HEROES SIN TUMBA

El Teniente Primero Mario Roberto Fiorito pertenecía a la promoción 104 del Colegio Militar de la Nación. En Malvinas prestaba servicios en el Batallón de Aviación de Ejército 601 y piloteaba el SA 330 Puma AE 509. Al ser hundido el pesquero “Narwal” por la aviación británica, le fue encomendada la tarea de buscar sobrevivientes. Partió de Puerto Argentino acompañado por el Teniente Primero Juan Carlos Buschiazzo y el Sargento Mecánico Raúl Di Motta. Jamás regresaron. Un misil disparado por el destructor HMS “Coventry” derribó su aparato y cayeron, perdiéndose para siempre en el mar cerca de la Isla de los Leones Marinos, el 09 de mayo de 1982.

Al día siguiente, el 10 de mayo, el Capitán Novoa inicio una navegación con el buque A.R.A “Islas de los Estados” al cual se le había encomendado la difícil misión de desembarcar una cohetera que sirviera al tan requerido apoyo de fuego, solicitado por el componente Ejército. En tránsito hacia San Carlos, pegado a la costa Este, la nave sorprendida por el buque inglés H.M.S. “Alacrity”. Se inició un intenso cañoneo en el que varios impactos directos del buque británico alcanzaron al A.R.A “Islas de los Estados”. Al final una gran explosión destruyó el puente y los diez tripulantes que lo ocupaban desaparecieron. Así en medio de la noche, y sin ningún tipo de ayuda y sin que existiera tampoco la posibilidad de recibirla, el buque vio sellada su muerte. El Coronel V.G.M. Jorge Alberto Monge describe a su camarada y amigo Capitán Novoa como un “Soldado de templado carácter, sereno y firme en sus convicciones, poseedor del gran optimismo que siempre acompaña a los valientes y a los triunfadores”.

"No llores Patria con dolor de madre

a tus hijos sepultos en las Islas.

Ellos sembraron con su sangre mártir,

simiente de dolor para que vivas!

No sufras Patria quienes no volvieron,

están de centinelas a la vista!

Cuidando tus derechos para siempre

en la quietud glacial de tus garitas.

Allí quedaron, sin relevo,

solos esperando que llegues algún día

tras el turno más largo de las guardias,

tras la noche más fiel de las vigilias.

Allí quedaron, dueños de la tierra

en el menguado terreno de las criptas

sepultados de pie como peleando

la batalla final que no termina.

¡Te esperan!, en el mar, en la tierra, en el aire

que aun tus nombres grita.

Te esperan atrincherados en la turba

en el húmedo suelo de Malvinas

empuñando las armas que esgrimieron

con el fervor de la razón invicta.

No llores la muerte de tus hombres,

no se llora la gloria bien habida

ni se cubre con crespón a tu bandera

basta el sol, tu augusto centinela."

Ricardo Miró Valdés

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