo Elgueta, Sargento Primero Mecanico Motorista Jorge Raúl Rodriguez, Sargento Mecanico Motorista Gerónimo Mauricio Andrada y Cabo Primero  Ramón Oscar Alfonzo.
Fuente: Ejercito

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domingo, 25 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL LICEO MILITAR GENERAL PAZ

El Liceo Militar “GENERAL PAZ”, Instituto de formación de los oficiales de reserva del arma de artillería, fue creado el 25 de Agosto de 1944 por iniciativa del Diputado Nacional de la provincia de Córdoba Doctor Raúl Víctor Martínez. La Ley de su creación perseguía el propósito de educar y formar eficazmente a los oficiales de reserva que integrarían el ejército del futuro. 
El 2 de Abril de 1945 en el campo de la nueva Guarnición de Córdoba, camino a La Calera, donde actualmente se encuentra el Batallón de Comunicaciones 141, se inaugura el Liceo Militar “GENERAL PAZ” el cual es trasladado a su asiento definitivo el 28 de Febrero de 1949, en el Km 711 de la ruta nacional Nº 9, únicas instalaciones construidas para tal fin.El Liceo Militar “GENERAL PAZ”, que no es ajeno a los cambios que requiere la sociedad actual, en el año 1995 incorpora la mujer a sus filas, y paralelamente adapta a su esquema la ley federal de educación ofreciendo a la comunidad una nueva propuesta educativa.Los jóvenes egresados de esta Institución se van incorporando a la sociedad con una formación sólida e integral con principios sustentados en el amor a Dios, la Patria y a la Familia.Como hechos destacados de esta Institución podemos mencionar:
* 30 de Abril de 1946: El Liceo recibe su primera Bandera Nacional de Guerra.
* 9 de Julio de 1947: El Liceo desfila por primera vez en las calles de Nuestra ciudad.
* 22 de Abril de 1958: Son trasladados los restos del General José María Paz desde el cementerio de la Recoleta de Buenos Aires a la Catedral de nuestra ciudad.
*1982: Parte de nuestro personal es movilizado hacia nuestras Islas Malvinas.
Varios de nuestros Ex Cadetes, que siguieron la Carrera de las Armas, participaron en el Conflicto Armado del Atlántico Sur.
Algunos de ellos dieron su vida en Malvinas por defender la Soberanía Nacional como el Capitán (FAA) Jesús Omar Castillo de la Promoción XXIII, Primer Teniente (FAA) Jorge Eduardo Casco de la Promoción XXIV, Teniente de Corbeta (ARA) Juan José Aguirre de la Promoción XXIX, Teniente Primero (EA) Luis Carlos Martella de la Promoción XXVII, y el Subalferez (GN) Guillermo Nasif de la Promoción XXVII.
Con más de seis décadas de trayectoria de nuestro Instituto, han egresado más de 5500 jóvenes estudiantes, muchos de los cuales ocuparon y ocupan puestos importantes en el quehacer nacional.-
Fuente e inscripciones: http://www.liceopaz.ejercito.mil.ar/




sábado, 24 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DEL EXODO JUJUEÑO

