Los orígenes del arma se remontan a 1813, año en que, a pedido del
entonces coronel José de San Martín, el Gobierno aprobó la creación de
la compañía. A partir de 1964, se dispuso que se celebrase el
aniversario del arma el 31 de julio, fecha en que se conmemora la muerte
de su santo patrono, San Ignacio de Loyola.
El Arma de Ingenieros tiene sus orígenes hacia fines de septiembre de
1813, cuando el Coronel San Martín, ante la necesidad de contar con una
"Compañía de Zapadores", propuso al gobierno "Destinar 50 hombres al
mando de dos Oficiales con la finalidad de servir en clase de
Zapadores".
El gobierno aprobó la creación de esa compañía y el 8 de septiembre
nombra como Jefe de la misma al entonces Teniente Coronel Eduardo
Holmberg.
Durante ese mes fueron destinados como Oficiales el Capitán Martí de Jeaume, el Teniente de la Hoyuela y el Subteniente Durán.
Estos Oficiales junto a cien soldados formaron la Primer Compañía de
Zapadores, la cual fue organizada, equipada e instruida como verdaderos
soldados.
El Arma de Ingenieros ha acompañado al Ejército y a la Nación, en todos y
cada uno de los momentos que forjaron nuestra Patria, ya sea en el
Campo de Batalla como en el quehacer diario, apoyando a la comunidad,
mediante la construcción de caminos, puentes, vías férreas e infinidad
de obras que se realizaron gracias al esfuerzo y abnegación de cada uno
de los integrantes del Arma, desde su nacimiento.
El Arma se ha ido modernizando dejando de lado sus antiguos "útiles de
zapa" hasta contar, en la actualidad, con equipos más modernos y de alto
rendimiento, que le permiten combatir en primera línea y brindar apoyo a
las tropas que se encuentran en la propia retaguardia.
Los Ingenieros Audaces Guerreros mantienen el espíritu que dio vida a
esta gloriosa y abnegada Arma que por más de 180 años ha brindado su
apoyo al resto de las armas para el mejor cumplimiento de la misión.
La capacidad de trabajo, el coraje y el ingenio que caracterizan a los
integrantes del Arma, contribuyen a que el resto de las fuerzas exprese
"Sigan al Zapador"
En el conflicto bélico con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte por las Islas Malvinas, el Ejército Argentino empeñó varias
Unidades de distintos puntos del país, entre ellas, cuatro del Arma de
Ingenieros.
La compañía de Ingenieros de Combate 601, formada con efectivos de la
Escuela de Ingenieros con asiento – en aquel entonces – en la Guarnición
Militar de Campo de Mayo; la Compañía de Ingenieros Mecanizada 10, de
Pablo Podestá (Buenos Aires); la Compañía de Ingenieros 9, de Colonia
Sarmiento (Chubut) y dos Secciones de la Compañía de Ingenieros 3, de
Monte Caseros (Corrientes), arribaron a las Islas formando parte de las
Fuerzas que las defendieron.
Las dos primeras se acantonaron en puerto Argentino, la tercera de ellas
fue agregada al Regimiento de Infantería 8 en la zona de Bahía Fox y
las dos Secciones restantes en Puerto Howard, formando parte del
Regimiento de Infantería 5.
Durante las operaciones en Malvinas las citadas tropas de Ingenieros desarrollaron las siguientes actividades:
- Construcción de obstáculos, obras de fortificación y refuerzos en los distintos frentes.
- Instalación de obstáculos minados.
- Construcción de posiciones para piezas de artillería y directores de tiro.
- Mejoramiento de los caminos.
- Refugios y pozos de zorro en las posiciones.
- Transporte de material y munición.
- Construcción de polvorines enterrados.
- Voladura de puentes y un sin fin de tareas afines del Arma.
Grandes limitaciones, producto de la falta de medios, condiciones
climáticas adversas y poco tiempo disponible para poder satisfacer los
numerosos requerimientos de la Fuerza, no fueron impedimentos
suficientes para que el Zapador, con el espíritu y capacidad de trabajo
que lo caracteriza, sorteara los obstáculos y pudiera cumplir con la
misión.
Pero no solamente desarrolló ese tipo de actividades técnicas, sino que
combatió a la par del infante en todos los frentes, destacándose entre
otros hechos bélicos, un contraataque efectuado por la Primera Sección
de la Compañía de Ingenieros 9, el 11 de junio a las 22,30 horas en
Monte Longdon, que hizo replegar a las Fuerzas Británicas superiores,
impidiendo tomar ese punto estratégico.
Mas allá de la mera narración de los hechos, existieron numerosos
acontecimientos plagados de heroísmo, solidaridad y camaradería.
Hubo coraje, estoicismo, espíritu de sacrificio; desinterés personal y amor por la Patria.
Fuente: www. ejercito.mil.ar
http://www.fotolog.com/ejercitonacional
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