miércoles, 14 de noviembre de 2012

ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE AYUHUMA

La Batalla de Ayohuma (en quechua cabeza de muerto) (14 de noviembre de 1813) fue una contienda en el marco de la Guerra de Independencia de Argentina, en la Campaña del Alto Perú, en la que el Ejército del Norte al mando del general Manuel Belgrano fue derrotado por las tropas realistas comandadas por Joaquín de la Pezuela.

Previo al combate
Luego de la derrota de Vilcapugio, Belgrano estableció su cuartel general en Macha. Allí reorganizó a su ejército. Obtuvo ayuda de Francisco Ocampo (Presidente de Charcas), y de las provincias del Alto Perú (Cochabamba, Santa Cruz de las Sierras, Chayanta). A fines de octubre de 1813, el ejército patriota contaba con alrededor de 3.400 hombres, de los cuales apenas 1.000 eran veteranos.
A pesar de su reciente victoria, las tropas de Pezuela, estaban refugiadas en las alturas de Condo-Condo y rodeadas por poblaciones hostiles, no podían emprender ataque alguno contra el Ejército del Norte. Finalmente, el 29 de octubre, los realistas partieron desde su campamento en Condo-Condo, a fin de tomar la ofensiva antes de que los patriotas se robustezcan más. El 12 de noviembre llegan a Toquirí, una elevación a cuyos pies se halla la pampa de Ayohuma.
Mientras tanto, el General Belgrano estaba reunido con sus oficiales para discutir el plan de operaciones a seguir. La mayoría se inclinaba por retirarse a Potosí, pero el general alentó a sus subalternos a combatir en la batalla. Esa misma noche las tropas abandonaron Macha y se dirigieron hacia Ayohuma.

La Batalla
Las tropas que se estaban por enfrentar presentaban una desproporción importante. Mientras que la caballería patriota doblaba a la realista, los españoles contaban con el doble de infantería y 18 piezas de artillería, contra 8 de las tropas de Belgrano.
A mitad de la mañana, los españoles que habían descendido de su posición elevada para ubicarse sobre la derecha del ejército del Río de la Plata, comenzaron el fuego con sus cañones, dispersando a las tropas adversarias. En un alto del fuego enemigo, Belgrano ordenó el avance de la infantería y la caballería, pero éstos no pudieron resistir ante la oposición de los españoles.
Belgrano se vio obligado a retroceder y mediante un llamado de clarín logró reunir a alrededor de 500 hombres. En el campo de batalla quedaron alrededor de 200 muertos, 200 heridos y 500 prisioneros y casi toda la artillería. Los 500 hombres se dirigieron hacia Potosí, pero la ciudad debió ser prontamente evacuada ante la cercanía del enemigo. Belgrano se dirigió entonces hacia Tucumán, donde el 30 de enero de 1814 le entrega el mando del Ejército del Norte al general San Martín. Luego comentaría por escrito la superioridad táctica del español frente a su limitado conocimiento de la guerra.

"El General Belgrano como improvisado y abnegado comandante en Jefe del Ejército Auxiliar del perú, se hizo cargo del mismo con la dotación de oficiales que tenía. En las batallas de Tucumán y Salta primero, y en las acciones de Vilcapugio y Ayohuma después, se destacaron Balcarce, Díaz Velez, Dorrego, Superi, Holmberg, Forest, Lamadrid y Paz. Modesto en su grandeza, atribuyó a ellos y a la tropa las victorias de Las Piedras, Tucumán y Salta, reservando para sí solamente la responsabilidad de los infortunios de Vilcapugio y Ayohuma."
De: "Fundamentos de Etica Militar" del General de Brigada Emilio Bolon Varela.

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