El
9 de enero de 1807, nace el General Julián Martínez. En 1825 participó
en la Guerra del Brasil. Separado del ejército durante la dictadura de
Rosas, se exilió en el Uruguay, donde prestó servicios. Participó en la
Batalla de Caseros. Posteriormente fue Inspector de Fronteras y Jefe del
Parque de Artillería y ministro de Guerra y Marina. Falleció en 1868.
Hijo del después General Enrique Martinez, se enroló en el ejército en
1821. Al estallar la guerra del Brasil, participó en la toda la campaña
contra el Imperio y luchó en Ituzaingó y Camacuá.
En 1829 participó en la invasión de la provincia de Córdoba a órdenes
del General José Maria Paz y combatió en las batallas de San Roque y La
Tablada. Pero abandonó las filas de los unitarios y regresó a Buenos
Aires, desde donde participó – a órdenes de su padre, jefe de estado
mayor – en la campaña del año 1831 contra el ejército del propio Paz.
De regreso, pasó una larga y peligrosa enfermedad, que lo tuvo postrado más de seis meses.
En 1833 fue ascendido a Teniente Coronel por el Gobernador Juan Ramon
Balcarce, del cual era ministro su padre. Cuando la política de don
Enrique fue desbaratada por la Revolución de los Restauradores, fue
licenciado, hasta ser pasado a retiro militar dos años más tarde.
Emigró a Montevideo, donde sirvió a órdenes del presidente Manuel
Oribecontra la primera revolución de Fructuoso Rivera. Pero, en el año
1838, padre e hijo se unieron a Rivera, y lucharon en la decisiva
victoria de Palmar. Al año siguiente combatió en la Batalla de Cagancha
como jefe de la parte principal de la artillería de Rivera.
Permaneció en las filas de Rivera en distintos departamentos del
Uruguay, hasta después de la derrota de sus fuerzas en la Batalla de
Arroyo Grande. A órdenes del general Paz, luchó contra las fuerzas de
Oribe durante el sitio de Montevideo, como jefe de la artillería. En
1845, cuando la Isla Martín García fue capturada por los franceses, se
le encargó el comando de la misma. En la práctica, estaba subordinado a
la autoridad del comandante naval francés.
En 1851 se unió al Ejército Grande del General Urquiza, y participó en
la Batalla de Caseros como jefe de jefe de estado mayor de la división
uruguaya. Regresó a Montevideo, donde vivía su familia, pero volvió a
Buenos Aires después de la Revolución del 11 de septiembre de 1852. Fue
comandante de San Nicolás de los Aroyos y participó en la defensa de la
capital contra el sitio que le impusieron Urquiza e Hilario Lagos, como
comandante del parque de artillería.
En cuanto se levantó el sitio fue ascendido a Coronel y enviado como uno
de los jefes que debían poner en defensa la frontera sur del Estado de
Buenos Airescontra los indígenas, como jefe del departamento militar de
Dolores; poco después fue trasladado a Azul.
Fue comandante de armas de la provincia por un tiempo, y participó de la
campaña de Bartolomé Mitre contra los indígenas, que terminó en el
desastre deSierra Chica. Poco después fue reemplazado en la comandancia
de armas por su propio padre.
Cuando estalló la guerra que culminó en la Batalla de Cepeda, quedó a
cargo del ejército de reserva. Tras la derrota porteña, fue el encargado
de poner a la ciudad de Buenos Aires en condiciones de resistir un
nuevo sitio. Tras la firma del Pacto de San José de Flores, quedó al
mando de la frontera del centro, con sede en Mercedes, y luego de la del
norte, con sede en Rojas.
Regresó a Buenos Aires para ponerse al mando del parque de artillería
durante la campaña de la Batalla de Pavón. Permaneció en ese cargo
durante los años siguientes. Desde 1862 fue, también, senador nacional
por la provincia de Buenos Aires.
En agosto de 1865 fue nombrado Ministro de Guerra interino, reemplazando
al titular, Gelly y Obes, que había marchado al frente de la Guerra del
Paraguay. Se dedicó casi exclusivamente a proveer al ejército de
soldados y de armamentos, alimentos y uniformes.
En abril de 1866 fue el candidato del Presidente Mitre a Gobernador de
la Provincia de Buenos Aires, pero fue vencido por un candidato opositor
con mucha personalidad, Adolfo Alsina.
En noviembre de ese año se trasladó al interior del país, a reprimir la
sublevación de los últimos federales del noroeste y Cuyo, iniciada con
la Revolución de los Colorados. Su marcha fue muy lenta, y sólo al
llegar a Río Cuarto unió las fuerzas venidas del Paraguay a las que
había sacado de la frontera, dejándolas en manos del General Wenceslao
Paunero, cuyo subordinado José Miguel Arredondovenció a Juan Saá en la
Batalla de San Ignacio. Dado que la mayor parte de los rebeldes se
dispersaron, regresó a Buenos Aires. En julio de 1867 fue ascendido a
General.
Poco tiempo después volvió a salir hacia el interior, para coordinar las
acciones de las fuerzas de Paunero, Arredondo y del Caudillo
Santiagueño Antonio Taboada. Cuando estaba establecido en Córdoba, en
agosto, estalló la revolución federal de Simón Luengo. Fue tomado
prisionero, pero liberado doce días más tarde, por el avance de las
fuerzas nacionales al mando de Emilio Conesa.
Renunció al ministerio en noviembre de 1867 y fue reemplazado por
Paunero. Enseguida reemplazó a éste como jefe del ejército del interior –
es decir, el encargado de reprimir alzamientos opositores – aunque no
llegó a asumir el cargo en forma efectiva.
Falleció en Rosario en febrero de 1868. Estaba casado con Carolina
Lerena. Uno de sus hijos, también llamado Julián, fue diputado nacional y
como Coronel del Ejército Argentino luchó en la Guerra de la Triple
Alianza y en varias de las guerras civiles de su país, especialmente en
la Revolucion de 1880.
En la imagen: Escena de la Guerra del Brasil en la cual participó el General Martinez.
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