La derrota de Huaqui echó por tierra las esperanzas norteñas de un fácil triunfo por el norte. Los hombres salvados del desastre son recibidos por Pueyrredón en Jujuy y bajan lentamente hasta Salta. En Yatasto los encuentra Belgrano, el nuevo jefe, quien recibe los 800 hombres, reliquia del Ejército del Norte, sin armas, desmoralizados, incapaces al parecer de luchar, otra vez, contra los hombres de Goyeneche.
“La deserción es escandalosa –escribe al gobierno- y lo peor es que no bastan los remedios para convencerla, pues ni la muerte misma la evita: esto me hace afirmar más y más en mi concepto de que no se conoce en parte alguna el interés de la patria, y que sólo se ha de sostener por fuerza interior y exteriormente”.
La tarea que debe realizar es agotadora: reorganizar los cuadros, disciplinar los soldados, abastecer el ejército, dar ánimos a la población, crear, solo, en un puesto donde la improvisación puede ser fatal para todos, un ejército armónico, disciplinado, apto para luchar contra los aguerridos regimientos que comandan los españoles. Se vuelve, entonces, ordenancista al extremo. Su rigor, su inflexibilidad, su intolerancia para cualquier falta del servicio, le enajenan la popularidad entre la mayoría, pero salvan a todos y con ello a la Patria.
El general convoca a todos los ciudadanos entre 16 y 35 años y forma un cuerpo de caballería -los “Patriotas Decididos”-, que pone a las órdenes de Díaz Vélez. Dentro de las rígidas normas que establece en su ejército, se forman hombres que ilustrarán las armas argentinas: Manuel Dorrego, José María Paz, Gregorio Aráoz de Lamadrid, Cornelio Zelaya, Lorenzo Lugones. Son jóvenes entusiastas en cuyas almas arde la llama inextinguible de un patriotismo exaltado.
Goyeneche permanece, mientras tanto, detenido en el Norte por la insurrección cochabambina. Hasta Jujuy se dirige, entonces, Belgrano y en la vieja ciudad celebra, en 1812, el 25 de mayo. Por segunda vez presenta al pueblo y a los soldados la bandera de su creación, que es bendecida al término del tedéum por el deán de la Iglesia Matriz don Juan Ignacio de Gorriti.
Nuevamente el gobierno lo reprende por su actitud; Belgrano dolorido, responde en una nota: “La bandera la he recogido y la desharé…”. Otras preocupaciones se suman: el estado sanitario de las tropas es deficiente, el paludismo hace estragos, los efectivos del ejército no aumentan en la cantidad que las circunstancias requieren, y Goyeneche, libre ya su retaguardia, se dispone a entrar en territorio argentino por la puerta grande de Humahuaca.
En agosto de 1812 se produce la invasión del ejército español, compuesto de 3.000 hombres, a las órdenes del general Pío Tristán, primo de Goyeneche y como él, natural de Arequipa. El 23 de agosto de 1812, dispuesta ya la retirada, lanza Belgrano su famosa proclama a los pueblos del norte: “Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, os he hablado con verdad… Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reuniros al ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres . . . “.
Quienes no cumplan la orden serán fusilados, y sus haciendas y muebles quemados. Las clases populares se pliegan al éxodo sin necesidad de compulsión. No ocurre lo mismo con la clase principal. Algunos consiguen esconderse en espera de Tristán; otros deciden obedecer a Belgrano e irse con los bienes que pueden salvar, para lo cual Belgrano les facilita carretas.
Finalmente todo Jujuy responde heroicamente al llamado patriótico. Y como en los viejos éxodos de la historia, todo un pueblo marcha con sus soldados – hijos de su seno – guiados por quien, sabedor de que esa es su hora de gloria, va sereno, hacia el campo de las Carreras, donde el drama ha de resolverse luego de treinta días de incertidumbre y duelo. La gente debía llevarse todo lo que podía ser transportado en carretas, mulas y en caballos. Y así lo hizo. Los pobladores siguieron a Belgrano cargando muebles, enseres y arreando el ganado en tropel.
Los voluntarios de Díaz Vélez, que habían ido a Humahuaca a vigilar la entrada de Tristán y volvieron con la noticia de la inminente invasión, ellos serán los encargados de cuidar la retaguardia.
El repliegue debe hacerse precipitadamente por la proximidad del enemigo. En cinco jornadas se cubren 250 kilómetros (Recuérdese que para la misma época Napoleón aconsejaba que sus ejércitos no marchen más de diez kilómetros por día). Suponiendo que, al encontrar Jujuy abandonado, Tristán se dirigirá a Salta, Belgrano ordena hacer alto recién en las márgenes del río Pasaje, adonde llega en la madrugada del 29 de agosto.
Cuando el ejército español llegó a las inmediaciones, encontró campo raso. Las llamas habían devorado las cosechas y en las calles de la ciudad ardían aquellos objetos que no pudieron ser transportados. Todo era desolación y desierto. El éxodo llegó hasta Tucumán, donde Belgrano decidió hacer pie firme.
El 3 de septiembre el ejército patriota se halla sobre el río de Las Piedras, cuando los Decididos son atacados por la vanguardia realista, produciéndose una escaramuza. El cuerpo patriota se reúne con el grueso y Belgrano, que espera una oportunidad favorable, despliega al ejército en la margen del río haciendo abrir el fuego de la artillería para despejar el frente. Los patriotas persiguen a los españoles, tomando quince o veinte prisioneros y matando otros tantos. Una partida de paisanos al mando del capitán Esteban Figueroa logra apresar al jefe enemigo, coronel Huici, al portaestandarte Negreiros y a un capellán. Son las cuatro de la tarde y la victoriosa partida inicia una marcha forzada con sus prisioneros, huyendo del resto de los adversarios. A las doce de la noche están ya en Tucumán, donde se encuentra el grueso del ejército.
Fuentes: Asociación Gaucha Jujeña – San Salvador de Jujuy /  Pandra, Alejandro – Agenda de Reflexión / Salta – Portal informativo / Turone, Gabriel O. – El Exodo Jujeño – Buenos Aires (2007).


viernes, 23 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE TENIENTE CORONEL ARGENTINO DEL VALLE LARRABURE

El 23 de agosto de 1975, el grupo autodenominado ERP (Ejercito Revolucionario del Pueblo), abandono del cadáver del Teniente Coronel Larrabure, en un baldío, fue asesinado cobardemente luego de un año secuestrado en una "cárcel del pueblo" cavada debajo de una casa de la organización, un verdadero agujero. Había sido ahorcado con un cable, luego de ser torturado con golpes y corriente eléctrica, perdiendo cuarenta kilos de peso en ese año. Nuestro Homenaje a este Soldado de la Patria.

