Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar, para el despertar espiritual y para la unión entre hermanos.
¡Muy Feliz Navidad Para todos!
¡Muy Feliz Navidad Para todos!
Mensaje del Jefe del Estado Mayor General del Ejército Teniente General "VGM" Ricardo Luis Cúndom
En vísperas de la Noche Buena, cada miembro del pueblo cristiano se prepara interiormente para recibir al niño Jesús, esperanza y redención de la humanidad.
Para el Ejército Argentino, la fe en Dios constituye un sólido pilar, que lo ha sostenido espiritualmente desde su creación.
En cada Navidad, debemos, más que nunca, hacer verbo los valores que conforman la esencia del cristiano: humildad, solidaridad y sencillez.
Son valores que se identifican también con las virtudes que cultivamos como soldados, siempre en el marco de la moral, la justicia y la verdad.
A lo largo de este año, hemos sentido:
- La pasión con que cada miembro de la Fuerza trabajó, impulsado por la vocación de servir a la Patria.
- El orgullo de haber cumplido con nuestro deber, estando junto a la comunidad cada vez que ésta necesitó de nuestro brazo solidario.
- La satisfacción de haber bregado por la paz en el mundo, cumpliendo misiones que enaltecen el espíritu del soldado.
Por ello, en estas fiestas cristianas, renovemos la fe en Dios para que nos siga dando la fuerza necesaria para cumplir mejor con nuestro deber.
Encontremos en la familia la paz y el amor que Jesús nos heredó.
Y reforcemos, con el año que se inicia, nuestro compromiso con el Ejército y con la Patria.
Llegue mi deseo de felicidad a todos los integrantes del Ejército, civiles y militares, en actividad y en retiro; a sus familias; a nuestros reservistas y veteranos de guerra; a los destinados en el exterior, y, especialmente, a quienes están lejos de sus seres queridos, cumpliendo servicio en misiones de paz y en la Antártida.
A todos…
¡Feliz navidad y próspero año nuevo! Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.
Jefe del Estado Mayor General del Ejército Teniente General "VGM" Ricardo Luis Cúndom
En vísperas de la Noche Buena, cada miembro del pueblo cristiano se prepara interiormente para recibir al niño Jesús, esperanza y redención de la humanidad.
Para el Ejército Argentino, la fe en Dios constituye un sólido pilar, que lo ha sostenido espiritualmente desde su creación.
En cada Navidad, debemos, más que nunca, hacer verbo los valores que conforman la esencia del cristiano: humildad, solidaridad y sencillez.
Son valores que se identifican también con las virtudes que cultivamos como soldados, siempre en el marco de la moral, la justicia y la verdad.
A lo largo de este año, hemos sentido:
- La pasión con que cada miembro de la Fuerza trabajó, impulsado por la vocación de servir a la Patria.
- El orgullo de haber cumplido con nuestro deber, estando junto a la comunidad cada vez que ésta necesitó de nuestro brazo solidario.
- La satisfacción de haber bregado por la paz en el mundo, cumpliendo misiones que enaltecen el espíritu del soldado.
Por ello, en estas fiestas cristianas, renovemos la fe en Dios para que nos siga dando la fuerza necesaria para cumplir mejor con nuestro deber.
Encontremos en la familia la paz y el amor que Jesús nos heredó.
Y reforcemos, con el año que se inicia, nuestro compromiso con el Ejército y con la Patria.
Llegue mi deseo de felicidad a todos los integrantes del Ejército, civiles y militares, en actividad y en retiro; a sus familias; a nuestros reservistas y veteranos de guerra; a los destinados en el exterior, y, especialmente, a quienes están lejos de sus seres queridos, cumpliendo servicio en misiones de paz y en la Antártida.
A todos…
¡Feliz navidad y próspero año nuevo! Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.
Jefe del Estado Mayor General del Ejército Teniente General "VGM" Ricardo Luis Cúndom
Mensaje del Capellán Mayor del Ejército para esta Navidad:
Estimados amigos:
En estos días comienza a resonar la palabra del evangelio: “Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,11). Y, como todos los años, la Navidad nos convoca a liberarnos de las ataduras terrestres y de la idolatría de nosotros mismos. Ella es un acontecimiento espiritual, una apertura a un llamado en el Pesebre de nuestro corazón y que implica una donación de nuestra existencia a Dios que está entre nosotros.
Ese acto de donación, de entrega de amor a Dios que nos amó primero, lleva consigo la aceptación y el programa de nuestro futuro, la renovación de la vocación personal que, para hacerla realidad, implica una conversión radical. Conversión interior para que allí nazca el Señor y, en esa humildad, Él haga su obra con nosotros como personas individuales y como comunidad humana.
Siguiendo el ejemplo del amado Papa Francisco, en nuestro tiempo, la pobreza del pesebre del corazón cobra un valor fundamental como condición para que la relación con nuestro Creador y Salvador sea absolutamente pura, íntegra y exclusiva. Y, de ese modo, en cada rincón de la Argentina donde haya un Soldado de nuestro Ejército en su puesto de servicio luzca la fe viva en quien nos da la Vida: Cristo, El Señor.
Estimados amigos:
En estos días comienza a resonar la palabra del evangelio: “Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lc 2,11). Y, como todos los años, la Navidad nos convoca a liberarnos de las ataduras terrestres y de la idolatría de nosotros mismos. Ella es un acontecimiento espiritual, una apertura a un llamado en el Pesebre de nuestro corazón y que implica una donación de nuestra existencia a Dios que está entre nosotros.
Ese acto de donación, de entrega de amor a Dios que nos amó primero, lleva consigo la aceptación y el programa de nuestro futuro, la renovación de la vocación personal que, para hacerla realidad, implica una conversión radical. Conversión interior para que allí nazca el Señor y, en esa humildad, Él haga su obra con nosotros como personas individuales y como comunidad humana.
Siguiendo el ejemplo del amado Papa Francisco, en nuestro tiempo, la pobreza del pesebre del corazón cobra un valor fundamental como condición para que la relación con nuestro Creador y Salvador sea absolutamente pura, íntegra y exclusiva. Y, de ese modo, en cada rincón de la Argentina donde haya un Soldado de nuestro Ejército en su puesto de servicio luzca la fe viva en quien nos da la Vida: Cristo, El Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario