jueves, 26 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DE LA ESCUELA DE SUBOFICIALES "SARGENTO CABRAL"

Escuela de Suboficiales Sargento Cabral - Con la impronta del héroe
  
Hace 138 años, el 26 de marzo de 1881 y bajo la presidencia del general Julio A. Roca, se creó la primera Escuela de Clases, de Cabos y Sargentos de Artillería con el reclutamiento de suboficiales. Años más tarde, el 4 de abril de 1908 fue definitivamente reglamentada. En 1916, tomó el nombre de Escuela de Suboficiales y en 1933, agregó a su denominación el nombre de Sargento Cabral. 
Durante 1947 a 1950 dejó de funcionar. En este año, se le asignó una nueva sede, donde está actualmente la Escuela de las Armas. Desde 1908 hasta 2003 la reglamentación sufrió varias modificaciones. En 2002, se produjo la fusión con la Escuela de Suboficiales para Apoyo de Combate General Lemos, que formaba a los suboficiales de las especialidades y servicios y recaló en sus instalaciones de la ruta nacional 8 y la 202, en San Miguel, provincia de Buenos Aires. Entre sus propósitos y de acuerdo con los actuales avances en ciencia y tecnología, el instituto militar “busca hacer desempeñar con eficiencia las funciones que le son propias y preparar profesionales altamente capacitados y con motivaciones verdaderas. Las que fueron imbuidas con el ejemplo de ese soldado que fiel a su juramento de entregar su vida en el cumplimiento del deber, fue supremo paradigma de desprendimiento, coraje y nobleza”.

De ayer a hoy
En sus inicios, la minuta educativa de la escuela preveía que durante el primer año, los aspirantes a suboficiales debían superar doce meses de instrucción para obtener las jinetas de cabo de las armas. En el segundo y tercer grado, el esfuerzo apuntaba a los cabos y sargentos con no menos de tres meses de servicio y propuestos por sus propios comandantes de compañía, batería o escuadrón. Finalmente y superadas todas las instancias de las aulas y el terreno, egresaban como cabos primeros de las armas e instructores auxiliares con orientación docente y titulo secundario. 
Con el correr de los años la escuela vivió instancias de cambios en su organización y obviamente, en sus planes de estudios. El objetivo, con las lecciones de la guerra de las Malvinas, fue optimizar los medios y formación del personal con los lineamientos del Comando de Educación y Doctrina y el aval del Ministerio de Defensa. Por eso, hoy los cursos se extienden durante dos años y los flamantes suboficiales egresan como cabos de las armas y el título obligatorio de bachiller nacional y cabos de las especialidades y servicios con capacitación especializada. Pero, más allá de formar a los aspirantes y futuros suboficiales, la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral debe también perfeccionar a los soldados voluntarios no operacionales de la reserva incorporada y proporcionar educación a distancia de nivel medio para el personal de cuadros, sobre todo para lograr el bachillerato de soldados voluntarios y civiles.
Fuente: Lauro Noro para Soldados Digital 2013.


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miércoles, 25 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DE LA CREACION DEL REGIMIENTO DE INFANTERIA MECANIZADO 15

El Regimiento de Infantería 15 fue creado el 31 de enero de 1907, sobre la base de las 3ra y 4ta Ca del RI 4, en el campo “Grl Sarmiento” Marquezado (San Juan); siendo su primer Jefe el Tcnl Pedro Cáseres.
El 1ro de enero de 1910 se desdoblaron sus batallones pasando el 2do a guarnecer la capital riojana. Este batallón ocupó diversos edificios en la ciudad hasta la inauguración de sus cuarteles actuales el 8 de junio de 1937, en una ceremonia que presidió el entonces Presidente de la Nación Grl Div Agustín P. Justo. A partir del 1ro de enero de 1940 toda la Unidad se reunió en la ciudad de La Rioja, y en enero de 1942 se completó a tres batallones.
El 22 de diciembre de 1964, se disuelve. Casi 30 años después y a órdenes del Teniente Coronel Rafael José Barni, se recrea el 24 de marzo de 1993.
Esta Unidad participó de importantes hechos a lo largo de su vida y últimamente a partir de su reactivación: En septiembre del año 1995 realizó una marcha a pie atravesando las cumbres del Velazco, para alcanzar la ciudad de Chilecito, en cuatro duras jornadas; cubriendo aproximadamente 120 km . Emulando lo realizado en agosto del año 1937 por el antiguo IIdo Batallón del RI 15, que realizando ejercitaciones en Chilecito regresa a La Rioja en una marcha a pie, surcando sus hombres estas majestuosas sierras por primera vez en la vida de su querido Regimiento.
En 1995 el RI 15 cambia su denominación a RI Mec 15 y en marzo de 1997 arriban los primeros Vehículos de Combate Semioruga; para transporte de personal.
El 17 de octubre 1997 se lleva a cabo la ceremonia de mecanización e imposición de su nombre histórico, “General Francisco Ortiz de Ocampo” presidido por el señor Presidente de la Nación.
En el año 1997, ya como Regimiento Mecanizado, estrena esta condición en la provincia de Córdoba en donde se realizó el Ejercicio “Libertador” junto a todas las Unidades integrantes del IIIer Cuerpo de Ejército “Ejército del Norte” y en la que obtiene resultados altamente satisfactorios en el rendimiento operacional de sus hombres; en una operación ofensiva con munición de guerra.
Participa activamente en la integración con la comunidad riojana, con la que logró una excelente relación Ejército- Sociedad. En marzo del año 2000 brinda apoyo a la localidad de Balde de Pacheco (Dpto Grl Belgrano) de las inundaciones sufridas por esa población, realiza actividades de rescate de personas en la ciudad de Olta, transporte y distribución de agua, víveres, frazadas, ropa en Grl, y transporte de medicamentos
El 21 de Diciembre de 2001 colaboró con personal y medios para ayudar a los damnificados de la fuerte tormenta de lluvia y viento huracanado que se produjo en la provincia.
El 28 de mayo de 2002 colabora con personal y medios en la remoción de edificios, transporte de víveres y materiales en las localidades de Chuquis y Aminga, en el Dpto Castro de Barros, que sufrieron los efectos de un fuerte temblor que provocó numerosos daños materiales.
De esta manera, y de muchas más, la comunidad riojana dispone disponer del apoyo del Regimiento de Infantería Mecanizado 15, Unidad en la que sus hombres poseen un espíritu tan fuerte como el metal de sus vehículos, pero también la sencillez y bondad de sus corazones para el bienestar de su comunidad.
Fuente: www.rimec15.ejercito.mil.ar
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jueves, 19 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DEL COMBATE DE CANCHA RAYADA

El día 19 de marzo de 1818 se produce el combate de Cancha Rayada. Fuerzas realistas atacan el campamento del Ejército de los Andes, logrando desarticular las defensas y producir grandes pérdidas de hombres y material. El Coronel Juan Gregorio de Las Heras logró organizar una defensa efectiva con su unidad, el 11 de Línea, sin alcanzar a contener el ataque español.
Después del juramento de independencia el 12 de febrero de 1818, el ejército unido argentino-chileno conformado por 8.000 hombres, seguía observando a los realistas que avanzaron situándose en la ciudad de Talca.
Al caer la noche del 18 de marzo de 1818, el ejército aliado acampó en dos líneas paralelas dispuesto a pasar la noche. El General y Libertador José de San Martín viendo su posición muy comprometida, decidió cambiar de posición antes del amanecer, pero a iniciativa del General José Ordoñez, los realistas decidieron atacar cuanto antes.
Sorpresivamente, San Martín fue avisado de que el enemigo salía de la ciudad, y sin tiempo para organizar la defensa, fue atacado por las tropas realistas. La confusión y el pánico desorganizaron las filas patriotas. Pero el General Juan Gregorio de Las Heras, que conocía la táctica realista de tomar por sorpresa al enemigo, pudo salvar íntegra la división de 3.000 hombres, escapando a menos de 200 metros de la retaguardia realista en un acto brillante. Cabe aclarar que Ordoñez era un viejo conocido de Las Heras, que lo había enfrentado varias veces antes y durante el sitio y asalto de Talcahuano..
San Martín logró movilizar a sus hombres hacia una posición donde sus tropas comenzaron a responder el fuego. Una vez realizada la maniobra las tropas patriotas se retiraron dejando 120 muertos, 300 heridos, 2.000 dispersos y 21 cañones. Los realistas tuvieron cerca de 200 muertos y heridos.
 
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viernes, 13 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL GENERAL JUAN MARTÍN DE PUEYRREDÓN

Hijo de un comerciante francés, no pudo terminar sus estudios y en 1795 fue enviado a Cadiz, España para asumir las responsabilidades del negocio de la familia después de la muerte de su padre. Pasó los años siguientes viajando por Francia y España.