El Hecho.
En una misma noche, la del 11 de agosto de 1974, el Ejército Revolucionario del Pueblo asaltaba dos organismos militares. Uno de ellos era el Regimiento de Infantería Aerotransportado nº 17, de Catamarca, donde la actuación de la guardia y de la policía provincial impidieron el copamiento, con el resultado de dos terroristas muertos y uno herido. A su vez, dos policías también quedaron con impacto de bala.
En el otro hecho, perpetrado contra la Fábrica Militar de Villa María, el resultado fue muy distinto. Allí, cinco kilómetros afuera del radio urbano, la acción de setenta guerrilleros fuertemente armados logró vulnerar las defensas del perímetro castrense, gracias a la complicidad de un soldado conscripto, apellidado Pettigiani.
El ataque se inició aproximadamente a las 10 de la noche del sábado, cuando por el tiempo invernal la mayoría de la población vecina ya estaba recluída en sus hogares. A esa hora, quince subversivos coparon el motel “Pasatiempo”, ubicado a unas nueve cuadras de la planta militar. Varias parejas guerrilleras, llegadas con anterioridad, ya habían ocupado habitaciones del establecimiento, que en pocos minutos se convirtieron en cuartel general del operativo. Entre los treinta ocupantes armados, una decena vistió con prontitud uniformes militares, mientras que con otro grupo, alejado del lugar, se mantenían conversaciones radiales.
La llegada casual del automóvil de una pareja, que al ver la oscuridad del edificio supuso que estaba cerrado y optó por regresar hacia Villa María, desbarató en parte los preparativos. Asustados, algunos de los guerrilleros que actuaban en el exterior como “campanas” comenzaron a disparar sin resultado contra el automóvil, gracias a lo cual se puso en movimiento un operativo policial en la zona.
Varios grupos de guerrilleros se lanzaron en consecuencia al ataque contra la Fábrica Militar, mientras frente al motel era muerto por los terroristas el cabo Marcelino Cuello. La policía provincial tuvo, igualmente, cuatro heridos.
La acción del soldado Pettigiani, que junto con otros dos había formado una célula en la Fábrica, permitió que la guardia de los portones de entrada fuera reducida por la acción traicionera desde el recinto. A la vez, en el perímetro castrense, donde se alojaban los oficiales superiores con sus familias –entre ellos Argentino del Valle Larrabure, su esposa, los dos hijos del matrimonio y el pequeño incorporado meses atrás al grupo-, se estaba desarrollando una reunión de amigos.
En el instante de abrirse el portón de acceso, y pese a que continuaba el enfrentamiento en el motel, los guerrilleros que penetraron sumaban más de sesenta.
Divididos en grupos que conocían perfectamente la distribución de los hombres a esa hora, así como la ubicación de los materiales, los guerrilleros intentaron secuestrar al Teniente Coronel Osvaldo Jorge Guardone, que se hallaba en su casa. El militar, que segundos antes había percibido movimientos extraños, organizó rápidamente su defensa, entregándole un arma a cada integrante de su familia que sabía manejarla, así cayó muerto uno de los asaltantes que había irrumpido en su vivienda; los restantes componentes del grupo se dieron a la fuga.
A todo el personal que estaba en la reunión, entre los que se contaban el Mayor Argentino del Valle Larrabure y el Capitán Roberto A. García, se le ordenó que se tiraran al piso, el Mayor Larrabure rápidamente se identificó como la persona de más alta jerarquía militar de la fiesta y pidió tranquilidad y que no se les hiciera daño a ninguna de las personas allí congregadas. Los dos militares fueron tomados de rehenes. Cuando fueron llevados hacia un automóvil, el Capitán García intentó fugarse; fue acribillado por la espalda y mal herido, junto al Mayor Larrabure, fueron subidos al vehículo con el que se dieron a la fuga. A la mañana siguiente el Capitán García, gravemente herido, dándolo por muerto, fue abandonado. Larrabure, en cambio, golpeado brutalmente, comenzaba su largo peregrinar hacia su calvario.

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jueves, 22 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DEL PRIMER IZAMIENTO DE LA BANDERA ARGENTINA EN BUENOS AIRES

El día 22 de agosto de 1812 se produce el primer izamiento de la bandera Argentina en la ciudad de Buenos Aires. Fue en la torre de la iglesia de San Nicolás, donde hoy se alza el Obelisco, construcción simbólica de la ciudad.

