En febrero de 1827, una flota compuesta de 4 buques con 200 marinos y 400 hombres de desembarco, al mando del Capitán de fragata inglés Sheperd, intentó ocupar el estratégico refugio de los corsarios argentinos en el puerto de Carmen de Patagones. La defensa del lugar estaba a cargo del Coronel Martín Lacarra, que contaba tan sólo con una vieja batería en la entrada de la barra y de un fuerte en la localidad con una dotación de 114 voluntarios, una pequeña fracción de infantería y algunos marineros desembarcados de los corsarios. Los buques propios estaban representados por la corbeta Chacabuco y otras embarcaciones menores guarnecidas tras el fuerte, al mando del capitán don Santiago Bynnon. Al haber desembarcado los brasileños el 5 de marzo, equivocaron el camino al fuerte dando un amplio e innecesario rodeo. En el cerro La Caballada, el invasor comenzó a recibir un intenso fuego que unido al humo de los campos incendiados por los paisanos lo obligó a retroceder, pero al intentar reembarcarse se encontraron que Bynnon, durante la noche del 6, había tomado los desguarnecidos buques. Muerto el Capitán Sheperd al inicio de las acciones, al nuevo jefe ante la desesperante situación no le quedó mas remedio que rendirse el 7 de marzo, dejando en poder de los patriotas todos los hombres, los buques, 28 cañones y 2 banderas.
Imagen:Carlos Ripamonte Capataz
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