El 22 de febrero de 1814 se produce el Combate de Cucha-Cucha. El cuerpo
de infantería argentina denominado Auxiliares de Chile, comandado por
el entonces Teniente Coronel Juan Gregorio de Las Heras combate y
derrota a un numeroso contingente de fuerzas realistas. Los Auxiliares
habían sido enviados por el gobierno de Buenos Aires en socorro del
primer gobierno independiente chileno, constituido a partir de la
revolución del 18 de septiembre de 1810. Gregorio de Las Heras, su
oficialidad y sus soldados recibieron un escudo de honor que decía: “La
Patria a los valerosos de Cucha-Cucha, auxiliares de Chile, año 1814”
Luego de que Bernardo O'Higgins se hizo cargo de la jefatura del
ejército independentista chileno, destinó a Mackenna con una pequeña
división del ejército patriota chileno en febrero de 1814 para situarse
cerca de Chillán, mientras él pensaba en intentar recuperar la línea del
río Biobío estableciendo su cuartel general en en Concepción. Los
auxiliares argentinos, acantonados en Quirihue al noroeste de Chillán,
se integraron en la división de Mackenna y marcharon con éste hacia el
Río Itata. La división de Mackenna en el fundo Membrillar se componía de
800 infantes, 100 dragones y 16 piezas de artillería, siendo nombrado
el coronel Marcos Balcarce (jefe de los auxiliares argentinos) como jefe
del estado mayor. Los realistas controlaban Chillán y sus fuerzas
móviles, compuestas de guerrillas y huasos leales a España, mantuvieron a
Mackenna asediado en Membrillar, en donde se había fortificado.
La situación de los patriotas de esta división empeoró por la escasez de
víveres y Mackenna despachó destacamentos para proveerse de ganado.
Supo también que Luis Urréjola estaba reuniendo tropas en su hacienda de
Cucha Cucha para aumentar las fuerzas de su división que se hallaban en
Caimaco, a tres leguas del campamento de Mackenna y al otro lado del
río Itata, con el fin de atacarlo, por lo que decidió dirigirse a Cucha
Cucha con un destacamento para batirlo y apoderarse del ganado de la
hacienda. Esa hacienda se hallaba a tres leguas del campamento de
Membrillar, en las cercanías del río Ñuble.
El Combate
A la medianoche del 22 de febrero Mackenna partió de su campamento
llevando como segundo al coronel Andrés Alcázar, con 300 fusileros, 40
dragones, 2 piezas de artillería y varios oficiales de milicias, dejando
a Balcarce al mando del campamento. Cuando después del amanecer del día
23 arribaron a la hacienda, la encontraron desierta, pues las fuerzas
realistas habían cruzado el río Ñuble, por lo que Mackenna ordenó que
dos piquetes saliesen un busca del ganado de la hacienda. Al observar
esos movimientos desde la orilla opuesta del río, una fuerza de
aproximadamente 150 realistas fue destacada para repasarlo y atacar a
los piquetes de Mackenna, pero fue contenida por los soldados del
teniente coronel Bueras haciendo que se dirigieran a unas alturas
inmediatas desde donde se desprendían partidas de tiradores. Estas
fuerzas fueron perseguidas por las tropas de Bueras y por los
voluntarios al mando del alférez Allende, pero debido a que los
realistas tenían caballos y los independentistas eran mayormente
infantes, no pudieron alcanzarlas. Allende se alejó del resto de la
división y quedó en retaguardia.
Luego de reunir ganado, Mackenna ordenó el regreso a su campamento,
siendo atacada su retaguardia por una fuerza de más de medio millar de
realistas, pudiendo solo auxiliarlos el piquete de caballería al mando
de Bueras y 100 auxiliares argentinos al mando del sargento mayor Juan
Gregorio de Las Heras, quienes protegían la retirada, pues el resto de
las tropas se hallaba en avanzada retirada:
"Viendo á las diez del dia que el enemigo no atacaba ni que se le podia
alcanzar por la bondad de sus caballos la división se puso en retirada
para restituirse ál campo, lo que hizo sin novedad hasta la mitad del
camino: quando el enemigo habiendo recibido fuerzas considerables de la
división de Urrejola, (y creo también de Chillan, que solo dista de 4 á 5
leguas de Chuca,) intento cortar la guerrilla del Teniente Coronel
Bueras; pero este con su acostumbrada intrepidez hizo frente por todas
partes, hasta que auxiliado por las demás Tropas, en particular por el
valeroso Sargento Mayor de Auxiliares de Buenos Aires D. Juan Gregorio
de las Heras, quién con 100 hombres de su cuerpo, y bien sostenido por
el Capitán Varga del mismo, avanzo en el mayor orden sobre el enemigo, y
le obligo con perdida considerable a replegarse a una altura inmediata
que dominaba la posición que ocupaba nuestra Tropa por cuyo motivo, y
por haberse inutilizado las dos piezas de Artillería habiéndose roto el
exe de la cureña de una, y quedado atascada la lanada en el ánima cónico
de la otra determiné variar de posición y tomar una altura que
franqueaba la del enemigo. La maniobra se hizo en el mayor orden; y
desde el nuevo punto se desafiaba al enemigo que sin embargo de tener de
500 á 600 hombres solo trato de recoger sus muertos y heridos y
retirarse; lo que verificó en orden no siéndonos a nosotros posible
atacarlo por la falta de Caballería." Parte de Mackenna a su gobierno
Las Heras logró rechazar tres cargas de tres divisiones realistas, en la
última impidió que la partida de Bueras fuera destrozada, cargando a
bayoneta y haciendo retroceder a los atacantes hacia una altura,
quedando en posesión del campo de batalla durante el tiempo suficiente
para proteger la retirada de las tropas, tras lo cual se retiró sin ser
molestada su fuerza hacia el campamento de Membrillar.
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