Durante el asalto a la fortaleza de Talcahuano el 6 de diciembre de 1817, se produjo un hecho heroico que sobresalió dentro de los cientos de hechos valerosos de aquella jornada.
Lanzando el asalto a la fortaleza en la madrugada de aquel día, las dos compañías del Batallón 7 de Infantería de Línea, al mando del Sargento Mayor Cirilo Correa, se hallaban tratando valerosa, pero infructuosamente, de destruir la tenaz resistencia opuesta por los realistas. La lluvia de fuego y metralla efectuada desde las bien preparadas posiciones españolas, estaba diezmando a los aguerridos Patriotas, ante lo cual, se dio la orden de replegarse para evitar una masacre inútil e insensata.
El Coronel Manuel Olazábal, presente en la acción, narro posteriormente: “Quiero transmitir aquí para la historia un hecho heroico. Cuando la columna a órdenes del coronel Las Heras se formaba en retirada de la Segunda Batería que con tanto denuedo había tomado, al Teniente Leandro García, una bala de cañón le tronchó la pierna y lo derribó a tierra. El asistente que iba a su lado trató de cargarlo para librarlo de caer prisionero, pues los enemigos se aproximaban; García lo asió del pecho fuertemente y poniéndole la punta de la espada, le dijo: ‘¡Matame, no me dejes caer en poder de los godos!’ Todos los esfuerzos del soldado para evitar el cumplimiento de aquella orden fueron infructuosos. El peligro era inminente, y con el corazón lleno de dolor tuvo que obedecer; puso la boca del fusil al oído de su oficial y descargó el arma ¡Honor a la memoria de aquél Heroe, que contaba apenas 18 años!”
De Páginas de Gloria de Luis Leopoldo Giunti, Circulo Militar.
http://www.fotolog.com/ejercitonacional
Lanzando el asalto a la fortaleza en la madrugada de aquel día, las dos compañías del Batallón 7 de Infantería de Línea, al mando del Sargento Mayor Cirilo Correa, se hallaban tratando valerosa, pero infructuosamente, de destruir la tenaz resistencia opuesta por los realistas. La lluvia de fuego y metralla efectuada desde las bien preparadas posiciones españolas, estaba diezmando a los aguerridos Patriotas, ante lo cual, se dio la orden de replegarse para evitar una masacre inútil e insensata.
El Coronel Manuel Olazábal, presente en la acción, narro posteriormente: “Quiero transmitir aquí para la historia un hecho heroico. Cuando la columna a órdenes del coronel Las Heras se formaba en retirada de la Segunda Batería que con tanto denuedo había tomado, al Teniente Leandro García, una bala de cañón le tronchó la pierna y lo derribó a tierra. El asistente que iba a su lado trató de cargarlo para librarlo de caer prisionero, pues los enemigos se aproximaban; García lo asió del pecho fuertemente y poniéndole la punta de la espada, le dijo: ‘¡Matame, no me dejes caer en poder de los godos!’ Todos los esfuerzos del soldado para evitar el cumplimiento de aquella orden fueron infructuosos. El peligro era inminente, y con el corazón lleno de dolor tuvo que obedecer; puso la boca del fusil al oído de su oficial y descargó el arma ¡Honor a la memoria de aquél Heroe, que contaba apenas 18 años!”
De Páginas de Gloria de Luis Leopoldo Giunti, Circulo Militar.
http://www.fotolog.com/ejercitonacional
1 comentario:
¡Y lo narra el luego Coronel Manuel de Olazabal, de destacado desempeño en esta acción, y que contaba a la sazón ¡con 16 años!
Publicar un comentario