Regresó a su ciudad natal en 1805, habiendo ya reunido una fortuna considerable como comerciante. Al producirse la primera de las invasiones inglesas en 1806, dirigidas por el General Beresford y el comodoro Sir Popham, se dirigió al campo y reunió un ejército voluntario que entrenó para recobrar la ciudad, junto a otros oficiales como Martín Rodriguez y Cornelio Zelaya. Cuando los ingleses se enteraron de sus actividades, lo atacaron en la Chacra de Perdriel (actualmente Partido de General San Martín), derrotándolo. Sin embargo, lo exiguo de la derrota dejó en claro que se podía derrotar a los invasores con mayores fuerzas. Se unió al ejército que trajo de Montevideo el también francés Santiago de Liniers y participó con él en la llamada Reconquista de Buenos Aires, el 12 de agosto.
Fue el primer comandante del regimiento de Húsares de Buenos Aires, que muy pronto quedó en manos de Rodríguez. A fin de año, el Cabildo de Buenos Aires lo nombró su representante ante el gobierno de Madrid para pedir ayuda, ya que la flota inglesa aún controlaba el río. No consiguió absolutamente nada.
Al producirse la invasión francesa a España, regresó a Montevideo en enero de 1809, pero fue arrestado por orden del gobernador Francisco de Elío, enemigo del virrey Liniers. Logró fugarse y llegó a Buenos Aires, donde intentó convencer a Liniers que no entregara el mando al nuevo Virrey, Baltasar Cisneros; sólo consiguió un nuevo arresto. Huyó por segunda vez, y viajó a Río de Janeiro, actuando como mensajero del partido carlotista, con lo que tampoco logró resultado alguno
En junio de 1810 llegó a Buenos Aires, donde se enteró del estallido de la Revolución de Mayo y se puso a disposición del nuevo gobierno. Poco después fue nombrado gobernador de Córdoba. Tras el fusilamiento de Liniers, llevó la tranquilidad a la ciudad por medio de una amnistía. Apoyó al Ejercito del Norte y envió al Deán Funes como diputado a la Junta Grande. En enero de 1811 asumió como gobernador de Chuquisaca, donde estaba cuando se produjo la derrota en la batalla de Huaqui.
Tomó el mando del Ejército y dirigió la retirada hacia el sur. Al pasar por Potosí se llevó toda la plata amonedada y sin acuñar que encontró, salvando los únicos caudales de que disponía el gobierno. En septiembre fue nombrado oficialmente comandante del Ejército del Norte, pero su papel fue muy deslucido; fue reemplazado por Manuel Belgrano en marzo del año siguiente y regresó a Buenos Aires.
Apenas llegado a la capital fue nombrado miembro del Primer Triunvirato en reemplazo de juan Jose Paso. El gobierno era dirigido por el ministro Bernardino Rivadavia, y su actitud hacia la revolución era, como mínimo, tibia. Encargó al recién llegado José de San Martín la formación del Regimiento de Granaderos a Caballo y detuvo la masacre de españoles que siguió a la denuncia de conspiración contra Martín de Álzaga.
Al llegar la noticia de la victoria de Belgrano en la Batalla de Tucumán, el Triunvirato fue acusado de debilidad, ya que ésta había sido logrado en contra de las órdenes del gobierno. Un golpe de estado obligó al cabildo a nombrar un Segundo Triunvirato.
Rivadavia y Pueyrredón fueron desterrados. Terminó confinado en San Luis, donde se dedicó al comercio y la agricultura. A fines del año siguiente, recibió la visita de San Martín, que lo convenció de la conveniencia de reconquistar Chile y desde allí hacer una campaña naval al Perú.
Regresó a Buenos Aires a principios de 1815, y se instaló en una quinta en San Isidro. En enero del año siguiente fue electo diputado por San Luis al Congreso de Tucumán; a poco de llegar, éste lo nombró Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Antes de partir hacia la capital se entrevistó con el General Martin Miguel de Güemes y luego, en Córdoba, con San Martín, con quien ajustaron todo el plan de la campaña a Chile. De allí en más, la mayor parte de sus esfuerzos estuvieron concentrados en apoyar el plan de liberación continental de San Martín.
Envió al Ejército de los Andes todo el armamento y las tropas que pudo, además de algunos oficiales destacados. Por otro lado, envió en campañas de corso alrededor del mundo a los Capitanes Hipólito Bouchard y Guillermo Brown. Su papel en la liberación de Chile fue muy destacado, y también colaboró en lo que pudo a la organización del ejército que debería reconquistar Perú.
Su gobierno interno no tuvo ese brillo: entre sus numerosas iniciativas fracasadas estuvieron el avance de las fronteras hacia el sur, la fundación de un banco nacional, y varios repetidos intentos de coronar a un príncipe europeo como rey de su país.
Persiguió a la oposición, desterrando a varios de sus dirigentes, entre ellos Manuel Dorrego, Vicente Pazos Kanki, Feliciano Chiclana, Manuel Moreno, Miguel Pagola y varios más. Reorganizó la Logia Lautaro que había gobernado entre 1812 y 1815 a través de Carlos María de Alvear y la puso al mando de su ministro Gregorio García de Tagle.
Después de la invasión portuguesa, reemplazó al gobernador federal de Córdoba por uno adicto, y envió una serie de invasiones a las provincias federales del litoral: dos campañas contra Santa Fe, tres contra Entre Rios y una contra la Banda Oriental. Explicó a Artigas que no podía afrontar los gastos de expulsar a los portugueses porque todos los recursos iban al Ejército de los Andes; pero si pudo lanzar tantos soldados contra las provincias opositoras, bien habría podido intentar algo contra el enemigo exterior. De hecho, al menos uno de los ejércitos que invadió Santa Fe era más numeroso que el Ejército de los Andes.
Y aún así, no consiguió doblegar la resistencia federal del litoral, que resistía aún a mediados de 1819. Ese año, poco después de jurar la nueva constitución, renunció al cargo.
En su lugar fue electo José Rondeau, que continuó su política y presidió su fracaso. A principios de 1820 caían el Directorio, el Congreso y la constitución, y las provincias se declaraban autónomas del poder central. El gobernador Manuel de Sarratea lo hizo arrestar por exigencia de los caudillos federales, para enjuiciarlo por traición a la patria por sus invasiones a las provincias y por el apoyo a la invasión portuguesa. Pero, horas después, el mismo Sarratea lo ayudó a escapar, terminando exiliado en Montevideo, bajo protección portuguesa.
Regresó a Buenos Aires en marzo de 1821, y dos años después su esposa Calixta Tellechea y Caviedes — hija de uno de los ajusticiados de 1812 — le daba su único hijo, el famoso pintor e ingeniero civil Prilidiano Pueyrredón, nacido en Buenos Aires el 24 de enero de 1823.
Durante los años siguientes jugó sólo un papel de menor importancia en la política; el presidente Rivadavia lo acusó de falsear su declaración de bienes, pero poco después lo nombró miembro de la Comisión Militar encargada de la reforma del ejército. En 1829 intentó sin éxito mediar entre el General Juan Galo de Lavalle y Juan Manuel de Rosas; al iniciarse el segundo gobierno de éste, en 1835, se exilió en Burdeos, Francia, en Río de Janeiro y en Paris.
Regresó en octubre de 1849 a San Isidro, y allí murió en marzo del año siguiente. Sus restos mortales descansan en el Cementerio de la Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires.
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jueves, 12 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DE LA APROBACION DEL ESCUDO NACIONAL

