Después de rendida Montevideo al General Carlos de Alvear, el General Artigas pretendió que se le entregara la ciudad, no accediendo a ello el gobierno de Buenos Aires, iniciando entonces el segundo hostilidades contra el gobierno central. En procura de terminar con esta situación, el Coronel Dorrego y el General de Alvear decidieron atacar el campamento de Marmarajá donde se hallaba el jefe artiguista, Teniente Fernando de Otogués. Dorrego sorprendió a las tropas de Otogués y las dispersó, persiguiéndolas hasta que se adentraron en territorio brasileño.
En septiembre de 1814 una fuerza militar del Directorio dirigida por el General Alvear desembarcó en Colonia del Sacramento y comenzó a operar en la Provincia Oriental.El plan de Alvear para derrotar a Artigas, consistía en avanzar rápidamente hasta el centro de la Banda Oriental, con un ejército poderoso ocupando los pasos del río negro e interceptando las comunicaciones entre Artigas y Otorgués, tratando de evitar que se unieran. Estas operaciones serían complementadas por los Coroneles Viamonte, Valdenegro Blas Pico, que ocuparían los pasos del río Uruguay impidiendo las comunicaciones de Artigas con el Coronel Blas Basualdo, jefe de los Blandengues. Una vez interpuesto entre las posiciones orientales, batiría a cada uno por separado. En primer lugar atacaría a Otorgués en el Sur, luego a Artigas y a Rivera en el Norte, para finalizar haciendo atacar a Blas Basualdo por Valdenegro al oeste del Río Uruguay.
Cumpliendo su plan de operaciones Alvear inició su avance hacia el noreste, pero con lentitud por faltas de elementos de movilidad. El día 13 llegó a orillas del arroyo Porongos, al sur del río Yí, sin haber podido montar la infantería. Para procurarse el informe adelantó un batallón de reconocimiento de Dragones hasta el Paso de los Toros, el cual ocupó tras un breve combate.
Las posiciones de las fuerzas artiguistas eran las siguientes, según los informes de inteligencia de las fuerzas de Alvear, Artigas tenía su Cuartel General en los Campos de Arerunguá, Lavalleja estaba en los alrededores de Minas, Otorgués en el arroyo Marmarajá y Rivera en el Paso del Cuello. A partir de este momento se fraccionaron las fuerzas en tres divisiones, según detalles de maniobra contenida en un oficio elevado al gobierno por Alvear desde su campamento en Paso de los Toros. El Coronel Rafael Hortiguera debía dirigirse con 600 hombres con toda rapidez hacia Salsipuedes en persecución de Artigas.
El Coronel Dorrego debía marchar también con rapidez siguiendo las Cuchillas de Durazno y luego la Cuchilla Grande (a fin de evitar el cruce de ríos y arroyos crecidos o desbordados) y situarse entre las nacientes de los ríos Yí y Cebollatí para batir a Otorgués en caso que intentara atravesar ese punto para unirse con Artigas. Alvear con otro destacamento de 600 hombres se dirigió a Porongos y luego a Florida para atacar a Otorgués y presionarlo hacia la zona ocupada por Manuel Dorrego. La Infantería, que se encontraba en Pando la envió para Montevideo, según órdenes que envía el mayor Ballestero. Alvear creyó terminar esta campaña en 15 días si se obraba con rapidez pero la realidad era muy diferente.
A mediados de ese mes, el oficial oriental Fernando Otorgués se encontraba operando en el este, sobre las serranías de Minas, conformando una fuerza de 8.000 hombres, mientras que el Directorio dispuso a Manuel Dorrego en persecución de éstas para ubicarlas y batirlas.El día 5 de octubre el Capitán Marmol de las fuerzas del 2º Regimiento tomó prisioneros a los Capitanes Rodríguez y Gadea y a 31 soldados, así como también a una Compañía de Morenos, obteniendo como resultado 2 oficiales prisioneros y 50 soldados, mientras que por su parte el teniente de Granaderos a Caballo, Manuel Suárez atacó y apresó al capitán Mieres con 26 soldados.
Otorgues se encontraba acampado en las faldas del arroyo Marmarajá, donde fue atacado por sorpresa por las fuerzas de Dorrego que contabilizaban 3.000 hombres, las cuales avanzaron en la madrugada del día 6 y en rápida acción dispersaron a las divisiones del ejército de Vanguardia, produciéndole a una de ellas 28 muertos y 43 prisioneros.
Cayó en poder de Dorrego toda la artillería del ejército, caballos, carruajes, dinero y hasta el propio sombrero, uniformes y espada de Otorgues. Entre los prisioneros también se contabilizaron la propia familia del caudillo Otorgués. El ejército oriental de Vanguardia comandado por Otorgues se puso en retirada perseguido por las fuerzas de Dorrego.