El Obelisco es un símbolo de Buenos Aires y Monumento Histórico Nacional, inaugurado el 23 de mayo de 1936. La estructura de 67 metros de alto fue realizada para conmemorar el cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires. En su emplazamiento actual estaba la iglesia San Nicolás, y no fue casualidad, ya que en su torre flameó por primera vez en la ciudad la Bandera Nacional, el 22 de agosto de 1812.
Fue proyectado por el arquitecto Alberto Prebisch y construido por la empresa Siemens Bauunion, en 31 días (un tiempo récord) por 157 obreros, en su mayoría de origen europeo, debiendo salvar las dificultades que significaban en ese momento los túneles de subterráneo, mediante la construcción de bóvedas en su fundamento. Pese a que fue resistido por los porteños e incluso se pensó en demolerlo en 1939, hoy el Obelisco es símbolo porteño, un punto de encuentros y festejos.

En la imagen: El Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín formado durante la inauguración del Obelisco el 23 de mayo de 1936.

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miércoles, 21 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DEL RECONOCIMIENTO AL GENERAL BELGRANO

Reconocimiento del Cabildo de Buenos Aires al General Manuel Belgrano.
Hallándose el General Manuel Belgrano en desgracia y retirado en el pueblo de San Isidro, el cabildo de Buenos Aires le remitió, mediante oficio del 21 de agosto de 1814, un par de pistolas de arzón, “...en justo reconocimiento, del triunfo de Salta”, pidiéndole que las aceptase como “una fineza de un padre para con un hijo a quien ama tiernamente”. Belgrano contestó, con fecha 25 del mismo mes, que siempre había sido mirado por el cabildo como un hijo predilecto y que procuraría no desmentir tan dulce nombre.
Fuente: Ejercito.

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martes, 20 de agosto de 2013

DÍA DEL SERVICIO HISTÓRICO DEL EJÉRCITO

Fue creado el 20 de agosto de 1813 con el nombre de Registro Marcial, pero su desarrollo se concretó efectivamente a partir de la creación de la Dirección de Estudios Históricos del Ejército de la Secretaría de Guerra, en 1961.
En 1982, se le dio el nombre de Servicio Histórico del Ejército y, en el año 2000, recibió el nombre de Dirección de Asuntos Históricos del Ejército. 

Misión: 
Asesorar en todos los aspectos relacionados con el estudio y difusión de la Cultura Histórica Militar del Ejército. 

Funciones: 
La investigación, en forma amplia, integral y metodológica de los hechos históricos relacionados con el Ejército, que le sean requeridos y/o que surjan como de interés de la Fuerza. 
El ordenamiento, clasificación y conservación de los documentos considerados históricos. 
La racionalización y codificación de la documentación existente. 
La redacción y actualización de la Historia del Ejército, a orden. 
El relevamiento de objetos de carácter histórico, artístico y cultural con que cuenta la Fuerza. 
Informes del Servicio Histórico: serviciohistoricoejercito@hotmail.com 


lunes, 19 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DEL EMBARQUE HACIA EL PERU

En el amanecer del 19 de agosto de 1820, comenzaba el embarque del ejército expedicionario Argentino – Chileno en el puerto de Valparaíso, “(…) pues todo lo había previsto – dice el coronel Gerónimo Espejo – y mandado preparar el General; planchadas a manera de muelles en la ribera del mar, grandes lanchas de las de descarga de aduana y botes para que las remolcasen hasta el costado de los transportes, de suerte que así que un batallón llegaba formado a la plaza del resguardo, cada compañía desfilaba a una de las planchadas y simultáneamente se embarcaban con sus oficiales en sus puestos, sin confusión y sin detenerse por ningún motivo. Todos los cuerpos verificaron su embarque en este mismo orden, menos el Batallón de Infantería Nro. 2 de Chile que estaba en la provincia de Coquimbo, completando su remonte y su instrucción. El parque, toda clase de repuestos y los caballos se habían embarcado en días anteriores”.
Fuente: Ejercito.

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domingo, 18 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DEL PASO A LA INMORTALIDAD DEL LIBERTADOR JOSE DE SAN MARTIN

El Ejército rinde homenaje al Padre de la Patria en un nuevo aniversario de su paso a la inmortalidad.