Se conmemora el Día del Escudo Nacional, símbolo de nuestra identidad, que fue creado por la Asamblea Constituyente del año XIII.
El escudo de Argentina fue aceptado oficialmente el 12 de Marzo de 1813 por la Asamblea General Constituyente de ese año. Aún así, se conservan documentos emitidos por la Asamblea que testimonian que antes de conocerse el decreto que aprobara su diseño ya se empleaba el actual escudo, habiéndose utilizado con anterioridad a este el escudo de armas del Virreinato del Río de la Plata.
A pesar de la ausencia de sanción legislativa, el hecho de que Manuel Belgrano lo usara como símbolo central del gallardete de las tropas emancipadoras consagró el emblema, siendo adoptado por pueblos y gobiernos como símbolo de la nacionalidad argentina.
La historiografía oficial considera que la Asamblea del Año XIII comisionó al diputado por San Luis, Agustín Donado para que se encargara de la confección del sello con el cual se autenticaría la documentación del Gobierno, el grabado definitivo de tal sello fue realizado por el orfebre Juan de Dios Rivera quien parece haberse inspirado en un escudo usado por los jacobinos durante la Revolución Francesa.
En el Archivo General de la Nación se halla el decreto del 12 de marzo de 1813 firmado por Hipólito Vieytes y Tomás Valle, secretario y presidente respectivamente de la Asamblea por el cual se ordena:
"Que el Supremo Poder Ejecutivo use el mismo sello de este Cuerpo Soberano con la sola diferencia de que la inscripición del círculo sea la de Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata."
Tras algunas modificaciones en el diseño del escudo, finalmente fue sancionado el diseño actual el 24 de abril de 1944 mediante decreto ley Nº 10.302 del Poder Ejecutivo Nacional, estableciendose que se use exclusivamente el diseño original.
Partes y significado del escudo argentino
Su forma es oval; su campo está dividido en dos cuarteles: el superior, azul celeste, representa la Justicia, la Verdad, la Lealtad y la Fraternidad; el inferior, blanco, es símbolo de Pureza, Fe, Hidalguía, Integridad, Firmeza y Obediencia.
En el cuartel inferior dos brazos diestros desnudos, entrelazan sus manos, representando la unión fraternal de los hombres y de los pueblos, sostienen una pica símbolo de la Autoridad, el Mando, la Dignidad y la Soberanía, en cuyo extremo y ya sobre el campo superior, se ubica un gorro frigio que representa la Libertad, la Igualdad y el Sacrificio.
A ambos lados del escudo, dos guías de laurel, en símbolo de Victoria y de Gloria, unidos bajo el blasón con un lazo de cinta con los colores nacionales.
En la parte superior, un sol naciente, en oro, con rayos flamígeros y rectos alternados, representa la Verdad, la Majestad y la Prosperidad y posee el sentido de una nueva Nación que surge al concierto universal, plena de esplendor y de gloria, pura y radiante como el Sol, cuyo deseo es vivir luminosamente, en eterno amanecer.
En la Imagen: Escudo de Tropa de Montaña.
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miércoles, 11 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DEL COMBATE DE MARTIN GARCIA

La isla Martín García fue descubierta en 1516 por Juan Díaz de Solís, quien había partido de España un año antes, al mando de una flota integrada por tres naves, Portuguesa, Latina y Menor, tripuladas por unos 60 hombres, con la intención de hallar un paso entre el Océano Atlántico y el Pacífico.
En 1516 Solís arriba al Río de la Plata y el 2 de febrero de ese año, desembarca en una ensenada, Maldonado o Montevideo, a la que llamó Puerto de la Candelaria. Unos días después, continuando su viaje río arriba, muere su despensero, Martín García, frente a una isla en medio del río y decide enterrarlo allí, bautizando a la isla con su nombre.
La isla fue siempre un punto estratégico para mantener el control del Río de la Plata. Fue escenario de combates y luchas, especialmente en la guerra por la independencia.
En 1813 la isla continuaba en poder de los españoles, con una guarnición de 70 hombres. El 7 de julio de ese año, un grupo de 13 soldados patriotas al mando del Teniente José Caparroz, sorprende a los españoles, los dispersa y se apodera de 3 cañones y armamento portátil como trofeo, y luego se retira de allí. Luego de esto, en noviembre, el Capitán de Navío español, Jacinto de Romarate, fortifica la isla con una flota de 19 embarcaciones con el objeto de tener una base de ataque a Colonia del Sacramento que estaba ocupada por los patriotas.
En 1814 nuestra escuadra naval, comandada por el Teniente Coronel Guillermo Brown, estaba constituida por las siguientes naves: la nave insignia fragata Hércules (Comandante Sargento Mayor Elias Smith), la corbeta Zephir (Comandante Sargento Mayor Santiago King), el bergantín Nancy (Comandante Sargento Mayor Richard Leech), la goleta Juliet (Comandante Teniente Coronel Benjamin Franklin Seaver oriundo de EE.UU),la goleta Fortunata (Comandante John Nelson), el falucho San Luis (Comandante Sargento Mayor John D. Handel) y la balandra Carmen (Comandante Miguel Samuel Spiro de origen griego).
Estos bravos hombres tuvieron la difícil misión de enfrentar a la experimentada flota española comandada por el Capitán vizcaíno Jacinto de Romarate. Los españoles poseían una flota de 9 barcos armados con cañones de a 18 y 24 y, para peor, tenían apoyo de las baterías terrestres asentadas en la isla. Ambas fuerzas se encontraron el 11 de Marzo de 1814 en un feroz combate cerca de la isla de Martín García cuyo resultado final fueron 45 marineros muertos y 50 heridos.
Entre los fallecidos se contaban los Comandantes Benjamín Server y Elias Smith, el Jefe de las tropas embarcadas Capitán Martín de Jaume, el Teniente Segundo Robert Stacy, el grumete Edward Price, los marineros Richard Brook y William Russell y el cocinero Peter Brown. Bernard Campbell, quien era el Cirujano en Jefe, tuvo momentos muy difíciles debiendo tratar a los heridos con medios asistenciales inadecuados. Entre los heridos se encontraban el mayordomo Tomas Richard y los marineros James Stone, Henry Harris, Elsey Miller y Anthony O’Donnell. Al final del día Brown se encontraba varado y su nave insignia presentaba 82 impactos en el casco. La Hercules con sus velas y aparejos destrozados pudo zafar aprovechando la marea y maniobrando por el Banco de las Palmas. A la Hércules se le colocaron láminas de plomo por debajo de la línea de flotación y su casco fue cubierto con cueros y brea. De aquí su apodo de Fragata Negra.
El día 14 Brown recibió un refuerzo de 45 Dragones desde la Colonia del Sacramento comandados por el Teniente Primero Pedro Oroná. A las 08.00 PM, nuestras naves se aproximaron cautelosamente a la isla Martin Garcia y fondearon media milla al sudeste frente a Puerto Viejo. Al día siguiente, a las 02.30 AM Brown ordenó el desembarco de 240 hombres transportados mediante 8 barcazas. Nuestras fuerzas subían el cerro cuando recibieron un fuego granado por parte de las fuerzas españolas. El avance patriota hubo de detenerse a medida que los hombres iban cayendo.
Fue en ese momento crítico que Brown ordenó al ejecutor del pífano y tambor que tocaran Saint Patrick’s Day in the Morning (marcha que fuera oficialmente incorporado al repertorio de la Armada Argentina en 1977).
Tengamos presente que, si bien nuestras primeras tripulaciones estaban compuestas por 12 diferentes nacionalidades, la mayoría de ellas eran de origen irlandés, de forma tal que esta tonada tocada en el Día de San Patricio actuó como un estimulo de la moral. El avance de nuestras tropas se renovó así con gran espíritu siendo el fuerte atacado a bayoneta calada.Los españoles se vieron sobrepasados y hubieron de rendirse. Las naves realistas levaron anclas enfilando hacia el río Uruguay (siendo perseguidos por las naves de Brown ) y dirigiéndose a la ciudad fortificada de Montevideo. Ese día el Teniente Jones de la Zephyr hizó nuestra insignia en la isla.
Este es el acto más trascendental de la historia de la isla, pues con él nuestro país adquiere de hecho la soberanía de la isla Martín García.
La batalla de Martín García fue el comienzo de la campaña de los cien días, liderada por Guillermo Brown, que aniquiló el poder naval del Rey de España en el Río de la Plata.

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martes, 10 de marzo de 2020

LA CRUZ AL HEROICO VALOR EN COMBATE

La Cruz al Heroico Valor en Combate es la más alta condecoración militar otorgada por la República Argentina. El nombre completo de esta condecoración es “Cruz La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate”. La Ley 22.607 (1982) de la República Argentina establece que será concedida al personal militar, personal de las fuerzas de seguridad, fuerzas policiales civiles, argentinos o extranjeros, que en combate motivado por acontecimientos extraordinarios revistan carácter de función de guerra, realicen aislados o en el ejercicio del mando, una acción ponderable que se destaque considerablemente de las pautas de conducta, normalmente consideradas correctas.

Este personal recibió la condecoración luego de la Guerra de las Malvinas de 1982.


Personal del Ejército Argentino


TENIENTE Roberto Néstor Estévez - C/RI Mec 25 (Post Mortem)

Por comandar, gravemente herido por balas británicas a sus efectivos de infantería y dirigir por radio el fuego de artillería en la primera línea de combate durante la batalla de Darwin. Un último impacto de bala terminó con su vida.

TENIENTE ERNESTO EMILIO ESPINOSA - Ca Cdos 602 (Post Mortem)

Por cubrir desde la planta alta de la granja de Top Malo House la salida y despliegue de sus compañeros, mientras eran rodeados y atacados por fuerzas especiales británicas, cayendo en combate por dicha acción bajo fuego de fusiles, granadas y cohetes enemigos.

SARGENTO 1ERO MATEO SBERT - Ca Cdos 602 (Post Mortem)

Por su valentía y heroísmo presentado en la batalla de Top Malo House frente a fuerzas especiales británicas, combatiendo aún gravemente herido, cayendo en combate bajo fuego de fusiles y granadas enemigas.