En septiembre de 1814 una fuerza militar del Directorio dirigida por el General Alvear desembarcó en Colonia del Sacramento y comenzó a operar en la Provincia Oriental.El plan de Alvear para derrotar a Artigas, consistía en avanzar rápidamente hasta el centro de la Banda Oriental, con un ejército poderoso ocupando los pasos del río negro e interceptando las comunicaciones entre Artigas y Otorgués, tratando de evitar que se unieran. Estas operaciones serían complementadas por los Coroneles Viamonte, Valdenegro Blas Pico, que ocuparían los pasos del río Uruguay impidiendo las comunicaciones de Artigas con el Coronel Blas Basualdo, jefe de los Blandengues. Una vez interpuesto entre las posiciones orientales, batiría a cada uno por separado. En primer lugar atacaría a Otorgués en el Sur, luego a Artigas y a Rivera en el Norte, para finalizar haciendo atacar a Blas Basualdo por Valdenegro al oeste del Río Uruguay.
Cumpliendo su plan de operaciones Alvear inició su avance hacia el noreste, pero con lentitud por faltas de elementos de movilidad. El día 13 llegó a orillas del arroyo Porongos, al sur del río Yí, sin haber podido montar la infantería. Para procurarse el informe adelantó un batallón de reconocimiento de Dragones hasta el Paso de los Toros, el cual ocupó tras un breve combate.
Las posiciones de las fuerzas artiguistas eran las siguientes, según los informes de inteligencia de las fuerzas de Alvear, Artigas tenía su Cuartel General en los Campos de Arerunguá, Lavalleja estaba en los alrededores de Minas, Otorgués en el arroyo Marmarajá y Rivera en el Paso del Cuello. A partir de este momento se fraccionaron las fuerzas en tres divisiones, según detalles de maniobra contenida en un oficio elevado al gobierno por Alvear desde su campamento en Paso de los Toros. El Coronel Rafael Hortiguera debía dirigirse con 600 hombres con toda rapidez hacia Salsipuedes en persecución de Artigas.
El Coronel Dorrego debía marchar también con rapidez siguiendo las Cuchillas de Durazno y luego la Cuchilla Grande (a fin de evitar el cruce de ríos y arroyos crecidos o desbordados) y situarse entre las nacientes de los ríos Yí y Cebollatí para batir a Otorgués en caso que intentara atravesar ese punto para unirse con Artigas. Alvear con otro destacamento de 600 hombres se dirigió a Porongos y luego a Florida para atacar a Otorgués y presionarlo hacia la zona ocupada por Manuel Dorrego. La Infantería, que se encontraba en Pando la envió para Montevideo, según órdenes que envía el mayor Ballestero. Alvear creyó terminar esta campaña en 15 días si se obraba con rapidez pero la realidad era muy diferente.
A mediados de ese mes, el oficial oriental Fernando Otorgués se encontraba operando en el este, sobre las serranías de Minas, conformando una fuerza de 8.000 hombres, mientras que el Directorio dispuso a Manuel Dorrego en persecución de éstas para ubicarlas y batirlas.El día 5 de octubre el Capitán Marmol de las fuerzas del 2º Regimiento tomó prisioneros a los Capitanes Rodríguez y Gadea y a 31 soldados, así como también a una Compañía de Morenos, obteniendo como resultado 2 oficiales prisioneros y 50 soldados, mientras que por su parte el teniente de Granaderos a Caballo, Manuel Suárez atacó y apresó al capitán Mieres con 26 soldados.
Otorgues se encontraba acampado en las faldas del arroyo Marmarajá, donde fue atacado por sorpresa por las fuerzas de Dorrego que contabilizaban 3.000 hombres, las cuales avanzaron en la madrugada del día 6 y en rápida acción dispersaron a las divisiones del ejército de Vanguardia, produciéndole a una de ellas 28 muertos y 43 prisioneros.
Cayó en poder de Dorrego toda la artillería del ejército, caballos, carruajes, dinero y hasta el propio sombrero, uniformes y espada de Otorgues. Entre los prisioneros también se contabilizaron la propia familia del caudillo Otorgués. El ejército oriental de Vanguardia comandado por Otorgues se puso en retirada perseguido por las fuerzas de Dorrego.
1 comentario:
Los porteños hasta el día de hoy, siempre traicionando los ideales republicanos y federales de la América del Sud. Finalmente, quien ríe último ríe mejor: una Argentina decadente, humillada por la Fuerzas Armadas Británicas en una parodia de guerra inventada por una dictadura, de las más sanguinarias y corruptas del continente, dirigida por un general borracho... Luego volvió el denigrante populismo peronista que sumergió aún más a la Argentina que no consigue ser Nación...
Mientras tanto, aquella Banda Oriental, hoy República Oriental del Uruguay, goza de un prestigio internacional, estabilidad y previsibilidad económica y seguridad personal y jurídica que impulsa a muchos argentinos a obtener su residencia en ella.
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