Nació el 25 de febrero de 1778 en el pueblo de Yapeyú, situado a orillas del río Uruguay. Su padre, don Juan de San Martín, había nacido en España y se desempeñaba como teniente gobernador del departamento. Su madre, doña Gregoria Matorras. Se trasladó a España junto con sus padres en el año 1786 donde ingresó al Seminario de Nobles de Madrid. En 1789 comienza su carrera militar en el regimiento de Murcia.
En 1785, regresó a España con su familia y en el año 1789, ingresó como cadete en el Regimiento de Murcia. Su bautismo de fuego fue en el sitio de Orán, en el año 1791, y en 1793 ascendió a subteniente. Finalizada la guerra con Francia en 1795, y siendo esta aliada de España, tomó parte en la batalla que se libró en el cabo de San Vicente contra los ingleses.
Entre 1808 y 1812, ingresó en una sociedad masónica que existía en Cádiz y que defendía ideas de carácter constitucional y liberal. Por tomar parte, el 16 de mayo de 1811, en la batalla de Albuera, fue ascendido a comandante agregado, culminando así su carrera militar en España.
Pasó a América, en enero de 1812, en la fragata «George Canning», que partió desde Londres, llegando a Buenos Aires el 9 de marzo para luchar por la independencia de Sudamérica. A los pocos días de su arribo, le fue reconocido el grado de teniente coronel y el Triunvirato le encomendó la creación de un escuadrón, que luego fue el célebre regimiento de Granaderos a Caballo. Durante el año 1812 se ocupó de instruir a la tropa en las modernas técnicas de combate que conocía por su extensa actuación europea contra los ejércitos de Napoleón.
Además, se ocupó de organizar una sociedad secreta que se denominó la Logia de Lautaro —este era el nombre de un caudillo araucano que defendió la libertad de su pueblo a los comienzos de la conquista española—. La sociedad estaba formada como las logias masónicas de Cádiz y de Londres, similar a la que en Venezuela tenía como miembros a Miranda, Bolívar y Andrés Bello. Su objetivo era: "trabajar con sistema y plan en la independencia de la América y su felicidad"El 8 de octubre de 1812 estalló la revolución capitaneada por San Martín, Alvear, Monteagudo y otros conspiradores en contra del Gobierno; esta revolución hizo posible la asamblea de 1813, repetición en muchas conclusiones de las Cortes de Cádiz, aunque aún no se declaró la independencia, ya que no era deseada por muchos ciudadanos.
El Triunvirato ordena al coronel San Martín que protegiese las costas del Paraná del desembarco realista. Los granaderos siguieron el avance de la flota enemiga que constaba de 11 naves y unos trescientos soldados. Las naves pasaron el pueblo de Rosario y fondearon frente al Monasterio de San Carlos, en San Lorenzo, aguas arriba. Los españoles bajaron a tierra, subieron las altas barrancas y se encontraron con los pacíficos frailes. Cuando despuntaba el sol del día 3 de febrero, las lanchas de la expedición realista tocaban tierra y subían el barranco en dos columnas dispuestos al combate. San Martín dividió a los granaderos también en dos columnas que, cuando sonó el clarín, cargaron desde cada lado del convento. En la primera carga, el caballo de San Martín fue derribado trabando una pierna del Coronel. El granadero Baigorria traspasa con una lanza a un soldado español que intentaba herir a San Martín. El soldado Juan Bautista Cabral echó pie a tierra y levantó el caballo permitiendo a su jefe incorporarse, entonces fue herido de muerte. San Martín, a fines de 1813, ya con el grado de coronel de Caballería, sustituyó al general Belgrano en el mando del Ejército auxiliar, nombrándole, el director del Estado, gobernador intendente de la provincia argentina de Cuyo.
San Martín influyó para que los diputados del Congreso de Tucumán declararan la independencia de las provincias unidas de América del Sur -aún no la actual Argentina- , pues su idea era formar unos Estados unidos de toda América Latina.
El 1 de agosto de 1816 fue nombrado general en jefe del Ejército, y el 11 de febrero de 1817 se realizó una de las batallas más extraordinarias de la Historia, entre los independentistas y el Ejército español, siendo derrotado este en la cuesta de Chacabuco y entrando San Martín en Santiago (Chile). De aquí se partió para la conquista del Perú donde el 5 de abril de 1818 obtuvo la victoria de la batalla de Maipú, pasó decisivo para la independencia. San Martín comprendió que, para llegar a la liberación total, debía entablar contactos con Simón Bolívar, realizándose una entrevista en Guayaquil el 26 de julio de 1822. Se intentó el acuerdo de unir los dos Ejércitos para terminar cuanto antes con los españoles, pero Bolívar dijo que nada podía hacer sin la aprobación del Congreso del cual dependía.
San Martín se retiró de este tipo de vida en agosto de ese mismo año, debido a una promesa hecha un año antes. Regresó a Chile, más tarde a Mendoza, luego vino a España, para instalarse en Bruselas finalmente.
Pasó estrecheces económicas, ya que la pensión que le habían asignado en Perú no le llegaba con regularidad. San Martín tenía ideas monárquicas constitucionales que se volvieron republicanas al final de su vida. Fue contrario a la concepción estatal del dictador Rosas, que predicaba el caudillismo y la federación. Por hallarse este en la presidencia, siempre rehusó un nombramiento político y regresar a su tierra; sin embargo, mantenía correspondencia cordial con él. El 3 de agosto de 1823 muere su esposa, Remedios de Escalada. Parte entonces para Buenos Aires donde se encarga de su hijita Mercedes. El 4 de diciembre llega a la ciudad y permanece hasta el 10 de febrero de 1824 cuando se embarca hacia Francia. Allí se ocupa de la educación de Mercedes donde escribe para ella las Máximas para su hija que son un resumen de su filosofía de vida. En 1829 regresa a Buenos Aires pero encuentra un clima hostil y permanece en Montevideo. En el año 1848 se trasladó a vivir a Boulogne-sur-Mer, hoy consulado de la Argentina; allí murió repentinamente, falleció el 17 de agosto de 1850 en la localidad de Boulogne-sur-Mer a la edad de 72 años siendo trasladado su cadáver a Buenos Aires, donde reposa en un mausoleo en la catedral.

