Se conmemora un nuevo aniversario de la creacion del Servicio de
Veterinaria y el dia de su santo patrono, San Francisco de Asis.
Ejercito Nacional saluda a todos los integrantes del servicio en su dia.
El origen del Servicio de Veterinaria del Ejército se remonta al 30 de
noviembre de 1891 con el ingreso en el Cuerpo de Sanidad y como primer
veterinario, del doctor Gonzalo Mariano Herrera. Un año después y por
sus condiciones de idoneidad, alcanzó el título de veterinario
inspector, puesto que se creó por primera vez y que dio nacimiento a la
rama de la Veterinaria Militar separada de aquel organismo. En esos
tiempos, las ciencias veterinarias habían dado sus primeros pasos en el
país. El hecho más destacado se produjo el 6 de agosto de 1888, con el
egreso de la primera camada de médicos veterinarios de la facultad que
funcionaba en el Instituto Santa Catalina, en Lavallol, partido de Lomas
de Zamora. A partir de entonces y en el caso particular de la fuerza
terrestre, se dedicó al cuidado de caballos, mulas y asnos para las
unidades de montaña y monte. Con el tiempo, fue incrementando sus
funciones. Entre ellas, se dedicó a la reproducción equina, mular,
bovina y canina (en esta rama lo hace en el laboratorio de Campo de Mayo
y en la sección perros de guerra), a la inspección bromatológica de los
alimentos en todas las unidades, al apoyo a la salud pública y al
saneamiento ambiental. “Por ejemplo, un oficial veterinario y un
suboficial enfermero de la especialidad, hacen controles de plagas y de
enfermedades derivadas de los animales en el batallón conjunto de Cascos
Azules, en Haití”, explica el Coronel Veterinario Juan Carlos Maida,
casado, tres hijos, presidente de la Comisión del Servicio de
Veterinaria San Francisco de Asís. “Además, hay profesionales dedicados a
la elaboración de productos biológicos, sueros, vacunas, antígenos y
medicamentos, al apoyo al medio civil en caso de males que afectan al
potencial ganadero y de zoonosis o de desastres naturales cuando corre
peligro la salud de la población humana y animal”, agrega.
El servicio está diseminado por todas las unidades del país. Desde el
norte, en Tartagal, Salta, donde hay una unidad de monte; en el ambiente
de las brigadas de montaña en muchas unidades de infantería,
artillería, caballería e ingenieros; en la Mesopotamia y en la
Patagonia. “No es necesario que haya un caballo para la presencia de un
veterinario porque además, hay especialistas en bromatología y
saneamiento ambiental”, afirma el coronel Maida. Sostiene que “si bien
la Comisión depende de la Dirección de Bienestar, su sede administrativa
está en la Dirección de Remonta y Veterinaria. Con ella mantenemos con
ella una fluida relación”.
El servicio de Veterinaria es un elemento para apoyo de combate del
Ejército, cuya responsabilidad primaria es el mantenimiento de la salud
de los animales y su aptitud para el servicio, la inspección de los
alimentos, la prevención de las zoonosis y la preservación del medio
ambiente.
La Dirección de Remonta y Veterinaria es el organismo encargado de la
planificación tendiente a la administración y abastecimiento del caudal
de animales de guerra al país, de manera de asegurar a los probables
teatros de operaciones la dotación correcta, de acuerdo con las
necesidades operacionales de los mismos.
Actividades:
Conservar y recuperar la aptitud física de los animales, prevenir las
zoonosis, inspeccionar los productos alimenticios que consumirán las
tropas, realizar inteligencia sobre el material de veterinaria capturado
al enemigo y colaborar con las tropas tóxicas en el desarrollo de
medidas de defensa pasiva contra la acción QBN, además de instruir al
personal del servicio y proponer la instrucción correspondiente que
deberá impartirse en las armas, tropas técnicas y otros servicios. La
eficiente operación impone la elaboración de un adecuado y oportuno
planeamiento, se tendrá que asegurar la disposición de los medios
suficientes y adecuados para el cumplimiento de la misión de
veterinaria.
Se deberá considerar las medidas necesarias para enfrentar una mayor
cantidad de bajas imprevistas. Los pacientes animales de la zona de
combate serán reunidos en instalaciones de veterinaria, emplazadas a lo
largo de los ejes de avance de sus unidades. El servicio de veterinaria
deberá coordinar estrechamente con las unidades (subunidades -
fracciones) de asuntos civiles, las medidas necesarias de salud pública
veterinaria que contribuyan a reducir los peligros contra la salud de
las tropas.
Fuente: Ejercito / Diario Soldados Digital 2012.
http://www.fotolog.com/ejercitonacional
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