TENIENTE 1ERO JORGE VIZOSO POSSE - Ca Cdos 602

Por su arrojo, valentía y heroísmo presentado durante toda la campaña de Malvinas, combatiendo en desventaja de materiales contra fuerzas especiales británicas en las cercanías del Monte Kent, quedando aferrado y aislado fue herido, aún así continuó combatiendo y forzando a las fuerzas enemigas a replegarse. Retornó por sus medios a las líneas nacionales perdiendo gran cantidad de sangre.

SUBTENIENTE JUAN JOSÉ GÓMEZ CENTURIÓN - C/RI Mec 25

Por su liderazgo, valentía y heroísmo presentado en la estadía de la compañía C del Regimiento de Infantería 25 en Darwin y Prado del Ganso, en especial por sus acciones en combate, liderando en desventajas numérica y material varios contraataques al enemigo en la batalla de Darwin.

CABO 1ERO ROBERTO BASILIO BARUZZO - RI Mec 12

Por su heroísmo en la batalla del Monte Longdon, combatiendo herido por esquirlas de bombardeos en los días anteriores. En dicha batalla el Cabo Baruzzo transportó bajo fuego a lugares seguros a heridos, exponiéndose a sí mismo y arriesgando su vida en varias ocasiones, y continuando la pelea durante dichas maniobras contra infantería enemiga en combate cuerpo a cuerpo hasta agotar munición, e incluso intentando combatir con su cuchillo, hasta caer prisionero ante un pelotón de Royal Marines.

SOLDADO C62 OSCAR ISMAEL POLTRONIERI - RI Mec 6

Por sus acciones de combate durante la batalla del cerro Dos Hermanas, en donde era operador de una ametralladora, desoyendo la orden de retirada y quedándose combatiendo el solo, permitiendo el repliegue de todos sus compañeros a zonas seguras y aferrando al enemigo con su única boca de fuego, impidiéndole avanzar a todo el dispositivo ofensivo británico.



Personal de la Armada Argentina


CAPITÁN DE FRAGATA Pedro Edgardo Giachino (Post Mortem) - Agr Cdos Anf

Por su valentía, heroísmo y liderazgo demostrados durante la Operación Rosario, mediante la cual se recuperaron las islas Malvinas. En dicha ocasión, el Capitán Giacchino lideró sin abrir fuego ante las tropas británicas, el asalto a la casa del gobernador, donde al entrar por la fuerza, fue recibido por intenso fuego de fusiles de Royal Marines que estaban allí, cayendo gravemente herido. Murió en el hospital de la localidad de Puerto Argentino el mismo 2 de Abril de 1982.

TENIENTE DE NAVÍO GUILLERMO OWEN CRIPPA - Cdo Av Nav (Pil Aermacchi MB339)

Piloto de ataque, condecorado por su heroísmo y arrojo demostrado en el primer ataque aéreo al desembarco británico en Puerto San Carlos, donde, en solitario y con una aeronave liviana como el MB339 realizó un ataque al centro de la flota británica allí basada, conformada por una docena de navíos fuertemente defendidos por artillería antiaérea y misiles. Enfrentándose a todo el dispositivo abrumadoramente superior, el Teniente Crippa atacó con éxito con cohetes no guiados a la fragata británica HMS Argonaut, dejándola fuera de servicio, para luego regresar mediante maniobras evasivas y un denso fuego antiaéreo del enemigo, a su base operativa en Puerto Argentino.

TENIENTE DE FRAGATA JULIO CÉSAR BINOTTI - BIM 5

Por su arrojo, heroísmo y liderazgo demostrados durante la batalla del monte Tumbledown, donde en desventaja numérica y de materiales, lideró con éxito varios contraataques aferrando a la fuerza ofensiva británica liderada por los Guardias Galeses y Guardias Escoceses.

TENIENTE DE CORBETA HÉCTOR MIÑO - Sec Ing Anf

Por su arrojo, heroísmo y liderazgo demostrados durante la batalla del monte Tumbledown, donde en desventaja numérica y de materiales, lideró con éxito varios contraataques aferrando a la fuerza ofensiva británica liderada por los Guardias Galeses y Guardias Escoceses, acciones en las que es herido gravemente, para luego ser tomado como prisionero por las fuerzas enemigas.

SUBOFICIAL JULIO CASTILLO (Post Mortem) - BIM 5

Por su heroísmo y valentía demostrados durante la batalla del monte Tumbledown, donde en el medio del combate realizó solitariamente y por iniciativa propia una contraofensiva contra una sección británica, combatiendo de forma ejemplar y abnegada hasta caer abatido por las fuerzas enemigas. Un buque de la Armada Argentina recibió su nombre en su honor.



Personal de la Fuerza Aérea Argentina


CAPITÁN OMAR CASTILLO (Post Mortem) - Gpo 4 de Caza (Pil A-4C Skyhawk)

Por su heroísmo, valentía y arrojo durante la misión del 30 de Mayo de 1982, correspondiente al ataque al portaaviones HMS Invincible, buque insignia de la flota enemiga ubicado dentro del corazón defensivo de la misma, misión en la cual es derribado por fuego de artillería antiaérea antes de alcanzar al objetivo. Existen evidencias concretas que el portaaviones fue dejado fuera de combate ese 30 de Mayo.

CAPITÁN JOSE DANIEL VAZQUEZ (Post Mortem) - Gpo 4 de Caza (Pil A-4C Skyhawk)

Por su heroísmo, valentía y liderazgo durante la misión del 30 de Mayo de 1982, correspondiente al ataque al portaaviones HMS Invincible, buque insignia de la flota enemiga ubicado dentro del corazón defensivo de la misma, misión en la cual es derribado por un misil SAM antes de alcanzar el objetivo. Existen evidencias concretas que el portaaviones fue dejado fuera de combate ese 30 de Mayo.

CAPITÁN PABLO CARBALLO - Gpo 5 de Caza (Pil A-4B Skyhawk)

Por su heroísmo, valentía, arrojo y liderazgo demostrado durante todas sus misiones de combate en la campaña de Malvinas, especialmente en la realizada el día 25 de Mayo de 1982, día de la patria, en donde la sección a la cual comandaba atacó duramente a dos buques al norte de las islas Malvinas, siendo éstos la fragata HMS Broadsword, dejada fuera de combate en ese ataque, y el destructor HMS Coventry, siendo hundida en el mismo ataque.

TENIENTE ERNESTO URETA - Grupo 4 de Caza (Piloto A-4C Skyhawk)

Por su heroísmo, valentía y liderazgo durante la misión del 30 de Mayo de 1982, correspondiente al ataque al portaaviones HMS Invincible, buque insignia de la flota enemiga ubicado dentro del corazón defensivo de la misma, misión en la cual logra alcanzar el objetivo y lanzar sus bombas las que impactan sobre el mismo, consiguiendo posteriormente regresar sano y salvo. Existen evidencias concretas que el portaaviones fue dejado fuera de combate ese 30 de Mayo.

ALFÉREZ GERARDO ISAAC - Gpo 4 de Caza (Pil A-4C Skyhawk)

Por su heroísmo, valentía y liderazgo durante la misión del 30 de Mayo de 1982, correspondiente al ataque al portaaviones HMS Invincible, buque insignia de la flota enemiga ubicado dentro del corazón defensivo de la misma, misión en la cual logra alcanzar el objetivo y lanzar sus bombas, las que impactan sobre el mismo, consiguiendo posteriormente regresar sano y salvo. Existen evidencias concretas que el portaaviones fue dejado fuera de combate ese 30 de Mayo.

SUBOFICIAL PEDRO MIRANDA - VI Br Aé

Por su heroísmo, arrojo y abnegación al ofrecerse como voluntario y actuar por convencimiento propio como desarmador de explosivos, primero desarmando en solitario, una bomba activada dentro del buque nacional Formosa, posteriormente desactivando bombas de un avión A-4Q de la Aviación Naval que había aterrizado en la base y dañado su tren de aterrizaje chocando las bombas con el terreno, y finalmente en el penúltimo día de la guerra, al desactivar rápidamente una bomba que notó se había activado accidentalmente y estaba a punto de estallar.

SUBOFICIAL CARLOS ORTIZ - Dir Grl San

Por salir de refugios en medio de alertas rojas a asistir bajo fuego de bombardeo enemigo y en zona de combate a personal herido en los primeros días de Mayo de 1982.