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viernes, 16 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DE LA ESCUELA DE CABALLERÍA DEL EJERCITO

La Escuela de Caballería, fue creada por decreto del Presidente Roca el 17 de agosto de 1904, constituyéndose en el primer instituto destinado al perfeccionamiento de los cuadros del arma. Fue su primer director el Teniente Coronel Isaac de Oliveira Cezar, e inició sus actividades en el predio fiscal ubicado en las actuales avenidas Cabildo y Dorrego, siendo trasladada a la localidad de El Palomar en el año 1911.
Estaba compuesta en un primer momento por dos divisiones: "Trabajos Militares" y "Trabajos Hípicos".

Durante la década del veinte, sufre el asesinato de su Director, Teniente Coronel Varela, a manos de anarquistas, a raíz del desempeño del mismo en las acciones de la Patagonia.
En 1924, a raíz de la construcción del Colegio Militar de la Nación,, es trasladada a Campo de Mayo, donde se fusiona con el Regimiento de Caballería 2 "General PAZ", permaneciendo en dicho asiento hasta 1951, cuando se traslada a la ciudad de Mercedes - Corrientes. Durante el año anterior había sido creada la Escuela de Equitación,, sin mantener la vinculación orgánica con la Escuela de Caballería.
En 1956 regresa a sus cuarteles de Campo de Mayo donde en 1958 se constituye en Centro de Instrucción de Caballería, cuya orgánica incluye la Dirección del Centro, el Regimiento de Caballería Escuela, la Agrupación Tropas, la Escuela Militar de Equitación y a partir de 1961 la Escuela de Blindados. En 1964, el Centro de Instrucción de Caballería cambia su denominación por la de Escuela de Caballería.
Con motivos de las acciones emprendidas para reestructar el Ejército a partir de abril de 1992 inicia su traslado a la ciudad de Concordia y con el, el desarrollo de los primeros cursos.
A finales del 2002, la Escuela de Caballería se traslada nuevamente a Campo de Mayo, formando parte de la Escuela de las Armas (EDA). Y continuando con su misión de generar la doctrina específica, desarrollar los cursos regulares y complementarios para oficiales y suboficiales del Arma de Caballería.

Su Misión.
La Escuela de Caballería planificará, programará y ejecutará los cursos regulares y complementarios ordenados por el COEDOC, elaborando simultáneamente la doctrina específica y conjunta para permitir la capacitación operacional de cuadros y tropa a fin de asegurar la continuidad del sistema educativo del Ejército.

Fuente e informes: www.escueladecaballeria.ejercito.mil.ar

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jueves, 15 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL RUFINO GUIDO

El día 16 de agosto de 1880 fallece el General Rufino Guido. Perteneció a la generación de los libertadores y fue uno de los que colaboraron para cimentar la nacionalidad argentina. Nació en Buenos Aires el 9 de julio de 1796. En 1813, ingresó como cadete al Regimiento de Granaderos a Caballo. Estuvo en las batallas de Sipe-Sipe, Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú, correspondiéndole el honor de traer a Buenos Aires el parte de esa batalla en diez días y medio. Formó parte del Ejército Libertador del Perú. El 29 de agosto de 1822 el General José de San Martín le firmó sus despachos de Coronel. Fue uno de los fundadores de la Orden del Sol, del Perú. Regresó a Buenos Aires en 1855. 
Era hermano menor del después General Tomás Guido. En 1813 ingresó en el Regimiento de Granaderos a Caballo creado por José de San Martín, y participó en el sitio de Montevideo. Al año siguiente estuvo destacado con un batallón de su regimiento que luchó en el Alto Perú, y peleó en el Combate del Tejar, ahí fue tomado prisionero, pero pocos días más tarde se libró y capturó a sus propios carceleros. Luchó en la batalla de Sipe Sipe. 
En el año 1816 pasó al Ejército de los Andes e hizo la campaña de Chile, participando en las batallas de Chacabuco, Cancha Rayada y Maipú. 
Llegó al Perú con el grado de Teniente Coronel, y fue el jefe en la primera victoria sobre los realistas en Perú, en el Combate de Palpa, cerca de Ica. Fue el segundo jefe de las fuerzas patriotas en la Batalla de Cerro de Pasco. Tuvo un papel importante en la toma de Lima y en la defensa de la misma en 1822. Fue ascendido al grado de coronel y ocupó cargos militares y civiles en la capital; más tarde fue nombrado ayudante personal del General Jose de San Martín. Lo acompañó en el viaje a Guayaquil, pero no presenció la parte decisiva de la entrevista con Bolivar. 
Cuando los realistas recuperaron Lima, fue el más destacado en el sitio de esa ciudad, aunque su sitio se limitó a evitar que los españoles pudieran aprovisionarse de alimentos, ya que los atacó en cada salida. 
Permaneció por muchos años en Perú, donde continuó su carrera militar y ascendió hasta el grado de General. 
Regresando en 1855 a Buenos Aires; por su hermano Tomás se unió al partido Federal, abandonando toda actividad pública después de la batalla de Pavón. Fue ascendido al grado de General por el presidente Domingo Faustino Sarmiento, pero no volvió a tener mando de tropas. 
Falleció en Buenos Aires en 1880. 
Fuente: Cutolo, Vicente, Nuevo diccionario biográfico argentino, 7 volúmenes, Ed. Elche, Bs. As., 1968-1985. 

