El
19 de noviembre de 1974 en la localidad de Quilmes, una patrulla control de
ruta de la policía provincial advirtió el paso de tres vehículos sospechosos
(dos automóviles y una camioneta) que se desplazaban aparentemente en convoy.
Al advertir el hecho, los efectivos policiales iniciaron la persecución de los
citados vehículos, que ya habían emprendido la fuga. En esas circunstancias se
produce la detención de la camioneta, y quien se encontraba a cargo de la misma
extrajo una arma corta y efectuó un disparo al interior del armario metálico
que transportaba en la caja del vehículo, arrojó el arma al suelo y se entregó
con los brazos en alto, sin ofrecer resistencia. Cuando los policías lo
detuvieron, comprobaron que había dado muerte al Teniente Coronel Jorge Roberto
Ibarzabal, presentaba un impacto de bala en su rostro y su fallecimiento se
produjo en forma instantánea, su estado físico era deplorable, como
consecuencia del prolongado encierro en las denominadas “cárceles del pueblo”,
en las que se lo hacía rotar periódicamente para evitar su localización.
Intento de asalto y copamiento del Regimiento de Caballería de Tiradores
Blindado 10 y Grupo de Artillería Blindado 1 (Azul, provincia de Buenos Aires)
Siendo las 22:30hs del sábado 19 de enero de 1974, Regimiento 10 de Caballería
y el Grupo 1 de Artillería Blindada, que integraba dicha guarnición, fue
atacada por la compañía “Héroes de Trelew” del Ejército revolucionario del
Pueblo (ERP), se inician los primeros disparos en el sector oeste del cuartel, donde
resulta asesinado soldado de guardia Daniel Gonzalez y es herido de gravedad el
Teniente Primero Carullo, Oficial de Servicio. Inmediatamente después, ráfagas
de ametralladora, granadas de mano y de fusil, se empiezan a escuchar en
distintos sectores del cuartel. Este tiroteo alertó a los oficiales que se
encontraban en el Barrio Militar ubicado calle por medio frente al cuartel.
Mientras estos fueron adoptando medidas de acción, los atacantes ya habían
penetrado y alcanzaban la parte posterior de las subunidades del sector este y
oeste del cuartel y Casino de Oficiales, donde se produjeron los primeros
combates, buscando alcanzar las salas de armas de las baterías y escuadrones.
Simultáneamente llevaron su acción al sector del tanque de agua – guardia- encontrando
en varios lugares una fuerte resistencia, lo que le ocasionó importantes bajas.
Es de hacer notar, que estos ataques fueron rechazados, volviendo a la acción
en varias oportunidades, no pudiendo alcanzar los objetivos perseguidos, de
llegar hasta las salas de armas.
Mientras
estos episodios se desarrollaban, el Jefe del Grupo de Artillería Blindado 1,
Teniente Coronel Jorge Roberto Ibarzabal, que habitaba una casa frente al
cuartel, y que había ingresado al mismo ante los primeros disparos, se dirigió
a la casa del jefe de la guarnición, que a su vez era el Jefe del Regimiento de
Caballería, Coronel Camilo Arturo Gay, que se alojaba en una casa, ubicada
detrás del cuartel, separada de este por el arroyo Azul. Una vez allí ambos se
dirigieron al cuartel, dejando el coronel a su familia en su residencia.
Durante la marcha de ambos jefes al cuartel, a unos 100 metros antes de cruzar
el puente sobre el arroyo Azul, encontrándose escasamente armados, son
interceptados por un grupo de terroristas desde el sector del puente, siendo
muerto el Coronel Gay y tomado como rehén el Teniente Coronel Ibarzabal, ante
la amenaza de asesinato de la familia del coronel, la que, luego de rodear la
casa, fue también tomada como rehén. El Teniente Coronel Ibarzabal es introducido en un vehículo y
secuestrado alejándolo de las acciones en desarrollo. La familia del Coronel
Gay es conducida a un sector del cuartel destinado a la herrería, en donde la
esposa del Coronel, quien estaba sentada en el piso con la cabeza de su hija
apoyada sobre su falda, es cruelmente asesinada. Patricia Gay, entonces con 14
años, cuenta como ocurrieron los hechos. Nunca se recuperó de ese cuadro de
dolor, se suicida el 5 de octubre de 1993.
El
20 de enero de 1974, el entonces Presidente de la Nación se dirigió a la
ciudadanía por radio y televisión para referirse a los hechos y, días después
la opinión pública conoció el texto de una carta que envía al personal militar
de la mencionada guarnición de Azul donde expresa su deseo de "aniquilar
cuanto antes este terrorismo criminal" entre todos.
“Buenos
Aires, 22 de enero de 1974
Señores
Jefes, Oficiales, Suboficiales y soldados de la Guarnición Azul
Como
comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de más
de sesenta años de vida en la Institución, quiero llegar directamente a ustedes
para expresarles mis felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con
que han afrontado el traicionero ataque de la noche del sábado 19 de enero de
1974.
Los
ejemplos dados por los jefes y oficiales que han llegado hasta ofrendar sus
vidas, tuvo la misma repercusión en los suboficiales y soldados que- con su
valentía y espíritu de lucha- repelieron la agresión, con la colaboración de la
Armada y la Fuerza Aérea.
Quiero
asimismo hacerles presente que esta lucha en la que estamos empeñados, es larga
y requiere en consecuencia una estrategia sin tiempo.
El
objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo argentino, y
para ello llevan a cabo una agresión integral.
Por
ello, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el
pueblo que está empeñado en exterminar este mal, y será el accionar de todos el
que impedirá que ocurran más agresiones y secuestros.
La
estrategia integral que conducimos desde el gobierno, nos lleva a actuar
profundamente sobre las causas de la violencia y la subversión, quedando la
lucha contra los efectos a cargo de toda la población, fuerzas policiales y de
seguridad, y si es necesario de las Fuerzas Armadas.
Teniendo
en nuestras manos las grandes banderas o causas que hasta el 25 de mayo de 1973
pudieron esgrimir, la decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de
protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía, harán
que el reducido número de psicópatas que va quedando sea exterminado uno a uno
para el bien de la República.
Vaya
mi palabra de consuelo para los familiares que perdieron a sus seres queridos,
de aliento para los heridos y de esperanza para las familias del Coronel Gay y
Teniente Coronel Ibarzábal. Tengan la certeza de que todo el poder del Estado
está siendo empleado para lograr su liberación.
Quiera
Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva siempre de ejemplo.”
Firmado:
Juan D. Perón, Presidente de la Nación.
Fuente:
Info/con Noticias.
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