Personal de la Prefectura Naval Argentina


CABO SEGUNDO JOSÉ RAÚL IBÁÑEZ – Lancha Patrullera PNA GC Río Iguazú

Por su heroísmo y arrojo demostrado al repeler por propia decisión un ataque aéreo sobre su embarcación por dos cazas Harrier enemigos, abrumadoramente superiores en armamento y poder de fuego. A pesar de no haber tenido asignado el puesto de la ametralladora, el Cabo Ibáñez no dudó en recogerla al caer su operador y respondió a los ataques de los aviones enemigos, logrando averiar seriamente a uno de ellos con material liviano y poco adecuado para la lucha contra aviones, forzando a la patrulla aérea británica a retirarse

Fuente: Diario Soldados Digital 2011.


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lunes, 9 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE TACUARÍ

El 9 de marzo de 1811 se produce la Batalla de Tacuarí. Tropas argentinas al mando del General Belgrano, que permanecían en la Provincia del Paraguay después de la derrota de Paraguary, combaten contra el ejército realista comandado por el General Cabañas. La disposición de los argentinos, dispuestos a morir antes que a rendirse, hizo que se les ofreciera una capitulación honrosa exigiéndoseles que se retiraran del Paraguay con sus armas y bagajes.
Al estallar la Revolucion de Mayo en Buenos Aires, la Primera Junta de Gobierno invitó a las demás ciudades y provincias del mismo a unirse a la Revolución. Pero todo gesto en el sentido de conservar los gobiernos anteriores a la Revolución fue interpretado como hostil; en consecuencia, se ordenaron dos campañas militares para combatir a la resistencia, uno al Alto Perú y otro al Paraguay, cuyo gobernador español, Bernardo de Velasco, se había negado a reconocer a la Junta y había recibido el apoyo del Cabildo de Asuncion. Al mando de la campaña al Paraguay fue puesto Manuel Belgrano, miembro de la Junta que llevaba apenas 700 hombres, la mitad de ellos sin experiencia militar. No obstante, la prudente estrategia de Velasco lo llevó hasta Paraguarí, cerca de Asunción, donde logró derrotarlo con relativa facilidad.
Obligado a retroceder, Belgrano se dirigió hasta el río Tebicuary, donde se le unieron 400 hombres de las milicias guaraníes de Yapeyú y algunas compañías del Regimiento de Caballería de la Patria (ex Blandengues). Según anota en sus Memorias, los paraguayos no lo persiguieron, y así pudo continuar su retirada hasta el poblado de Santa Rosa. Allí recibió noticias de que se agravaba la situación en la Banda Oriental, por lo cual la Junta le ordenaba concluir pronto la campaña de Paraguay para atender al nuevo teatro de operaciones. A su vez, Belgrano pidió refuerzos y decidió detener la retirada en el río Tacuarí y resistir allí. Confiaba en poder mantener esa posición, siempre que Buenos Aires le mandara los refuerzos pedidos.La ayuda enviada por la Junta fue una pequeña escuadra naval para remontar el río Paraná y auxiliar a Belgrano. Pero esta flotilla, compuesta de tres pequeños buques mandados por Juan B. Azopardo fue vencida el 2 de marzo frente a San Nicolás. De modo que Belgrano quedó solo.
Los paraguayos avanzaron detrás de Belgrano, esperando que éste se retirara sin combatir después del desastre sufrido en Paraguarí. La vanguardia estaba al mando de Fulgencio Yegros y el grueso de las tropas al mando del general Manuel Cabañas, sumando en total unos 2.000 hombres, a los cuales se sumó un refuerzo de tres piezas de artillería y 400 soldados más.

Operaciones militares en territorio paraguayo (diciembre 1810-marzo 1811)

Velazco había comunicado por carta a Cabañas el 29 de enero:

“Expulsarlos a la otra Banda del Paraná o más allá debe proporcionarnos la vía de comunicación con Montevideo y Portugal”

Las fuerzas paraguayas que formaban la división al mando de Cabañas totalizaban 1.400 hombres y 10 piezas de artillería. Cabañas comandaba directamente 1.000 hombres que se conformaban por un destacamento al mando del comandante Blas José de Rojas, 200 hombres de Villarrica que contaban con 7 piezas de artillería, la vanguardia al mando del comandante Fulgencio Yegros con 2 escuadrones de caballería (milicias urbanas de la Cordillera, Villarrica, Villa Real de Concepción y Caazapá) y 5 compañías de infantería (las 4 primeras llamadas de cuarteleros) al mando de: capitán Pedro Juan Caballero, capitán Antonio Tomás Yegros, comandante García, comandante José Mariano Recalde y sub teniente Pedro Pablo Miers, respectivamente. Estas fuerzas se completaban con 400 hombres al mando del comandante Juan Manuel Gamarra con tres piezas de artillería. La artillería estaba al mando del comandante Pascual Urdapilleta.

En la mañana del 7 de marzo se produjo la concentración de las tropas paraguayas con la llegada de las fuerzas de Gamarra a la margen derecha del río Tacuary. Cabañas escribió ese día a Velazco:

“(...) estoy resuelto desde mañana a comenzar mis hostilidades al enemigo y no darle cuartel hasta el sábado en que pienso meterlo dentro de tres fuegos (...) [el plan] es pasar por un puente (...) cuatro piezas de artillería y mil hombres y atacarlos de improviso si es posible de aquella parte y enfrente (...) [apoyados] los fuegos de la falúa y dos botes que tengo apostados en la boca del Tacuary.”

El 8 de marzo se terminó de construir un puente sobre el río y comenzaron a pasar las tropas paraguayas. El 9 de marzo, los paraguayos atacaron de frente la posición de las fuerzas de Belgrano. Éste se hizo fuerte detrás del río Tacuarí, obligando a las fuerzas de Cabañas a salvar el río bajo fuego enemigo. Pero Cabañas dejó sólo una parte de sus fuerzas, incluida toda la artillería, en esa posición, y avanzó por una picada a través de la selva. Por una senda abierta especialmente para esta operación, Cabañas atacó de costado al ejército porteño. El coronel Machain se desplazó hacia el costado para repelerlo, pero fue rodeado por la caballería paraguaya y obligado a rendirse. Entonces Belgrano dejó apenas unos pocos hombres en su posición defensiva y marchó en ayuda de Machain. Al mando de los defensores del paso del río quedó el mayor Celestino Vidal, que quedó casi ciego por un cañonazo. Aun así logró derrotar a los atacantes, usando como lazarillo a un niño, tambor del ejército. Éste siguió tocando, animando a los soldados y transmitiendo las órdenes de su jefe, hasta que fue alcanzado por el fuego enemigo y cayó muerto. El llamado Tambor de Tacuarí, de nombre Antonio Ríos, se convertiría con el tiempo en leyenda militar de la Argentina.
Belgrano se negó a rendirse ante el requerimiento de Cabañas, y se mantuvo en una firme resistencia, que obligó a los paraguayos a detener su avance. Rápidamente, Belgrano retrocedió con lo que quedaba de su ejército hasta una loma cercana. Desde allí envió una comunicación a Cabañas, en que le decía que:

"las armas de Buenos Aires han venido a auxiliar y no a conquistar al Paraguay. Pero, puesto que rechazan con la fuerza a sus libertadores, he resuelto evacuar la provincia, repasando el Paraná con el Ejército de mi mando…"