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miércoles, 14 de agosto de 2013

COMBATE EN EL DESIERTO

El día 15 de agosto de 1876 se producen unos enfrentamientos contra indios salvajes. Sesenta soldados del 2° de Caballería y del Batallón 7°, al mando del Capitán Exequiel Delmozo y el Subteniente Manuel Palacio, combaten por dos horas contra una columna de 360 indios, matando e hiriendo a una gran parte de ellos. Además de quitarles lanzas y armas de fuego, capturaron 400 caballos y yeguarizos. El mismo día otros 60 soldados del 2° de Caballería al mando del Mayor Roque Peyteado derrotaron otra partida de salvajes, mientras que el Mayor Barrionuevo, del mismo Regimiento, con cuatro hombres se batió contra quince indígenas, matando a varios y capturando 9 caballos ensillados que habían robado.

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martes, 13 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE PERIBEBUY

El 12 de agosto de 1869 se produce la Batalla para la conquista de la fortaleza de Peribebuy en la Guerra del Paraguay, 1869. Fuerzas argentinas al mando del General Luis M. Campos iniciaron el asalto, conquistando la plaza junto con tropas brasileñas. Esta acción se rememora en la marcha Capibary.

Guerra de la Triple Alianza. Llegado a Pirayú el 25 de Mayo, recién a fines de Julio, luego de dos meses de meditación, el Conde D’Eu, Príncipe Gastón María de Orleans, yerno del Emperador Pedro II, a cargo de las tropas aliadas, tomó la determinación de ir contra el Mariscal Francisco Solano López. Parecía dispuesto a realizar un avance frontal, tan difícil como audaz.

La presencia próxima del caudillo paraguayo, gravitando sobre su ánimo, le indujo después a pensar en operaciones menos arriesgadas. Y quedó convenido un movimiento envolvente, que amenazara la retaguardia de los paraguayos.

Por eso, el Conde D’Eu operaría sobre la izquierda de su oponente, a la cabeza de una poderosa columna que, haciendo un gran rodeo, iría por Paraguarí, Sapucay, Valenzuela e Itacurubí sobre Piribebuy y Ascurra. Los generales Emilio Mitre y José Antonio da Silva Guimaraes operarían al mismo tiempo sobre la derecha de los paraguayos, por los pasos de Altos y Atyrá, para salir en Tobatí y cortarles la retirada.

En Pirayú quedarían las fuerzas necesarias para amenazar el frente paraguayo y disimular el vasto movimiento proyectado.

El 28 de Julio se dio comienzo a la ejecución de este plan. Ese día partió por delante la vanguardia comandada por el general Juan Manuel Mena Barreto. En pos de ella avanzaron el mariscal Osorio,al frente del primer cuerpo del ejército imperial, el mariscal Plydoro da Fonseca Quintanilla Jordao, con el segundo cuerpo, y el Conde D’Eu con el resto de las tropas.

Eran más de 20.000 hombres de las tres armas, con poderosa artillería.

La plaza de Piribebuy estaba defendida por 1.600 hombres y doce cañones, a las órdenes del comandante Pedro Pablo Caballero.

El 10 de Agosto tomaron posición los aliados en torno del baluarte paraguayo, emplazando cincuenta y tres cañones en las alturas que lo dominaban. En todo el día siguiente continuó la reconcentración de las fuerzas aliadas y los preparativos del asalto.

La resistencia de los paraguayos fue tan tenaz como heroica. Los aliados varias veces rechazados, volvieron a la carga, hasta conseguir abrir una brecha en las trincheras, cuando las mujeres habían sustituido a los soldados paraguayos muertos y cargaban sus cañones, ya sin proyectiles, con frutas de coco, piedras, vidrios y arena. 