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viernes, 6 de marzo de 2020

UN UNIFORME QUE ATESORA UNA HISTORIA

El 19 de noviembre de 1812 el entonces Teniente Coronel José de San Martín le propuso al gobierno de turno su idea de confeccionar un uniforme para sus Granaderos. El plan fue aprobado y el uniforme se realizó a comodidad de los hombres que lo portarían. Hoy, y luego de 200 años, ese uniforme atesora el espíritu de los valientes granaderos que acompañaron al General San Martín en su heroica hazaña, más allá de que sus partes originales hayan sufrido modificaciones acordes al paso del tiempo. 
Corría el año 1812, cuando el entonces Teniente Coronel José de San Martín creó el Regimiento de Granaderos a Caballo. Lógicamente, los soldados que lo integraban necesitaban un uniforme que los identificara y protegiera a la hora de cumplir con su deber. Por ello, San Martín le propuso al gobierno, en ese entonces el Segundo Triunvirato, confeccionar dos uniformes para los hombres que tenía a su cargo, uno para usar en combate y otro más cómodo para las paradas. El plan fue aceptado y algunos meses después los uniformes estaban listos. 
En diálogo con Soldados Digital, la museóloga del Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”, la licenciada Carol Vitagliano nos cuenta: “El uniforme de combate estaba compuesto por el morrión -un casco alto confeccionado con suela negra, con un penacho verde, la escarapela nacional en el frente y la leyenda ‘Libertad y Gloria’ debajo de una granada de bronce, las carrilleras y las galápagos-, una chaquetilla azul con vivos carmesí y granadas de tela en los faldones, pantalón azul con franjas amarillas y botas altas de cuero negro”. 
El uniforme que hoy reconocemos como histórico es el que se usaba en el combate por aquel entonces. En éste, cada una de sus partes constitutivas había sido pensada para cuidar al Granadero durante alguna batalla. Carol nos detalla algunas de las piezas del uniforme que servían para resguardar al Granadero en todo momento. “Las carrilleras de bronce, por ejemplo, sostenían el morrión en el momento de la carga y al mismo tiempo protegían las mejillas del granadero. Igual función de protección pero para los hombros cumplían las charreteras, también de metal. Otra pieza particular del morrión eran las galápagos que originalmente se trataban de dos círculos de metal que estaban sujetas por medios de cordones del mismos material. Estas iban colocadas sólo del lado izquierdo porque ese era el lado más desprotegido, ya que una vez montado el jinete, sostenía con la mano derecha el sable y con la izquierda las riendas”, expresa la museóloga. 
Otro de los atributos del uniforme de los Granaderos era un corbatín de pana negra y un chaleco blanco que se usaba debajo de la casaca -que en aquella época sólo llevaba una fila de botones blancos-, en el faldón de esta última lucían granadas carmesí a cada lado. “Completaban el uniforme unas botas fuertes y altas de cuero negro que llevaban espuelas con pihuelo en ‘S’, correas de cuero y hebillas de metal. La bandolera de cuero blanco que sostenía la cartuchera o canana -valijín de cuero negro con una granada de metal en el frente donde se transportaban las municiones de los mosquetones- y asimismo el porta mosquetón también realizado en cuero teñido de color blanco. Por último, aggiornaba este uniforme el cuello y los vivos color grana. Hay que destacar también la presencia del cinto con la hebilla de la granada flamígera y las correas de las cuales pendía el sable granadero”, agregó Vitagliano. 
Cuando en el año 1903 se recrea la unidad, se decide que los Granaderos continúen usando su uniforme histórico de la Independencia, pero se debía adecuar a la época. Es por esa razón que, por ejemplo, el morrión pasó de ser de cuero a cartón entelado, también se le bajó la altura a la del quepi, que era el gorro de moda de la época, y se le colocó en el frente el escudo nacional. Las galápagos se realizaron al igual que los cordones con hilos de seda trenzados, que de acuerdo al color distingue el grado del Granadero que lo porta.
De todas maneras, hacia el año 1971, se decidió volver al tamaño del morrión de la primera época y se tomó como base el perteneciente a Manuel Escalada. Éste se encuentra en el Museo Histórico Nacional y tiene el mismo escudo en el frente que los usados actualmente. “Si bien el uniforme sigue ostentando todos sus elementos constitutivos originales, los materiales han cambiado ya que simbólicamente están representando su uso en el pasado”, finaliza la licenciada. 
Hoy y después de 200 años de la creación de este histórico uniforme, la esencia de los Granaderos que estuvieron al mando del Libertador sigue intacta. Es un uniforme que atesora entre sus telas una historia de coraje, valentía y, sobre todo, amor a la Patria. 
Fuente: Milagros Lugones para Diario Soldados Digital 2013.

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jueves, 5 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL CORONEL JORGE VELAZCO


Natural de Bolivia, nacido en 1792. Entró al servicio en 1808, en clase de cadete del Cuerpo de Montañeses, el que poco después pasó a formar parte del Regimiento denominado “Arribeños”. En 1812 se incorporó al Ejército del Alto Perú, en calidad de cadete del Regimiento Nº 2 de Infantería, participando en la batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813, siendo ascendido a subteniente el 10 de agosto de aquel año, empleo con el cual se halló en las desastrosas acciones de Vilcapugio y Ayohuma. También se halló en la batalla de la Florida a las órdenes de Arenales, el 25 de mayo de 1814, siendo promovido por sus merecimientos a teniente 2º del 2º Batallón del Regimiento de Infantería Nº 8, el 18 de febrero de 1815, cuerpo con el cual fue destinado a la Compañía de Granaderos, el 3 de julio del mismo año.
Posteriormente pasó a formar parte del Ejército de los Andes, en el curso del mismo año 1815, trasladándose a Mendoza, donde contrajo enlace con una niña de la sociedad distinguida de esa ciudad. Formó parte del 1º de Cazadores de Infantería, cuerpo con el cual se halló en la batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817, acción de guerra por la cual recibió el ascenso a capitán de la 6ª Compañía de su Batallón, el 28 de noviembre de aquel año. Hizo la campaña del año siguiente asistiendo a la sorpresa de Cancha Rayada y a la batalla de Maipú, solicitando poco después de ésta, el 18 de junio de 1818, su cédula de retiro con agregación a la plaza de Buenos Aires. Por su comportamiento en la guerra de la emancipación chilena, el Gobierno le otorgó en junio de 1821, cuando Velazco era ya sargento mayor, la condecoración de la “Legión del Mérito de Chile”, también discernida por su actuación en la lucha contra Carrera. Cuando se produce la sublevación del 1º de Cazadores de los Andes, en San Juan, el 9 de enero de 1820, el teniente Velazco quedó prisionero de los sublevados.
Incorporado a las fuerzas de la provincia de Mendoza, formó parte del ejército del coronel José Albino Gutiérrez, que fue destinado a combatir al famoso caudillo chileno. Velazco mandó la infantería del mismo, fuerte de 250 plazas, la que constituyó el centro del dispositivo de combate de Gutiérrez en la acción de la Punta del Médano, el 31 de agosto de 1821, en la que fue completamente deshecho Carrera y tomado prisionero.
En el famoso combate del Morro, librado el 17 de noviembre de 1832 contra una numerosa indiada, mandando en jefe el coronel Reynafé, Velazco se batió en el ala derecha. La batalla se inicia con una carga de caballería llevada personalmente por el Comandante Pablo Lucero y los Capitanes Pedro Núñez y León Gallarda, que los indios resistieron y anularon con un furibundo contra-ataque durante el cual cayó gravemente herido Lucero y también ambos capitanes, aunque estos de menor gravedad. Desde este momento los indios toman la iniciativa consiguiendo desorganizar las fuerzas regulares que sólo resisten las terribles envestidas de los lanceros ranqueles, formando cuadro y colocándose a la defensiva. Los indios sabían lo que esta táctica significaba, así es que sin sacrificar sus legiones se retiraron en compacta formación hacia el sur provocando la persecución de la caballería regular. En efecto los Comandantes Reynafé y Videla, les dieron alcance unas tres leguas al norte de Las Pulgas, entablando una nueva acción que fue fatal para los perseguidores.
Los indios cargaron con un empuje incontenible rompiendo la línea de caballería y sin dar tiempo a que la infantería efectuara la clásica maniobra de los cuadros, la deshicieron sacrificando bárbaramente a gran número de soldados oficiales. Entre estos últimos, fueron muertos el Capitán José María Ponce, el Teniente José Quintero, el Alférez Castro y el abanderado Agustín Acosta.
Dijo Velazco: “Yo dificulto que en todas estas Américas haya hombres más prontos y de más inteligencia y perspicaz vista para estas correrías de rapiña que estos indios y al mismo tiempo de más serenidad, intrepidez y cordura para presentarse ante el enemigo, con sus armas tan indefensas, cargarlo, confundirlo con su algazara y estrépito, vencerlo con la mayor prontitud”.
Velazco compañó al general José Félix Aldao en la campaña al Desierto, en 1833, en calidad de coronel del Batallón de Infantería de Mendoza, fuerte de 200 plazas. El coronel Velazco llevó diariamente el itinerario seguido por los expedicionarios que llegaron hasta las proximidades del Río Negro. El Diario del coronel Velazco fue debidamente publicado por la prensa de la época y es un documento de espacial interés para la historia de aquella campaña. El año anterior había desempeñado las funciones de mayor de la plaza de Mendoza y renunció a este cargo después de terminada la guerra fratricida en la República.
En 1835 integró el Tribunal Militar que juzgó y condenó a muerte al coronel Lorenzo Barcala, acusado de sedición, el que fue ejecutado el 1º de agosto de aquel año. En 1839 desempeñó las funciones de Inspector y Comandante General de Armas interino de la provincia de Mendoza. Actuó en la campaña de 1841 contra Lamadrid, y en la batalla del Rodeo del Medio, librada el 24 de setiembre de aquel año, tuvo a sus órdenes las compañías de volteadores de los batallones “Independencia” y “Defensores de la Independencia”, siendo el coronel Velazco el que inició la acción mediante un reconocimiento ejecutado por escuadrones puestos bajo su comando. Tuvo a sus órdenes en la batalla, uno de los cuatro pequeños grupos en que fue dividido el centro del ejército de Pacheco. Velasco ascendió a coronel el 26 de agosto de 1842 con antigüedad del 24 de setiembre de 1841, revistando desde entonces en las listas de la Plana Mayor del Ejército de la Provincia de Buenos Aires hasta la caída de Rosas.
Después de Caseros sirvió a las órdenes de la Confederación, y luego de la batalla de Pavón, el 27 de agosto de 1863, fue nombrado Jefe del Cuerpo de Inválidos. El 3 de mayo de 1867 se le concedió licencia para trasladarse a París, con el fin de buscar un alivio a sus males físicos, quedando a cargo del Cuerpo de Inválidos, el 2º Jefe, teniente coronel José Machado. Permaneció en Europa hasta setiembre de 1872.
El 31 de octubre de este último año fue declarado “Guerrero de la Independencia” en conformidad con la Ley del 24 de setiembre de 1868.
El coronel Jorge Velazco de Escandón, falleció en Buenos Aires el 4 de marzo de 1874, a la edad de 82 años.
Su diario sobre la campaña contra los salvajes en 1833, que lleva por título “Expedición sobre los indígenas del sur”, fue publicado el mismo año por el Gobierno de Mendoza. Ha sido reproducido en 1937 en el tomo V de la “Revista de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza”, en las páginas 75 a 159. La reproducción es textual del folleto impreso en 1833.

miércoles, 4 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL BRIGADIER GENERAL MARTÍN RODRIGUEZ

Martín Rodríguez nació en la ciudad de Buenos Aires el 4 de Julio de 1771.

Criollo, Sus padres también eran argentinos, Don Fermín Rodríguez, Capitán con grado de Mayor, que murió desempeñando funciones de Comandante en Chascomús y Doña Thadea Rodríguez de buena posición económica.
Cursó Estudios en el Célebre colegio de San Carlos y luego se dedicó a tareas rurales en las vastas extensiones que su padre poseía en la Provincia de Buenos Aires.
Sus primeras apariciones públicas fueron con motivo de las invasiones inglesas de 1806 y 1807, año en que Liniers le otorgó el cargo de Teniente Coronel de Húsares.
Colaboró con los hombres de Mayo y después de la revolución fue destinado con su cuerpo a Entre Ríos para colaborar con Manuel Belgrano; al poco tiempo debió regresar a Buenos Aires y se plegó al partido de Saavedra.
Tiempo después partió a Jujuy, dónde cumplió funciones administrativa en el ejercito del Norte para ofrecerse después como Militar.
Así fue como se incorporó a las filas del General Manuel Belgrano; intervino en la batalla de Salta, pero pronto regresó a Buenos aires, pues el 4 de Junio de 1812 fue designado Jefe de Estado Mayor General. Al año siguiente regresó a las provincias del norte, como Comandante de Dragones.
Cayó prisionero en Tejar (1815) pero luego se reincorpora al ejercito al efectuarse un canje con prisioneros españoles, Intervino así en la campaña del Alto Perú.
En el quinto aniversario de la revolución - 25 de Mayo de 1815 - fue ascendido al grado de Brigadier y su destino fue Charcas, dónde se le asigno el puesto de Presidente, cargo politico-administrativo, aunque siguió interviniendo en acciones militares.
Continuó con las órdenes implantadas por el General Rondeau y e interno con su cuerpo militar en la zona virtualmente ocupada por los Españoles y fue derrotado en la acción de Venta y Media.
En esta estación fue herido José María Paz que en sus memorias refiere con términos crudos a los desaciertos de la conducción de Rodríguez. Luego de soportar otra jornada aciaga en Cabeza del Buey, al regresar del Alto Perú, determinó que Rodríguez fuera sometido a una corte militar, pero resulto absuelto por las declaraciones favorables de testigos.
En 1819 se incorporó a las tropas de Frontera y el 28 de setiembre de 1820 fue nombrado gobernador interino, apoyado por Juan Manuel de Rosas, designación que desató resistencias y rebelión armada que fue sofocada. El 13 de marzo del año siguiente fue nombrado Gobernador Propietario.
Poco tiempo después, Rosas rompió con Rodríguez por la cuestión de los indios Pampas, a los cuáles defendía, señalando que por los rumbos que conozco me afirmó que no son Pampas sino Ranqueles, quienes han invadido y robado nuestra Frontera.
Martín Rodríguez fundó el Fuerte Independencia aquí en Tandil el 4 de Abril de 1823 y realizó, a fines de este año un intento frustrado por hacer lo mismo en Bahía Blanca.
En 1824 culmina su gestión en la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires y lo sucede el General Gregorio Las Heras; en 1826 solicita la baja militar.
Rodríguez fue designado el 30 de Marzo de 1829 por Lavalle Comandante General de Armas y luego Ministro de Guerra, asumiendo la gobernación como Delegado el 4 de Mayo. Permanece en esta situación hasta el 26 de Junio en que hizo entrega del mando a Lavalle quién regresa a su ciudad derrotado.
En ese breve lapso firmó el decreto creando la Gobernación de las Islas Malvinas.
Durante el Gobierno de Rosas, Martín Rodríguez se exilió en Montevideo, dónde tuvo algunas intervenciones.
Murió pobre y olvidado. Nunca aceptó dinero de extranjeros o de sus compatriotas.
Casi ciego dictó sus memorias, que quedaron incompletas, lo sorprendió la muerte. dejando de existir el 5 de Marzo de 1845 a los 73 años .
El Coronel José Garibaldi fue uno de los cinco hombres y compañeros que condujeron a pulso el cadáver hasta la iglesia matriz en Montevideo. sus restos fueron repatriados el 15 de julio de 1891 y se encuentran actualmente en el cementerio porteño de la Recoleta.

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martes, 3 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE MONTE 9 "CNL PAGOLA"