La matanza fue espantosa. El cauce del arroyo Piribebuy quedó colmado de cadáveres. 

El sangriento Conde de D’Eu vengó las pérdidas sufridas mandando degollar al comandante Caballero, al mayor Mariano López y a numerosos prisioneros y heridos. Y para completar su horrenda barbarie, mandó incendiar el Hospital de Sangre “manteniendo en su interior los enfermos – en su mayoría jóvenes y niños. El hospital en llamas quedó cercado por las tropas brasilera que, cumpliendo las órdenes de ese loco príncipe, empujaban a punta de bayoneta adentro de las llamas los enfermos que milagrosamente intentaban salir del la fogata. No se conoce en la historia de América del Sur por lo menos, ningún crimen de guerra más hediondo que ese” (Juan José Chiavenato. Genocidio Americano. La guerra del Paraguay. Carlos Schauman Editor, Asunción, 1984).

Así se inició la última campaña de la guerra, la llamada “Campaña de las Cordilleras”, fecunda en notas pavorosas, en la que el Conde D’Eu no se cansó de llenar de oprobio la bandera confiada a sus manos mercenarias.

Ese mismo día pudieron caer los aliados sobre Escurra o pudieron ocupar Caacupé. Para esto solo necesitaban recorrer un camino de cuatro leguas. Pero el vencedor se contentó con su precario triunfo y no supo sacar partido del éxito alcanzado. Y aquella inexplicable indecisión determinó el fracaso de todo el plan de operaciones

Fuentes
Chiavenato, Juan José - Genocidio Americano - La guerra del Paraguay - Carlos Schauman Editor, Asunción, 1984 / O’Leary, Juan E. - El Centauro de Ybycui - Editorial Le Levre Libre, París (1929).

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lunes, 12 de agosto de 2013

ANIVERSARIO DE LA RECONQUISTA DE BUENOS AIRES

En el marco histórico de la primera invasión inglesa, se conmemora aquel día de 1806 en que Liniers, al mando de un grupo de criollos y españoles, atacó con éxito al ejército inglés invasor y reconquistó la ciudad de Buenos Aires.

"Por las calles que conducen a la plaza Mayor, avanzan en tropel las fuerzas de la reconquista, envueltas en el humo de las explosiones y el retumbar de los disparos. Liniers, instalado con sus lugartenientes en el atrio de la iglesia de la Merced, ha perdido el control de las operaciones: sus soldados, mezclados con el pueblo que pelea a mano desnuda, no escuchan ya las voces de los oficiales, y se lanzan en un solo impulso a aniquilar al enemigo. Un diluvio de fuego se desata sobre las posiciones británicas en la plaza. Allí, al pie del arco central de la Recova, está Beresford, con su espada desenvainada, rodeado de los infantes escoceses del regimiento 71. Esta es la última resistencia. 
Las descargas incesantes abren sangrientos claros en las filas británicas. El jefe inglés comprende que ya no es posible continuar la lucha, pues sus tropas serán aniquiladas hasta el último hombre. Ordena entonces la retirada hacia el fuerte. Allí, momentos más tarde, iza la bandera de parlamento. 
Volcándose como un torrente en la plaza, las tropas y el pueblo llegan hasta los fosos de la fortaleza, dispuestos a continuar la lucha y exterminar a cuchillo a los británicos. En esas circunstancias, una vez más Hilarión de la Quintana es enviado por Liniers a negociar la rendición. Esta deberá ser sin condiciones. La muchedumbre, terriblemente enardecida, es a duras penas contenida. Se exige a gritos que Beresford arroje la espada. Un capitán británico lanza entonces la suya, en un intento por calmar a la multitud. Pero eso no conforma a la gente y Beresford debe aceptar, aun antes de que sus soldados hayan depuesto las armas, que una bandera española sea enarbolada sobre la cima del baluarte. 
Liniers está ahora a pocos metros de la entrada de la fortaleza, aguardando la salida de su rival vencido. Beresford, acompañado por Quintana y otros oficiales, marcha hacia Liniers a través de la multitud que le abre paso. El encuentro es breve. Los dos jefes se abrazan y cambian muy pocas palabras. Liniers, después de felicitar a Beresford por su valiente resistencia, le comunica que sus tropas deberán abandonar el fuerte y depositar sus armas al pie de la galería del Cabildo. Las fuerzas españolas rendirán, como corresponde, los honores de la guerra.
A las 3 de la tarde del 12 de agosto de 1806, el famoso regimiento 71 desfila por última vez en la plaza Mayor de Buenos Aires. Con sus banderas desplegadas los británicos marchan entre dos filas de soldados españoles que presentan armas, hasta el Cabildo, y allí arrojan sus fusiles al pie del jefe vencedor."