Fue creado por decreto del Director Posadas el 3 de marzo de 1814, e inmediatamente pasé a completar su organización en el Campamento Militar del Cerrito, frente a Montevideo, al mando de su primer jefe, el Teniente Coronel D Vicente Pagola.
Incorporado al Ejército sitiador de Montevideo, asistió a los distintos combates que a diario sostenían ambos bandos en proximidades de la plaza, hasta la rendición de la misma, el 20 de junio de 1814.
Fue premiado por estas acciones con la medalla por la rendición de Montevideo y el título de Benemérito en grado heroico por la rendición de Montevideo, mereciendo del Comandante del Ejército, General Alvear, el calificativo de "brillante y bravo Regimiento'".
Terminada la campaña de Oriente, regresa a Buenos Aires, donde es remontado y completada su organización a 2 batallones.
En setiembre del mismo año fue destinado a reforzar al Ejército del Norte y en su honor compuso Esteban de Lucca la poesía "Despedida al Regimiento Nueve".
Llega a Tucumán a, fines de 1814, contando con 700 plazas en 2 batallones, y asiste a la tercera campaña del Alto Perú, hallándose en la batalla de Sipe-Sipe del 27 al 29 de noviembre de 1815.
La posición ocupada por los patriotas en unas lomas que dominaban el llano era ventajosa, a la que se agregaba el dominio que podía ejercer sobre la desembocadura de una quebrada áspera y estrecha, camino obligado para salir al valle: la quebrada de Matacruces.
El 9 de Línea, en unión de otras fuerzas, fue encargado de defender la desembocadura de la quebrada, consiguiendo rechazar al enemigo el día 27, en su intento de forzar el paso. El 28 lo intentó de nuevo y consiguió dominar una altura situada sobre la derecha patriota, que se reputaba inaccesible por su escabrosidad, hecho que obligó la retirada de las fuerzas de ese costado. "El 7 y el 9 –dice el parte de la batalla– empezaron ese movimiento retrógrado a paso regular, con orden y serenidad".
En la madrugada del día 29, dice el General Paz. en sus memorias, el enemigo empezó a correrse por su flanco izquierdo y continuando ese movimiento de flanco, circulante, vino a quedar formado sobre nuestra derecha. El General Rondeau se vio precisado a un cambio de frente, para lo cual le fue forzoso descender de la elevada posición que ocupaba, extendiendo sus dos alas a ambos lados de la loma en que había tendido su línea.
Al 9 de línea le tocó formar sobre el ala derecha del dispositivo de combate, lugar en el que recibe bizarramente el ataque a fondo de las fuerzas adversarias, que lo hacen retroceder. Reacciona y vuelve a la lucha con empuje magnífico, carga a la bayoneta y se estrella contra el formidable muro de la infantería realista, donde es despedazado. En ese rnonento se ordenó el despliegue general y los bizarros despojos del heroico regimiento abandonaron el campo de batalla.
Producida la retirada del ejército patriota después de Sipe-Sipe, el Regimiento 9 volvió a Tucumán, donde fue reorganizado y remontado, quedando constituido en un batallón,. a órdenes del Teniente Coronel Domínguez.
En el año 1817, el General Belgrano, a la sazón comandante del ejército del Norte o del Perú, como se le llamaba, decide enviar una expedición para efectuar una diversión en la retaguardia realista, a órdenes del entonces Teniente Coronel Lamadrid. En dicha expedición forma parte la 3ra Compañía del Regimiento 9, a órdenes del Capitán Manuel Segovia, junto con otras fracciones de tropas.
El objeto de la expedición era amenazar la retaguardia del ejército realista, que en ese entonces ocupaba Jujuy, y cortar sus comunicaciones con el Alto Perú, que constituía su base. Debía coadyuvar de esta manera a las operaciones emprendidas por los gauchos de Güemes.Esta incursión, que operó a más de 200 leguas de la base de operaciones del cornando patriota, cumplió plenamente con su objetivo por la audacia con que llevó a cabo su cometido, por la rapidez de sus movimientos y la continua intranquilidad en que puso a las fuerzas realistas. En las acciones de Yaví, Cangrejillos, Tarija, Cachimayo, Chuquisaca, Abra de las Carretas, Supachuy y Pomabamba, los soldados patriotas lucharon con denuedo y pusieron de manifiesto el más brillante y alto combatiente.
El regimiento permanece en Tucumán hasta el año 1819, en que el Ejército del Norte es llamado por el Gobierno Central para sofocar la insurrección que asola las provincias del litoral y salvar al país del caos. Marcha el regimiento sobre Santa Fe, pero al alcanzar la posta de Arequito se produce la penosa, sublevación de 1820. El Regimiento 9, que inicialmente se mantuvo leal, marcha posteriormente a Córdoba con el General Bustos, donde permanece perdiendo su carácter de unidad del Ejército Nacional para transformarse en una unidad provincial, desapareciendo finalmente en la batalla de San Roque en el año 1829.
Vuelve a crearse en 1862 y poco después es transformado en una unidad de caballería, desapareciendo nuevamente.
Se crea por tercera vez en 1865, cuando el país tiene que hacer frente a un nuevo compromiso: la guerra del Paraguay.
Se une el Regimiento 9 al ejército de operaciones en el Paraguay, formando parte de la 8va Brigada y la 2da División del segundo cuerpo del Ejército Argentino.
Asiste a la batalla de Tuyuti el 24 de mayo de 1866, al mando del mayor Joaquín Lora. Tuyuti fue la batalla más importante, por el número de fuerzas que intervinieron en ella, de las que se libraron durante la guerra del Paraguay. En la mañana del día mencionado, 24.000 paraguayos se lanzaron sorpresivamente sobre las líneas aliadas, pretendiendo envolverla por ambos flancos.
En el dispositivo del combate tocóle al R I 9 apoyar a la artillería de los comandantes Nelson, Maldones y Solá, que desplazados en batería, rompieron el fuego sobre los atacantes. Pero ella no quedó a salvo de la briosa arremetida paraguaya, la que, filtrándose entre los cuadros de¡ 4 y 6 de línea, arremetió a los cañones, pretendiendo llevarlos a lazo. Interviene la infantería y los atacantes, muchos de los cuales murieron sable en mano sobre los cañones argentinos, fueron totalmente exterminados. "El frente quedó cubierto como empedrado de hombres y caballos", según la descripción de un testigo presencial.
El 18 de julio asistió al combate de Boquerón, sirviendo de reserva el 2 de línea. En el asalto a las fortificaciones de Curupaytí, el 22 de setiembre, el 9 de línea formaba a la cabeza de la 41 columna de ataque, extrema derecha del dispositivo de la batalla. El general Emilio Mitre al referirse a la actuación de la 8va Brigada del 2do Cuerpo de la que formaba parte el 9 de Infantería, dice en el parte de batalla: "estos batallones tomaron la derecha de las fuerzas del 1er Cuerpo que ya coronaban la trinchera, batiéndose encarnizadamente a tiro de pistola. V. E. sabe los prodigios de inaudito valor que los cuerpos todos del ejército hicieron en esa jornada.Es, pues, inoficioso que el que firma haga de ellos los elogios tan justamente merecidos. Basta dejar establecido que, de los batallones del 2do Cuerpo que cargaron sobre la trinchera, han quedado en aptitud de combatir sólo una tercera parte de cada uno de ellos para probar el desmedro y la bravura de que se hallaban animados y dieron sangrienta prueba. Cuando a las 3 de la tarde próximamente ordenó V. E. la retirada, estos bizarros cuerpos se retiraron en el mayor orden posible, a pesar de estar ya muertos o heridos sus jefes y oficiales".Por sus méritos en la Campañía del Paraguay, mereció las siguientes distinciones: "Cordón de Tuyutí", "Escudo de Curupaytí", "Medalla por la campaña del Paraguay"(argentina),"Medalla por la campaña del Paraguay"(brasileña) y "Medalla por la campaña del Paraguay"(uruguaya).
En 1868, el 9 de línea retorna a Corrientes para sofocar una sublevación ocurrida en la provincia. Esta expedición, a órdenes del General Emilio Mitre, no dio lugar a ninguna acción de guerra, y cumplido su objeto vuelven las tropas que en ella participaron al Paraguay.Producida la primera insurrección de Entre Ríos, encabezada por Ricardo López Jordán, le toca al 9 de Infantería formar parte del Ejército de Observación del Uruguay, a órdenes del General Emilio Mitre, participando en toda esta activa campaña.
Continúa, después de sofocada esta primera insurrección de guarnición en Entre Ríos, y participa en la 2,1 campaña de Entre Ríos, cuando ésta se subleva por segunda vez, nuevamente acaudillada por López Jordán. Participa en el combate de Concordia, en que las fuerzas jordanistas son rechazadas.
Sofocada la segunda insurrección entrerriana, se desempeña el 9 de Infantería en diversas guarniciones de paz, en el interior de la República, y forma en el ejército del General Roca, que bate, el 6 de diciembre de 1874, a los rebeldes que encabezaba el General Arredondo, en la batalla de Santa Rosa.
Pasa a la frontera del Chaco en 1878, donde permanece en distintas guarniciones hasta 1889, tornando parte en los distintos hechos de armas que jalonaron su conquista, especialmente en la campaña de 1884, en la cual ocupa la línea del río Bermejo hasta Puerto Bermejo.
El resultado de esta campaña fue dejar definitiva y sólidamente establecida la línea militar sobre el río Bermejo, en una extensión de 387 kilómetros, desapareciendo las fronteras internas que la actividad belicosa de los indios obligaba a mantener.
En 1893, el Regimiento se traslada a Tucumán, a órdenes del General Bosch, para sofocar la sublevación que había tenido lugar en esa ciudad, tomando parte en el ataque a la Penitenciaría, el 25 de setiembre de 1893.
Desde esa fecha hasta el presente se desempeñó en guarniciones de distintos puntos del país, haciéndolo en Corrientes desde el año 1912.
Más de medio siglo de guarnición ha formado una sola identidad con la provincia correntina.
La obra del Regimiento ha sido realizada silenciosamente, impulsando el desarrollo regional con sus ideas y su presencia, contribuyendo así a cimentar los nobles sentimientos del ciudadano argentino, aparte de su intensa labor especifica de perfeccionamiento técnico profesional.
A partir de 1968, el Regimiento de Infantería 9 "Cnl PAGOLA" continuo desarrollando desde su asiento de paz en la ciudad de Corrientes, las tareas y actividades derivadas del cumplimiento de su misión.
En 1976, por resolución de] Sr Cte J Ej (le fecha 15 de febrero, se le otorga el carácter de regimiento histórico y, posteriormente, el 25 del mismo mes, se la designa con el nombre de Cnl Pagola en memoria de quien fuera su primer jefe.
En 1982. efectivos del R19 a órdenes de su Jefe el Tcnl D Abelardo de la Vega, fueron desplazados a la ciudad de Río Gallegos -Provincia de Santa Cruz- en el marco de las operaciones derivadas del conflicto con el Reino Unido. Durante el corriente año -1994- oficiales y - suboficiales del regimiento, al igual que en el resto del Ejército, participan en las Operaciones para el mantenimiento de la paz que se desarrollan en Croacia, Kuwait y Chipre.
Fuente: www.infanteria.ejercito.mil.ar

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lunes, 2 de marzo de 2020

ANIVERSARIO DEL ATAQUE A HUMAHUACA


El 2 de marzo de 1817, las milicias de Orán, Iruya, San Andrés, la Quebrada y otros lugares de la zona, al mando del Teniente Coronel don Manuel Eduardo Arias y en número de 150 hombres, atacaron por sorpresa el parque de artillería realista del pueblo de Humahuaca. La guarnición fue obligada a rendirse después de una lucha de varias horas. Se tomaron 7 cañones, 100 fusiles, vestuario, mucho ganado y otros enseres. Fueron muertos 4 oficiales y 20 soldados, siendo tomados prisioneros 70 oficiales y 86 hombres de tropa y como trofeo una bandera del 1er Regimiento de Cuzco o “Regimiento de Piccaga”.
Fuente: Ejercito.

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